Ya
llega el momento del relajo, las fiestas, la playa, las rocas de los
atardeceres sin prisa, viendo caer el sol en el horizonte, en ese
momento mágico cuando brota el rayo verde.
Alguien
me preguntaba cuál era mi rincón favorito, ¡Difícil de elegir!
en un Getxo que tiene tantos lugares con encanto. Tampoco podría
decir uno solo, dependiendo del momento. Al amanecer: el
Contramuelle de Arriluze y el Castillo del Príncipe en
la Galea, ver desde allí surgir los primeros rayos de sol, con esos
tonos entre rojizos y dorados de un día que promete cielos azules.
Al
atardecer, hay dos lugares que por recuerdos entrañables
elegiría: la terraza del embarcadero de Areeta-Las Arenas ¡Mi
pueblo!, la que está sobre la caseta de los Raspas y sentarse en
un banco en “El Castillo”, sobre Arrigunaga, ambos
lugares, a esa hora son especiales, tienen embrujo.
¡Y
como no, mis fiestas!: en primer lugar las “Paellas de
Aixerrota”. No me cansaré nunca de decir que es mi fiesta
favorita. El txupín de Romo, ¡mi segundo Barrio!
estallido de alegría. La bajada de San Ignazio y los
Caracoles de Las Mercedes, en donde me encuentro con caras
entrañables. Y frente a nosotros, las fiestas de Portugalete, la
Guía y San Roque, con sus fuegos, que por cierto ¡Se
ven mejor desde Areeta-Las Arenas!. También y cómo no, las de
ese “extrarradio” de Getxo: Bilbao que con su Marijaia nos
deleita el final de agosto.
Alguien
me decía ¿Y nos sales fuera?, ¡pero, cómo marchar dejando todo
esto sin disfrutar de la placidez de esos rincones!. Con estas
reflexiones me despido hasta SEPTIEMBRE, que volveré con
cosas nuevas.
¡ONDO
PASA, Hay para elegir y no aburrirse!
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