En
la anterior entrada de esta serie veíamos cómo el municipio seguía con escasez
de aguas potables.
Comenzaba
enero de 1892 con noticias del estado de la carretera de Algorta a
Plencia: “...Se
había realizado en el verano de 1891 un ensanche en la zona
correspondiente a Algorta, pero como resultado de las obras habían
quedado amontonados en ambos margenes de al carretera escombros que
dificultaban el paso, tan es así que unos días antes, el 31 de
enero de 1891, unos viajeros que se dirigían a Plencia se vieron
obligados a bajarse de los vehículos porque el lodazal que se había
formado enterró una da las ruedas del coche...”
En
esas fechas en las que todos se reunían alrededor de una buena mesa,
aunque fuera humilde, algunos espabilados utilizando un
procedimiento, ya conocido en muchos lugares: el del “Gorrón”.
Tras haberse dado un homenaje en una de las tabernas del pueblo,
negándose a pagar y ser conducidos a la perrera, saldaban su ágape
pagando una multa de 8 reales.
Para
el 5 de enero de 1892 ya se había terminado de embaldosar la calle
Mayor de Algorta y el contratista D. Miguel Uria solicitaba se
recibieran las obras.
Mientras,
los Reyes Magos, traían en su saco un acontecimiento que venía a
perturbar la tranquilidad de los trabajadores de “Astilleros del
Nervión”, de la que era accionista un conocido vecino de Las
Arenas, mientras negociaban con un
capitalista
bilbaíno, senador para más señas, saltaba la noticia de que :
“...Se
temen alteraciones del orden público en Sestao, se ha descubierto un
desfalco de dos millones de reales...”
(El Nervión 5 enero de 1892).
El
11 de enero de 1892 se anunciaba la venta en “El Noticiero
Bilbaíno” de las caserías: “...“Menchaquena”(Plano
de 1878), que estaba junto a la Plazuela de Menchaca, frente a al
Escuela de Niñas Pobres de la Fundación Alday (San Martín); y
“Arrigunaga” (Plano de 1929), que estaba encima de la playa del
mismo nombre, en la esquina de la campa situada sobre el edificio del
“Cable Ingles”...”
(Ver planos superior e inferior). Para contactar indicaban ponerse en
contacto con el Juez Municipal D. Remigio de Anchia.
Era
la época en que algunas mujeres, que recientemente habían dado a
luz, para ayudar a mantener a su familia se ofrecían para trabajar
de “Nodrizas”. Así se anunciaban en la prensa bilbaína:
“...Casada
de 24 años de edad y un mes parida, se ofrece para criar en casa de
los padres a la criatura...”
El
14 de enero de 1892 D. Estanislao Bilbao solicitaba al Ayuntamiento
de Getxo: “...Permiso
para cerrar terreno de la casa Andicoeche en Algorta, lindante con el
camino que se dirige al cementerio de Algorta…”
Se refería al situado en la llamada “Campa del Muerto” en la
calle de la Trinidad.
El
Ayuntamiento de Getxo decidía proporcionar a los tres alguaciles
vigilantes de aguas trajes de paño.
En
el diario “El Nervión” del 17 de enero de 1892 aparecía
publicado lo siguiente: “…La
compañía del ferrocarril de las Arenas a Plencia pretende sanear
una marisma en la ría de Plencia con destino a emplazamiento de la
estación de término de dicho ferrocarril...”
Los
árboles de la campa de la Iglesia de Santa María de Getxo, con los
temporales que se produjeron durante el comienzo del invierno,
causaron serios problemas en el tejado de dicho templo por lo que el
párroco solicitó al Ayuntamiento que algunos de aquellos ejemplares
fueran trasladados a otro lugar. Ese mismo 21 de enero de 1892, el
cura ecónomo de Santa María daba cuenta en un oficio al consistorio
de que: “...Ha
terminado el bienio para el que se nombró vocal de la Junta de
Fábrica de esta parroquia a D. Juan José Camiruaga, por lo que
suplico se nombre igual nombramiento para el bienio 1892-1894...”
El Ayuntamiento de Getxo decidía volver a nombrar al mismo vocal,
quien aceptó la designación.
El
alguacil del Juzgado Municipal y a la vez ordenanza del Telégrafo D.
Manuel Fernández Blanco solicitaba al Ayuntamiento se le hiciera un
traje de invierno igual al que se había acordado hacer al resto de
los Alguaciles del Municipio.
Algunos
caminos del barrio de Algorta estaban en un estado deplorable por lo
que el Ayuntamiento decidía: “...Que
hallándose en mal estado el camino que es de servicio público desde
tiempos inmemoriales, que desde la Plazuela de Amesti va por medio de
las casas de D. Antonio Uribe y D. Patricio Abascal y se dirige
hacia Villabotas, hallándose cerca de su ingreso una escuela privada
a la que diariamente concurren un número crecido de niños. Acuerda
este Ayuntamiento que con resebo de Axpe y una acera de piedra de
losa en el centro se reponga el camino...”
En
el mismo pleno se daba lectura a las cuentas Municipales del periodo
de 1890 a 1891: “...Cargo
117.742,06 pesetas, Data 103.059.15 pesetas; Existencias para el
ejercicio de 1891 a 1892, 14.682,21 pesetas...”
El
alistamiento de mozos para el reemplazo, a pesar de que el Art. 50 de
la Ley de Alistamiento decía que “...Serán
excluidos totalmente del servicio militar activo los individuos
pertenecientes a las Órdenes y Congregaciones siguientes: Religiosos
y novicios de la Compañía de Jesús, además de otras
congregaciones...”
En su Artículo 40 facultaba al Ayuntamiento para: “...La
rectificación del alistamiento...”
Por ello en el pleno del día 28 de enero de 1892 se daba cuenta de
un oficio del Alcalde de la Villa de Elorrio: “...Del
23 del actual, referente al individuo D. Casimiro Gomendio-Urritia y
Aguirrebeitia, nacido el 4 de marzo de 1873, hoy noviciado de la
Compañía de Jesús establecida en Murcia, y cuya madre reside en el
barrio de Las Arenas. En función de las facultades que la Ley de
Quintas confiere a esta Corporación Municipal, acordamos incluir al
referido individuo en el alistamiento de los mozos de esta localidad,
para el reemplazo del ejercito del año actual...”
Cómo
dato de curiosidad histórica referido a Getxo, al tratar de
localizar un libro en el que se hacía referencia de los Gobiernos
del Régimen Foral desde 1632 a 1700, que publicó “Emperaile” en
enero de 1892 titulado “El Gobierno y el régimen foral de Vizcaya
desde 1632 al 1700”, he encontrado otro de fecha más tardía pero
que hacía referencia a esa época “El Gobierno Universal del
Señorío de Vizcaya” de 1943 de Darío Areitio y Mendiolea
Archivero,
bibliotecario y publicista especializado en asuntos forales, que
falleció en Getxo en 1968.
En el se hacían continuas referencias a hechos históricos
relacionados con nuestro Pueblo: “...El
día señalado para la celebración de la junta los Procuradores con
el Corregidor y personas que constituían el Regimiento se reunían
en la Casa Consistorial de Guerníca de donde salían en solemne
procesión dirigiéndose al pórtico construido so el árbol
tradicional y allí so el árbol de Guernica reunidos en junta
general los Oficiales del Señorío y representantes de las
anteiglesias presididos por el Sr Corregidor se hacía el llamamiento
y se reconocían los poderes que se entregaban en las dos mesas de
mármol que existen...”
Entre aquellas Anteiglesias se encontraban las de Getxo y Berango. En
la elección de la Junta General del año 1586 celebrada en Bilbao:
“...Aparecía
Guecho dentro del bando Oñacino y como secretario de la misma D.
Pedro de Ibarra vecino de Guecho...”
En La junta de noviembre de 1794: “...Congregada
en la sacristía de la iglesia parroquial de Begoña asistieron bajo
la presidencia del Corregidor los Regidores Capitulares y Síndicos:
La Merindad de Uribe envió representación colectiva y un solo
apoderado particular que fue el de Guecho...”
En la pagina 17 de dicho libro se hablaba de la pertenencia de Getxo
al Bando Oñacino: “...En
el Reglamento de Elecciones de Señores del Regimiento General o del
nuevo Gobierno Universal de Vizcaya Lejona, Guecho y Berango figuran
en el Bando Oñacino...”
Todavía en la elección para el bienio de 1854 A 1856 lo seguía
haciendo. Dicho libro, publicado por la Junta de Cultura de la
Diputación se puede encontrar en el siguiente enlace:
(http://www.ehu.eus/ituna/pdf/GobiernoUniversalSenorioVizcaya.pdf).
Y
mientras que en esos días del 19 de enero de 1892 el tiempo hacía
que muchos vecinos estuvieran, como decía un diario que:
“…Llevábamos
tantos días metidos en nuestra concha como el caracol, aguantando
las nieves y granizadas y las grandes lluvias, que al ver un poco
despejado el cielo que nos había abrumado con sus gigantescos
nubarrones, decidimos salir...”
Para encontrarnos con nuevos acontecimientos del devenir diario de
nuestro pueblo, entre ellos la forma que aconsejaban para hacer
impermeables las telas: “...Hervir
y sumergir las telas en un baño de Gelatina y jabón de sebo neutro
de 300 gramos, Alumbre de 700 y con 17 litros de Agua. Dejándolo
escurrir y secar...”
Fechas en las que se vendía en la zona del Castillo de Algorta
(Usategi) el caserío “Achea”, del que decían que: “...Está
situado en uno de los mejores sitios de vistas de Algorta, en la zona
del Castillo, donde se celebran las romerías...”
Para
visualizar cómo era el ambiente laboral en esa época baste saber lo
que acontecía el 27 de enero de 1892 en las minas de la Arboleda,
los dueños de las minas de la Arboleda describían, desde su
perspectiva, así la situación en las cuencas: “...La
agitación obrera producida en el distrito minero, lejos de
disminuir, va tomando serias proporciones, pudiendo asegurar que de
ayer a hoy va tomando un carácter sumamente grave y belicoso...”
Por otro lado las peticiones de lo mineros se referían a “...Que
fueran respetados los horarios que hasta entonces se realizaban por
parte de los contratistas; no permitir que en ninguna mina controlada
por estos contratistas se cargara a la “rodilla”, porque
perjudicaba seriamente a las articulaciones y solamente los de mayor
fuerza física o más jóvenes podían soportarlo; y el respeto a los
mineros ya que los capataces dirigían hacia estos palabras
intemperantes y obscenas...”
Así que el Gobernador Civil tras hablar con el Ministro de la
Gobernación haciendo caso a una parte decidían publicar “Un Bando
de Guerra”: “...La
rebelión y sedición en que se han colocado los mineros exige la
adopción de medidas extremas, por cuya causa y en virtud de lo
dispuesto en el artículo 13 de la ley de Orden público del 23 de
Abril de 1870, de acuerdo con la autoridad judicial y militar, queda
declarada en esta provincia el estado de guerra, y mis atribuciones,
referentes a orden público, resignadas en el Excelentísimo señor
Gobernador militar D. Manuel Aguilar Diosdado...”
En aquel Bando se decía: “...A
los delincuentes contra el orden público, les intimo que depongan su
actitud sediciosa en el plazo de dos horas; bajo el concepto de que
transcurridas estas, serán sometidos a Consejo de Guerra...”
Mientras los mineros que estaban concentrados en el frontón de
Gallarta ante el anuncio de que se celebraría un mitin: “...No
bajarían de 7.000 los asistentes, vieron llegar a los dirigentes
mineros Perezagua y Várela, quienes dijeron que no podía celebrarse
el acto, por hallarse la provincia en estado de guerra, disolviéndose
pacíficamente los allí reunidos…”
El líder minero Sr. Varela exhortó a sus compañeros huelguistas a:
“...Mantener
la prudencia, mucha calma, recordandoles que cualquier altercado
podría perjudicar los objetivos de su reivindicación…”
El
28 de enero de 1892 el cabildo de la parroquia de San Nicolás de
Bari de Algorta remitía un oficio al Ayuntamiento de Getxo pidiendo:
“...Manifestando
su deseo de uniformar todas las ceremonias prescritas por el Ritual
Romano en las exequias fúnebres de 1ª clase, a fin de demostrar el
esplendor y magnificencia del Culto Católico siguiendo las practicas
establecidas en parroquias de igual rango, por lo que presentaban un
plan de derechos para dicho objeto...”
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo se producían algunas
quejas del maestro de Santa María de Getxo.
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