lunes, 30 de marzo de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -153-



En la anterior entrada veíamos cómo el Gobernador Civil de la Provincia, como presidente de la Junta de Instrucción Pública de la Provincia de Vizcaya, informaba de la necesidad de que se construyera en breve, en la población de Algorta, un edificio con destino a escuela de niños y niñas.

Durante el mes de noviembre de 1891 se realizaron en el Municipio algunos trabajos, unos de reposición, otros de montaje y desmontaje, también de vigilancia. Una de esas obras de reposición se acababa de terminar, el 10 de diciembre de 1891, era la de la fuente de Sarri (Santa María de Getxo), que fue realizada por D. Juan Arrieta por el cual cobró 187,12 pesetas. Otro de los trabajos, esta vez en Las Arenas, consistió en montar y desmontar el kiosko de música que se instalaba durante las fiestas de Las Mercedes, tarea que había realizado D. Rafael Elcoro, le fueron abonadas 20 pesetas. De la vigilancia de la casas de enfermos atacados de viruela D. Juan Bautista Libano cobró 422 pesetas.

Referente al proyecto que D. Carlos Beraza presentó el 25 de noviembre para la playa de Ereaga, en sus alegaciones el Ayuntamiento planteó: “...Que debía de permanecer libre la circulación en toda la playa para el público...”

A pesar de que el municipio seguía con escasez de agua potable acordaba: “...Que a pesar de la poca abundancia de aguas para poder abrir al servicio público los lavaderos, la Comisión de Obras ejecute un pequeño arreglo en el de Arechondo, cerrando con ladrillo el techo, colocando una puerta y las piedras necesarias para el lavado, para dar servicio público...”


El 2 de diciembre de 1891 se conocían las Memorias Anuales de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, en ellas se relataban los avances de las obras durante el periodo de 1890 a 1891 y cómo para elevar los bloques en el taller de Axpe, que era donde elaboraban aquellos pesados cubos de hormigón y que había comenzado a funcionar en agosto de 1890. En él utilizaban una dinamo-eléctrica para llevarlos hasta el ganguil que los transportaba al Puerto exterior: “...Comenzaba la Memoria describiendo los trabajos realizados en la mejora de la barra y la mitad inferior de la ría. Cómo la contrata del rompeolas fue adjudicada a la Sociedad Coiseau, Couvreux y Félix Allard en 20.476,964 pesetas. El día 8 de julio de 1889 se había comenzado a construir el basamento del rompeolas, en octubre de 1889 ya se habían arrojado 300.000 toneladas de roca durante un año. El volumen de bloque que se había fabricado durante el año era de 24.610 metros cúbicos, los mismos eran de 50 y 100 toneladas. El transporte y colocación de los bloques comenzó en abril de 1890. A partir del inicio de la obra desde Santurce pensaban construir un aparato que iba a servir para la construcción de la superestructura del rompeolas, se trataba de un carro plataforma volante al que llamaron Titan. Ese carro iba a avanzar a medida que la obra iba haciéndolo, estaba provisto de raíles que permitían retirarlo en caso de temporales. Hablaban sobre el movimiento comercial del Puerto y decían que la recaudación obtenida durante 1890-91 había sido de 2.369.149,39 pesetas…”

Un indicador de lo que suponía el tráfico en el Puerto de Bilbao nos la daba el número de barcos de diferentes características que habían entrado y salido del Puerto de Bilbao: “...Los buques de vela que habían entrado a puerto en 1891 ascendían a 595 y habían salido de puerto 607. Mientras que los de vapor que salieron de puesto ascendieron a 2.148 y habían salido 3.111...” Entre los de vela el mayor número lo hacían las balandras de pabellón nacional que ascendían a 251 y entre los de vapor los ingleses que ascendían a 1.511.

Era un 17 de diciembre cuando algún vecino de Getxo que vivían en la indigencia, a veces provocada por la muerte del cabeza de familia, solicitaba socorro del Ayuntamiento: “...Se ha recibido una instancia de Dña. A.T. viuda, de esta vecindad, haciendo presente su deplorable estado al estar sumida en la miseria, estado en la que ha quedado con la muerte de su marido, teniendo cuatro tiernos niños, además de estar embarazada, por lo que suplica se le conceda algún recurso para su sostenimiento...” Ante su delicada situación el Ayuntamiento decidía: “...Conceder socorro domiciliario de 30 pesetas al mes...”


Los vigilantes nocturnos también hacían ver al Ayuntamiento la precariedad de sus salarios: “...Los vigilantes nocturnos de Algorta y Las Arenas, que son nueve, suplican debido a la cortedad de sus haberes para tan penoso cargo, se les haga algún aumento de salario...” El Ayuntamiento decidía atender sus peticiones: “...Que a partir del día 1 de enero de 1892 los haberes o sueldos anuales que han de disfrutar dichos vigilantes, que se pagarán por trimestres vencidos sean: El del Cabo 998 pesetas, del Preferente de Las Arenas 908 pesetas, y de cada uno de los restantes componentes del servicio 822 pesetas...”

Por aquellos días los tubos de conducción de aguas desde Berango a Algorta se hallaban en muy malas condiciones y las fugas causaban problemas de suministro: “...Por el gran escape que resulta de los manantiales de Jauncoerreca y Basarte en los montes de Berango por hallarse rotos muchos de los tubos de barro que conducen las aguas a esta localidad; acuerda este Ayuntamiento se proporciones 400 tubos de barro de 200 metros de la fabrica de Basurto que según se ha experimentado han dado buen resultado, porque los rotos proceden de Elorrieta...”

Además al representante de la Capellanía de Lecumberri D. Ignacio Arias se le abonaban 97,97 pesetas: “...Correspondían a los intereses del censo que debía Guecho a dicha capellanía...” Las capellanías fueron fundaciones perpetuas con la obligación de hacer cierto número de misas, de las que el fundador segregaba, de sus patrimonio, unos bienes que se destinaban a la manutención de los clérigos a los que se les relevaba de trabajos económicos. Constituyeron uno de los pilares básicos de la economía eclesiástica.


La cena de los pobres por navidad, en algunos Hospitales Asilo, estaba compuesta de: “…Berza, huevos en salsa, merluza frita, compota y vino...” Mientras en algunos hogares, en los de mejor vivir, la estampa del pavero, que llegaba por navidad a las calles de Las Arenas, auguraba una suculenta mesa. A este personaje que desembarcaba todos los años en la estación de nuestro barrio, recorriendo la Calle Mayor hasta una finca que estaba en la ría cercana al castillo de Mac Mahon, lo dibujaban en 1891 de la siguiente manera: “...En la cabeza lleva el ancho y roto sombrero, en la mano la caña con que los guía, por medio de la gente marcha el pavero con su banda alada. Agrupados la caravana avanza, son aves de parda pluma, la muchedumbre inquieta intuye la próxima navidad. Sus acompañantes de lacio y congestionado moco, a veces guglutean causando el alborozo de los más pequeños. Todo es bullicio soñando con el sabroso plato del medio día...”


Cuando ya quedaban pocas horas para que terminara el año, el día 31 de diciembre de 1891, en el pleno municipal, se daba cuenta de la lista de compromisarios para senadores, la cual se exponía al público según lo previsto en la Ley del 8 de febrero de 1877. Aquella Ley establecía en su capítulo IV, sobre la formación de listas por los Ayuntamientos: “…En su artículo 25: El día 1 de enero, todos los años, los Ayuntamientos formarán y publicarán listas de sus individuos y de un número cuádruplo de vecinos del mismo pueblo con casa abierta, que sean los que paguen mayor cuota de contribuciones directas, sin acumularse lo que satisfagan en ningún otro; y si para completar este número dos o más que paguen la misma cuota decidirá la suerte los que hayan de ser comprendidos en la referida lista. Y en el Articulo 31: Cada distrito municipal elegirá por los individuos del Ayuntamiento y mayores contribuyentes a que se refieren los artículos anteriores, un número de Compromisarios igual a la sexta parte de los Concejales. Los distritos municipales donde el número de Concejales no llegue a seis, elegirán, sin embargo, un Compromisario. Sólo serán elegibles para este cargo los individuos de Ayuntamiento y mayores contribuyentes que concurran al acto y sepan leer y escribir…”

El Vice-Consul de la Laguna en México hacía llegar una certificación al Ayuntamiento de Getxo en la que decía: “...Que D. Ramón Ansoleaga y Eguia se ha presentado ante este Consulado el día 20 de noviembre de 1891...”

El farmacéutico D. Miguel García Salazar suministró medicamentos para los enfermos pobres del pueblo durante todo aquel año.

Y para finalizar el año, con el mismo fervor religioso que en todos los anteriores, el Ayuntamiento de Getxo animaba a sus concejales a asistir a los oficios religiosos que se iban a celebrar los días 1 y 6 de enero en la parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se estaban realizando algunas obras en propiedades cercanas al cementerio de Algorta (La Campa del Muerto).

jueves, 26 de marzo de 2020

ANALIZANDO EL PADRÓN DE 1891



Analizando el padrón de 1891 se pueden obtener muchos datos referidos a los habitantes de la Anteiglesia de Getxo. Datos que estaban tomados al 31 de diciembre de aquel año. El primer informe que podemos conseguir se refiere a la conformación de los distritos que había en 1891, un Getxo que tenía 3.812 habitantes. De los cuales los establecidos eran 3.781: De ellos 1.772 eran varones y 2.040 hembras. Había otros habitantes establecidos de procedencia extranjera, que hacían un total de 31: De ellos 12 eran varones y 19 hembras.

El distrito 1º lo formaban los siguientes barrios: Santa María de Guecho, San Nicolás, San Ignacio, el Castillo, Arechondo, Calleja, Puerto, Peligro, Caridad, Boulevard, Rivera, Mayor-1 (actual Basagoiti) y Carretera-1 (actual Algortako Etorbidea).

El distrito 2º lo formaban los siguientes barrios: Mayor-2, Plaza de San Ignacio, Carretera-2, Alangoetas, Achecolandeta, Bajada a la Playa (cuesta de Suárez), Santa María-2 y Las Arenas.

Otro de los datos que conseguiremos es que la Anteiglesia de Getxo estaba compuesta por 1.772 varones: De los que 1.027 estaban solteros, 669 casados y 76 viudos. El número de hembras era de 2.040: De ellas 1.230 eran solteras, 678 casadas y 132 viudas.

De los habitantes domiciliados, los de mayor número lo componían los menores de 7 años: Cuyo censo era de 318 niños y 336 niñas. Entre los adolescentes (los de 20 años): El censo era de 29 varones y 48 hembras. Le seguía el grupo de 26 a 35 años: Cuya composición era 226 varones y 252 hembras. En la banda media (Edades comprendidas entre los 36 a 50 años): El censo era de 226 varones y 219 hembras. Entre los de mayor edad: El censo era de 19 ancianos y 33 ancianas con edades hasta los 81.

Tomando los datos de ambos Distritos-1 y 2 de la zona de Santa María: Podemos obtener algunos datos referidos al número de habitantes de este barrio: De donde eran naturales, su estado civil, la profesión, sus edades y su nivel cultural (si sabían leer o no).

En 1891 el barrio rural de Santa María de Getxo contaba con: En el Distrito Santa María-1 (752 habitantes), de ellos 247 habían nacido en otros municipios. En el Distrito Santa María-2 (49 habitantes) , de ellos 26 habían nacido en otros municipios. Estudiando ambos Distritos en Conjunto por el origen de nuestros vecinos podemos saber que el grupo más numeroso procedía del municipio vecino de Berango con 67 habitantes (Entre ellos los apellidos mas numerosos eran los Cayero-Hormaechea, Camiruaga-Cortina, De la Cruz-Inchaurtieta y Learra-Basauri); le seguían los municipios de Erandio y Urduliz con 18 cada uno; 16 de Bilbao, 15 de Gatika, 15 de Munguia y 13 de Sopelana.

Entre los vecinos llegados de otros puntos de Euskal Herria estaban los llegados de Gipuzkoa, cada uno de una población distinta: Getaria, Bergara y Zumaya; de Araba había llegado uno solo, este era de Barria; en cuanto a los de Nafarroa eran originarios de: Arteta, Etxarri Aranaz, Monreal y Morentin.

Otros pequeños grupos procedían de otras provincias del Estado: De Burgos (Criales, Silanes y Río de Losa), de Castellón (Morrela), de Murcia (Águilas) , de Málaga (Algarrobo) y de Coruña (Finisterre y Muros).

También nos visitó un pequeño, al parecer nacido en Francia (Gallepien), se llamaba Bernardo Ocariz Urquia. Tenía 3 años.

En Santa María de Getxo había 213 personas con oficio reconocido, lo cual no obsta para que entre mujeres y niñas el número no reconocido de trabajadoras aumentara considerablemente y que posiblemente, algún vecino se dedicara a otras actividades en la incipiente industria de la Provincia. Respecto de las profesiones, según aquel documento, quedaba claro que nuestro barrio era eminentemente agrícola; las personas dedicadas a labranza ascendían a (153). En orden de importancia le seguían los oficios de Marino (12), Cantero (10), Carpinteros y Albañiles (5). Había un oficio que en general era ocupado por jóvenes de unos 13 años que era el de Sirvientes (también llamados “criaditos”) que hacían un total de (7). Trabajaban en los caseríos de cierta enjundia económica. Curiosamente en aquella relación sólamente aparecía (1) Comerciante. Otras profesiones con menor número de ocupados eran las de camineros, herreros, jornaleros y zapateros.

Santa María de Getxo contaba en 1891 con algunas profesiones de servicios: Tenía (2) Eclesiásticos D. Francisco y D. Domingo Zarandona Mandaluniz, ambos originarios de Larrabetzu. Los maestros, todos navarros, eran Dña. Teresa Ansoreana Girones (de Galdenao), Dña. Obdulia Ocariz Urquia y D. Cesareo Ocariz Giner (ambos de Morella). El veterinario era D. Cruz Mezo Vidaurrazaga (natural de Begoña). Había también una organista Dña. Eulogia Urquia Ansorena (natural de Etxarri Aranaz). En el faro y semáforo de la Galea estaban como empleados, el Torrero del Faro D. Simón Miranda Ortiz (de Silanes-Burgos), los vigías del Semáforo eran D. José Giménez Marín (de Águilas-Murcia) y D. Ramón Fabeiro Oloura (de Muros-Coruña) y como ordenanza de Semáforo actuaba D. Santos Legarreta Eguia (de Lemoniz).

Respecto de las edades, el barrio rural de Santa María, contaba con los siguientes grupos de edad:

Entre 1 a 15 años había 158 niños y 147 niñas (en este grupo estaban comprendidos los niños y niñas de meses).

Entre 16 a 39 años había 132 jóvenes y 147 mujeres.

Entre 40 a 60 años había 68 adultos y 70 adultas.

Entre 61 a 81 años teníamos 41 ancianos y 38 ancianas.

De estos grupos, los niños más jóvenes del barrio eran: Mamerto Alboniga Saitua y Rufino Romo Iturralde, ambos de 1 mes de edad. Entre las niñas estaban: Estanislada Basarte Videa de 15 días, Teresa Ocariz Urquia de 1 mes y Antonia Diliz Galbarriatu de 2 meses de edad. Las personas de más edad de la localidad era D. Santiago Bilbao Bilbao y D. Miguel Ibarra Ibarra, ambos de 81 años.

En general, las familias no eran en ese año muy numerosas a pesar de lo cual había algunas que ya contaban con 7 o más miembros. Entre ellas estaban los:

Aguirremota-Videa
Gorordo-Astica
Arancibia-bilbao
Izcoa-Uribarri
Arrieta-Ugarte
Llona-Egusquiza
Arrieta-Egusquiza
Madariaga-Ayo
Arrigorriaga-Arana
Menchaca-Ibatao
Arrizabalaga-Achutegui
Mezo-Butron
Ayo-Algorri
Ocariz-Urquia
Basauri-Aguirremota
Saitua-De la Cruz
Bilbao-Bengoechea
Uriarte-Soltura
Camiruaga-Cortina
Uribarri-Bilbao
Camiruaga-Madariaga
Vidaurrazaga-Inchaurtieta
Cayero-Hormaechea
Vidaurrazaga-Llona
Eresuma-Arechaga
Zabala-Libano
Garay-Bilbao
Zubiaga-Alboniga
Goiri-Bilbao



Todos los nombres que aparecen están escritos de acuerdo con la grafía de 1891, exceptuando  cuando me refiero a nuestro Municipio que lo consigno con su actual acepción.


Todos estos datos están extraídos del Expediente “Padrón de Habitantes” de 1891 (A.M.G. Código: 21417, Signatura: 2530-3).

domingo, 22 de marzo de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -152-



En la anterior entrada veíamos cómo la ría bilbaína ya por entonces dejaba mucho que desear en cuanto a salubridad y malos olores lo que pronto iba a dar lugar(1894) al proyecto del saneamiento de Bilbao, y a la aparición en nuestro Pueblo de los llamados “Malakate”.

El 19 de noviembre de 1891, en el pleno municipal de Getxo, se daba cuenta de un oficio remitido por el Gobernador Civil de la Provincia, como presidente de la Junta de Instrucción Pública de esta Provincia de Vizcaya, con fecha del 13 del corriente, el cual copiado literalmente decía: “...Del informe emitido por el Señor Inspector de Instrucción Pública, que teniendo en presente la conveniencia e imprescindible necesidad de que se construya en breve en la población de Algorta de esta Anteiglesia un edificio con destino a escuela de niños y niñas, así como habitaciones por carecer de ellas el Ayuntamiento…” El consistorio, al carecer de medios económicos y terrenos donde realizar dicha escuela, decidía realizar los tramites necesarios ante el estado recabando alguna subvención pata ayuda de la compra de un terreno y pago de las obras.

Por otro lado el Director General de Comunicaciones indicaba al Ayuntamiento de Getxo: “...Si estaba dispuesto a ceder sin coste la Estación Telegráfica Municipal, indicando que en caso de no hacerlo el estado montaría otra en esta población...” El Ayuntamiento decidió que por la transcendencia del tema someterlo a consulta de vecinos y propietarios.

En ese mismo pleno se daba lectura a la solicitud de caridad pública del Alcalde de Abanto y Ciervana para hacer llegar algún recurso a las familias de los náufragos de aquella localidad: “...Ahogados en Arminza en la noche del nueve del corriente...” De aquel naufragio acontecido en medio de un furiosos temporal a la entrada del puerto de Arminza daba cuenta “El Nervión” del 12 de noviembre de 1891: “...Cuando la lancha de prácticos de dicha localidad, compuesta por 11 tripulantes todos ellos naturales de la población Galipa, llegaban de arribada a puerto un golpe de mar volcó la embarcación, cayendo al agua todos los tripulantes, de ella solamente se salvaron tres marineros. Cuando los vecinos del puerto de Arminza llegaron en su ayuda, solamente pudieron constatar que había tres supervivientes (Marcelino Tajado y los hermanos Eduardo y Zacarías Mendióla), apareciendo en la playa los cadáveres de Manuel Balparda y Ambrosio Larrea. El resto de la tripulación había desaparecido en las embravecidas aguas, los infortunados náufragos fueron: Estanislao Tajado, Pablo Sanz, José Antonio Tajado, José Sarachaga, Hilario Setién, Agustín Berchite...” El Ayuntamiento de Getxo, aduciendo falta de fondos, se limitaba a decir que la ayuda posible era la recogida en la función del Casino Algorteño.


Durante esos días de noviembre (19) se empezaron a estudiar las ordenanzas de construcción en Getxo, las cuales verían la luz en 1894 en un libro llamado “Ordenanzas de Edificación y Policía de Guecho”, que recogía no solo este aspecto si no también otros aspectos de la vida de los vecinos de Getxo. como: alarmas, rondas y ruidos nocturnos, animales dañinos, abrevaderos, aguas, baños de mar, cafés y bares, carruajes y caballerías, fondas y casas de huéspedes, fiestas, inhumaciones, mendicidad y una larga lista de las actividades de nuestros barrios (de su contenido hablaré más adelante). El estudio y redacción del citado manual fue encomendado al ingeniero D. Laureano Gómez Santa María junto a una Comisión de munícipes y vecinos, entre los primeros estaban el Síndico D. Sabino Laca y el regidor D. Saturnino Azcorra; entre los vecinos se encontraban D. Manuel Zalduondo, D. Robustiano Larrondo, D. Pedro Amezaga, D. José Ramón Aqueche y D. Martín Berreteaga Arana.

Otra de las actividades que se multiplicaba era la de extracción de arenas en canteras y playas, probablemente debido a la intensificación de la construcción de nuevos edificios tanto en Algorta como en Las Arenas.

El 25 de noviembre de 1891 aparecía en la prensa “El Noticiero Bilbaíno” la noticia de que: “...Un bilbaíno, D. Carlos de Beraza y Castresana, pretende sanear una parte de la playa de Ereaga, sita al Norte del llamado Castillo de la Begoña, en la costa este del Abra, dentro del termino jurisdiccional del barrio de Algorta, de la Anteiglesia de Guecho, con destino a la edificación de un establecimiento permanente de baños de mar, que contribuya a aumentar la colonia veraniega. El espacio solicitado es de una hectárea, siete áreas y 16 centiáreas, esta limitado al Norte por el mar, al Sur por el castillo de la Begoña, al Este por el resto de la playa de Ereaga y al Oeste por la restinga de las peñas que avanza el mar la peña de la punta Begoña, de donde arranca el contra muelle del puerto exterior en curso del Abra…” El Ayuntamiento de Getxo encomendaba al Primer Teniente de Alcalde D. Braulio Ajuria para que acompañara al Arquitecto Municipal para obtener datos de aquellas instalaciones.


En ese final de noviembre de 1891 eran los tiempos en que según relataba la prensa “El Noticiero Bilbaíno” (29 noviembre): “...Por real orden expedida por el nuevo ministro de Ultramar se ha otorgaba a Sociedad protectora del trabajo español en las posesiones de Ultramar el auxilio necesario para conducir a Cuba mil braceros peninsulares...”

El 26 de noviembre de 1891, a pesar de que para enfermos y pobres se decía que no había fondos municipales, las obras religiosas si veían aumentar sus subvenciones, tal fue el caso de la Iglesia de San Ignacio de Algorta: “...Se ha presentado una instancia de la Comisión constructora de las obras de la Iglesia de San Ignacio en el barrio de Algorta, solicitando se eleve a 7.500 la subvención de las 4.250 acordadas. El consistorio acordaba aprobar aquella solicitud...”

D. Juan Eguia era el responsable del arrastre de basuras del barrio de Las Arenas, tarea que realizaba dos días por semana, por al que percibía 175 pesetas.

Comenzaba diciembre de 1890, el día 3, con una invitación del párroco de San Nicolás de Bari de Algorta al Ayuntamiento de Getxo para: “...Acudir a los actos que se van a celebrar en esta parroquia los días 5 y 7 del corriente a las cinco de la tarde, y el día 6 a las tres de la tarde, triduo en el que predicará el trinitario Rdo. Padre Hidalgo, y a la misa que se iba a celebrar el día de la “Inmaculada” 8 de diciembre...” El consistorio acordaba: “...Concurrir a las expresadas prácticas todos los individuos del Ayuntamiento que puedan...”

La colocación de losas y baldosas en las calles de Algorta hacían moda. Algunos vecinos solicitaban su colocación. Tal era el caso de D. Andrés Isasi que lo solicitaba para colocarlas frente a su casa llamada “Botica” situada en la calle Mayor de Algorta y de D. Juan Bautista Aguirre que deseaba colocarlas en la encrucijada de la casa llamada “Menchaquena”. También se habían colocado piedra de losa desde la casa llamada “Mantequena” (que estaba junto a la llamada Iturrieta, cerca de San Nicolás y de la bajada de Aretxondo) hasta el punto denominado la casa “Cadena” de ese mismo barrio.


La utilización de las vías del tranvía al parecer eran apetecidas por los carruajes y carreteros de la localidad. Por ello el 10 de diciembre de 1891, ante las quejas del Director de la Compañía del Tranvía de Bilbao a Algorta por: “...El abuso que comenten algunas personas paseándose con sus caballerías y algún carretero de Las Arenas con su carro, por la vía exclusiva del tranvía construida en Las Arenas este último año...” Acordaba el pleno municipal: “...Colocar los correspondientes cartelones prohibiendo bajo multa el transito de caballerías y carros por la nueva vía del tranvía, quedando autorizados los empleados de la Compañía para denunciar a los infractores...” Las cartas que la Compañía del tranvía dirigía al Ayuntamiento de Getxo nos permitían conocer la frondosidad arbórea del trazado, ya que dicha Compañía al solicitar que el Ayuntamiento le autorizara la poda de las especies, que a lo largo de la misma se habían plantado, detallaban la misma: “...Tratando esta Compañía de terminar las obras de los terraplenes de la nueva vía en Las Arenas y proceder a la plantación de tamarices, plátanos y chopos en sus bordes. Solicita se le autorice a podar los tamarices que limitan por el Sur con zona pública de 30 metros, de los plátanos de la Plazuela de Las Arenas y de algunos chopos que cubren el barranco situado próximo a la Avanzada...”

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se estaban realizando reparaciones y obras en diferentes puntos de Municipio.

jueves, 19 de marzo de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -151-



En la entrada anterior veíamos cómo algunas personas sumidas en gran pobreza mendigaban por Santa María de Getxo.

Comenzaba noviembre de 1891 con una ocurrencia que sonaba por aquellos días: “...Las campanas doblan, la muchedumbre se esparce por los alrededores y recorre los cementerios. No piensa mucho en los muertos y no se acuerda nadie de la muerte. En el día de difuntos no está bien visto morir; por eso hasta el día siguiente no se da sepultura a los que han tenido el mal gusto de dejar la tierra…”

En la mañana del día 2 de noviembre fondeaba en el Abra el vapor inglés “John Pender”, era uno de los utilizados por al Compañía del Cable Inglés para su reconocimiento.

Ese mismo día, según contaba “El Noticiero Bilbaíno” se sacaba a subasta la madera empleada en la construcción de la plaza de toros de Algorta. El acto de subasta tuvo lugar en la planta baja del Casino de Algorta.

La ría bilbaína ya por entonces dejaba mucho que desear en cuanto a salubridad y malos olores, prueba de ello es que desde diferentes foros se comentaba la necesidad de hacer algo para evitarlos. En esa línea la “Revista minera, metalúrgica y de ingeniería” que se publicaba en Madrid decía en su edición del 3 de noviembre de 1891: “…Aquella floreciente población, en donde los intereses generales se administran con pureza, inteligencia y acierto, en vista del crecimiento de la población y de su industria, que contribuyen a que desagüen en la ría toda clase de aguas impuras, siente ya la necesidad de acudir a un remedio de un mal que se traduce por un exceso indebido de mortalidad. Puesta esta cuestión sobre el tapete, cabe poca duda de que se resolverá pronto y bien; porque en Bilbao se toman estás cuestiones en serio, y no se está charlando y escribiendo años y años sobre ellas. Además, para lo que interesa a todas las clases en aquella privilegiada población siempre hay dinero y, lo que es aún más raro, el hombre que hace falta en cada caso...”


Era un 5 de noviembre de 1891 cuando el pleno municipal entre otras cosas se trataba sobre: “...La solicitud del organista de Algorta para que se le concediera licencia para ausentarse dos o tres días a Lequeitio por asuntos de interés familiar, y para que no se interrumpan las clases de la escuela de música quedará al frente de ella esos días, mi hijo mayor...”

El puesto de la Guardia Civil de Las Arenas ocupaba una habitación en la casa de D. Santiago Lecumberri, quien vivía en una casa de cuatro pisos los cuales disponían de cuatro habitaciones, era un N.º 9 que en un callejero del Ayuntamiento de Getxo de 1887 no aparecía aún con nombre de calle, por el del alojamiento del cuerpo el Ayuntamiento pagaba trimestralmente la cantidad de 187,50 pesetas.

A veces los maestros recurrían para realizar el barrido de las escuelas, eso fue lo que sucedía aquel 5 de noviembre en la de niñas pobres de la Calle San Martín de Algorta: “...Teniendo noticia de que el barrido del local de las Escuelas de la Fundación, a cargo de la maestra Dña. Matilde Núñez, se encarga a las niñas que a ella asisten, de cuya operación se quejan los padres, acuerda este Ayuntamiento que teniendo la fundación de dicha escuela fondos suficientes, que la maestra en los sucesivo proporcione una persona de su confianza para barrer la escuela, cuyos estipendios se pagarán por esta corporación municipal...”


El 8 de noviembre de 1891 ya se veía avanzar las obras del Puerto exterior del Abra, según contaba en “El Nervión”: “...Se ha desembarcado, en piezas, la grúa de 100 toneladas que va a colocarse, por la Junta de Obras del Puerto, en el rompeolas del puerto exterior, para con su auxilio colocar los grandes bloques artificiales...”

El 12 de noviembre de 1891 en el pleno municipal se daba cuenta de un oficio del Ingeniero Jefe de la Provincia: “…Para que se obligue a toda persona a que no extraiga arena de la Playa de Las Arenas por la zona del litoral hasta la distancia mínima de 20 metros, contados desde los muros construidos por los particulares para defensa de sus propiedades…” El Ayuntamiento de Getxo decidía poner en conocimiento de lo vecinos mediante un bando la prohibición.

En esa misma fecha, 12 de noviembre, las quejas de algunos vecinos de Algorta, Neguri y el barrio de Santa María, por los caminos cortados por la obras del ferrocarril de Las Arenas a Plencia, tenían eco en el pleno municipal, puesto que el Ayuntamiento acordaba: “...Que la representación del Consejo de Administración del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia, asista el próximo día 16 de noviembre a las dos de la tarde, si el tiempo lo permite, al punto llamado la Avanzada de Algorta para desde allí marchar sobre el terreno, con el fin de reconocer juntamente con la Comisión de este Municipio, con los señores D. Santiago Diliz (Alcalde), Ajuria, Laca y Azcorra y los interesados D. Juan Antonio Arechavala y D. Gragorio Arzubiaga, a los que se oficiará para su concurrencia para revisar los caminos de servidumbre cortados por las obras de construcción del citado ferrocarril, pudiendo designar la Comisión Municipal a los vecinos afectados de Santa María...”

El camino de acceso desde la calle San Nicolás que baja a la playa de Arrigunaga no estaba en buenas condiciones: “...El regidor Sr. Carrandi presenta una moción para que se ponga en línea el camino que baja a la playa de Arrigunaga desde la calle San Nicolás, se deslinden los terrenos pertenecientes a los herederos del finado Menchaca en la proximidad de aquel punto y venta de terrenos que al Municipio pertenecen confinantes con este último...” EL Ayuntamiento decidía tomar en consideración la propuesta y nombrar una comisión para estudiar dicho proyecto.

A algunos vecinos ancianos o enfermos del barrio de Algorta en precaria situación, el Ayuntamiento de Getxo decidía prestar su ayuda y acordaba: “...Prestar auxilio y socorro a la viuda y anciana, Dña. María…., para que se le suministren diariamente y hasta nueva orden media libra de carne y un cuartillo de leche; comprar para su cama una manta de 5 pesetas, y pagar a una vecina para que la cuide 1 peseta al día. También a la familia del pobre sin recursos D. Antonio…., que se encuentra con la enfermedad de la viruela se le auxilie con la limosna recibida para repartir entre los pobres por al Diputación de Vizcaya...”

No parece que la compra de armamento para los serenos-vigilantes fuera muy efectiva ya que ese mismo día 12 de noviembre el Ayuntamiento decidía: “...Se cambien los revólveres de los serenos por otros iguales al que se tiene sobre la mesa, con 50 balas para cada uno, resultando que habían sido inútiles los seis comprados con anterioridad...”

En aquel pleno el Ayuntamiento de Getxo autorizaba al Teniente de Alcalde D. Asensio Inchaurtieta para ausentarse a la isla de Cuba por cuatro o cinco meses.

Por aquellos días, al igual que en todos los tiempos, la eterna cantinela de que antaño se vivía mejor se dejaba sentir entre los vecinos, y así en algunos corrillos se oía decir, y resultaba cuando menos curiosa, una conversación que el 17 de noviembre de 1891 mantenían dos bilbaínos: “…!Aquí ya no se puede ya vivir, podrás creer que por una manotada de angulas, que las como yo en una sentada, me han pedido 50 reales!...” Y se lamentaban del paso de aquellos tiempos en los que: “...Le daban a uno para merendar en cualquier tasca de Deusto o Begoña merluza en salsa haciendo pir pir, magras con tomate y hasta angulas de la isla, todo por una chirla...” En algunas sociedades bilbaínas, que se encontraban algo escasas de fondos debido a la crisis del momento, acordaron sustituir las monedas de curso legal, para pagos internos, por unos billetes llamados de “media chirla”, “chirla” y “cinco chirlas” (medio real, real y cinco reales de peseta), que se podían canjear en la tesorería de la sociedad, y que más tarde podían ser canjeadas por los socios por dinero efectivo de curso legal. Esto redundó en beneficios para esas agrupaciones ya que a algunos socios se les extraviaron los bonos.


Nuestras sociedades servían a veces para realizar actos de ayuda o de caridad, algo que en esas épocas era bastante común. El 18 de noviembre de 1891 se estaba empezando a organizar en el Casino Algorteño un acto para ayudar a los fallecidos en un naufragio de Arminza: “...El día 20 del corriente, de seis a ocho de la noche, en el Casino Algorteño, se está organizando un concierto a beneficio de las familias de los náufragos de Armiza, para el cual se han prestado gustosamente los individuos que componen la “Tuna Sevillana”...”

Al parecer, en esas fechas estaban ocurriendo algunos asaltos en la Anteiglesia de Erandio y algunos ilustrados vecinos de dicho barrio se quejaban en “El Noticiero Bilbaíno” de que: “...El Ayuntamiento de Erandio tíene podido a las autoridades el que se establezca en Alzaga un puesto de fuerza armada, pero se le ha contestado que no hay fuerza disponible. Podrá ser esto verdad, pero no hay duda que podría disponerse mejor de la existente en la provincia. Porque sin ir más lejos, cuenta Las Arenas con un puesto de cinco guardias, y todo el mundo sabe que allí muchas casas de aquella población veraniega están cerradas todo el año, fuera de la estación estival ¿Que diablos guardan allí los guardias? Pues lo que guarda “El Ultimo mono” del inolvidable Narcirso Serra…” Así que solicitaban fueran trasladados a Alzaga tres de los guardias de Las Arenas y no sin cierta sorna acababan el escrito con un “Salve, morituri vos salutant”.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo la necesidad de una escuela para niños y niñas en Algorta venía reclamada por el Inspector de Instrucción Publica de la Provincia.

lunes, 16 de marzo de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -150-



En la anterior entrada veíamos cómo la necesidad de acometer sin demora las obras para traer aguas potables a esta localidad, debido a que las traídas en 1.886 no cumplen las necesidades del vecindario.

A primeros de octubre de 1891 D. Ignacio Echeandia estaba realizando las obras de conducción de aguas sucias desde Amesti hasta Calvetena (estaba en el N.º 30 de la Avenida Basagoiti, cerca de al casa de Zubiaga). D. José de Iraola, rematante del alumbrado público de Algorta tenía instalados 24 quinqués en las farolas del barrio.

No había en aquellos comienzos del mes de octubre grandes diversiones para los habitantes de las márgenes de la ría bilbaína, así que no es de extrañar que cualquier acto de cierta relevancia congregara a multitud de curiosos. El 3 de octubre de 1891, decía la prensa que la industria de la provincia estaba de enhorabuena. Se iba a botar un crucero en los “Astilleros del Nervión” : “...Entre las dos y dos y media de la tarde, una multitud de personas asaltaban los tranvías y trenes de ambas orillas de la ría para presenciar la botadura. Los trenes de Las Arenas y de Portugalete salían conduciendo a centenares y millares de viajeros: los tranvías salían por pequeños intervalos rebosando gentes y los carruajes particulares y vapores de la ría llevaban también un buen contingente de espectadores al acto que iba a celebrar en los Astilleros del Nervión…”

La Compañía del Tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta, establecía el servicio de invierno, con salidas cada cuarto de hora al Desierto y cada media hora a Las Arenas, a partir del día 6 de octubre. Otros servicios cubrían el recorrido entre Bilbao y Plencia, todavía estaba en construcción la línea del ferrocarril hasta esta última población: “...Los carruajes de Bilbao A Plencia en combinación con el tranvía realizaban los siguientes servicio desde el día 6 de Octubre de 1891: Salidas de Bilbao.—A las 7,30 de la mañana y 2,30 y .3,30 de la tarde. Salidas de Plencia.—A las 7 y 7,30 de la mañana y 3 de la tarde….”


Algunas personas sumidas en gran pobreza mendigaban por Santa María de Getxo, probablemente porque al ser esta una zona agrícola y ganadera, pensaban poder obtener algo de comida para mitigar su hambruna, pero a veces su salud se hallaba tan deteriorada que fallecían en plena calle. Esto era relatado un 1 de octubre de 1891 por el Alcalde en el pleno Municipal: “...Habiendo sido hallado un pobre mendigante en la estrada de Piñaga en muy mal estado el día 28 de septiembre, fue trasladado a la casa taberna de Echevarri donde habiéndole suministrado todos los auxilios necesarios tanto espirituales como temporales había fallecido ayer a las once de la noche...” La taberna de Echevarri esta en el Puerto Viejo de Algorta, en la calle del Puerto, cerca de la casa de Dña. Salomé Uria y Dña. Ramona Orbeta.

La necesidad de fuentes públicas cercanas de las cuales poderse suministrar agua potable llevaron el 8 de octubre de 1891 a que varios vecinos del Puerto lo demandaran al Ayuntamiento: “...D. Domingo Aresti, mayordomo de la Cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta y otros miembros de la Cofradía, solicitamos se coloque una fuente de agua potable en sitio más conveniente del referido Puerto...” Sin embargo Getxo que era un Ayuntamiento con escasos recursos, a pesar de contar con algunos vecinos de economías saneadas, respondía a los vecinos del barrio de pescadores y lemanes: “...Que teniendo presente la poca abundancia de aguas potables que existe en el vecindario para atender a las primeras necesidades del mismo, así como no ser necesario por ahora la colocación de la fuente en el punto que se solicita, acordamos desestimar la solicitud...”
Por el contrario, otro vecino, D. Vicente Suárez se quejaban porque le llegaban aguas sucias, que dejaban un hedor insoportable al acumularse frente a la puerta de su casa, procedentes de la casa de D. Quirino Pinedo en la carretera de Erega y solicitaban: “...Que se construya una alcantarilla que reciba las aguas sucias de las casas de D. Vicente Suárez y de D. Andrés Isasi...” Y Dña. Tomasa Galdós solicitaba también poder hacer un injerto de las aguas sucias de su casa, que estaba en el N.º 51 de la Calle Mayor, en la red municipal.

Las obras de embaldosado de la calle Mayor continuaban en otro tramo, esta vez gracias a una solicitud de D. Miguel Uría: “...Solicito continuar las obras de embaldosado desde la revuelta de la Plaza de San Ignacio, en la calle Mayor, hasta la casa de la viuda del finado D. Domingo Aurrecoechea...”

Otro de los vecinos que participó en la composición de los uniformes de los serenos-vigilantes nocturnos de Algorta, fue D. Segundo Eguia quien confeccionó nueve gorras de paño y charol por las que percibió 46,50 pesetas.

En “El Nervión” del 14 de octubre de 1891 aparecía una aclaradora noticia acerca de las acusaciones que se hacían los respectivos Gobiernos sobre quién había sido el culpable de la ruina de la Nación: “...En España se han saldado con déficit todos los presupuestos desde 1845, para no distraer la atención del lector reproduciremos la estadística desde 1868, época esencialmente revolucionaria, la tal estadística nos enseña que: En el periodo que va desde 1868 a 1869 con el Ministro Sr. Orovio el déficit fue de147,5 millones de pesetas; con los siguientes ministros señores Figuerola (1869-71), Camacho (1871-72, 1874-75, 1881-83 y ), Echegaray (1872-73) y otros hasta llegar en 185-86 con el Sr. Cos-Gayon, la deuda en la que todos habían participado había alcanzado los 2566 millones. En 1886-87-88 83 y 90, han. sido ministros Camacho, Puigcever, Venancio González y Eguilior, y en todos ellos han saldado sus presupuestos con 100 millones o más de déficit. Es decir que no deben achacarse unos a Otros los desastres, sino que blancos y negros coincidieron en arruinar la Nación…” Achacaban el diario aquella quiebra a: “...Gastar lo que no se tiene, con martingalas del Banco del Tesoro, y esas invenciones de Bonos y Flotante. El mal es viejo y de raíz pertinaz, se debe a nuestra propia naturaleza de imprevisores y derrochadores...”

La riqueza en el mundo, siempre mal repartida, era uno de los temas que abordaba el 15 de octubre de 1891 “El Noticiero Bilbaíno”: “...Según los datos oficiales la riqueza de Estados Unidos ha superado a la de Inglaterra, que figuraba hasta hoy a la cabeza de todas las naciones: La fortuna pública de Estados Unidos asciende a 300 mil millones de pesetas. La de Inglaterra a 218 mil millones de pesetas. La de Francia a 216 mil millones de pesetas. La de Austria a 140 mil millones de pesetas. Alemania, a pesar de su poder militar solo alcanza a 80 mil millones de pesetas. Italia y Rusia figuran con 40 mil millones de pesetas, aunque los datos del imperio ruso no se refieren más que a una parte del capital explotado. Junto a estos poderosos no hace mal la “Petite Belgique” pues aunque su fortuna pública solo asciende a 29 mil millones de francos, si se tiene en cuenta su población y superficie, su fortuna es proporcionalmente mayor que la del resto de naciones...”


Siguiendo con las bajamares equinociales de las que hablaba en mi anterior entrada, el diario “El Nervión” del 18 de octubre nos ilustraba acerca de las costumbres de mariscar de la época, así como de acudir a las rocas y playas para conseguir chatarras: “...Aprovechando la gran bajamar equinoccial de estos días, es mucha la gente que se dedica a coger mariscos en las peñas que sirven de rompeolas a los muelles de Portugalete y Las Arenas. También los raqueros, así se llamaba a los saqueadores de naufragios, aprovechan estas bajamares para llegar de noche hasta los buques naufragados en el banco del N.O. de la barra y hacer acopio de chatarra...”

El 17 de octubre de 1891 el pleno municipal aprobaba abonar a D. Luis Dotesio de Bilbao 38,40 pesetas por 8 ejemplares de solfeo de 1ª encuadernación para la enseñanza de solfeo a los niños que concurrían a la Escuela de Música y Solfeo.

El 22 de octubre de 1891 el pleno municipal aprobaba abonar la cuenta de gastos causados durante el verano: “...Para la celebración de funciones religiosas y festejos que importa 3.348,22 pesetas…” El cantero D. Domingo Sarasua reponía las escaleras del Puerto viejo de Algorta.

En ese mismo pleno se daba lectura a una circular de la Junta Directiva de Niños Expósitos para que: “...Se vigile para que ningún niño de matrimonio legítimo sea expuesto en la Inclusa de la Provincia...”

El 29 de octubre de 1891 el Ayuntamiento decidía trasladar a sus dependencias municipales: “...Para el buen servicio, seguridad y orden, la estación telegráfica municipal que existe en la casa llamada “Alhóndiga”, porque este edificio ofrece mayor seguridad...” Consideraban que aquel traslado no perjudicaba a los vecinos.

Los postes de teléfonos instalados en Algorta al parecer no ofrecían seguridad para los vecinos: “...Habiéndose visto con gran sorpresa que dos postes donde están sujetos los hilos del teléfono de esta población de Algorta fueron rotos y derribados por los últimos vientos causando algunos daños, quedando milagrosamente ileso un hombre al caer uno de ellos frente a él, y para que no se repitan casos semejantes, ya que los postes instalados en Algorta ofrecen poca solidez para resistir los fuertes vientos que con frecuencia suelen reinar en ésta. Acordamos se haga presente al Director de la Red Telefónica de Bilbao la necesidad de que con la mayor brevedad ponga en esta población de Algorta postes que ofrezcan consistencia y seguridad para el amarre de los hilos telefónicos...”

Una idea de los precios de la época nos la daban los de la plaza del mercado: “...La carne de cebón estaba a 1,40 pesetas kilo; las chuletas a 1,80 pesetas. Mientras que la carne de cerdo: El tocino fresco a 1,50 pesetas kilo, los jamones a 2,50 y la manteca a 1,50 pesetas. Las gallinas a 6 o 7 pesetas el par; los huevos a 1,25 pesetas docena. El queso de Burgos a 75 céntimos. Entre los pescados: La Merluza a 1 peseta kilo; el lenguado a 2 pesetas, el bonito a 60 céntimos la libra. La fruta: Las manzanas a 35 céntimos la docena, las peras a 30 céntimos docena...”

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo para ausentarse por motivos familiares a Lekeitio, el organista de San Nicolás dejaba a su hijo al frente de la escuela de música a su hijo mayor.