miércoles, 28 de julio de 2021

ALGORTAKO JAIAK 2021

 


Las celebraciones de las fiestas de San Ignazio, las de Algorta, han visto cambiar su escenario festivo a lo largo de los años. Este año no será menos, ya que con la llegada de noticias negativas sobre los contagios del COVID-19 en la Anteiglesia de Getxo, y siguiendo las recomendaciones de nuestro consistorio, seguiremos con las “no fiestas” de San Ignazio.


En los barrios las Comisiones de Fiestas han optado por distintas alternativas, pero todas coinciden en la “no celebración” de las mismas, realizándolas mediante actos simbólicos, a través de sus redes sociales mediante “streaming”, con la publicación de fotografías y videos. La página de “Algortako Jai Batzordea” es: https://www.facebook.com/algortakojaibatzordea



Por mi parte, para rememorar las fiestas pasadas de San Ignazio, hasta que llegue el momento de volver a las de participación activa, he decidido incluir, en mi pagina de facebook, algunos de los instantes de estas a través de fotografías que he ido tomando en estos 10 últimos años. En esta ocasión traigo las del año 2012.


!!GORA ALGORTAKO JAIAK!!

viernes, 23 de julio de 2021

VACACIONES VERANO 2021


Como todos los años al llegar estas fechas, hay que dedicar un tiempo a la familia y a recorrer nuestros entornos, antes de que comience el tiempo de la caída de las hojas.


Serán estos días, un tiempo para disfrutar de nuestra Anteiglesia, paseando por los caminos de Getxo, disfrutando de su variedad paisajística: campos, playas y acantilados, humedales y zonas urbanas, retratando esos rincones del recuerdo y como no, de gozar de algún baño en Armintza.


También de conversar con algunos amigos, celebrar alguna efeméride, recordando otras que hasta la llegada de la pandemia disfrutábamos. Hacer algunos recorridos por la montaña, respirando de esos paisajes inigualables de nuestro entorno próximo, y quizá darnos algún homenaje gastronómico !Que afortunadamente eso lo tenemos bien a mano, y de calidad!.


Y dedicar un tiempo a pensar en nuevas entradas, tratando de rescatar del olvido alguna de nuestras historias locales, recogiendo viejos expedientes para poder realizar las mismas.


No quiero terminar sin antes tener un recuerdo a nuestros barrios, a sus fiestas: Areeta-Las Arenas (Santa Ana), Romo (Nuestra Sra de los Ángeles), Algorta (San Lorenzo, San Ignazio y el Puerto) y Getxo (Andra Mari). Y a las Comisiones de Fiestas que las hacen posibles.


Así que me despido de todos vosotros, deseando que disfrutéis de vuestros días de asueto, hasta el próximo 6 de septiembre del 2021, que espero volver con las pilas cargadas.


!!ONDO PASA!!


miércoles, 21 de julio de 2021

PAELLAS DE AIXERROTA 2021


Sin terminar de salir de esta tediosa Pandemia, llega una de las fechas más sugerentes del calendario festivo de Getxo, “Las Paellas”. Celebración que, como recordaba en mi entrada del 21 de julio del 2019, inició su andadura en 1956 en las landas de Azkorri, y que desde 1970 lo ha hecho en las de Aixerrota.

Todos los años, al acercarse los días de finales de julio, en que se celebra este concurrido concurso de paellas, fiesta por otro lado de la que me confieso devoto, me gusta hacer una referencia histórica. Este año, traeré a esta pagina los recuerdos de las Paellas celebradas en los años 70 del pasado Siglo, en concreto las de 1970.



Días antes de la celebración del concurso, el 23 de julio de 1970, el diario “Hierro” entrevistaba a dos de los miembros de la Junta Directiva de la Sociedad “Itxas Argia”, se trataba del presidente Javier Saitua y del Secretario Jenar Serrano, quienes comunicaban: “...El cambio del escenario de las paellas, que pasaba a realizarse desde ese año en las landas de Aixerrota. El motivo del cambio se debe en que en las de Azkorri se están comenzando a realizar importantes obras de urbanización, carreteras y aparcamientos. Creemos que con los 6.000 metros cuadrados de la campa de Aixerrota será suficiente.

Nos gustaría que este año se animaran a acudir más concursantes de choznas, porque le da más señorío al concurso. Calculamos que este año se utilizarán más de 22 toneladas de mecanotubo y 120 toldos, pensamos acudan del orden de 400 personas.

Estimamos que se van a utilizar 400 kilos de arroz, 4.000 de leña y de 20 a 30 mil litros de agua.

La forma de elaboración de la paella es libre, se puede hacer de carne, de carne y marisco, marisco o si lo desean mixta. Eso si, las cazuelas de barro, que algunos utilizan, consideramos que no son adecuadas para presentar una paella.

Además de participantes de otros lugares, ha habido años que han acudido franceses, alemanes, mexicanos y belgas, para este año han anunciado su participación un grupo de finlandeses...”


Aquel sábado 25 de julio de 1970, se juntaron más de 20.000 personas en Aixerrota, eso decía la prensa, “La Gaceta del Norte”, al día siguiente. Recordaba la rotativa: “...El Concurso Internacional de Arroz (Paella), hasta ahora de Azkorri, desde ayer se celebra en Aixerrota. Podemos titularlo sin duda como la reina de nuestras fiestas populares gastronómicas...”

Respecto de la actividad que colaboradores y otros grupos desarrollaron en la campa, decía el diario: “...Mas de 250 choznas, capaz cada una de albergar a 10 personas, con mecanotubo y lonas, se habían construido por los jóvenes de la organización y sus grupos colaboradores. Otras 50 o 60 las construyeron otros grupos para ellos y sus amigos, trabajando toda la noche muchos de ellos, sus formas van desde el caserío vasco hasta la de un frontón, que hacia crítica municipal por no tener uno en Guecho...”



Llegaron a la campa multitud de participantes desde diversos lugares de la geografía vasca, Durango, Gasteiz, además de los venidos de los pueblos vecinos. Ese año se presentaron 368 paellas a concurso y se entregaron más de 120 trofeos. El jurado estuvo formado por avezados cocineros como Arriola Bengoa y Gabriel Echevarria, miembro de la Cofradía de Amigos del País.

Desde primeras horas de la mañana el ambiente se fue caldeando, comenzó por el habitual pasacalles, que los txistularis amenizaron desde una camioneta, sobre la que se podía ver, entre otros, a Julen Villalabeitia. En la campa se pudieron contemplar las actuaciones de los umetxus de “Itxas Argia”, y a la pareja de Erandio Goikoa, primos Arteagoitia. 



En esa ocasión el Ayuntamiento, presidido entonces por D. Pedro Zubiria, hizo entrega del “Molino de Aixerrota”, que ya desde 1967 habían decidido instituir como trofeo municipal, en todas las actividades de carácter popular, artísticas o deportivas que se celebraran en Getxo. Se repartieron dos tipos de premios, uno dedicado a las Paellas y otro a las Txoznas. El primer premio de paellas fue para la cuadrilla “Atxuritarra” de Bilbao, el segundo para los “Silenciosos” de Bilbao y el tercero para “Alkarrena” de Portugalete, el premio para los del barrio recayó en “Laraudogoitia”.

Los premios de Txoznas fueron, el primero para “Euskal Herriko Lagunak”, seguidos por “El Frontón” y “Arrantzale Tokia” de Getxo, otros recayeron en “Los formales de Bilbao, “Los de Siempre” y “Etxetxu” de Algorta; “Topekas”, “Alkarrak” y “Gure Errota” también de Getxo.



Fue un día en que las landas de Aixerrota y lugares cercanos se vieron convertidos en un gran aparcamiento, a las mismas acudieron una infinidad de vehículos, camiones, caravanas. Decía el articulista del diario, Miguel Ángel Aztiz: “...No es fácil, realmente, montar una jornada así, de tanta alegría, hermanada, con tal cantidad de gente, al rededor de un motivo central, el arroz en paella, hecho al aire libre !!Zorionak Itxas Argia!!...”

El lunes día 27 de julio de 1970, el diario “Hierro” llevaba a sus paginas este concurso de paellas, con una entrevista al cocinero y juez, Gabriel Echevarria: “...Llevo como juez, en este concurso, trece años. La presentación de las paellas influye poco, lo que más influye es que las mismas sean grandes, por otro lado esta degenerando el arte culinario por el escultórico. En cuanto al contenido lo que más puntúa es el punto de arroz, el paladar y la presentación. Se puntúa la extensión de la paella y los ingredientes, que lleve algo de pollo, judías verdes, algo de marisco...”

Este año, en el que nuevamente no podrán celebrarse como se ha venido haciendo tradicionalmente, debido a ese virus contagioso, la Sociedad Itxas, Argia ha realizado, como el año anterior, un gran esfuerzo para mantener esta vieja tradición, preparando una programación en la “nube” y otras actividades recordatorias, de una fiesta que ya ha hecho 65 años, desde que aquellos tres amigos de la cuadrilla de “Irurenak”, Damián Ayo, José Antonio Bilbao (Txirri) y Felix Yurrebaso iniciaron en las landas de Azkorri.


A la espera de que el próximo año podamos volver a disfrutar presencialmente, de ese día sin igual, animo a colaborar a con todas las iniciativas que la Sociedad promotora, Itxas Argia, empezando por lo que indica en las “Bases del LXVI Concurso Internacional de Paellas 2021”:


Edonon zaudela parte hartu !! Uztailak 25

Participa estés donde estés !! 25 de julio


!!EL PRÓXIMO AÑO NOS VEREMOS NUEVAMENTE EN AIXERROTA.


domingo, 18 de julio de 2021

EL HOMEAJE A REGOYOS


Cercano ya a cumplirse el centenario, ya hace 95 años del acontecimiento, recordar que: Entre los virtuosos visitantes que compartieron vida y colores con los vecinos de Getxo está Darío de Regoyos y Valdes, pintor nacido en Ribadesella (Asturias) el 1 de noviembre de 1857. Quien quedó huérfano a temprana edad, perdió a su padre D. Darío de Regoyos y Molenillo el 13 de enero de 1876, en Madrid; su madre Dña. Benita Valdés y Sieres falleció el 24 de octubre de 1888 en Donosti.

Regoyos fue un artista que por distintos motivos estuvo ligado a nuestro Pueblo, también, a través de sus lienzos.

Y digo ligado a Getxo, porque en 1907 se desplazó con su familia a Bizkaia, instalándose primero en Durango y más tarde en el barrio de Areeta-Las Arenas, cerca de la casa de D. Juan José Rochelt Amann, quien fuera discípulo suyo. Barrio donde, casualidades de la vida, en la vivienda en la que yo nací del mismo barrio, en la pared del portal, están colocados dos de sus dibujos, uno de ellos dedicados a la Estación de Las Arenas (1909).



Sobre sus primeros tiempos, los del aprendizaje, decía un crítico de arte en 1913, en el diario “El Pueblo Vasco”: “…En 1890 Darío de Regoyos, salió de Bélgica para regresar a España. Desde Bruselas había pasado por Holanda, Inglaterra y Francia. En París se entusiasmó con las obras de Millet, Corot, Rousseau, Díaz y Puvi de Chavannes, y aumentó su admiración hacia las de Manet, Degas, Monet, Renoir y Pisarro…”

En 1888 el pintor junto a su amigo, el poeta flamenco Emil Verhaeren, a quien había conocido en 1881, realizaron un viaje por el País Vasco, Aragón y Castilla, fue el momento de su visión de “La España negra” a la que definieron como (una España antigua y primitiva, cortada con tijeras, oscura y melancolía), que Regoyos plasmaría en sus pinturas. De aquel viaje Darío de Regoyos diría: “…Acompañándole en su itinerario le seguí en sus ideas dibujando algunas cosas que vimos juntos. Allá va la traducción de sus impresiones de viaje empezando desde San Sebastián y siguiendo la costa de Guipúzcoa. Que no me tomen por escritor, sino por compañero del poeta flamenco. Buscábamos una diligencia a todo trance con muías viciadas, dispuestas a rodar por los precipicios, a romper los arreos y matar al mayoral…”

A cerca de este pintor y sus obras se dijo: “…Alguien le llamo peregrino del arte, y Juan de la Encina, con definición exacta, hombre humilde y errante…” Una de esas personas celebres que le dedicaron ese apelativo fue Pío Baroja quien se vio obligado a estampar en el álbum del Museo de Arte de San Sebastián su firma y un pensamiento a cerca del pintor, escribió Pío Baroja: “…Fue un hombre humilde y errante…” Otros, un semanario de tirada nacional, en 1915, definían su carácter cómo: “…En la humildad y en la afición a la vida del viandante está la clave del espíritu de sus pinturas. Regoyos pasó el mayor trecho de su vida errando de ciudad en campo y de campo en ciudad; en las manos, los trebejos de pintar; y a la espalda, cuando era joven, la guitarra. Por su porte humilde y la ingenuidad de sus ojos brillantes y arrobados, por su sonrisa jovial y aniñada, diríase era uno de aquellos juglares que por un «vaso de bon vino» cantaban por los caminos…”


Sobre su asentamiento en Bizkaia un diario bibaíno dijo: “…Darío llego a nuestra villa con una recomendación para una distinguida familia bilbaína de lejano parentesco con la suya; con unas cuantas telas de paisajes flamencos y gipuzkoanos; con una modestia sincera y cautivadora, y una cultura artística extraordinaria; con un humorismo fino y ocurrente, que le hizo en el acto íntimo amigo de muchísimos amigos; con una guitarra y un repertorio de cantos populares, de todas las regiones y países que había visitado…”

Los muelles de la ría de Bilbao, los paisajes del Duranguesado y los rincones de Las Arenas en los primeros años del siglo XX quedaron reflejados en sus cuadros, fruto de sus años de estancia en Bizkaia.

En 1907 se trasladará a Las Arenas, relacionándose cultural y comercialmente con Bilbao. En 1910 Darío de Regoyos residía en el Nº 6 de la calle de la Estación de Las Arenas. De su paso por la Anteiglesia de Getxo dejo varias obras, entre ellas citar “Jardín en Algorta”, “Las Arenas” (1908) y “Estación de Las Arenas” (1909).


Su arraigo por nuestra tierra se desprendía con claridad de unas palabras que pronunció en 1913:“…Nació mi arte en las provincias vascongadas…” Durante ese tiempo se granjeó amistades, simpatías y reconocimiento entre nuestros antepasados, lo que derivó en un reconocimiento a sus méritos artísticos en 1926.

Ese reconocimiento llegó en 1926 con el homenaje y la creación del monumento a Darío de Regoyos, en la confluencia de las calles Avda.Algortako Etorbidea con Avda. de Neguri. El homenaje se celebró el domingo 5 de septiembre, se trataba de un sencillo banco de piedra, con forma de herradura, en cuyo centro se encuentra su efigie y bajo la cual aparece grabado su nombre: “…Proyectado por el arquitecto Manuel Smith, con un relieve de la cabeza del pintor, esculpido por Higinio Basterra y una lacónica inscripción como todo el ornamento conmemorativo…” En la crónica se decía: “…Tan solo unas pocas sensibilidades avizoras acertaron a percibir la belleza de sus lienzos. Con este grupo exiguo de centinelas estéticos ha ganado Regoyos, después de muerto…” Continuaba la crónica comparando el banco-fuente y su emplazamiento con la vida del artista: “…Un banco en el cruce de dos caminos, parce el símbolo de la vida de Regoyos, un andariego infatigable que solo reposó para rumiar lentamente la luz en sus ojos…” Continuaba el cronista diciendo: “…También aquí, en Las Arenas, hizo un alto y pintó repetidamente lugares que nos son habituales. Los pueblos se honran a sí mismos cuando honran a las almas excelsas. Desde hoy Algorta, nuestro Algorta, será por virtud de este sencillo monumento un poco mejor…” Al acto inaugural acudieron el Alcalde de Getxo, D. Luis de Urresti, Joaquín de Zugazagoitia, el arquitecto Manuel María Smith, Juan José Rochelt y el doctor Pereiro, junto a sus familiares. El Alcalde de Getxo pronunció las siguientes palabras, que fueron recogidas el día 8 de septiembre de 1926 por el diario “El Pueblo Vasco”: “…Unas palabras nada más bastan después de las primeras cuartillas leídas por el señor Zuazagoitia, que van unidas a la belleza de la forma y la profundidad del concepto, que ponen una vez más en evidencia sus cualidades y su talla de escritor. En ellas quiero expresaros, en nombre del pueblo y del Ayuntamiento de Guecho, nuestro agradecimiento a la feliz iniciativa de los amigos y admiradores de Regoyos, patrocinada por la Junta de Cultura de la Diputación, que el Ayuntamiento ha hecho suya. Así, en la diaria contemplación de este bronce, que hoy entregáis a la cultura y cariño del pueblo de Guecho, las futuras generaciones se sentirán reconfortadas contra el olvido y se establecerá entre el pasado y el porvenir, entre el muerto y nosotros unos lazos indestructibles que hacen a un Pueblo fuerte…”


Tras su fallecimiento en Barcelona el 29 de octubre de 1913, algunos diarios le dedicaron menciones a modo de epitafio. El diario “Euzkadi” del 31 de octubre de 1913 decía sobre él, en la sección “Titirimundi Bilbaíno”, refiriéndose a unas palabras de Juan de la Encina: “…Él nos dirá en sus lienzos la hermosura de un árbol frondoso y florido; la sonrisa con que se iluminan nuestras casas campesinas en un claro del sirimiri pertinaz; la gracia que un regato bebe del cielo en que se mira y del campo que enlozana. ! Pobre Regoyos; descanse en páz!...”

A veces los reconocimientos llegan tras la muerte: La casa Museo de Unamuno conserva un artículo, del escritor y filósofo bilbaíno, del diario “La Nación” de Buenos Aires, del 16 de diciembre de 1916, en el que decía a cerca de nuestro pintor: “…Cuando hizo una exposición de sus cuadros en Buenos Aires, me pidió que hablase de él en alguna de mis correspondencias. Y accedí, no solo porque era de justicia, si no, porque le creía uno de nuestros más grandes artistas…”


Decía sobre él, en 1919, la revista madrileña “Cosmópolis”: “…Entró en el arte vasco el impresionismo, que es la modalidad moderna más influyente, con Adolfo Guiard y Darío de Regoyos. Pero el impresionismo genuino fue de Darío de Regoyos, los dos fueron los primeros en poner en la paleta vasca los colores del impresionismo…”

Darío de Regoyos fue un pintor callejero, que captaba su visión de la luz y el entorno, muchas veces rodeado de curiosos que se agolpaban tras de él. Precisamente la publicación madrileña “España” del 18 de noviembre de 1915 captaba “el último retrato del artista de Ribadesella, captada en Durango. Darío de Regoyos falleció en Barcelona el 29 de octubre de 1913.

miércoles, 14 de julio de 2021

EL CONCURSO AGRICOLA DE AREETA-LAS ARENAS EN 1913


Quien lo diría, un barrio tan elegante y distinguido, escaparate de uno de los concursos agrícolas, ganaderos y de maquinaria agrícola más relevantes de principio del Siglo XX.

Aquel concurso se iba a desarrollar a lo largo de tres días, de finales de agosto de 1913. Y a pesar de que en octubre de 1912, se había celebrado otro, seguro que el de 1913 fue el más importante de los celebrados en Areeta-Las Arenas. Pero veamos como se desarrolló aquel acontecimiento.

Ya desde el día 17 de agosto de 1913, el diario bilbaíno “Euzkadi”, lo anunciaba en sus páginas: “...He aquí el programa del Concurso de Agricultura, Ganadería y Maquinaria agrícola en Las Arenas, organizado por el ilustre Ayuntamiento de Getxo, con la cooperación de la Excma. Diputación provincial y varias entidades y particulares, los días 23, 24 y 25 de Agosto de 1913:

Sábado, 23 de Agosto.—De ocho a diez de la mañana: Recepción del ganado, productos agrícolas, maquinaria y animales de corral.

De dos a siete de la tarde : Apertura del Concurso. El Jurado, distribuido por secciones, procederá al examen y clasificación de animales, maquinaria y productos agrícolas.

Durante las jornadas de Exposición los alumnos de la Granja de la excelentísima Diputación, en un pabellón de la misma, efectuaran practicas de fabricación de quesos y mantequilla, vendiéndose al publico los productos fabricados.

Domingo, 24 de Agosto.—De nueve 4 cuatro de la tarde: Exposición de animales, maquinaria y productos presentados. El Jurado terminará la calificación de animales y productos agrícolas. Durante las horas de exposición continuaran las practicas de los alumnos de la Granja.

Lunes, 25 de Agosto.—De nueve a cuatro de la tarde; Exposición de animales, maquinaria y productos presentados.

A las cuatro de la tarde: Visita oficial al concurso de la Excma. Diputación de Bizkaia y del ilustre Ayuntamiento de Getxo. Acto seguido se procederá a la rifa gratuita de maquinaria y utensilios de lechería destinados a tal objeto y reparto de premios obtenidos por los concursantes.

A las cinco de la tarde: Desfile del ganado premiado ante el pabellón del Jurado. Como en los días anteriores, continuaran las practicas de fabricación de mantequilla...”


El día 23 de agosto, en el mismo diario, se relataba como iba a ser aquel concurso: “...El éxito del celebrado el año anterior, ha servido para que en el presente se verifique con mucha mayor amplitud, puesto que figuran secciones de ganado vacuno, productos agrícolas, animales de corral, caballos, cerdos, maquinaria, premios a establos higiénicos, etc. Los premios en metálico son importantes, y ademas se destinan con tal objeto 24 medallas de vermeil y plata en algunas de las secciones, así como se establece la rifa gratuita de arados, corta raíces, pulverizadores, marmitas para leche, desgranadoras de maíz, etc., entre todos los expositores. La instalación del Concurso consta de catorce pabellones, en el que el ganado se encuentra clasificado por secciones...”

El día 24 de agosto de 1915, el diario “Euzkadi”, decía en su segunda página: “...Ayer se verificó la apertura del Concurso de ganadería, maquinaria y productos agrícolas que, organizado por el Ayuntamiento de Getxo, con la cooperación de la excelentísima Diputación provincial y varias entidades y particulares, se había preparado para el año actual. A las tres de la tarde se constituyo el Jurado que previamente se había nombrado, en la forma siguiente:

Presidente del Jurado en pleno, D. Tomas de Urkixo.

Jurado de admisión: D. Juan Bautista de Ibarra, D. Venancio de Etxebarria y D. Ramón Méndez Pallares.

Se presentaron hasta siete apartados en la competición, entre ellos estaban: En la sección primera, la de ganado vacuno raza pirenaica (del País); novillos y toros, novillas y vacas. Cuyo presidente fue D. Carlos Solano y Adán de Yarza. Actuando como vocales: D. Félix de Urkola y D. José María Inda.

La sección segunda fue la de ganado vacuno raza suiza (Schwiz), novillos y toros, novillas y vacas.

La tercera correspondió a ganado vacuno, mestizas (Schwiz), pirenaicas; novillas y vacas.

La sección cuarta a ganado caballar y de cerda. (Potros y caballos, potrancas y yeguas, berracos y cerdas).

La quinta a animales de corral, perros y establos higiénicos.

La sección sexta a maquinas y herramientas, utensilios agrícolas y prados.

Y la sección séptima estuvo dedicada a productos agrícolas.

Se inscribieron en los distintos apartados:

Toros sementales........... .........20

Vacas de raza pirenaica...........11

Vacas de raza suiza.................20

Novillas de raza del país.........6

Novillas de raza suiza.............9

Vacas mestizas Schwiz (pirenaicas)......28

Ganado caballar...................25 cabezas

Ganado de cerda.................72

Aves ...................................32 lotes

Perros ...............................20 ejemplares

En el apartado de Maquinaria presentaron sus equipos: Los Sres. Aranzabal y Ajuria, Garteiz Hermanos, Yermo y Compañía, Sobrinos de William Cooper y la Granja de la Diputación.

Entre los productos agrícolas figuran como expositores D. Luis Mentxakatorre, de Getxo, con diferentes utensilios apícolas y muestras de mieles, txakolies del país y cera...” Fueron muchos otros los expositores, pero sirva de muestra estas referencias, sobre todo porque entre ellas aparecía un reconocido vecino de Santa María de Getxo.


A la hora del reparto de premios, algunos recayeron en vecinos de Las Arenas, relataba la Gaceta del Norte el día 26 de agosto de 1913: “...En la Sección de ganado vacuno, de raza pirenaica, en novillos y toros, el primer premio fue para D. Valentín Zelaya, que también logró el primero en la Sección de vacas. En novillas para D. Pedro Urrutia.

Otro de lo concursantes, este de Santa María de Getxo, lograba dos primeros premios en las Secciones de Mieles y Ceras y Chacolíes del País, se trataba de D. Luis Mentxakatorre...”

Decía “El Nervión Ilustrado” del 31 del agosto de 1913, que ofrecía una fotografía del evento: “...Toda la prensa diaria bilbaína ha puesto de relieve en extensas informaciones publicadas los pasados días, el éxito nuevamente alcanzado por el Ayuntamiento de Guecho como organizador del Concurso de agricultura, ganadería, maquinaria y productos, celebrado este año por segunda vez en el barrio de Las Arenas...”

Aquel acontecimiento agrario tuvo amplio seguimiento por parte de toda la prensa bilbaína, entre los diarios que cubrieron el evento estaban: El Noticiero Bilbaíno, Euzkadi, El Pueblo Vasco, El Nervión, La Gaceta del Norte y El Liberal.


domingo, 11 de julio de 2021

LOS SECRETOS DE LA ANGUILA Y LA ANGULA y -II-

 


Continuando con esta historia sobre las anguilas y las angulas, ahora me acercaré a los recolectores, que en nuestros ríos y riberas marinas recogen ambos anguilidos.

Algunas de las zonas tradicionales de pesca de la angula en Getxo han sido: El embarcadero de Areeta-Las Arenas, la zona de Cisco y el desagüe de la Bola, Arriluce y el Contramuelle, y como no, el río Gobela, tanto aguas abajo de la Avanzada, cómo aguas arriba hasta Berango.

En esta entrada recojo algunas experiencias de los anguleros que practicaron la pesca, tanto en el Gobela y sus tributarios, como en la costa del Abra. He entrevistado a alguno de ellos y recojo sus recuerdos y experiencias. Entre los anguleros de Getxo estaban:


Del barrio de Romo estaba, entre otros, M. A. (Indico solamente sus iniciales pues me ha pedido que así lo haga), quien me contaba su actividad pesquera: “…Me recordaba la frase de río anguilero, río angulero, cuando me hablaba de como pescaba su Aita esos alevines, en los años 50-60. La pesca se realizaba durante los meses de enero y febrero, en días de mareas vivas, a poder ser sin luna y con aguaduchus. Entonces las angulas subían por las antiguas bocas (túneles) de la playa de la Bola (Balanar), hasta llegar al río Gobela; mi Aita preparaba una especie de arqueta con ladrillos cuatro metros dentro del túnel, donde capturaba las angulas; para poder ver dentro de los túneles llevaba un farol de carburo, algunos llevaban un farol con una velita pero esta solamente iluminaba lo que cogías y si querías no tropezarte hacía falta mayor campo de visión, más tarde salió en farol de butano. Mi zona de licencia es en el campo de fútbol del Arenas, hasta el aliviadero Valdés. En los años 50-70 no había topes de capturas, en esa época se podían hacer capturas de 18 kilos en una noche, ahora solamente podemos pescar 2 kilos por licencia y día.

Cada uno tenemos nuestros pequeños trucos, yo tengo un acuario, en el que pongo la temperatura del agua cómo está en el río, meto en el 300 gramos de angulas, si suben una o dos ni me molesto en ir a pescar, si suben todas es el momento de ir al río, es mi barómetro. Eso sí, las aguas tienen que estar turbias, si hay luna las ves pero ellas también te ven, y el muble y la lubina, sus principales depredadores.


Para matar la angula, para poder consumirla, hay varias formas, algunos las matan con tabaco, hacen una infusión con tabaco que mezclan con la angula; sin embargo mis abuelos mi padre y yo siempre las hemos matado mediante un puñado de sal gorda, lo cual evita que pueda quedar gusto al tabaco. Antes hay que limpiarlas bien para quitarles la babilla, parecen caracoles.

A la hora de consumirlas hay gente que las escalda, yo no lo hago nunca, el bacalao no se escalda, les quito el agua de la limpieza y a la cazuela, para que las vas a cocer si lo van a hacer en la cazuela…”



En el barrio de Areeta-Las Arenas, Víctor Elías Hernández San Martín (Pelu), de la calle Urkijo de Areeta-Las Arenas. Su apodo (Pelu) es conocido popularmente en el barrio. Siempre me ha picado la curiosidad saber de donde procedía: “...Mi apodo “Pelu” proviene de una señora de la calle Urkijo, que me salvó la vida cuando tenía 4 años, se llamaba Pelu Gorbeña...” Pelu (Victor) pescaba las angulas en la zona que iba desde el embarcadero de Arriluze hasta la punta del contramuelle, y en el embarcadero de Areeta-Las Arenas. El cual relata lo siguiente: “...Empezamos a coger angulas a mediados de los años 60. Teníamos un gasolino de 9 metros, tenía 2,40 de manga y un motor ingles de 100 caballos, que nos solía dejar Juan José Bonilla (Padre), a mi y a José Mari Jambrina que vivía también en la calle Urkijo, llevábamos la embarcación con dos cedazos, uno por babor y otro por estribor, yo iba al timón con el acelerador, Jose Mari llevaba los cedazos, sujeto al barco con unos estrobos en los toletes de gasolino, que cogía con ambas manos. Arrancábamos en el faro de Arriluze y llegábamos casi hasta la punta del contramuelle, abiertos unos 10 metros de contramuelle de Algorta. Un día llegamos a coger en media hora, unos 16 kilos de angulas, venían en bolas, pero nos tuvimos que meter a Arriluze porque había mucho viento Sur y nos llevaba contra el contramuelle; había un temporal fuerte, aquel día un barco que estaba para el desguace, fue arrastrado hasta las faldas del molino de Aixerrota...” Respecto de las mejores condiciones para la pecas de la angula nos comenta: “...Siempre se han cogido las angulas en noches de aguaduchus y vientos del Sur o Noroeste. En la desembocadura del Gobela, en la Bola, solo se podían coger con viento Sur y marea alta...” 


Otros aficionados a la angula utilizaban otras zonas para la pesca en Las Arenas: “...En el embarcadero de Las Arenas se solían coger desde tierra, allí ir a pescar gentes de la calle Urkijo, Txetxu Arteaga que era carnicero, Santos Aurtenetxea, el aita de Jaiju, que vivía en la calle Mayor, encima del Ciclo Club Santa Ana. Otro que también cogía angulas era Jaime del Horno (Trole), uno de Portugalete que fue marinero en el Club Marítimo, las cogía entre el embarcadero y la rampa que esta a la izquierda (dirección a la playa de Las Arenas); otros de los pescadores de angulas eran Juan Antonio y Román Aguirrezabalaga (el hijo de Lareki). Otro que se dedicaba a la angula era Javi Baudor, las cogía en la grúa del embarcadero de Las Arenas. También cogía angulas Carlos Santa María de Romo, las solía capturar en las escaleras de Cisco. Los cedazos tenía la forma de un huevo, las angulas las echábamos en una caja de madera, que a la entrada, tenía una especie de malla de plástico agujereada para evitar que entraran porquerías, nos alumbrábamos con el foco del gasolino, que iluminaba al cajón...” Su versión de como matar las angulas es: “...Para matar las angulas cogíamos dos baldes con agua y echábamos una especie de infusión que hacíamos metiendo tabaco, dos o tres cigarros, en un trapo blanco, que estrujábamos sobre los baldes, las angulas se revolvían en el balde y subían muertas hacia la superficie, luego las limpiábamos con agua dulce para quitar la babilla y mi Ama las cocía, quedaban blancas. Cogíamos las angulas para consumo de casa, no las vendíamos...”



Entre los anguleros del Puerto Viejo de Algorta se encuentra, Román Deusto (Faneka), el cual me relataba su odisea pesquera, con esos deliciosos alevines de anguila: “…Tanto mi Aita como yo nos hemos dedicado a la pesca de la angula, desde tierra en Arriluce, desde el muelle hasta la punta, incluso en los desagües del Gobela y en el interior del Abra, fuera del puerto de Arriluce, desde un bote, el “Ana”. Yo empecé con este tipo de pesca a los 14 años, en los años 70. Para poder pescar bien tenían que ser noches sin luna, con la mar movida y viento. Las artes para pescar en el mar eran diferentes a las de río, los mangos eran más largos, medían casi cuatro metros, y las cestas ovaladas; desde tierra la cesta era redonda con la boca hacia dentro, se utilizaba en las escaleras de fuera de Arriluce, las que estaban próximas a la pasarela del Tximbito; desde ese punto y siguiendo a lo largo del contramuelle era la zona de pesca de la angula, tras la curva, en las primeras escalerillas estaba el mejor sitio de capturas.

No se cogían las angulas por negocio, aunque alguna veces las hemos vendido, sobre todo eran para consumo de casa. En un día bueno podíamos llegar a coger 4 o 5 kilos. En aquella época no se necesitaba licencia para pescar. Pescábamos desde noviembre hasta mayo, en este último mes era cuando más se pescaba, los días de lluvia era cuando más se cogían en los reboses del Gobela; para poder ver utilizábamos un candil de carburo de carburo; las angulas las depositábamos en un artesa de madera (cajón) cubierto por una red de malla muy tupida, para impedir que entran las zaborras, la artesa en el fondo tenía una apertura, también cubierta por esa malla, por la que desaguaba la caja; después de lavar las angulas para quitarles la babilla que tienen, para matarlas utilizábamos tabaco, dos cigarrillos cuya ralladura metíamos en un pañuelo, el cual después de cerrarlo, introducíamos en agua caliente, y escurríamos sobre las angulas. No tenemos fotos de aquellas pescas, entonces no había cámaras de fotos como actualmente, era de noche, con mal tiempo, en aquellas condiciones con no caer al agua ya teníamos bastante. Además de nosotros (mi Aita y yo) había otros anguleros conocidos, Gaizka Ardanza que era de Las Arenas, Anselmo Ardanza y Josetxu Bretos del Puerto Viejo y otros…”

Algunos de esos pescadores venían de otros pueblos a nuestro litoral, por ejemplo, un antiguo vecino de Erandio, Juan Antonio Ponce, que actualmente reside en Getxo: “...Salíamos a pescar angulas en los años 80. Mi punto de pesca preferido era Arriluze, solíamos pescar desde barco, tenía un barco en ese puerto que se llamaba “Nahikari”, y también desde tierra...” Respecto de la técnica para matar la angula, cuenta Ponce: “...Unos las mataban con sal y otros con tabaco. El que las mataba con sal luego para cogerlas no utilizaba sal en el agua, mientras el que lo hacía con tabaco si echaba un poco de sal al agua de la cocción...”



En la actualidad para poder pescar la angula es imprescindible contar con un permiso expedido por el Gobierno Vasco, “Licencia de Pesca Marítima de Angula de Superficie”, aunque ya no se dan nuevas, dicha pesca está sujeta a lo establecido en la Ley 6/1988, del 13 de marzo, que establecía dos modalidades, la de tierra y desde embarcación; la cual se podía realizar con “cedazo” o “baia” el cual no podía tener un diámetro mayor de 1,8 metros. Según dicha licencia está prohibida taxativamente la venta de la angula (Artículo 18). La temporada de pesca es desde una semana antes de la luna nueva de octubre hasta una semana después de la luna nueva de marzo, el objeto de esta normativa es el de garantizar la continuidad de la explotación sostenible del producto. En las cuencas que van desde el Artibai hasta el Urola, en la temporada del 2007-2008, se autorizaban un total de 1068 licencias; este número de licencias ha ido decreciendo, en la temporada del 2019 solamente se autorizaron 757 licencias en superficie (de ellas 24 eran para el Abra-Las Arenas) y 38 desde barco. La pesca tenía como límite, para la anguila europea, el tamaño de 12 centímetros.

El plan para la recuperación de la Anguila europea de la CAPV, del 2008, cuando habla de esta especie especifica que: “…Las larvas leptocéfalas son aplanadas y transparentes, y pasan de 2 a 3 años en las aguas superficiales del Océano Atlántico. Estas larvas sufren una metamorfosis al aproximarse a las costas europeas, transformándose en angulas cilíndricas transparentes. Estas angulas penetran por las desembocaduras y estuarios, pigmentándose conforme penetran en el agua dulce. La entrada de angulas en los ríos suele ocurrir en oleadas de carácter semi-lunar influenciada por condiciones atmosféricas. Generalmente, las angulas nadan activamente de noche y permanecen inmóviles en los sedimentos durante el día. Conforme penetran por los ríos y estuarios comienzan a alimentarse y a crecer en tamaño. Pasados los 10 centímetros de longitud se denominan angulones.

Conforme crecen, estas anguilas juveniles toman una coloración con tonalidades amarillentas, pasando a denominarse anguilas amarillas. Las anguilas amarillas suelen ocupar la mayor parte de los hábitat fluviales, desde los estuarios hasta las cabeceras de los ríos. El tiempo que las anguilas amarillas permanecen en agua dulce antes de madurar y transformarse en anguilas plateadas varía entre 6 y 12 años en los machos, y entre 10 y 20 años en las hembras. Las anguilas plateadas tienen esa coloración característica y descienden por los ríos hacia el mar. Su tamaño durante la migración varía habitualmente entre 30 y 40 cm en los machos y entre 55 y 65 cm en las hembras.

Una vez que retornan al océano, parece que nadan por el fondo, descienden a profundidades abisales y se dirigen a las zonas de puesta en algún lugar del Atlántico Central. Aunque en los estudios pesqueros se suele estimar la biomasa reproductora de las anguilas a partir del número de anguilas plateadas que descienden por los ríos, estos valores siempre serán una sobrestima de los valores reales, al no considerarse la mortalidad de anguilas plateadas durante su migración oceánica hasta las zonas de puesta, que debido a su enorme distancia podría ser muy significativa (ICES, 2000)…”


Sobre los instrumentos de pesca decir que el Cedazo o Baya es un artilugio alargado, con un largo mango que debe manejarse con los dos brazos. Tiene un fondo de red, y la cierra un arco de madera de castaño (gaztai, en euskera) con unos pocos centímetros de altura. El diámetro de la baya puede alcanzar el metro y medio. El mango, fuerte y resistente, llega a medir los cinco metros de longitud.

Al farol que se utiliza en la pesca de la angula se le denomina en euskera “Kadilla”. La angula, una vez cogida con la baya, se deposita en una caja cerrada con red, de este modo la angula cae a la parte inferior de la caja, mientras las hierbas y hojas caen encima de la red. Se ha de pescar la angula subiendo la marea. En cuanto al tiempo, y siempre contando que se va a por angulas en las noches.

Y para finalizar un aspecto importante, sobre todo para los aficionados a tan exquisitos manjares, la anguila y la angula. Ya que hay productos que se son definidos y valorados por su aroma o por su profundo sabor, en nuestro caso la angula, casi carece de sabor, ya que el mismo es muy tenue, el aspecto de esos “pececitos gruesos, como cañones de paloma y de tres pulgadas de largo”, tampoco invita a quien no las ha probado, y sin embargo producen una sensación única en nuestro paladar, su preparación no requiere de grades circunloquios, tan solo necesita de aceite, ajo y guindilla, para convertir este diminuto alevín de la anguila en un bocado exquisito. Respecto a las formas de preparar las anguilas y las angulas, recuerdo una receta de una cocinera del “Sporting Club”, Felipa Barandica, que publicaban recientemente en el Bolg “El Mareómetro” de Portugalete, cuya preparación era la siguiente:

“…Freírlas en aceite, cuando están algo fritas se sacan a una cazuela, en ese mismo aceite se sofríe cebolla, cuando esta pochada, se le agrega un buen puñado de perejil, una hoja de salvia, nuez moscada, salsa de anchoas, harina, sal y pimienta, luego se le agrega vino tinto de valdepeñas, cuando la salsa está ligada se pasa por un colador a la cazuela en la que se depositaron las anguilas, se dejan hervir hasta que estén hechas. Y ya se pueden servir…” Aunque, cómo todas las salsas están más apetitosa cuando han reposado un rato.


La revista “Bilbao” recogía en un artículo dedicado a la gastronomía vasca una receta de un famoso restaurante, “Mallabia”, que en su día publicara “K-Toño”: “...En una cazuela se pone al fuego aceite, perejil picado, un poco de ajo, un pedazo de choricero remojado, y una o dos jícaras de arbejillas tiernas. Se frota un poco de pimiento para dar color, y cuando empieza a hervir, se echan los pedazos de anguila, bien limpias y cortadas en pedazos de tres a cuatro dedos. Se vierte un poco de agua para que se vayan haciendo. Menear a cazuela para que no se agarren y espese la salsa. Se les echa un poco de sal, se les da vuelta una por una y, cuando están ya hechas, se pasa por el colador una yema de nuevo cocido, majada en el mortero, y desleída en un poco de agua. Que hierva todo y que la salsa ni abunde, ni quede en seca. !Era de chuparse los dedos!...”

Respecto de la angula, me quedo con lo que nos decía María Mestayer de Echagüe, la “Marquesa de Parabere”, en su enciclopedia de alta cocina: “...Las elegimos blancas, gordas y sueltas. Y con tan solo dos dientes de ajo y medio pimiento choricero sin pepitas, las condimentamos en una cazuelita de barro. En ella, previamente se habrá frotado el fondo de la cazuela con el pimiento para darle color, a fuego vivo se calienta el aceite, se echan los ajos, cuando ya estén dorados se saca del fuego y se deja enfriar, cuando este el aceite templado se echan las angulas, llevándolas a fuego vivo, se menean con un tenedor de madera, llevándolas desde los extremos hacia el centro, sin que se quemen; cuando rompe el hervor de sacan del fuego. Y ya no hay que perder el tiempo, !A la mesa, y a disfrutar de este manjar!...” No requieren de mucho aceite, Parabere recomendaba hacerlas con solo un poco de este liquido graso: “...Que apenas se vea, no hay que freírlas mucho pues se endurecen...”

No obstante, tanto en el recetario de la Marquesa de Parabere, como las geniales cocineras del “Amparo”, Ursula, Sira y Vicenta Azcaray, podemos encontrar la alquimia para preparar ambos productos, bien asadas o guisadas las anguilas, con recetas a la Marinera, a la Tártara, Mirentxu, 7y las angulas con, yo creo, la única receta, en cazuelita, no dejarían indiferentes a los más exigentes paladares. No obstante hoy en día se preparan incluso asadas, en una parrilla especial, como lo hace en el Etxebarri de Bittor Argizoniz.


Producto que algunos afortunados pescadores incluso pueden alardear de mantener congelado para su consumo. 

Los grabados que acompañan este relato han sido realizados por un buen amigo, José Ramón Elorriaga, un algorteño de los de toda la vida, medico, pintor y amante de su Pueblo, a quien deseo agradecer su ayuda para la realización de esta entrada. No ha sido mi intención dejar fuera de esta entrada a nadie, existen otros pescadores de anguilas y angulas, así como asadores, he mencionado a quienes conocía.


Algunos de estos datos tiene origen en publicaciones cómo: La revista “Bilbao”, “El Lexicón Bilbaino” (1896), “El Mar de los Vascos” de Juan Garmendia y Luis Pedro Peña (1982), “Anguilas y Angulas” de la Sociedad de Oceanografía de Gipuzkoa y “El Evangelio de las Angulas” de Patrik Svensson. De entrevistas a pescadores de anguilas y angulas de nuestra Anteiglesia (Getxo).