viernes, 20 de diciembre de 2019

YA HA LLEGADO LA NAVIDAD



Ya ha llegado la Navidad. Parece que tan solo han pasado unos pocos días desde el caluroso verano. El tiempo ha cambiado, el frío y los resfriados nos acechan, y nuevamente estamos metidos en esas fechas tan extrañas en las que parece que de repente todos se vuelven buenos.

Sin embargo, muchas son las preocupaciones que embargan a miles de personas en todo el mundo. Los del llamado primer mundo, que también lo pasamos mal, aunque nada que se pueda parecer con lo que sufren los miles de seres humanos de un poco más abajo o a derecha e izquierda, con hambrunas, miserias y guerras, muchas de ellas provocadas por este primer mundo. Mientras que los más afortunados pasaremos unos días de alegría alrededor de una buena mesa. No todos, pues algunos lloraran, por distintos motivos, la falta de sus seres queridos o por alguna enfermedad.

Estas fiestas celebran la llamada Pascua que las diferentes confesiones religiosas celebran en diferentes fechas:

El 25 de diciembre la Iglesia Romana y la Protestante, ambas regidas por el calendario reformado por el papa Gregorio XIII el año 1582.

La Iglesia griega-ortodoxa o comunión ruso-griega se atiene al calendario Juliano adoptado por Julio Cesar, y según su cuenta su 25 de Diciembre corresponde a nuestro 6 de Enero.

La Iglesia armenia tiene también diferente calendario eclesiástico y según él la Pascua cae el 18 de Enero.

Mientras que otras culturas y tradiciones religiosas celebran sus tradiciones invocando otras deidades o ritos: El Anuká de los judíos, el Diwali indú y otras ajenas a la cultura judeo-cristiana.


A lo largo de los siglos esta fiesta adquiere diferentes ritos mundanos, algunos relacionadas con la precariedad, como la de las navidades de 1891, en las que una de las preocupaciones de algunos bilbaínos menos favorecidos estaban centradas en la posibilidad de que les tocara la lotería, según contaba el diario “El Nervión” el 24 de diciembre, en su sección “De ayer a hoy”: “...Desde hace quince días la preocupación del 50 por 100 era el premio gordo de la lotería de Navidad. Seguramente no habrá uno solo de los que interesarán por lo menos una peseta en alguno de los números de esa extracción, que no se hiciese la ilusión de que buenamente saliera premiado su billete, llegando a poseer de ese modo una porrada de miles de duros. No hay que decir que en Bilbao, en donde se jugaban más de dos millones de reales, las esperanzas fuesen grandísimas. Nuestro gozo en un pozo, el gordo sé quedó en Madrid...”

Otros se preocupaban por cuando iba a ser año bisiesto o la llegada del fin del mundo. Como este año que vamos a entrar (2020) que los es, veamos por ejemplo como lo veían un 24 de diciembre de 1895. Era “El Diario de Álava” de inspiración según decían en su portada de “Unidad católica-Fuerista”: “...Todo el mundo sabe que el año próximo será bisiesto por ser 1896 divisible por cuatro; pero lo que tal vez no sea tan general es que será el último año bisiesto del siglo XIX, pues el año 1900 no será bisiesto y habrá que esperar ocho años para volver a ver un mes de Febrero de veintinueve días...” Eso sí, una de las preocupaciones que seguro todos hemos oído en alguna ocasión, al menos de niños, era la posible llegada del “Fin del Mundo”, y este diario incluía un anuncio de la editorial Libro Nuevo que incluía la noticia: “...El fin del Mundo después de los 10 Papas futuros, publicado por El Abate De La Tour de Noé, a 1,50 pesetas, de venta en la Librería del Corazón de Jesús...” Este abate publicó su libro en al menos nueve ediciones en 1895. Estaba basado en las profecías de San Malaquías. Hablaba sobre los diez papas futuros. Pero no parece que estaba muy seguro de las fechas en que se había de producir o se aseguraba no caer en futuros errores, ya que decía en el mismo: “...El soberano árbitro de la vida de los hombres puede en los últimos días del mundo abreviar o prolongar la existencia de los pontífices para el cumplimiento de sus impenetrables designios. Entonces, la fecha del fin del mundo, que he tomado por el término medio de la vida de los Papas, se encontrará modificada. Por el contrario, el número de los pontífices es inmutable. Pedro II es el último de todos los Papas; después de él, viene el fin...” !Así que de momento estamos a salvo, aún no ha llegado ese Papa!.

Otras formas de entender la navidad estaban relacionadas con la gastronomía y los excesos culinarios. Era la que nos dejaban algunas informaciones de principios del Siglo XX. Así en las navidades de 1900-1904 el diario “El Noticiero Bilbaíno” nos regalaba las siguientes perlas: “...Fiesta de la religión y del pueblo, que hace olvidar con sus francas alegrías los rasguños del dolor, que apaga los ecos de le batalla entre las notas alborotadas del rabel, el redoble de las panderetas y el bullicioso repiqueteo de las castañas, la Nochebuena no perderá jamás la poesía...”

Fiesta en la que viejas costumbres salían a la luz: “...Como las de los peluqueros que colocaban la bandeja de aguinaldo sobre el tocador provocando a los parroquianos a dejar su aguinaldo, costumbre no muy bien vista pues decían que “dicha bandeja era provocadora e insultante, puesto que la propina de los barberos se da todos los días...”


Eran aquellos días en los que las risas, los ruidos de sartenes y calderos, a cuyo alrededor había multitud de cacharros llenos de viandas, el besugo y la berza, no faltaban en las mesas de las familias.

Y no era para menos, ya que, por ejemplo, en algunos lugares de Euskal Herria, como en Hondarribia, los arrantzales, tras una fructifica pesca, llenaban las plazas con sus capturas y dejaban una nota nostálgica con los precios de la actualidad, ya que algunos ejemplares se cotizaban más que actualmente: “...En la pescadería han entrado 2.600 kilos de besugo que se vendió de 1,39 a 1,66 pesetas el kilo. Otros 1.600 kilos de merluza que se vendió a 1,75 pesetas y 160 kilos de congrio que se vendió de 2,00 a 2,60...”

Incluso servían para recordar algunas tradiciones curativas, ya que en otra columna relataban: “...En tiempos de Catón, se conocían en Roma seis variedades de higueras, pero que tras largos años de cultivo, dos siglos después de Catón, Plinio registraba en sus obras más de treinta. Y hablaban sobre las virtudes del higo como sanador: El higo, antes de estar maduro, y las partes blandas del Árbol, segregan un zumo blanco lechoso, de sabor acre, del cual sirve para destruir las verrugas de la piel…”

Mientras recordaban que: “...Hoy obliga el ayuno a todo cristiano que tenga 21 años y no esté imposibilitado para ello. También obliga el precepto de la vigilia...” !Malas fechas para castigar el cuerpo!.

Otra visión, casi premonitoria, ofrecía en 1931 el diario “Navarra” de Tudela, que al grito !Estamos en Navidad!, escribían con una visión casi imperecedera de la Navidad, a la que añadían la machacona realidad de los pueblos pobres y enfrentados: “...¡Pobre Peralta!... Un pueblo noble, honrado, laborioso, donde parece que la paz debía tener su asiento. Sigan, sigan peleándose los campesinos, imiten esa conducta todos los pueblos. Pero ¿no hay unas cuantas personas de buena voluntad que terminen con esas discordias de nuestros pueblos, promovidas en muchas ocasiones para servir fines particulares, por odios y venganzas personales?. No es así como se termina con el poder de los caciques (y ¡cuidado, que hay muchas clases de caciques! unos lo fueron antes, y otros están rabiando por ser ahora. Estamos en Navidad, suculentos banquetes, comidas opíparas, festines interminables, Turrones, confituras, vinos de marca, cigarros habanos. ¿No es esto lo que caracteriza estos días de Navidad? Pero…, por qué se caracterizan estos días de Navidad? Obreros parados, hogares sin pan, familias enteras sin amparo. Hambre, miseria, frío, dolor. ¿No es también esta otra característica de esta Navidad?...”

Así que ahora, pasados muchos años desde aquellos tiempos, mañana, cuando nos sentemos a la mesa, entonaremos el Hator, Hator…, recordando a nuestros seres queridos:

“…Hator, hator, mutil etxera
gaztainak ximelak jatera
gabon gaba ospatutzeko
aitaren ta amaren ondoan.
Ikusiko duk aita barrezka
ama ere poz atseginez.

Eragiok mutil aurreko dambolin horri
gaztainak erre artean,
gaztainak erre artean,
txipli, txapla, pun.
Gabon gaba pozik igaro daigun...”

“…Ven, ven a casa chico
a comer castañas asadas
para celebrar la nochebuena
junto al padre y a la madre
verás al padre reír y también a la madre llena de alegría
dale, muchacho
cuida el fuego
hasta asar las castañas
hasta asar las castañas
chipli chapla pun!
y que pasemos una
buena nochebuena...”


Rememoraremos anteriores fiestas en las que todos estábamos alrededor de la mesa, mientras que la chapa de la vieja cocina económica chisporroteaba, las cazuelas se agolpaban en ella y el besugo se asaba en el horno. Cuando aún no había entrado en nuestras vidas esa cosa que acabó con las tertulias familiares, la televisión. !Que mayores nos hemos hecho!.

Y con esta entrada me despido hasta el próximo año, volveré a estas páginas el día 7 de enero del 2020.

!Zorionak eta Urte Berri On!

ONDO PASA

miércoles, 18 de diciembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -135-



En la anterior entrada veíamos cómo aparecían noticias relacionadas con los avances en el tratamiento de una de las enfermedades que asolaba una población de crecimiento: la “Tisis”.

El día 27 de noviembre de 1890 la “Compañía del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia” publicaba en “El Noticiero Bilbaíno” el anuncio de que sacaba a subasta el suministro de traviesas para toda la línea. Ese día los buques “surtos” (fondeados) en la ría ascendían a 84, aunque a lo largo del mes de noviembre hubo días que llegó a haber hasta 280 buques.

Ese mismo día cayó desde primeras horas de la mañana una copiosa nevada que dejó los tejados y montes vecinos de un blanco inmaculado. Quizá por ello ya se anunciaba en la Villa de Bilbao: ¡¡Guerra al Frío!!, y se ponían a la venta mantas de lana, impermeables y paraguas, camisetas y calzoncillos de franela en la casa “Tomasa y Carolina Rodríguez” de la calle Lotería; otros productos para contrarrestar el frío eran los zapatos. Se anunciaba la venta de chanclos, borceguíes y botinas con suela de madera. Se vendían en el Depósito de la Rivera, frente al puente de la Merced. Llegaba al puerto el vapor “Concordia” de Berjen (Noruega) con una carga de bacalao.

A finales de noviembre de 1890 el “Colegio Inglés” de Las Arenas, que era para señoritas, anunciaba que abrían la matricula para pensionistas, medio pensionistas y externas.

El día 2 de diciembre de 1890 se anunciaba en la prensa las listas de candidatos a Diputados Provinciales. Por el de Bilbao, al que entonces pertenecía Getxo, resultaban proclamados por papeletas o electos: “...D. Manuel Galindez Mermajillo, D. Tomás de Eguidazu Irusta, D. Manuel Zalduondo Libarona, D. José Aramburu Arteta, D. Julio Guiard Larrauri y D. Eduardo Aznar Tutor...” Y los llamados candidatos por derecho propio pertenecientes a clases nobles o económicamente pudiente: “...D. Benito Goldazarena, D. Pedro María Merladet, D. Tomás de Acha, D. Eusebio Echevarria y D. Victoriano Zabalinchaurreta...” En el recuento de papeletas para proclamar interventores el resultado fue: “...La Candidatura Liberal-Monárquica obtuvo 2.209 firmas, la Unión Republicana 1.452 firmas y la Fusión Carlista 869 papeletas...”

El 4 de diciembre de 1890 se procedía en la Casa Consistorial a la talla de los mozos. A aquel remplazo le correspondía la zona militar de Vitoria. el sorteo se iba a celebrar el día 14 de diciembre.


En esa misma fecha el consistorio aprobaba la solicitud de Dña. María Antonia Sarria para construir una casa de nueva planta: “...En el barrio de Algorta, en la confluencia de las calles Carretera y el camino que conducía a Plencia, cerca de Mantequena...”

El pleno municipal acordó que: “...La comida de los de la Sección 1ª se prepare en el Casino Algorteño. Y para los de la Sección 2ª lo hagan en casa de Dña. Josefa Uribe (Fonda San Ignacio)...” para las personas que iban a estar en las mesas de los colegios electorales

Uno de los cetáceos más bellos del mundo, del que los vascos fuimos precursores en su caza a lo largo de cinco siglos, en 1890 seguía siendo perseguido y esquilmado. Buena prueba de ello son los datos que ofrecía la prensa “El Noticiero Bilbaíno” el 7 de diciembre sobre los arponeros ingleses, que no solo pescaban cetáceos sino también otros mamiferos por su valiosa piel: “...Han regresado todos los balleneros ingleses de su anual viaje por los mares árticos. Los cuatro buques que se dirigieron a Terranova han dado muerte a 481.000 focas, cuyo valor oscila en las 70.000 pesetas; Otros tres barcos visitaron las costas de Groenlandia cazando cuatro ballenas y 1.750 focas, que produjeron 50 toneladas de aceite; más afortunados resultaron los cinco barcos que llegaron al estrecho de Davis, han traído 440 toneladas de aceite y 14 huesos obtenidos de las 18 ballenas negras que pescaron...” Mientras, se daba cuenta de un suculento menú, al precio de 15 pesetas el cubierto, en el “Restaurante Scala” de Bilbao, compuesto por: “
“….Ostras
Puré de gallina
Entremeses
Fritos
Pasteles a la Parisien
Pescado
Lubina a la mayonesa
Sorda en Selmis
Galantina de Faisán Trufado
Coliflor en ensalada
Solomillo mechado con berros
Flan a la vainilla
Postres variados
Café y coñac
Los vinos que se tomaron fueron:

Media botella de manzanilla
Media botella de Rioja Medoc
Media botella de Saint Emilion...”
Un autentico festín que parecía sacado de los Sueños Caprichosos de Pantagruel.

Tras la celebración de las elecciones del día 7 de diciembre, el día 12 del mismo mes se publicaba el resultado de las mismas en “El Noticiero Bilbaíno”: “...La candidatura más votada en Getxo fue la de D. Eduardo Aznar Tutor con 827 votos, le seguían D. Manuel Zalduondo Libarona con 414 votos, . Manuel Galindez Mermajillo 286, D. Benito Goldazarena 40, D. Tomás de Acha 24,…” En el cuadro inferior podemos ver los resultados por el distrito de Bilbao. Curiosamente en dicho cuadro los tres primeros, que fueron los elegidos por este distrito, aparecen señalados con la letra “A”, que según dicho documento correspondía a los llamados “Adictos”.


A veces el espectáculo que dejaban algunas actividades comerciales no era muy gratificante. Las calles donde se realizaban las matanzas de cerdos presentaban un aspecto sanguinolento y sus aromas resultaban sumamente desagradables. Ocurría en Algorta en diciembre de 1890, por lo que el Ayuntamiento acordaba: “...Con el fin de evitar que las sangres de los cerdos que se matan en la barriada llamada “La Calle” anden en la vía pública, acordamos que para sacrificar dichos cerdos se construya un banco o mesa en la parte del mar de las escaleras de San Nicolás, cerca de la escuela de francés y comercio...”

A mediados de diciembre de 1890 se estaba empezando a preparar el embaldosado la calle Mayor (actual Avenida Basagoiti). El rematante de dichas obras era D. Matías Aldazabal, el Ayuntamiento aconsejo aplazar el inicio de las obras hasta el día 7 de enero de 1891 para evitar en las fiestas de navidad, a las que concurría gran cantidad de gente, causaran molestias a los viandantes.

Uno de los elementos ornamentales que resultaba ser de gran utilidad (por entonces la mayor parte de las gentes no disponían de reloj) era el nicho de la torre de la iglesia de San Nicolás que, por su orientación estaba sometido a la influencia de los vientos y temporales. El consistorio decidía en el pleno del 18 de diciembre de 1890: “...Que siendo conveniente y necesario resguardar de los vientos y temporales la esfera del reloj de la torre, por ello se decide cubrirla con un cristal, para ello se encomienda al Regidor Sr. Ajuria comprar dicho cristal donde considere conveniente...”

En las mismas fechas, 18 de diciembre de 1890, el estado de la casa rústica de labranza llamada “Villamonte” presentaba un estado deplorable, por lo que el Ayuntamiento decidía: “...Que teniendo noticia del mal estado que presenta la casa rústica y de labranza llamada “Villamonte”, que por la situación aislada que ocupa puede causar un mal a los transeúntes. Para evitar que los moradores sufran alguna desgracia, acordamos que dicha casa sea reconocida por el arquitecto municipal, y que en vista del informe que emita, la corporación pueda adoptar una resolución...”

Pero no era solamente esta casa la que presentaba mal aspecto y su abandono podía ser objeto de mal uso. Otra casa esta del barrio de Santa María, próxima a la iglesia del mismo nombre, requería de la intervención municipal: “...Ya que la casa Machalenena, situada cerca de la parroquia de Santa María, situada en el cruce de dos caminos públicos, por su abandono pudiera ser abrigo para pobres y mendigos, y quizá de malhechores, ya que está inhabilitada con sus puertas y ventanas abiertas, motivo por el que requerimos a su propietaria para que en el plazo más breve de tiempo proceda a tapiar dichas puertas y ventanas...”

El 24 de diciembre de 1890 el Ayuntamiento de Gtexo, en el pleno celebrado, se daba por enterado de la autorización del Gobernador Civil: “...Por Real Orden del 13 del corriente, comunicada por dicho gobernador el 18 del mismo, autorizando al Ayuntamiento a vender en pública subasta el actual Matadero y sus tierras...”

Un nuevo hotel nacía en Las Arenas. Se instalaba en otro existente con anterioridad, que había sido el Hotel Aramberria: “...Queda enterado el Ayuntamiento de Guecho de una instancia de Larrazabal Hermanos de que se han establecido en la Fonda de la casa, propiedad de D. José María Aramberria, sita en Las Arenas...” A la vez autorizaban a colocar en su fachada el rótulo con el nombre del nuevo hotel que se llamó “Larrazabal Hermanos”. Estaba frente a la casa de los Aguirre, y contaba con un restaurante permanente, del que decían estaba montado a la altura de los más exigentes.

Y como eran días de fiestas navideñas y aquel Ayuntamiento estaba compuesto por regidores muy confesionales acordaban: “...Que con motivo de ser el día de mañana el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo asistir en Corporación a la misa mayor de la parroquia de San Nicolás de Bari...”

A la vez que acordaban: “...Poner en cumplimiento de lo que previene el artículo 25 de la Ley del 8 de febrero de 1877, se forme la lista de electores para el nombramiento de los compromisarios para la elección de Senadores...” La cual decía en dicho artículo 25: “...El día 1 de enero, todos los años, los Ayuntamientos formarán y publicarán listas de sus individuos y de un número cuádruplo de vecinos del mismo pueblo con casa abierta, que sean los que paguen mayor cuota de contribuciones directas, sin acumularse lo que satisfagan en ningún otro; y si para completar este número dos o más que paguen la misma cuota decidirá la suerte los que hayan de ser comprendidos en la referida lista...”

Llegado el final de año, la prensa bilbaína ofrecía un resumen de las operaciones realizadas con el mineral de hierro a lo largo de 13 años: “...Que iban desde 1878 en que se exportaron 1.224.780 toneladas, pasando por 1884 en que la exportación ascendió a 3.155.482 toneladas, finalizando en 1890 que se había exportado 4.216.887 toneladas...”

Y finalizaba 1890. En su último día de pleno del 31 de diciembre, con algo que era habitual por aquellas fechas como era la presencia de pobres de solemnidad en el municipio y que por no existir todavía Hospital Asilo en Getxo eran enviados al de San Mames de Bilbao. El desafortunado vecino de la Anteiglesia era D. Eulogio Ruiz.

En ese último pleno del año 1890 se trataba sobre la solicitud de la Sociedad titulada M. A. de Palacio y Compañía: “...Para poder ocupar los terrenos marcados en el plano que acompaña al objeto de establecer fiadores para el amarre de los cables del puente en construcción entre Portugalete y Las Arenas...” El Ayuntamiento de Getxo trasladó a la Comisión de Fomento y Policía Urbana el dictamen de dicha solicitud.


La última decisión del pleno del 31 de diciembre de 1890 era: “…Asistir en Corporación a la misa mayor de la parroquia de San Nicolás mañana con motivo de ser la Circuncisión del Señor...”

En la provincia, el Presidente de la Diputación de Bizkaia D. Pablo Alzola realiza un balance del año que acababa de terminar. Entre otras cosas se refería a: “...Que a lo largo del año la Diputación había financiado la construcción de 74 kilómetros de ferrocarriles, abriendo 54 kilómetros de nuevas carreteras. En lo referido a la instrucción pública decía se habían instalado a costa de la Diputación la Escuela Superior de Comercio de Bilbao, creado las cátedras de taquigrafía y vascuence e iniciado la formación de una Biblioteca Municipal. En lo referente a la Beneficencia hemos procurado proveer a la insuficiencia de Asilos para ancianos desamparados aumentando la cuota de 50 plazas de acogidos de los pueblos que tienen derecho a ingresar en San Mamés; a los sordos y mudos de la provincia se les sostiene por cuenta de la Diputación en establecimientos de otras provincias; se ha formulado un proyecto para instalar la observación de alienados en Bermeo; el servicio de expósitos esta a gran nivel en Vizcaya y como complemento se ha acordado el establecimiento de una casa de maternidad...” Pero la mendicidad seguía preocupando a nuestros mandatarios y estudiaban soluciones que se estaban aplicando en el Norte de Europa, tales como el establecimiento de colonias agrícolas para dar trabajo a los indigentes.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo el nuevo año (1891) traía noticias sobre el amojonamiento de la Anteiglesia de Getxo.

lunes, 16 de diciembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -134-



En la anterior entrada veíamos cómo la Junta Electoral del Censo de Guecho se ocupaba de formar el anteproyecto de división del termino municipal en secciones de 500 electores.

El 15 de noviembre de 1890 el Ayuntamiento advertía que los locales municipales no tenían el aspecto que una entidad del nivel de la de Getxo requerían: “...Los departamentos de esta casa consistorial no reúnen las condiciones de decencia que corresponden a un pueblo de la categoría y nombradía de éste, porque en los salones principales no existen más que mesas y bancos comunes, poco decentes para poder penetrar en ellos autoridades superiores y personas de alguna jerarquía como bastantes veces se ha visto visitan este edificio. Por lo que acordaron mejorar las estancias añadiendo algunas mesas y sillones, además de algunas estufas...” El dinero previsto para aquella reforma, que se encargó al arquitecto D. Eladio Iturria, fue de 5.000 pesetas.

En ese mismo pleno se nombraba como alguacil-tamborilero de Las Arenas a D. Benito Pérez de Albeniz, con una dotación anual de 912 pesetas, quien iba a tomar el cargo el día 1 de enero de 1891.

A la vez que daban comienzo las obras de construcción de la fábrica de vidrios de Lamiako: “...Sita en esta jurisdicción...”

En el mismo pleno también se acordaba comprar las que seguramente fueron las primeras urnas electorales de cristal de Getxo: “...Adquirir a D. José Oltra de Valencia, dos urnas transparentes de cristal, tal y como ordena el articulo 47 de la la actual ley de sufragio universal, que deberán usarse en las próximas elecciones, siendo el valor de las mismas 30 pesetas y 4 más por embalaje...” Aquel articulo 47, de la Ley de 28 de junio de 1890, decía: “...La votación será secreta y se hará en la siguiente forma: el presidente anunciará «empieza la votación». Los electores se acercarán a la mesa uno a uno, y, diciendo su nombre, entregarán por su propia mano al presidente una papeleta blanca doblada, en la cual estará escrito o impreso el nombre del candidato o candidatos a quienes den su voto para diputados. El presidente depositará la papeleta en la urna destinada al efecto, que será de cristal o vidrio transparente, después de cerciorarse, por el examen que harán los interventores de las listas del censo electoral, de que en ellas está inscrito el nombre del votante, y dirá en alta voz: «Fulano (el nombre del elector), vota.» En todo caso el presidente tendrá constantemente a la vista del público la papeleta desde el momento de la entrega hasta que la deposite en la urna. Dos de los interventores al menos anotarán en la lista numerada los electores que voten, por el orden con que emitan su voto, confrontarán sus nombres con los de las listas definitivas, y expresarán en la anotación el número con que en éstas aparezcan…”

Los faroles del alumbrado aún seguían siendo motivo de preocupación para nuestro Ayuntamiento, por eso a mediados de noviembre de 1890: “...La Comisión de Policía Urbana era encargada de proceder a un reconocimiento de todos los faroles del alumbrado de los barrios de Algorta y Las Arenas...”

Otro de los motivos de preocupación eran las carretas del tranvía, cuyas caballerías recorrían alguna de las calles principales de Algorta, como si el mismo diablo las siguiera: “...Se ha visto con desagrado que desde hace algún tiempo a esta parte suben los coches del tranvía a galope cerrado de sus caballerías, desde la proximidad de la plazuela de la antigua carnicería hasta el Casino Algorteño, y eso a pesar de estar prohibido por el articulo 14 del bando de buen gobierno, esta calle es muy estrecha y pudiera ser esto causa de que suceda alguna desgracia. Por lo que acuerda este Ayuntamiento hacer saber al presidente de la Compañía del Tranvía de Bilbao a Algorta que ordene a los mayorales, que en dicho trayecto, cuando suben conduzcan los coches a paso regular de las caballerías, y al bajar lo hagan con el freno cerrado, y que si vieran a alguna persona en la vía detengan las monturas hasta que quede la vía libre...”


Por aquel entonces, mediados de noviembre de 1890, en la prensa “El Noticiero Bilbaíno” aparecían noticias relacionadas con los avances en el tratamiento de una de las enfermedades que asolaba una población de crecimiento acelerado como lo era el Bilbao de final del siglo XIX. Las condiciones ambientales entre las que se incluía una elevada humedad, proporcionada por las constantes lluvias y la cercanía del mar, hacían de la villa una de las ciudades más sucias y con una elevada tasa de mortalidad, provocada por diversa enfermedades, entre ellas la de la temida enfermedad pulmonar llamada “Tisis”. Una pequeña luz se abría en esos día ya que según el corresponsal del “Times” en Berlín: “...He tenido una conversación con el doctor Koch relativa a un nuevo descubrimiento para la curación de la Tisis, quien prefiere por el momento no dar mas noticias al respecto. Algunas de las informaciones hablan de que en la preparación de las vacunas se emplean sales metálicas. La vacuna, después de destruir el bacilo, obra como un medio restaurador, y además fortalece al paciente contra nuevas invasiones del bacilo. El doctor Koch está practicando sus ensayos en la clínica del profesor Senator, en el Hospital de la Caridad, vacunando a personas ya atacadas por la enfermedad en fase leve. El doctor dará a conocer públicamente la naturaleza y efecto de su descubrimiento por medio de una conferencia, dentro de cuatro o seis semanas, ante la Sociedad de Medicina” de Berlín...”

Por aquellas fechas se hablaba de la deuda que el estado tenía con los maestros: “...La cual ascendía a 9.108.837 pesetas, de las cuales 12.012 pesetas correspondían a Vizcaya. Siendo la más alta la de Málaga con 848.259 pesetas,. Por contraste ni un céntimo debían la provincias de Navarra, Guipuzcoa y Alava...”

¡Y como no!, a mediados de noviembre de 1890 las noticias relacionadas con el buen beber, relacionadas con las calidades más demandadas en Paris, hablaban de la cotización de nuestros vinos, los de Alva, que en el mercado estaban entre los de más alta cotización: “...La cotización media en 1890, referidas al Estado español, era para los vinos de entre 12 a 18º a 84 y 88 francos. Mientras que los de Rioja estaba en la bodega al precio de entre 2,25 y 4 pesetas la cántara...”

En el pleno del 20 de noviembre de 1890 se hablaba entre otros temas el del tratamiento que se tuvo que realizar en Barcelona al hijo de un vecino de Getxo, D. Manuel Aguirregabiria, que había sido mordido por una gata que se suponía infectada de rabia. El tratamiento tuvo un costo de 188 pesetas más otras 50 en concepto de viaje.

El 26 de noviembre de 1890 se convocaba la Junta Municipal para tratar sobre el expediente formado para la construcción del Hospital Hospicio.


Ese mismo día en “El Noticiero Bilbaíno” se daba cuenta de las Memorias de las Obras del Puerto de Bilbao: “...Las correspondientes al último ejercicio, no tan extensa como la del año anterior, presentada por D. Evaristo de Churruca, arroja un aumento del 472% del tonelaje de importación, y 364% del tonelaje de exportaciones. La enorme cifra de 5.038.405 toneladas a la que se ha elevado el movimiento de exportación e importación del año último, pone al puerto de Bilbao entre los primeros del continente. Desde el otoño de 1882 en que las escolleras del nuevo muelle de Portugalete llegaron a los bancos que entonces formaban la barra, ya no ha vuelto a alterarse la posición de la canal, antes de empezar estas obra la profundidad era de un metro a bajamar equinocial, fue constantemente aumentando hasta 1886, desde entonces se ha conservado una altura de cuatro metros, en toda la longitus de la embocadura, salvo en las pasajeras alteraciones de los temporales de invierno. En el último invierno en que escasearon las lluvias durante los meses de enero y febrero, el caudal fluvial se redujo, y como coincidió con fuertes marejadas del Norte, se acumularon muchas arenas que estrecharon la canal e hicieron disminuir su profundidad, pero en cuanto cesaron los temporales salieron los buques en aguas vivas con 19 pies ingleses de calado, y con 16 en mareas muertas...”

El día 29 del mismo mes se trataba sobre la conveniencia de realizar un replanteo exacto en un plano de la superficie que ocupan los 40 solares del barrio de Las Arenas, trabajo que fue encargado al arquitecto municipal D. Eladio Iturria.

Y como la elección de Diputados Provinciales ya estaba próxima ( se iba a celebrar el día 7 de diciembre de 1890) se establecieron los siguientes colegios electorales: “...Formar las dos secciones de las que consta este término municipal en los siguientes lugares: La Sección 1ª en la Casa Consistorial (San Nicolás), la Sección 2ª en la casa llamada Hospital, cercana a la Iglesia de San Ignacio...”

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se producía el sorteo de mozos para la zona militar de Vitoria.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -133-



En la anterior entrada veíamos cómo se hablaba de que ya era un hecho la pronta creación de la Compañía de Ferrocarril de Las Arenas a Algorta y Plencia.

El 25 de septiembre se leía en el pleno municipal una circular del Presidente de la Junta Provincial del Censo Electoral de Vizcaya relativa al censo de Getxo: “...Se ordena que la Junta Electoral del Censo de Guecho se ocupe activamente en formar el anteproyecto de división del termino municipal en secciones de 500 electores para antes del 10 de octubre próximo, El consistorio para dar cumplimiento a dicha orden decidía convocara la Junta del Censo y autorizar a su Presidente para proporcionar escribientes temporeros para activar dichos trabajos...” Uno de esos escribientes fue D. Luciano Sarria, quien cobró por un trabajo de seis días y medio 19,50 pesetas.

La línea del tranvía entre Las Arenas y la Avanzada estaba teniendo mejoras en su trazado, dentro de ellas en un ancho de 8,5 metros, la vía ocupaba 1,5 metros dejando a sus lados dos paseos de 2 metros y un talud. Entre las razones que el Ayuntamiento ponía como favorables para la población está el hecho de que: “...Un zona hasta este momento intransitable se convertirá en un cómodo paseo para los transeúntes. Además la zona de concesión seguirá gozando de la actual carretera por la que transitan todos los vehículos y caballerías…”

También el acceso al cementerio de San Nicolás de Algorta (Campa del Muerto) veía cambios. El puente que hasta entonces permitía el acceso iba a ser eliminado, realizando un paso más cómodo.

Algunos acaudalados vecinos de Las Arenas: Landecho, Aguirre y Chavarri y otros, solicitaban a través del contratista D. Miguel Uria para realizar mejoras en sus calles, así como para realizar aceras frente a sus propiedades.

El día 27 de septiembre de 1890 el Boletín Oficial de la Provincia publicaba un edicto del Gobierno Civil: “...Se hace saber que por la “Sociedad M. A. de Palacio y compañía”, domiciliada en esta capital, concesionaria de la autorización de la Real Orden del 12 de febrero de 1890 a D. Alberto Palacio, para la construcción de un puente colgante de vehículo movible, entre Las Arenas y Portugalete, se ha solicitado la declaración de utilidad pública...” Se le concedía el plazo de 20 días para la admisión de reclamaciones por la alcaldía de Getxo.

En vista de la escasez de agua (había sido un verano muy cálido) se decidía cortar el suministro de agua a algunos industriales de la localidad Sres. Uria y Larrondo, para poder dar servicio al resto de la población, mientras se efectuaban trabajos para aumentar el suministro de aguas en los montes de Berango.

A comienzos de octubre de 1890, se conjuraron la Compañía del tranvía y algún alma caritativa de Las Arenas para agasajar a los niños del Asilo de San Mames de Bilbao: “...Los niños y niñas del Asilo de San Mames, invitados por la Compañía del Tranvía de Bilbao a Las Arenas, han verificado una gira a este último punto, siendo obsequiados con pan, queso y frutas por una señora caritativa que habita en uno de los hoteles de aquella pintoresca playa...”

En octubre de 1890 la Taberna del Ángel de Getxo era habitada por D. Román Larandegoitia.

El 16 de octubre de 1890 se autorizaba a la construcción de una pequeña fuente pública para el barrio de Zubilletas. Los vecinos no disfrutaban de agua corriente en sus casa, y su construcción modesta estaba hecha mediante ladrillo y cal hidráulica, que daba paso a un pequeño tubo que terminaba en un grifo con una llave de presión, la cual permitía cortar el paso del agua. La misma iba a tomar las aguas de la conducción que desde los montes de Berango surtía al barrio de Algorta, con la obligación de que: “...Los vecinos deberán cuidar la misma cerrando su grifo tras su uso, y que nadie pueda lavar las ropas, hacer arenaduras, ni beber en la misma los animales...”

Había pasado largo tiempo desde que en junio de 1890 dimitiera el alguacil tamborilero del barrio de Las Arenas, D. Eusebio Uriona. Y todavía en octubre de 1890 el Ayuntamiento andaba creando una comisión para que propusiera las condiciones para contratar dicho servicio para lo que decidían que el sueldo de quien cubriera la plaza debía de ser el mismo que en del que había causado baja: 912 pesetas anuales.


Por otro lado, a la novillada que se había celebrado en Algorta el 14 de septiembre le faltaba algo por cerrar, y es que aún no se había satisfecho al Asilo ni al consistorio los dineros recaudados, que como decían en aquella fecha eran para socorrer a los pobres de solemnidad del Santo Hospital. El 16 de octubre de 1890 el Ayuntamiento reclamaba a D. Felix Viot, uno de los socios de aquella plaza: “...Que presentara las cuentas de resultados de la corrida de becerros...” Finalmente el 8 de noviembre de 1890 D. Felix Viot enviaba un escrito al consistorio en el que expresaba lo siguiente: “...Que en la mente de los organizadores de aquella corrida, estaba que el producto bruto de la misma fuera para los pobres de la localidad y no para el Hospital, por lo que solicitamos que las 141,70 pesetas que se obtuvieron, descontando los gastos, tenga a bien esa corporación repartirlas entre los pobres de la localidad...”

Al organista D. Pablo Mugica se le abonaron 85 pesetas por las funciones músico-religiosas celebradas en las iglesias de San Nicolás de Algorta, Santa María de Getxo y Las Mercedes en Las Arenas.

El 23 de octubre de 1890, ante la epidemia de viruela que había asolado algunos pueblos del estado, el Gobernador de la Provincia enviaba una circular al Ayuntamiento de Getxo dando cuenta de la remitida a la prensa el 21 de ese mismo mes para prevenir en nuestros pueblos dicha enfermedad. En la misma decía: “…La salud pública en nuestros pueblos es inmejorable, pero con objeto de prevenir la aparición de la epidemia variolosa en nuestra provincia, sabidos los estragos que está causando en algunos, poco afortunados, pueblos de España, y por si llegara a presentarse en esta provincia, lo cual no es de temer, el Gobernador ha creído conveniente decretar las siguientes medidas: 1ª) Al recibir la presente circular, los Alcaldes convocarán a al Juntas Municipales de Sanidad y les dará cuenta de ella, para que con toda premura pueda aislarse si apareciera algún caso. 2º Dar conocimiento a este gobierno de haber tomado las medidas que el presente caso requiere. 3º Que si se presentara algún caso se dé conocimiento al Alcalde del nombre y casa del enfermo, y de los responsables de mantener aislado al enfermo y a los cuidadores. Informando diariamente, al Gobierno Civil, del estado del enfermo y de si se produjera algún nuevo caso de contagio…” También aconsejaban: “...Que tratándose de la epidemia variolosa, se hace saber que la mejor medida a adoptar es la vacunación...” El Ayuntamiento de Getxo acordaba reunir a la Junta Municipal de Sanidad en al Casa Consistorial para tratar sobre dicha nota.

El 30 de octubre de 1890, a petición del Gobierno Civil, el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “...Que a la construcción de un Puente Colgante con vehículo movible en la ría entre Portugalete y Las Arenas de Guecho que pretende construir la Sociedad de Mr. Alberto Palacio, se otorgue la declaración de utilidad pública...”


A finales de octubre de 1890, dos eran los temas que preocupaban en Bizkaia, y que la prensa local “El Noticiero Bilbaíno” llevaba de forma destacada a sus paginas, “La Reforma Arancelaria” de la que se decía: “...Todo cuanto se refiere a los aranceles y los tratados de comercio reviste en los actuales momentos excepcional interés. Por eso hemos procurado dedicar a estos dos importantísimos asuntos toda al atención que merecen. Que el régimen que sería conveniente aplicar al comercio y a la navegación entre la península y las provincias y posesiones de ultramar es el de cabotaje. Recomendar a S.M. suprima de la Ley de alcoholes el impuesto que pesa sobre el aguardiente de caña; la conveniencia de imponer en el comercio con nuestras provincias de ultramar marcas de fábrica y certificados de producción a las mercancías peninsulares de ultramar acreditando su procedencia española. Establecer un gravamen a los buques de otros pabellones que lleguen a nuestras aguas con dichas mercancías. Proteger los productos procedentes de Filipinas restableciendo los suprimidos derechos diferenciales de procedencia. Restablecer el régimen de recargo a los de otra procedencia…”

Y el otro asunto era el que denominaban “La troncalidad”. Decían: “...Ante el fabuloso desarrollo que de algunos años a esta parte tiene en Vizcaya la riqueza urbana e industrial, debido principalmente a la prosperidad creciente de grandes empresa establecidas en el antiguo “Infanzonado”, establecer cual es el auténtico sentido y la recta inteligencia jurídica de la Antiguas Leyes del Fuero de Vizcaya que limitan la facultad de disponer de bienes raíces sitos en el Infanzonado. Movidos por el deseo de esclarecer tan grave asunto publicamos hoy tan notable estudio jurídico, en el cual se hace un estudio comparativo de la antigua legislación de Castilla y del Fuero de Vizcaya…” A lo largo de aquel estudio trataban sobre la distinción entre trasmisiones a titulo gratuito y oneroso, en el se hablaba sobre “El retracto gentilicio”: “...Que según el fuero Real procedía únicamente de los bienes raíces pertenecientes al abolengo común del que vende y el que retrae, por lo que era indispensable que el dueño de la raíz, que trataba de enajenarla, la hubiera recibido en herencia...”. De la transmisión de bienes a título gratuito, de los herederos forzosos, descendientes y ascendientes: “...Que mientras en Castilla el testador, salvo que hubiera desheredado, tenía que respetar los derechos de todos los herederos forzosos; en Vizcaya el fuero no determinaba las personas a las que habían de pasar los bienes raíces, limitándose a designar un grupo de parientes, dentro del cual el testador tenía que elegir forzosamente un heredero directo...”. De las diferencias en el Fuero de Vizcaya, que trataban sobre el derecho de tanteo y las que determinaban quienes eran los herederos forzosos, así como otros aspectos de aquel Fuero.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo algunos coches del tranvía y sus caballerías circulaban al galope por algunos tramos de Algorta, lo cual incomodaba a los vecinos.