miércoles, 21 de diciembre de 2022

ZORIONAK ETA URTE BERRI ON

Como todos los años al llegar estas fechas, todos tendemos al relajo, yo también tengo tendencia a disfrutar en estos días de la familia y de largas sesiones gastronómicas, tanto en la cocina como en la mesa.

Además, haré pequeñas incursiones por algunas celebraciones que, a lo largo de nuestra geografía, animan la llegada de esta fiesta del solsticio del invierno.

Y como no, dedicar algún tiempo a disfrutar de mis nietos, viendo como voraces montan el árbol navidad, piden sus regalos de Olantzero y acuden a la cita anual del viejo carbonero.

Cada Navidad ha tenido sus ritos sociales, a mediados del Siglo XIX la prensa bilbaína describía las viejas tradiciones, practicas que entre nosotros se han venido celebrando a lo largo de los años. Por ejemplo la costumbre de los baserritarras en la fiesta de “Gabon”: “...Los aldeanos de los caseríos de los alrededores de Bilbao, para solemnizar el día de ayer, según es tradicional costumbre, dispararon durante las primeras horas de la noche buen número de tiros y chupinazos…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 25 de diciembre de 1894). También con celebraciones de mesa en algunos Hospitales Asilos, en los que la cena de navidad consistía en: “...Berza en aceite, huevos en salsa, merluza frita, compota de manzanas y ración extraordinaria de vino” (“El Noticiero Bilbaíno” del 24 de diciembre de 1892).

También con tradiciones cargadas de música, como la que se celebro el Gran Cinema de Areeta-Las Arenas en 1922: “...Ayer se celebró en el Cine Zamacona, de Las Arenas, en obsequio a los 350 alumnos de las escuelas municipales de aquella barriada, un acto, que comenzó, con la exhibición de algunas películas. Una selección de voces de niñas y niños, bajo la acertaba dirección del señor Gainza, cantaron muy afinadamente los cantos “Gabon-gaba-Beleníen”, “Soitu zain" y “Txoriñuak kajoian”…” (“El Pueblo Vasco” del 24 de diciembre de 1922).

Otras costumbres tenían que ver con aspectos deportivos, como el “Cross del Arenas”, que se celebraba el día de navidad y tenía el siguiente recorrido, según contaba un diario bilbaíno: “…Sera aproximadamente de nueve kilómetros. Con salida del paseo Zugatzarte, frente al Club Marítimo del Abra, pasar por la calle del Club a coger la calle Mayor, y pasando por el puente de Romo seguir hasta el final de la calle Romo; subir hacia la izquierda por la falda de la Boronita, siguiendo por el cuartel de la Guardia civil, a todo lo largo del pinar de Txabarri, y por ‘'Pino Solo”, para salir a la carretera Nueva (Algorta-Asua); seguir por la carretera Nueva hacia Algorta para coger a mano derecha el camino que conduce a los pinares de Mieg. Bordear el pinar de Mieg por la derecha, y salir al puente de la fabrica de ladrillos, yendo a parar al paseo de los Chopos de Jolaseta. Seguir hasta la cantera de Jolaseta y subir por la senda que atraviesa el ferrocarril, yendo a parar al Hospital de Algorta, tomando en este punto la carretera general hacia Las Arenas. Pasar frente al Hotel Ugarte e iglesia de San Ignacio, cruce de Txomintxu y casa de Galindez hasta la esquina de Legizamon. Tomar la calle llamada de Costa Rica y bajar al muelle por la escalera de Etxebarrieta; seguir por la Grúa hacia la Avanzada para tomar el paseo de Zugatzarte, bajando las escaleras en el cruce con la carretera Nueva…” (“Euzkadi” y “El Noticiero Bilbaíno” del 24 y 26 de diciembre de 1922). Descripción que nos deja ver datos de nuestro Pueblo, y de alguno de sus propietarios, allá por los comienzos del Siglo XX.

Otro diario que nos dejaba datos sobre el Cross del Arenas era el diario “El Nervión”. Nos hablaba sobre los puntos de control de dicha carrera: “...El primero estaba en el Cuartel de la Guardia Civil de la Boronita, le seguían la Carretera Nueva, la esquina del pinar de Mieg, el Puente de Jolaseta, Hospital de Algorta, Casino de Algorta, Hotel Ugarte, Txomintxu, Ajuria, escalera de Zugatzarte y el último en la esquina de la calle Club…” (“El Nervión” del 25 de diciembre de 1922).

Este año el Ayuntamiento de nuestra Anteiglesia, procedió al acto oficial de encendido de la iluminación navideña de Getxo, el jueves día 1 de diciembre del 2002 a las 18:30, en la plaza de Malakate (Andra Mari), luces que permanecerán activas hasta el 7 de enero. En el acto, participó la sociedad Itxas Argia, autentica dinamizadora del barrio, con sus dantzaris más jóvenes, y contó con la presencia de la alcaldesa Amaia Agirre.

Varias son las actividades navideñas que se preparan en Getxo. El Ayuntamiento, en su página anuncia la llegada del Olentzero y Mari Domingi, a los distintos barrios. Y ese eso lo que más añoran y desean los txikis, la llegada del viejo carbonero, “Olantzero”. 

Para esos días la Socieda Itxas Argia de Getxo ha organizado, para los ya cercanos días 23 y 24 de diciembre, diversas actividades que aparecen recogidas en el cartel que anuncia su llegada, y que culmina con la Kalejira de Olantzero el día 24 de diciembre, con salida a las 17:00 del Polideportivo de Andra Mari. Sin olvidar el “”-XL- Cross de Andra Mari”, que como cada año, nuestra sociedad organiza coincidiendo con el último domingo de diciembre. Habrá dos carreras: la de menores y la de mayores. La salida y la meta se situarán en el Polideportivo de Andra Mari.

Para finalizar recordar a los que, por diversos motivos, tampoco este año podrán disfrutarlo con sus familias. Con esta entrada me despido hasta el próximo año, volveré a estas páginas el lunes día 9 de enero del 2023.


ZORIONAK ETA URTE BERRI ON


ONDO PASA!


domingo, 18 de diciembre de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -306-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como en nuestra Anteiglesia una costumbre que se mantuvo durante largos años, la del socorro diario mensual para los mas necesitados, estaba llamada a desaparecer con la próxima entrada en funcionamiento del Hospital Hospicio.

Próxima ya la navidad, el día 21 de diciembre de 1895, la prensa bilbaína decía: “...Hoy, según tradicional costumbre, es el día señalado para que los inquilinos traigan a Bilbao las rentas para los amos y los regalos de navidad. Con tal motivo, las calles de la Villa ofrecerán un pintoresco aspecto, y en la plaza del mercado, que estará surtidísima, reinara extraordinaria animación. Los primeros trenes de las líneas de Las Arenas y Lezama llegaron atestados de expedicionarios...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 21 y 22 de diciembre de 1895). Decía otro diario bilbaíno: “...El día de hoy es uno de los más clásicos en esta villa y cuya tradición se conserva aún. Es este el destinado por los caseros rurales para satisfacer las rentas de los caseríos y tierras que tienen en arriendo; al propio tiempo es el indicado para la entrega del regaló que tienen por costumbre hacer a los dueños de las fincas. Desde muy temprano los aldeanos, vestidos con las ropas de los días festivos y cardados con aves y frutas, cruzan alegres y satisfechos los distintos caminos y veredas que les separan de la villa. Se dirigen a casa del amo, donde generalmente les aguarda una abundante comida que se prolonga hasta bien entrada la tarde. Con la aglomeración de los aldeanos en esta villa y aprovechando el día, lo mismo que en años anteriores, han venido muchísimos campesinos conduciendo para la venta, magníficos capones, gallinas e infinidad de otros artículos propios de la época de fiestas. Los pavos en el mercado se cotizaban a 7 pesetas y los capones a 10 pesetas, el par de besugos a 1,75 pesetas, las angulas de Bilbao a 6 pesetas y las de fuera a 2,50 pesetas...” (“El Nervión” del 21 de diciembre de 1895).

En la prensa bilbaína un navegante, al parecer avezado, en cuestiones marítimas, D. Dionisio de Zubiaga, dejaba sus opiniones a cerca de un proyecto que se pretendía llevar a cabo en la llamada “Playa de Sestao, sí era la idea”: “...Recientemente algunos periódicos de Bilbao han discutido a cerca de la dársena de flotación proyectada, según parece, en la playa de Sestao. El señor Zubiaga persona que ha navegado mucho, y conoce muchos puertos de Europa y América, ha hecho algunos estudios, inspirados en su amor a Vizcaya. Todo esto nos mueve a publicar sus escritos, por si en ellos existe alguna idea digna de ser atendida en beneficio del Puerto y Ría de Bilbao. La Dársena.- Puede todo río utilizarse para dársena, de constante flotación para los buques que acuden a este Puerto, en la forma siguiente:

Constrúyase un muro a través de todo el río en la Benedicta, dejando solo dos aperturas, de 25 metros cada una, para entrada y salida de buques, las cuales deberán tener un juego de compuertas cada una, para abrirse y cerrarse cuando convenga, teniendo siempre en el río el agua clavada en 8,5 metros sobre las bajamares equinociales. Quedaría sí el río Nervión hasta la isla de San Cristobal, como los afluentes Gobelas, Asua, Galindo y Cadagua , utilizables en todo tiempo...” Seguía diciendo que: “...De realizarse aquella obra no se desprenderían en la ría gases nocivos para la salud. Con este sistema de dársena se evita la corriente ascendente, y no se introducirían en el cauce las arenas de la Playa de Las Arenas. Los bancos de arena que se forman en la barra desaparecerían, con la erosión que produciría la corriente descendente, por las aguas que a la ría afluyen de los ríos Ibaizabal, Durango y Orozco. No habiendo corriente ascendente de ningún género podrían los buques llegar hasta la Benedicta sin los peligros actuales...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 23 de diciembre de 1895). Obviamente aquel proyecto no se llevó a cabo.

Y como ya estaban las navidades a punto de comenzar, la Compañía del Tranvía de Bilbao a Las Arenas anunciaba: “...La Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas pone en conocimiento de los usuarios que el día 24, como en años anteriores, se suprimirán en dicha línea todas las salidas desde Bilbao a partir de las 19:30 de la noche. El día 25 dará comienzo el servicio de Las Arenas a partir de las 8:00 de la mañana...” (“El Nervión” del 23 de diciembre de 1895).

Y ya estábamos en la Navidad, en el día 24 de diciembre, al que al prensa llamaba: “...La fiesta del Hogar, en la que se estrechan los lazos familiares...” Y como las noticias escaseaban, recordar una referente al municipio vecino de Berango: “...En los exámenes de reválida que acaban de celebrarse en la Escuela Normal de Vitoria ha obtenido el título de maestra superior, Dña. Benita Vitoriana de Barrenechea, joven de 16 años, hija de D. Justo Barrenechea, secretario del Ayuntamiento de Berango...” A la hora de la cena, en el Asilo de San Mames, los acogidos tenían: “...Para la cena de Noche Buena: Berza en aceite, huevos en salsa, besugo, compota de manzanas y ración de vino...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 24 de diciembre de 1895). Entre tanto los más desfavorecidos iban de puerta en puerta solicitando ayuda: “...Desde bien temprano, los mendigos se han apoderado de las calles, recorriendo en grupos, de puerta en puerta, implorando la caridad; los ha habido de todas clases, mancos, ciegos...” (“El Nervión” del 24 de diciembre de 1895).

En el pleno del ayuntamiento de Getxo, del 26 de diciembre de 1895, se daba cuenta de: “...Una instancia de D. Alejo Sarria Alday, licenciado en farmacia, en la que manifiesta: Que ha quedado, mediante traspaso, a su cargo la farmacia de D. Rodrigo del Val en el barrio de Algorta, quien fue uno de los farmacéuticos titulares de este Municipio. Suplica se le nombre para ese cargo, obligándose el exponente a cumplir con la obligaciones impuestas al expresado Sr. del Val...” Dentro de los suministros que el nuevo farmacéutico Alejo Sarria realizó estaban los medicamentos, que el Ayuntamiento pagaba a los pobres del Municipio: “...Medicamentos llamados específicos que se suministran a los pobres y enfermos...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, varios propietarios de Algorta se quejaban por los daños, que a la ladera del monte, habían producido las olas como consecuencia de las obras del Puerto Exterior.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -305-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX veíamos como, un suelto de prensa llamado “Una Profanación” acontecido en el cementerio de Algorta, llenaba las paginas tanto de las actas municipales como de los diarios locales.

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 12 de diciembre de 1895, del que ya hable en mi entrada anterior, se trataba sobre una instancia presentada en el Ayuntamiento: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Matilde Núñez, Maestra de la escuela de la Fundación de Niñas Pobres de Algorta, referente a las obras ejecutadas últimamente en aquel edificio, de las cuales, según indica en la instancia, resultaron mal tapadas la grietas de la cornisa, por lo que el Consistorio decidía poner el asunto en manos del Sindico pata tratarlo con el constructor

De los pagos de obras en el municipio se deducía que: “…Entre las obras realizadas, se había ejecutado la reparación de la fuente del barrio de Sarri, que había sido realizada con los siguientes suministros: Piedra por D. Segundo Echevarria y cal por D. Domingo Zubizarreta, quien a su vez había intervenido en las obras del edificio del Juzgado Municipal (Plaza San Nicolás), donde ensayaba la banda de música. Mientras, D. Román Laraudogoitia, fue quien suministro las raciones de pan y vino, destinadas a los vecinos que habían trabajado durante el mes de octubre reponiendo caminos en Santa María de Guecho

Además de esas actividades, el Consistorio había intervenido: “...Junto a los propietarios de terrenos arenosos plantados de pinos en Las Arenas, con asistencia del Arquitecto Municipal, de los pinares sembrados por los señores Coste y Aguirre, en el deslinde de los treinta metros que median desde la Carretera de Las Arenas hasta la propiedad de dichos señores, habiendo sido señalada la línea por donde han de cerrar su propiedad…” Además se acordaba que: “...La campana que se ha de colocar en el Hospital Hospicio, en construcción, tenga el peso de cien kilogramos

Por aquellos días un temporal de viento y agua se cebaba sobre nuestros barrios, incluso las aves pasaban raudas sobre los mismos, de ello hablaban los diarios de la Villa: “...Hoy ha continuado el temporal de lluvias, con más fuerza que ayer. Durante el día no ha cesado ni un momento de descargar fuertes aguaceros. El vendaval por su parte, también ha echo de las suyas. El caudal de la ría continúa tomando proporciones alarmantes. El estado de la mar era hoy imponente, no hubo salida en las mareas de ayer tarde ni de esta madrugada, ni entradas en esta última. Anoche pasaron sobre Las Arenas y Portugalete grandes bandos de patos y gansos, pivis y algunas otras aves…” Mientras en Bilbao las señales de la llegada de la navidad ya comenzaban a verse: “...Anoche vimos en el establecimiento del Sr. Lasheras el árbol de Navidad, que todos los años expone aquella casa en esta época. El de este año ofrece la novedad de estar todo iluminado por pequeñas bombillas...” A la vez que se anunciaba en los diarios: “...Turrones-. Los renombrados y conocidos de Alicante, Jijona, las peladillas de Alcoy, los dulces secos, mazapanes y pasteles de gloria, se venden en las estanterías de Juan Bautista Aznar, de al calle Correo…”

Y a pesar de que parecía que la mar se iba calmando: “...La fuerza de la resaca arrastró, en una extensión de 300 metros como unos dos metros de altura de arena, en la parte de las obras del puerto que arrancan de Algorta. En Portugalete y Las Arenas, la resaca era también muy grande. A consecuencia de la extensión de arena que arrastró el temporal en, las obras del puerto que arrancan en Algorta, la caseta situada en la Avanzada y perteneciente a la compañía del tranvía amenaza desplomarse…” (“El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión” del 17 y 18 de diciembre de 1895).

El día 19 de diciembre de 1895, según informaba la prensa bilbaína, comenzaba a funcionar el teléfono interurbano: “...Hoy a las siete de la maña a quedará abierto al servicio público en esta Villa el teléfono interurbano del Nordeste de España…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 19 de diciembre de 1895).

En nuestra Anteiglesia había una costumbre que se mantuvo durante largos años, la del socorro diario mensual para los mas necesitados, aquella ayuda estaba llamada a desaparecer con la próxima entrada en funcionamiento del Hospital Hospicio. Así se hizo saber en el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 19 de diciembre de 1895, en el que se trataba sobre una solicitud de socorro domiciliario: “...Se dio cuenta de una solicitud de una viuda de esta vecindad, en la que manifiesta no haber podido cuidar y alimentar con 15 pesetas de socorro domiciliario mensual que se le pagaron por su finada hija, habiendo contraído algunas deudas que no puede pagar, por lo que solicita se le aplique esa cantidad del socorro a su favor. El Ayuntamiento acordaba y decía: Que teniendo presente la conveniencia y necesidad de suprimir desde hoy para lo sucesivo toda reclamación de socorro domiciliario y mensual, porque además de crear algunos vicios no da el resultado deseado, y teniendo en cuenta que ya luego será un hecho la terminación del Hospital Hospicio en construcción, donde podrán tener albergue los pobres, acordamos por unanimidad no se conceda ningún socorro diario mensual a persona alguna, con la excepción del de lactancia. Y haciendo ina excepción se conceda a la solicitante y por una sola vez la ayuda de 50 pesetas...”

En ese mismo pleno municipal se trataba sobre al solicitud de un grupo de vecinos de la “Cadena”, representados por el notario Pedro Jesús Vozmediano: “...Se da cuenta de una instancia presentada por D. Pedro Jesús Vozmediano y otros cinco vecinos propietarios del punto de la Cadena solicitando la construcción de una alcantarilla para dar salida a las aguas sucias y materias fecales de sus respectivas casas...”

Y mientras las obras del Hospital Hospicio avanzaban a buen ritmo, el constructor solicitaba al Ayuntamiento: “...La conveniencia de proteger con tableros de mármol la parte superior de los antepechos de las ventanas del edificio. Aprobando el Consistorio dicha solicitud...”

Dentro de las clausulas, que la donante Dña. Leona Zalduondo y Bareño, deseaba incluir en las clausulas de donación para el nuevo Hospital Hospicio se incluía: “...Como heredera de su finada madre D. Salomé, que tiene que entregar en estos días su donativo de 20.000 pesetas a favor del Hospital Hospicio, había expresado el deseo de que en los recibos o cartas de pago que se expidan a favor de los donantes, se consigne la siguiente condición: “La cantidad que se entrega, por vía de donación para siempre, para dicho Hospital, deberá pertenecer exclusivamente en todo tiempo a la parte del Pueblo o Ayuntamiento donde se halla enclavado el citado Hospital Hospicio, sin que otra u otras partes del Municipio, en caso de separación, tengan derecho alguno a esta donación. El Ayuntamiento acordaba aprobar dichas condiciones...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la farmacia de D. Rodrigo del Val, del barrio de Algorta, pasaba a ser regentada por D. Alejo Sarria Alday.


domingo, 11 de diciembre de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -304-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, tras el estío habían vuelto las actividades cinegéticas a nuestra Anteiglesia.

En el último punto del día, del pleno del 5 de diciembre de 1895, se trataba sobre un suelto de prensa llamado “Una Profanación”, acontecido en el cementerio de Algorta: “...Se da cuenta de un suelto que con el título de “Una Profanación” se insertó en el periódico “Las Noticias”, publicado en Bilbao el día 4 de diciembre de 1895, donde se dice haber ocurrido estos días “un hecho sacrílego” en el cementerio de Algorta, de la Anteiglesia de Guecho, consistente en haber aparecido rotas las columnas de hierro que rodena un panteón. En su vista, y aunque en el suelto no aparece su autor ni se fija el panteón de referencia, acordó el Ayuntamiento: Que con el fin de esclarecer los hechos denunciados, y de ser ciertos, castigar a los culpables, si se encontraren, se abra una información colocando por cabeza del expediente el referido número del periódico, y ante todo sea reconocido el cementerio por una Comisión de la Corporación Municipal, para que informe de cuanto particular observare

En uno de los diarios bilbaínos aparecía el siguiente suelto: “…Se convoca a una reunión para el domingo próximo, a las dos y media de la tarde, a todos los interesados en la Vega de Santa Eugenia, en Las Arenas, para para darles cuenta de las gestiones practicadas por la comisión formada el 4 de marzo último. El sitio de reunión será la fabrica “La Electra”, en dicha Vega” (“El Noticiero Bilbaíno” del 6 de diciembre de 1895).

En la sección “Apuntes Vascos” del diario anteriormente citado aparecía un espacio dedicado a Antón el de los Cantares (Antonio de Trueba). Y en sus líneas decían: “...Al fallecimiento del insigne poeta vascongado D. Antonio de Trueba se proyecto por la Diputación Provincial honrar su memoria, a cuya idea se asociaron algunos amigos de Antón el de los Cantares. Varios fueron los proyectos que ese acariciaron, pero por último de acuerdo con los testamentarios del ilustre escritor, se acordó la erección de una estatua. Con este objeto se abrió una suscripción con los Ayuntamientos de la Provincia. Se encomendó la obra al insigne artista Sr. Benlliure, obra que fue agraciada con el Premio de Honor de la Exposición de Bellas Artes celebrada en Madrid. La fundición se hizo en los talleres del Sr, Masriera, de Barcelona, y el pedestal lo proyectó el arquitecto Sr. Achúcarro. El 10 de noviembre último se celebro la ceremonia de descubrir la estatua en los jardines de Albia. Que por fondo tiene la decoración que más pudiera agradar al poeta: Árboles en los que posan los pajarillos para cantar a la estatua del poeta que en su vida les cantó a ellos” (“El Noticiero Bilbaíno” del 6 de diciembre de 1895).

El asunto del cementerio de Algorta volvía a aparecer en la prensa bilbaína con un “Nos escriben desde Algorta”: “…En el cementerio de esta localidad, que yo sepa, no se ha cometido ningún hecho sacrílego, pues que mal pueden cometerse sacrilegios en cementerios, cuando no son lugares consagrados al culto divino, si no pura y exclusivamente benditos. Por consiguiente, ignoramos a que sepulcro se refiere el suelto mencionado, pero si, como creemos, se alude al de D. Juan Zavala, debemos hacer presente al autor del suelto, que nos consta que el Sr. Alcalde, en virtud de denuncia verbal que dicho señor le hizo, y según le ofreció, ha comenzado a realizar las correspondientes diligencias a fin de esclarecer las verdad y ver de descubrir al autor de semejante hecho, para consignarlo al señor Juez, tal y como lo previene el artículo 26 de las Ordenanzas Municipales” (“El Noticiero Bilbaíno” del 7 de diciembre de 1895).

Y con motivo de la festividad de San Nicolás, en ambas márgenes de la ría hubo fiestas. En Portugalete: “...Ayer día del patrón de los marineros, amaneció la entrada del muelle de Portugalete engalanada con banderas. Por ese motivo estuvieron de fiesta los lancheros. La banda de tamborileros recorrió el Pueblo por la tarde…” En Algorta: “...Con motivo de las festividad de San Nicolas de Bari, hubo en Algorta una alegre romería. El tamboril y algunas orquestas de ciegos fueron las encargadas de amenizar el espectáculo. La fiesta duró hasta las doce de la noche…” (“El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión” del 7 de diciembre de 1895).

Para el pleno Municipal del 12 de diciembre de 1895, el asunto de lo que la prensa llamó “Una Profanación” quedaba archivado: “...De las diligencias llevadas a cabo por la Comisión Municipal se deduce que: El hecho era casual y no intencional, quedando archivadas las actuaciones en la Secretaria con el fin de, que si en lo sucesivo se averiguase culpabilidad del hecho contra alguna persona determinada se proceda a lo que hubiera lugar

En ese mismo pleno se recibía un comunicado del Gobernador Civil de la Provincia, encaminado a prevenir de la incorporación a filas del ejercito, de uno de los casos en los que eran excluidos a los jóvenes: “...Se da por enterada la Corporación Municipal de un oficio del Gobernador Civil de la Provincia, indicando que en el Convento de los Trinitarios establecido en Algorta, había tomado hábito religioso en concepto de novicio el joven D. Pedro de Azcorra e Ibarra, hijo de D. Saturnino y de Dña. Saturnina, cuyo oficio ha sido enviado a este Ayuntamiento a los efectos de lo establecido en el Párrafo 1º, disposición 5ª, artículo 63, de la vigente Ley de Reclutamiento y Reemplazo del Ejercito…”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la maestra de la Escuela de Niñas Pobres de San Martín se quejaba de la mala resolución de las obras realizadas en dicho centro.

miércoles, 7 de diciembre de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -303-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX veíamos como, la Compañía del Tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta planeaba realizar cambios en algunos cruces de Las Arenas.

En el pleno del 5 de diciembre de 1895, se trataba sobre un conflicto que se produjo en Algorta con un maestro por un asunto de clases particulares, que el Ayuntamiento había prohibido se dieran en un colegio público de la Plaza de San Nicolas, y que el maestro derivó al Gobierno Civil. Lo cual dio lugar a un extenso cruce epistolar: “...Se da cuenta de un oficio del Gobernador Civil como Presidente de la Junta de Instrucción Pública de la Provincia, en el que acompaña una instancia elevada a dicha Junta por el maestro de una de las Escuelas Públicas de esta Anteiglesia, D. Valentín Cuartango, en cargando al Alcalde, que oyendo a esta Corporación Municipal y a la Junta Local de 1ª Enseñanza, le informe de cuanto sobre el particular se le ofrezca, referente a la queja del maestroActo seguido, se señalaban las quejas que el maestro había dirigido al Gobernador: “...Que esta Corporación le había ordenado al maestro, en un comunicado el 6 de julio, que se abstuviera en lo sucesivo de dar lecciones particulares en el local de dicha Escuela, la cual quedaba cerrada después de las horas reglamentarias de clase, y que a consecuencia de semejante orden habían acudido veintiún padres en exposición dirigida a este Ayuntamiento, haciendo ver lo perjudicial que era para el vecindario la prohibición de que el maestro se dedicase a la enseñanza particular en la Escuela Pública, desde las 11 hasta las 12 de la mañana. Acusaba al consistorio de que había persona extraña al magisterio y autorizada por el Ayuntamiento para hacer uso del local y del material de la escuela pública de niñas, parece más razonable se autorice el uso a un maestro propietario.

Que en la sesión municipal del día 12 de septiembre último, había acordado esta Corporación instalar la clase de solfeo en uno de los departamentos de la clase de niños, bajo pretexto de no tener local adecuado para esta clase, quedando ambos departamentos a disposición del organista, puesto que no tiene puerta alguna que pueda incomunicarlos…”

A continuación el Ayuntamiento exponía las suyas y sus acuerdos: “...Por unanimidad, en méritos de la verdad, para que el Sr. Alcalde tenga presente al evacuar el informe que se le ordena lo siguiente: Que aunque es ajeno de esta Corporación el tener que refutar a un maestro aun cuando para hacer atmósfera se disfrazan los hechos para hacerlos parece como verdades, se hace necesario esclarecer aquellos a fin de que la verdad aparezca en toda su desnudez: Si al maestro Sr. Cuartango se le prohibió que diera lecciones particulares en la Escuela Pública entre horas intermedias de clases, fue porque los padres, en general, se quejaban de que por atender de preferencia a las lecciones particulares, que no eran más que para veintiún alumnos, descuidaba la educación de 170 niños, puesto que la matricula actual es de 191 niños.

Esta queja pública llegó a conocimiento de la Corporación Municipal, y de aquí que el Ayuntamiento tomara la determinación que tomó, obrando como lo aconsejaba la necesidad de atender debidamente a la instrucción primaria, base fundamental de toda instrucción.

El Sr. Cuartango, por otra parte, para dar mayores visos de verdad a cuanto expone a la Junta de Instrucción Pública dice en su instancia, que habiendo concedido el Ayuntamiento a persona extraña del Magisterio, que diera lecciones en una escuela de niñas, más razonable y lógico es que se le diera a él, pero ya por ignorancia o por cualquier otra cosa no expresa que aquellas lecciones se dan de noche en una escuela de la parte rural, y que el que las da es hijo político de la maestra y habita con ella en la casa donde se halla la Escuela…” Además el concejo iba desgranado otras razones que en su opinión contradecían lo expuesto por el maestro: “...Además el Ayuntamiento, en sesión ordinaria del 17 de octubre pasado, concedió al titular de la Escuela de niños de Algorta el oportuno permiso para que pudiera dar lecciones nocturnas en el local alto de la misma escuela, que había sido habilitado poco ha para ampliación de aquella.

Si es cierto que tan luego como el Ayuntamiento habilitó los altos de la Escuela de niños para la de los menores, cuyo departamento, bajo la vigilancia del Sr. Cuartango como maestro, esta a cargo del auxiliar, dispuso que la clase de solfeo dirigida por el organista de la parroquia de Algorta, D. Pablo Mugica, se estableciese en uno de los locales del que hoy es Juzgado Municipal, que se halla bastante distante de al escuela pública y muy cerca del Puerto. También es cierto que poco tiempo después de haberse hecho la instalación, vino quejándose el Director de Solfeo de que debido a la distancia del nuevo local, no asistía ni la tercera parte de los inscritos, razón por la cual se consideró conveniente que al enseñanza de solfeo se diera en la misma escuela.

Esta y no otra es la razón que la Corporación tuvo en cuenta para disponer que la clase de solfeo se diera en el lugar que ocupa actualmente. Los cuales han sido reclamados desde ha tiempo por el Juzgado Municipal pata Sala de Audiencias, Secretaría y Archivo, por lo que no era posible dejar allí la clase de solfeo

Mientras esto sucedía en la Plaza de San Nicolás, muy cerca, en el cementerio de Algorta, en la llamada campa del muerto, una nueva profanación de una tumba venía a hacer el tercer acto vandálico contra una de aquella moradas. Pues bien justo en esos mismo días la prensa local decía: “...Por tercera vez ha sido objeto de una profanación el panteón que un estimado amigo posee en el cementerio de Algorta. Hace pocos días que aparecieron rotas las columnas de hierro que rodean el panteón, sin que haya habido medio de averiguar hasta la fecha, quien es el autor de esa hazaña. Puesto que solo dos personas poseen las llaves de aquel sagrado lugar, parece que no sería muy difícil averiguar quien es el autor de la profanación. Nos permitimos excitar el celo del señor cura párroco de Guecho y del señor Alcalde para evitar la repetición de estos hechos…” (“El Noticiero Bilbaíno y “El Nervión” del 5 de diciembre de 1895). Muy posiblemente algunos de los residentes, sobre todo el afectado, desde su lecho eterno dijeran enojados, aquello que tiempo antes alguien escribiera: “...!Al cerrar la noche todos los que hoy vinimos a ocupar nuestras habitaciones eternas en este gran palacio, hemos ido a saludar a los qué nos perturban con el fin de ofrecerles nuestras respectivas tumbas...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, el propio Ayuntamiento trataba en un pleno municipal el tema de la profanación de tumbas.