Getxo,
a lo largo de su historia, ha tenido diversos edificios y elementos,
que debieran de haber sido cuidados y haber pasado a formar parte del
patrimonio cultural de nuestro municipio, obviamente esto es una
opinión.
El Etxetxu es uno de ellos. A lo largo del tiempo fue sede del segundo Ayuntamiento de Getxo, de la Cofradía de Mareantes, de los Pilotos Lemanes.
El
primer Ayuntamiento estuvo localizado en la iglesia de Andra Mari
(Getxo), como ya escribí en mi entrada del 30 de enero del 2017. Por
la preponderancia que iba adquiriendo el barrio de Algorta sobre el
de Santa María, se trasladaron las sesiones a un edificio del Puerto
Viejo, pasando a celebrarse en el local que la “Sociedad de
Prácticos Lemanes” tenía en dicho puerto de Algorta.
Dicho local era el “Etxetxu”, que desde 1857 funcionó como
Ayuntamiento de Getxo, hasta su traslado a la plaza de San Nikolás
en 1860.
Algorta
ha
estado íntimamente ligada
a través de la historia, a
las actividades relacionadas con la mar,
en
el denominado
“Portu
Zaharra”
o
Puerto Viejo. Ya desde el siglo XVII (1627) se tiene constancia de la
actividad de la “Cofradía
de Mareantes de San Nicolas”.
Quienes
en 1740
construyeron
un nuevo muelle, contaban
con 12 embarcaciones. La
actividad de los pilotos lemanes, también conocida como lemanaje,
comienza en Bilbao, debido
a la
peligrosidad de la barra y del canal de acceso al
puerto. Se tiene noticia de que esta actividad se desarrollaba ya
desde
finales
el siglo XV. La Sociedad de Pilotos Lemanes, estaba formada por
cuatro cofradías, las de Algorta,
Portugalete,
Santutzi, Zierbena. En
1761 mareantes
del puerto de algorta y
mayordomo puerto de algorta
Desde
1878 la prensa bilbaína ya recogía noticias relacionadas con la
Cofradía de Mareantes, al aportar el mayordomo de la misma, en
beneficio de las familias de los náufragos del 20 de abril de aquel
año, un donativo de 912 reales. En
febrero de 1884 también realizara una aportación para el
establecimiento de una Estación de Salvamento de Náufragos.
Los
lemanes eran pilotos autorizados por el Consulado, y
elegidos entre
marinos más
expertos, que
conocían las
dificultades de la
costa y ría. Actas
de exámenes para pilotos lemanes de Algorta, ya parecen entre 1622 y
1661, en
los archivos forales.
Esta
actividad, en
nuestro pueblo, ya
en 1699, superaba a la de otros puertos vecinos, Algorta tenía 79
pilotos lemanes, (Portugalete tenía
17,
Santurtzi 33 y Zierbena 6). Agrupados
entorno a la “Sociedad
de Pilotos Lemanes”,
tuvieron como sede el edificio “Etxetxu”,
mantuvieron la figura de “Piloto
Mayor”
hasta la implantación de la Comandancia de Marina en 1.830. Referido
al oficio de leman, describía la prensa en 1848 sus características:
“...las
dificultades que vencen todos los días el arrojo indomable de
aquellos mareantes. Sus rostros tostados y oscuros unas veces,
indican el rigor del sol qué con sus rayos les ha herido en la
plenitud de su fuerza; azotando los vendavales sus mejillas, sus
manos callosas y sus brazos nervudos...”
El
edificio denominado “Etxetxu” constaba de un espacio inferior
abierto al público
y
un piso superior, que como
decía, fue
sede de la Sociedad de Prácticos “Lemanes”, pasó a acoger al
Ayuntamiento de Getxo al terminar la Primera Guerra Carlista, hasta
que a finales del siglo se construyó la Casa Consistorial adosada a
la nueva Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari en la parte alta
de Algorta. Posteriormente siguió siendo el lugar de reunión de los
prácticos lemanes. Los últimos propietarios fueron Mª Cruz
Esesumaga, “La Pipis”, y su esposo. Mª Cruz, nacida en esta casa
y dedicada profesionalmente a la venta de pescado.
Parece
como si la historia volviera atrás, ya que según escribían en el
Libro
de Decretos de 1797, refiriéndose
a la bebida
“...siempre
que se trajera a este Pueblo el aguardiente en barricas de madera o
en otra forma, se dé aviso a los fieles regidores antes de vender, y
estos tasen y den el precio en que se ha de vender...”
Y como parece que la burra vuelve al trigo, hasta hace relativamente
poco parecía destinado a homenajear a una bebida de dudosos méritos.
Esto
último,
viene
a colación por esa idea que ha apareció
recientemente en algún periódico. La de convertir el “Etxetxu”
en una especie de museo dedicado a una bebida, cuya mezcla, y es para
opiniones, en la mía empobrece dos colaciones que por separado
pudieran ser apetecibles, pero
que en cualquier caso, no creo merecedora de ensalzar.
Ahora,
nuestro
Etxetxu,
aparece apuntalado
y va camino de convertirse en el museo de la “moña”.
No se cuando se vendió ese bien público e histórico de Algorta,
pero creo que a lo largo de los siglos, desde 1890, se han dejado
caer y desaparecer elementos simbólicos de nuestra pasada historia
(Casa Barco, Grúa Titan, etc.).
Aún
estamos a tiempo de que este histórico edificio sede del segundo
Ayuntamiento de
Getxo y
de
la Cofradía de Mareantes
pueda ser recuperado como
bien público histórico.
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