jueves, 16 de julio de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -172-



En la anterior entrada veíamos cómo se trataba sobre la necesidad de derribar alguna vivienda para poder realizar el tramo de la calle Carretera (Actual Algortako Etorbidea) entre Torrena y Amesti.

En el pleno municipal de Getxo del 27 de octubre de 1892 se trataba sobre un oficio de D. Antonio Uribe en el que informaba al Ayuntamiento: “...Haber comenzado a demoler la casa “Careagaguena Nueva”, en la parte necesaria para ensanchar la carretera, y solicitaba se le abonaran los intereses de las 7.500 pesetas que correspondían al Ayuntamiento, como indemnización...”

Mientras, en Las Arenas, el hojalatero Felipe Charroalde era el encargado de la reposición de los faroles para iluminación de las calles.

Las estructuras ferroviarias, las del Puerto y el saneamiento de Bilbao avanzaban a buen ritmo, algunas como las del saneamiento ya estaban en fase de proyecto.

El 30 de octubre de 1892 el diario Bilbaíno “El Nervión, informaba en su tercera pagina, sobre la Memoria presentada por la Compañía de Ferrocarril de Bilbao a Plencia. La misma daba un detallado informe sobre la situación de las obras en nuestro Municipio: “...Ayer recibimos la memoria presentada por el Consejo de Administración del ferrocarril de Las Arenas a Plencia a la Junta General Ordinaria de accionistas celebrada el 25 del corriente mes. En ella se da cuenta de haberse llevado a cabo varias contratas para el suministro de materiales con dos casas inglesas y con la sociedad “Vizcaya” para el suministro de traviesas y con los “Talleres de Zorroza” para la construcción de un puente metálico sobre el río Gobelas en el barrio de Las Arenas, y otros varios trabajos. Respecto al estado de las obras para las de explanación sólo faltan unos 20 metros lineales de trinchera en la jurisdicción de Guecho, 40 en la de Urduliz y la trinchera de Gañeli en las inmediaciones de Plencia. En cuanto a los edificios están concluidos el depósito de máquinas y la cochera en la estación, común a las compañías Bilbao-Arenas y Arenas-Plencia, de Las Arenas; próximo a concluirse el apeadero de San Ignacio y en construcción el edificio de viajeros de la estación de Algorta. La vía se halla colocada hasta el paso a nivel de la carretera de Guecho a Urduliz, en Algorta, incluso los cambios necesarios, el ramal de la Estación de Las Arenas y la placa giratoria de esta Estación, que presta ya sus servicios...”


Por otro lado la Memoria de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao nos iba a indicar, el estado de las mismas y el progreso de las obras de la ría, en la que se describía: “...Con extensión y gran copia de datos numéricos el estado en que se hallan las obras de nueva construcción y el adelanto que han sufrido durante el año. Trata también de la conservación y reparación de los muelles, camino de sirga, boyas y edificios afectos al servicio del puerto; de los trabajos de dragado que para conservación del cauce se efectúan; del servició de alumbrado de la ría; del de las grúas y demás. Durante el año económico de 1889 al 90 pusieron en obra los contratistas 207.094 toneladas de escolleras de segunda y tercera clase; ejecutaron la mayor parte de las explanaciones y otras obras de fábrica de la carretera de servicio desde Santurce al origen del rompeolas y prepararon el emplazamiento para el taller de bloques artificiales. En 1890-91 se pusieron en obra 327.810 toneladas de escolleras de 1ª, 2ª y 3ª clase, se completó el taller de bloques con la maquinaria y demás elementos para su fabricación y trasporte; se fabricaron 25.450 metros cúbicos de bloques, de los que se pusieron en obra 11.620, desde el día 23 do Abril de 1891, en que se emprendió este trabajo, hasta el 30 de Junio del mismo año; se concluyeron las obras de la carretera de servicio: y por último, se dio principio a la construcción de la superestructura del rompeolas, en el arranque de la costa, obra de la que hicieron los contratistas una longitud de 21 metros, fundada sobre las rocas que en bajamar se descubren. En el año de 1891 a 1892, objeto de la Memoria, se han puesto en obra 307.61-1 toneladas de escolleras de las diferentes clases; se han colocado 50.860 metros cúbicos de bloques de hormigón sobre las escolleras hechas en el año anterior. En el taller de Axpe ha continuado sin interrupción la fabricación de los grandes bloques de 30 y 50 metros cúbicos de hormigón hidráulico, habiéndose fabricado durante el año, 50.370 metros cúbicos, de los cuales y de la existencia que había al principiar el año económico, proceden los 50.860 metros cúbicos que se han colocado en obra...” Continuaba un largo informe y como conclusión se afirmaba que: “...Con la marcha que siguen las obras, puede decirse que, en un plazo de dos años, estarán terminadas las escolleras que forman el primer cuerpo del basamento; que el segundo cuerpo de éste, formado de bloques artificiales de 30 y 50 metros cúbicos, estará terminado un año después. La obra en construcción proporcionará suficiente abrigo para que, al socaire suyo, puedan fondear los buques en época de temporal, sin necesidad de refugiarse en otros puertos, como ahora sucede...”

Respecto del proyecto del saneamiento de Bilbao, un articulista del diario “El Nervión” advertía a los habitantes costeros de que estuvieran atentos a las consecuencias que pudieran derivarse del conducir las aguas residuales al mar: “...En cuanto a la idea de conducir las aguas al mar pregunta el articulista de El Noticiero su conveniencia a los habitantes de Santurce, Portugalete, Las Arenas y Algorta, a cuyas playas dejarán de concurrir el gran número bañistas que hoy las visitan, pregunten a los habitantes de Londres el resultado obtenido con llevar sus aguas fecales a Barking y Crossues y recomiende al municipio bilbaíno la conveniencia de hacer un enorme estrago en sus arcas municipales para la realización de las obras y la obligación de consignar en su presupuesto una partida, anual nada exigua, para atender a los gastos de la triple (cuando menos) elevación de las aguas y de conservación de las obras...” A su conclusión iba a dar lugar al la conducción que popularmente se conoce en Getxo como los “Malakate”.


El 27 de octubre de 1892 se trataba en el pleno del Ayuntamiento de Getxo un tema de viejo cuño, desde que la estación telegráfica de Algorta pasara a manos del Estado. En ese pleno municipal se daba cuenta de la conversación mantenida entre el Alcalde y el Director de Telégrafos de Bilbao respecto a la línea telegráfica: “...Solicitando la traslación del alambre actual a la línea del Semáforo de La Galea y la desaparición, por consiguiente, de la que había establecido el municipio desde Bilbao a Algorta, la cual fue entregada al Gobierno el día 4 de mayo de 1892...” Una vez discutido el tema en el pleno se decidía: “...Que esta corporación municipal no tiene inconveniente en acceder a la solicitud de la Dirección General de Telégrafos permitiéndole la desaparición de la actual línea telegráfica de Bilbao a Algorta, que el Gobierno tiene establecida al Semáforo de La Galea, siempre que el Estado respete el Artículo 2º de las condiciones con las que se le hizo el traspaso, que decía lo siguiente: “Si al Gobierno no le conviene dejar en el estado que dice el artículo anterior la línea que le traspasó este municipio, en este caso se quedará autorizado tacita y expresamente para hacer el servicio por la línea del Semáforo, si esta quedare suspendida o no continuase dando el servicio, el Gobierno cumplirá lo indicado en el artículo 2º...”

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo el consistorio cedía terrenos municipales a algún industrial que tenía instada su fabrica en la Avanzada.

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