En
la anterior entrada veíamos cómo los miedos a una posible epidemia
de Cólera Morbo llevaron durante el mes de septiembre de 1892 a que
la inspección sanitaria a los buques procedentes de puertos
declarados “sucios” se realizara fuera de nuestro puerto.
Mientras
que el transito de buques por nuestra ría a lo largo de septiembre
de 1892 era intenso “...Habían
entrado 324 buques y salido 331. Alcanzando días en que llegaban
22, y salian de 28 buques...”
Los pabellones de los 324 buques entrados era la siguiente: “...139
españoles, 131 ingleses, 37 franceses, 3 alemanes, 7 holandeses, 3
noruegos, 2 belgas, 1 danés y 1 sueco...”
Los 331 buques salidos pertenecían a los siguientes pabellones:
“...145
españoles, 130 ingleses, 32 franceses, 7 alemanes, 7 holandeses, 4
belgas, 3 noruegos, 2 daneses y 1 sueco...”
Siendo los de otras nacionalidades los de pabellón inglés los de
mas flujo.
El
transporte público que cruzaba nuestra Anteiglesia, a comienzos de
octubre de 1892, tras la estación veraniega reducía sus horarios
según publicaba la Compañía en las paginas del diario “El
Nervión” del 1 de octubre: “...La
Compañía del tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta ha publicado
su servicio de Otoño que dará principio el martes 4 del corriente.
El servicio de Las Arenas será de medias horas por la mañana y de
cuartos de hora por la tarde. La última salida para Algorta será a
las 18,30 y a la misma hora de Algorta para Bilbao...”
Aquel
mismo día, el 1 de octubre, el diario bilbaíno “El Nervión”,
quizá por aquello de “excusatio non petita”, publicaba en sus
páginas el siguiente suelto referido al intento de segregación del
barrio de Las Arenas: “...Hemos
recibido un remitido de un vecino de Algorta en el que se refutan los
datos aducidos por el señor Palacio en su Memoria, como fundamento
para segregar el barrio de Las Arenas del ayuntamiento de Guecho. Lo
publicaremos en prueba de nuestra imparcialidad...”
El
día 5 de octubre de 1892 aparecía el remitido firmado por “Un
Algorteño”, en respuesta a las afirmaciones segregacionistas de D.
Alberto Palacios, bajo el titular “La Verdad en su Lugar”: “...En
el Nº 546 del periódico que tan dignamente dirige usted vio la luz
pública un artículo con el epígrafe “Las Arenas y Algorta” en
el que se daba cuenta de una reunión de vecinos y propietarios del
barrio de Las Arenas, que tuvo lugar el 12 del pasado en el Casino
del mismo, en el que entre otras cosas leo lo siguiente: “Hizo
después el señor Palacio la historia de lo ocurrido a grandes
rasgos, las pocas obras realizadas por el municipio, los sacrificios
hechos por el vecindario que permitieron hacer las obras de
explanación que desde el establecimiento de baños lleva a la ermita
de Santa Ana, que costearon algunos propietarios con 27.000 reales,
la edificación de la iglesia y o tras varias obras”.
En
primer lugar para hacer historia es indispensable poseer los datos
necesarios, cosa que no aparece por ningún lado en los presentados
por el Sr. Palacio, a menos que trate de omitir aquellos que no
deben cuadrar a sus propósitos. Cierto es que algunos propietarios
del barrio de Las Arenas contribuyeron con 27.000 reales para la
construcción del camino indicado; pero no lo es menos que de las
arcas municipales del Ayuntamiento de Guecho salieron 10.040 reales
con el mismo objeto, cosa que al parecer debe serle desconocida al
Sr. Palacio.
Dícese
a continuación: “La edificación de la iglesia” ¿Ignora también
el Sr. Palacio (pues esto sería mucho ignorar) que los dos templos
con que cuenta Algorta son debidos al concurso particular de sus
vecinos? En esto no han hecho los vecinos de Las Arenas más qué
seguir el ejemplo dado por los de Algorta !Loable es siempre imitar
lo bueno!
Léese
enseguida: “A pesar de que el barrio de Las Arenas ha contribuido a
levantar las cargas del municipio con 200.000 pesetas (eche usted
plata) desde su fundación (época antediluviana) Sólo se ha gastado
la décima parte en obras públicas en los treinta años
transcurridos, pues las 119.171 pesetas que se suponen invertidas en
mejoras figuran 32.000 para la conducción de aguas y solo se han
invertído 8.000”. Aquí si que no podemos menos de exclamar:
!Lástima grande no ser verdad tanta mentira! Y si no vamos por
partes: ¿De dónde saca el articulista esas 200.000 pesetas?
Probablemente de su soñadora imaginación. ¿Qué era hace ocho años
el barrio de Las Arenas? Algunas fondas y casas de recreo,
produciendo por lo tanto muy exiguos rendimientos. ¿Cuántos vecinos
tenia en 1886? La enorme cifra de 71. Ahora bien, puede decirse que
en realidad la vida de Las Arenas data del año 1888 en el que
produjo por arbitrios 12.000 mil pesetas. Díganos pues ahora: ¿Dónde
están las 200.000 pesetas?
¿
En la traida de aguas a Las Arenas, solo se han invertido 8.000
pesetas? Háganos usted el favor de sumar las siguientes cantidades:
Una
fuente en la plaza de Las Arenas…………………………….975,80.
Un
urinario………………………………………………………..624,74.
Desagüe
de ambas cosas…………………………………………..734,40.
Conducción
de aguas (presupuesto del señor Santa María)…...15.210,80.
Gastos
imprevistos.. …………………………………………….258,25.
Dirección
y administración…………………………………….890,19.
Beneficio
industrial, incluido el 3 por 100 de interés del capital..1602,36.
Su
parte en los trabajos de toma de aguas y depósitos………..11.703,46.
TOTAL………..32.000
PESETAS
Pero,
Sr. Palacio, si solo los 500 tubos invertidos en ese trayecto de San
Ignacio a Las Arenas, han costado más de 8.000 pesetas cómo se
afirma con tanta seriedad “solo se han invertido 8.000”. Eso no
es historia ni cosa que se le parezca.
Nosotros,
sí vamos a hacer un poco de historia para demostrar a usted con la
inflexible lógica de los hechos y de los números, que eso que usted
llama historia no es más que fábula, y no de la mejor especie, por
cuanto que lo que vamos a decir lo debe usted saber tan bien como
nosotros.
¿Recuerda
usted, Sr. Palacio, aquellas memorables bases concertadas entre los
vecinos del barrio de Las Arenas y el Ayuntamiento de Guecho? ¿Ignora
usted, por ventura, que la primera consistió en que el Ayuntamiento
de Guecho levantara un empréstito con destino a mejoras del barrio
de Las Arenas, al 5% de interés, afectando para su amortización
5.000 pesetas anuales. ¿No sabe usted que obtenida autorización
competente de la Excma. Diputación, a pesar de haberse anunciado
dicho empréstito por dos veces, no se presentó alma alguna
caritativa que quisiera tomar parte en él?.
¿No
ha llegado a sus oídos tampoco que en vista de este resultado
negativo, acordó el Ayuntamiento de Guecho comunicar lo ocurrido a
los vecinos y propietarios de Las Arenas, o por mejor dicho, a la
Comisión por estos nombrada, agregando que era llegado el caso, con
arreglo a lo pactado en la base primera, de que dicha comisión
hiciese las gestiones necesarias para conseguir cubrir dicho
empréstito y , no obstante, habérselo comunicado el Sr. Alcalde,
no ha llegado todavía la contestación, a pesar de los cuatro años
transcurridos? Conste, pues, que el no haberse llevado a cabo mayor
número de obras en Las Arenas, se debe pura y exclusivamente a sus
vecinos y propietarios. Para terminar, vamos a demostrar que el
Ayuntamiento de Guecho ha hecho mayores dispendios en Las Arenas en
estos tres últimos años, que ingresos ha producido en igual
periodo:
Remate
de 1890 a 1891 en toda la anteiglesia………………62.200
pesetas.
Id.
de 90 a 91………………………………………………,,78.021
pesetas.
Id
. de 92 a 93 en dos meses, o sexta parte, a 94.914……....15.819
pesetas.
TOTAL……156.040
pesetas.
Corresponde
a Las Arenas, según base 3ª el 35 por 100……,,,54.614
pesetas.
A
deducir la mitad por instrucción, policía, etc., según
base…27.307 pesetas.
LIQUIDO
DE LAS ARENAS…...27.307 pesetas.
Gastos
de 1890 a 1891………………………………………7.164
pesetas.
Gastos
de 1891 a 1892……………………………………....8.325,26
pesetas.
Gastos
de 1892 a 1893……………………………………22.266,50
pesetas.
TOTAL
DE GASTOS…………37.755,76 pesetas.
TOTAL
DE INGRESOS…… ..27.307,00 pesetas.
Exceden
los gastos a lo ingresos…………………………10.448,76
pesetas.
Si
el Sr. Palacios se hubiese dignado, como nosotros, pasar por la
Secretaria del Ayuntamiento de Guecho, es de suponer que se lo
hubieran facilitado los datos anteriores que obran en sus libros, y
de esta manera, hubiera evitado el verse públicamente desmentido...”
Al parecer, los datos facilitados por aquel algorteño hablaban por
si solos.
En
el pleno del 6 de octubre de 1892 se trataba sobre la petición de
Dña. Catalina Mandaluniz para que se declarara que podía reedificar
la casa quemada de su pertenencia llamada “Dominguena”, hasta
donde llegaban los cimientos de la antigua. Esta casa se encontraba
bajando la cuesta de San Nicolás, tras pasar la calle Abasota,
próxima a las casas “Dilizena y Peruchena” (ver plano de 1878).
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo se trataban de
liquidar los trabajos ejecutados en la calle de la Carretera, en el
punto llamado Torrena, de Algorta.
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