jueves, 9 de julio de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -171-



En la anterior entrada veíamos cómo un algorteño desmontaba las argumentaciones de D. Alberto Palacio para justificar su opción de segregar Las Arenas de Getxo.

A comienzos de octubre de 1892 la Compañía del Tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta publicaba su servicio de Otoño: “...Que dará principio el martes 4 del corriente. El servicio de Las Arenas será de medias horas por la mañana y de cuartos de hora por la tarde. La última salida para Algorta será a las 6,30 de la noche y a la misma hora de Algorta para Bilbao...”

En el pleno Municipal del 6 de octubre de 1892 se trataba sobre la necesidad de derribar alguna vivienda para poder realizar el tramo de la calle Carretera (Actual Algortako Etorbidea) entre Torrena y Amesti: “...Se informa sobre un oficio de la Diputación Provincial, en el que tras mostrarse enterada de los trabajos verificados en la calle Carretera del Punto de Torrena a Amesti en Algorta...(Torrena estaba en la parte de detrás de la casa Tangora)…, y vista la cantidad de 12.000 pesetas fijadas por D. Antonio Oribe por la demolición de la casa que representa, perteneciente a D. Policarpo Eguiraun, para ensanchar la citada calle, entre la citada casa y la de Dña. Timotea Larrauri...” Por los problemas de caja que el consistorio tenía en aquellas fechas, la corporación municipal aceptó que el propietario de la casa derribada pudiera edificar en el espacio que quedara libre.

Para hacernos una idea del precio de los instrumentos musicales en aquellos años, conocer que un saxofón comprado por el Ayuntamiento para uso de la banda de música costaba 80 pesetas. Curiosamente era casi el precio de los sermones que en las fiestas locales daba el cura párroco de San Nicolás de Bari de Algorta, que estaba entre 50 y 52 pesetas el sermón.

Mientras, otras costumbres locales se seguían practicando. Por ejemplo la de suministros de alcohol y pan durante la reposición de los caminos rurales del municipio. Ya que en aquel año de 1892: “...El Ayuntamiento ordena que a los carreteros se de media azumbre o un litro de vino y media libra de pan, así como a las peonas un cuarto de litro de vino y media libra de pan, debiendo consumir los vecinos que tienen pareja y carro con ellos en uno o dos días según se fije...”


Para el 13 de octubre los trabajos de injertos en la red municipal, por parte de los propietarios de de casas en Las Arenas continuaban a buen ritmo, era el caso de dos vecinas de dicho barrio: “...El constructor D. Domingo Goicolea, vecino de Bilbao, en representación de Dña. Filomena y Josefa Novas, propietarias de la casa conocida como “Casino Antiguo” del barrio de Las Arenas, solicita permiso para injertar las aguas sucias de su casa en la alcantarilla en construcción que está realizando el municipio...”

En el pleno municipal del 13 de octubre de 1892 un asunto recurrente, al menos desde el 3 de marzo de 1885, volvía a estar encima de la mesa del Consistorio. Se trataba del Hospital Hospicio de Algorta. El Alcalde Presidente manifestaba en dicho pleno que: “...Mediante un oficio circular remitido el día 7 de octubre de 1892 había convocado para el día 10 de ese mes, a las dos y media de la tarde, a comparecer en el Ayuntamiento a los Vocales Asociados, Junta de Sanidad y a un crecido número de vecinos mayores pudientes, a una reunión al objeto de determinar el mejor punto posible para el emplazamiento del Hospital Hospicio en esta población que tiene proyectado el Municipio. Y que después de una larga discusión entre los concurrentes se había nombrado entre los vecinos a D. José Ramón Aqueche, D. Martín Berreteaga Arana, D. Dionisio Zubiaga y D. Irineo Ramón Diliz para que asociándose al Ayuntamiento con sus asociados y Junta Local de Sanidad, puedan designar el punto o terreno para emplazar el Hospital Hospicio…”

Pero no todo eran noticias agradables, ya que el 13 octubre de 1892, un maestro muy apreciado en Algorta, que había formado junto a otras personalidades municipales de la Junta del Censo en 1887, nos abandonaba: “...Se da cuenta de una instancia del Maestro de Primera Enseñanza de la escuela de niños de Algorta D. Juan Antonio Muñio por la que informa que ha sido nombrado 2º Maestro de la escuela de Barcelona, y que aunque con sentimiento se ausentará de esta localidad, aunque con idea de volver dentro de pocos años...” Dicho enseñante llevaba más de 13 años en nuestro pueblo. En deferencia a sus años de servicio el Ayuntamiento de Getxo decidía costearle el traslado a la ciudad Condal abonando el viaje en ferrocarril en vagón de segunda clase.


Otros acontecimientos eran rememorados en nuestro municipio a través de actos eclesiásticos. Se trababa de la celebración del Centenario del descubrimiento de las Américas. El día 13 de octubre de 1892 el Ayuntamiento de Getxo se daba por enterado de: “...La invitación cursada por el señor cura de la parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, por la que invita a la asistencia del Ayuntamiento en Corporación al “Te Deum” que se cantará en esta parroquia después de celebrada la misa mayor del día 16 del actual por el centenario del descubrimiento de las Américas por Cristóbal Colón...”

Un mes después de haber aparecido la primera noticia relacionada con el intento segregacionista de Las Arenas, el día 13 de octubre de 1892, el pleno municipal recogía la primera reacción a dicho intento: “...El señor Alcalde informa que tenía algunas noticias de que se había nombrado una Comisión en el barrio de Las Arenas para tratar sobre la segregación de aquel barrio del resto del Municipio, y que estaba realizando algunas gestiones en la Corte encaminadas a evitar dicha separación, y que con el fin de que no le sobrevenga algún perjuicio con su silencio, conviene practicar también las oportunas diligencias para contrarrestar u oponerse a los planes de aquella Comisión y estar preparados para lo que pudiera ocurrir con aquel asunto. El Ayuntamiento acordaba autorizar al Alcalde para la practica de las diligencias preventivas que considerara convenientes para parar dicha intentona...”

Sobre el arbolado del municipio trataba el consistorio de Getxo un 20 de octubre de 1892 considerando que era necesario proceder a mejorar el aspecto de calles y plazas, siendo los especímenes arbóreos que se plantaron de los viveros del horticultor D. Juan C. de Eguilior.

Al 20 de octubre de 1892 el servicio de “Correo Peatón” era realizado por D. José Centeno, el cual cobraba por sus servicios la cantidad de 84 pesetas más 1 peseta como complemento por cada viaje.

Durante aquellos días en que la viruela atacó a nuestra población, el Alguacil Sr. Miragaray realizó las guardias de vigilancia en la casa de D. Juan José Torre Líbano para evitar la propagación de la enfermedad. También fue encargado de la limpieza de la ropa del enfermo. Por esos servicios cobró la cantidad de 116,25 pesetas. Mientras que los alimentos para el enfermo y la servidumbre de la casa fueron suministrados por D. Manuel Eguia a quien se abonaron 51,75 pesetas; de su restaurante, también, se sirvieron comidas para los operarios que realizaron el reconocimiento de las aguas que desde Berango llegaban a Algorta.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se iba a proceder al derribo de la casa “Careagaguena Nueva”.

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