miércoles, 25 de octubre de 2023

GIGANTES Y CABEZUDOS EN GETXO -II-

 


Tras la primera entrada sobre los Gigantes y Cabezudos en Getxo, en la que hacía referencia a como fueron aquellos seres de cartón piedra, y a la primera referencia de la participación en un desfile festivo, de los que la prensa en 1934 denominó como Los muchachos de Algorta y las chicas de Las Arenas”, participando en cortejo en la Villa de D. Diego. En esta entrada continuo con este, ya, centenario festival de Erraldoiak eta Buruandiak.

Y como iba diciendo, en el expediente de Fiestas anuales de 1946, aparecen otra vez los cabezudos. Y precisamente en esa fechas llegaba otro de los personajes festivos, a través de un documento del Archivo Municipal de Getxo.: “...Adolfo Gómez Carrera, delegado de la Pirotécnica Oroquieta, le adjunto el talón Nº 409 para poder retirar de la estación del Norte, un bulto conteniendo el “Toro de Fuego” que viene facturado desde Pamplona. Bilbao 12 de junio de 1946...” Pirotécnica Oroquieta fue una empresa creada por el carpintero de Pamplona, D. Manuel Oroquieta, que se adentró en el negocio de los fuegos artificiales hacia 1885.

La Comisión de Festejos Municipal el 25 de junio de 1946 acordaba: “...Se correrá un Toro de Fuego el día 31 de julio festividad de San Ignacio...” El día 15 de junio de 1946, con motivo de una celebración propia de la época, el Ayuntamiento de Getxo anunciaba y se pronunciaba por primera vez, en un pregón, la palabra Cabezudos: “...El día 15 de junio habrá a las 22.15 de la noche una tamborrada amenizada por la banda municipal de música y los tamborileros desde Cuatro Caminos hasta la Avanzada, donde se celebrara una gran verbena. El día 16 de junio, a las 10 de la mañana, pasacalles por la banda de música y chistularis, que irá precedida por los cabezudos. A las doce de la noche Toro de Fuego...” En el programa de fiestas de aquel año, también se anunciaban los Cabezudos: “...El 25 de julio, festividad de Santiago: A las 9 de la mañana pasacalles por la banda de tamborileros precedida por los cabezudos.

El día 31 de julio, festividad de San Ignacio, a las 9 de la mañana la banda de música municipal y los tamborileros, precedidas de los cabezudos, realizarán el pasacalles tradicional por las calles de Algorta. El día 2 de agosto a las ocho de la noche recorrerán, las calles del barrio de Romo los cabezudos seguidos por los tamborileros.

El martes día 13 de agosto, por la mañana recorrerán las calles del barrio del Puerto Viejo los chistularis precedidos por los cabezudos.

El día 15 de agosto, fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora, pasacalles por la banda de música y cabezudos en el barrio de Santa María.

El martes día 1 de octubre, festividad del Santo Ángel de la Guarda, a las 9 de la mañana, pasacalles por la banda de música y cabezudos en Santa María de Guecho...” Eran los tiempos de la alcaldía de D. Juan Bautista Merino Urrutia. (Archivo Municipal de Getxo. Expediente Código 2.8.7.4, Signatura 3360-14).

En los siguientes años desde 1947 a 1950, los cabezudos volvían a recorrer las calles de Getxo: “...En las fiestas de San Ignacio y San Nicolás de Bari (Algorta), Santiago (Areeta-Las Arenas), Ntra. Señora de los Ángeles (Romo), la Asunción de Ntra. Señora Y el Ángel de la Guarda (Getxo-Andra Mari)...” Y en el año 1948, en las fiestas de Ntra. Señora de los Ángeles, se anunciaban por primera vez, dentro de un programa de fiestas organizado por los jóvenes de Acción Católica del barrio: “...Día 8 de agosto, por la mañana, pasacalles de chistularis con gigantes y cabezudos. Firmaba la solicitud por Acción Católica el Presidente: D. Ramón Grandes...” Por otro lado el Ayuntamiento recibía invitaciones para acudir a aquellas fiestas por parte: “...Del Prior de los Padres Oblatos, P. Isacc Orni y del Capellán de la Capilla de los Ángeles, D. Luis Andonegui...” (Archivo Municipal de Getxo. Expedientes: Código 2.8.7.6, Signatura 3366-23; Código 2.8.7.4, Signatura 3372-6 y Código 2.8.7.4, Signatura 4280-11).

Aquellas fiestas con pasacalles a cargo de la Banda Municipal y Txistularis, precedidos por los cabezudos, irían repitiéndose a lo largo de los años 50. En 1952 aparecería la referencia a los cabezudos en el programa de fiestas en Santiago y Santa Ana (Areeta-Las Arenas); ese año, dentro del expediente de fiestas, se publicaba un apunte de gastos referido a los cabezudos por su actuación en las fiestas del Pueblo, por un importe de 1.200 pesetas. Como dato “histórico festivo” decir: “...Que las barracas, durante las fiestas de Las Mercedes en Areeta-Las Arenas, en los años 1952-1953, se instalaron en un terreno de propiedad de D. Antonio Menchaca, que estaba situado entre las calles María Cristina, Barria y Eduardo Coste...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1487-1).

En los años 50, en Areeta-Las Arenas, era costumbre ver corretear tras los chiquillos a personajes como el Chino, Negro, Municipal, el Lobo, aldeano o el marinero, cuentan quienes vivieron aquellos días que: “...Algunos vecinos, como José Ramón Baticón (+), Allende o Larrazabal, eran los encargados de soportar aquellas enormes cabezotas de cartón-piedra...”

En 1954 el campo de batalla de los cabezudos estuvo situado en el barrio de Alango, durante las fiestas de San Juan. El responsable de lanzar los cohetes fue el Sr. Egaña, y como decía el cartel festivo: “...La romería en honor al Santo se celebrara la víspera, día 23 de junio, comenzando a las nueve de la noche con una alegre pasacalles por el barrio, con Banda de Música, chistularis y cabezudos, cohetes y triquitraques...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1488-3). Pero también se pudo disfrutar de los cabezudos, al igual que en años anteriores, en el resto de las fiestas de la Anteiglesia de Getxo, siendo quien encabezaba el paseo de los mismos, disparando los cohetes, el getxotarra D. Francisco Pomposo (Patxo).

En 1955 la actividad de los cabezudos, como indicaba el cartel de fiestas, se trasladaba al barrio de Romo, con motivo de la festividad de Ntra. Señora de los Ángeles. Pero aquel año, los buruandiak de Getxo estaban en manos del Ayuntamiento de Sopelana: “...Por lo que el Alcalde, el día 2 de junio, reclamaba estos a dicho Consistorio. Y era este responsable de los cabezudos quien el día 1 de julio de 1955, escribía de puño y letra la siguiente nota: De parte del Sr. Rodrigo que los cabezudos tienen que estar preparados para mañana sin falta, porque el domingo hay que bajarlos a Las Arenas...” Para ese año el presupuesto estimado para los jornales de los cabezudos fue de 1.578 pesetas. (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1487-3).

Pero no era solamente en el barrio de Romo donde, en las fiestas locales, actuaban los cabezudos, también según me contaban dos vecinos de Getxo (Andra Mari): “...Era a este barrio, donde, durante las fiestas de Nuestra Señora (15 de agosto de 1955), acudían esos “Buruandiak”. Los empleados municipales encargados de mover a aquellos seres de cartón piedra, que hacían las delicias y causaban pavor a algunos pequeños, llegaban a la campa de la iglesia de Andra Mari, y en los retretes y locales municipales, que estaban bajo dicha campa, que estaban frente al actual probadero, junto a la carretera de Maidagan, se cambiaban de ropajes y se colocaban sus grandes cabezotas. Desde allí recorrían el barrio pasando, acompañados por los txistularis, por la Venta y zonas cercanas; luego, tras comer en la Venta, los txistularis, por la tarde, iban hasta Goñitxu a la casa de Fidel Bilbao, donde el anfitrión les preparaba alguna merienda; aquellas fiestas solía acudir un tío Jesuita de la familia Bilbao, los txistularis tenían por costumbre tocar el himno de San Ignacio en homenaje a este clérigo de la compañía de Jesús, después del ágape Fidel les obsequiaba con un café y copa...” (Familia Bilbao, de Goñitxu).

En las fiestas locales de 1956, lo cabezudos volvían a salir por las calles de nuestros barrios, pero previamente se hizo necesario adecentarlos, por lo que se encargó a una vecina dicho trabajo: “...Se abonará a Dña. Amalia Arribi la cantidad de 65 pesetas por el lavado, cosido y planchado de las ropas de los cabezudos. Y con urgencia, se confeccionará la ropa necesaria para vestir a los nuevos cabezudos adquiridos, cuidando de aprovechar en lo posible la ya existente...” Y es en ese año, lo que nos va a permitir saber de aquellos personajes de cartón piedra, que tuvieron sus más y sus menos, ya que el preció que se solicitó a un conocido escultor bilbaíno, cuyo taller estaba en la calle Sendeja Nº3, resultaba excesivamente caro para los fondos municipales de Getxo. Se escribía un 23 de abril de 1956: “...Se pidió precio para la confección de los cabezudos al conocido escultor bilbaíno D. José Larrea y Echaniz, a quien se han llevado los siete cabezudos de este municipio, para que pueda dar un precio por su reparación. El precio dado telefónicamente es de 2.500 pesetas. Sin embargo los precios de las cabezas en el mercado oscilan entre las 100 y 400 pesetas, por lo que se considera excesivo el precio dado por el escultor. Únicamente y ante la dificultad de encontrara en el mercado la cabeza del “Aña”, podría encomendarse a dicho señor el arreglo de la misma. Se adquirieron nuevos cabezudos en el mercado...” Finalmente se decidió comprar siete cabezudos en el mercado libre, y según se escribía en el “Expediente de Gastos de los Festejos de 1956”: “...Se ha adquirido en el “Gran Bazar de la Ville de Paris”, del hijo de Carlos San Gregorio, de Bidebarrieta nº3 (Bilbao): 2 Gigantes por 450 pesetas, 3 Cabezudos por 420 pesetas y 2 Cabezudos por 350 pesetas...” Entre ellos estaban: “...El Aldeano y la Aldeana, Lili y el Zorro...” Aquellos nuevos y lustrosos cabezudos debutaron en las fiestas de: “...Santiago, Santa Ana y Las Mercedes en Areeta-Las Arenas; Ntra. Señora de los Ángeles (Romo); San Ignacio y el Puerto (Algorta) y en Santa María de Guecho, de la mano del responsable de los mismos D. Francisco Pomposo (Patxo); y en diferentes certificaciones se decía: Se libre a favor de D. Francisco Pomposo la cantidad de ... pesetas, por la actuación de 8 cabezudos...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente de Gastos de los Festejos de 1956)

La presencia, de alguno de aquellos personajes festivos, fue también solicitada por alguna Sociedad de postín de la Anteiglesia. En un escrito del 12 de agosto de 1956 se decía: “...De orden del Sr. Alcalde debe llevarse al Club Marítimo del Abra, mañana miércoles tres cabezudos con sus vejigas y trajes, debiendo ponerse el encargado del servicio de cabezudos y cohetes D. Manuel Gómez, en contacto con el administrador de dicho Club...” Eran los tiempos de la alcaldía de D. Juan Bautista Merino. (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.8, Signatura 1488-1).

Para en la próxima entrada ver como finalizaba la década de los 50 del pasado Siglo XX, y las noticias sobre nuestros “Buruandiak” (cabezudos), aunque a cuentagotas, seguían ofreciéndonos una visión de aquellas entrañables e hieráticas figuras.

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