En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, se ofrecía un pequeño ágape a algunos concejales, sacerdotes, alguaciles y camineros, con motivo las fiestas Santa Ana en Las Arenas.
Siguiendo con los asuntos de los tiratiros (cazadores), asunto al que me refería en la que en la anterior entrada, y que relataba como el ministro de Fomento, es su visita a por estos lares, había decidido compadecerse de los pobres pajaritos, a fin de preservarlos de la hecatombe que con ellos se hacía, publico una Ley por la que queda prohibida la caza de algunas especies. La prensa bilbaína seguía llevando a sus páginas las demandas de los cazadores: “...Empeñados los cazadores bilbaínos en que se les permita cazar los chimbos y las calandrias, van a elevar una respetuosa solicitud al señor Linares Rivas (Ministro de Fomento) diciendo que esos pajarillos no son insectívoros y por consiguiente están dentro de la jurisdicción de sus escopetas. Tal era el enfado de los aficionados cinegéticos que lanzaron una campaña de recogida de firmas demandando el apoyo del Senador D. Martín de Zavala...” (El Noticiero Bilbaíno del 12 y 15 de octubre de 1896). Precisamente, en la revista “Bilbao” de diciembre del 2002, en la sección dedicada a gastronomía, en un artículo de José Luis Iturrieta, nos hablaba de las costumbres de paso de esa pequeña ave, en el libro “Introducción a la Historia Natural y a la Geografía de España”, impreso en Madrid en 1775, dejo constancia escrita del chimbo y sus costumbres: “...Llegan a Vizcaya por Agosto, cuando la zarzamora, la alheña, la rubia, el sauco, la madre-selva, la higuera y demás plantas están en fruto. Llegan flacos y secos de la fatiga del viaje; pero en cuatro días se ponen gordos como becafigos u hortelanos. La Mancha es para ellos un desierto como la Arabia; y Vizcaya, el Paraiso”...” (Revista “Bilbao” de diciembre del 2002).
Y sobre ellos, en la misma revista en marzo del 2013 decía “Olmo”, recordando como los cazadores bilbaínos acudían a nuestra Anteiglesia detrás de la deseada pieza: “...Hoy ha desaparecido ya aquella tradición de la caza del chimbo, un ave muy popular de nuestra región, de donde procede el nombre de chimbera que se daba a un arma especial utilizada por los cazadores que, año tras año, viajaban en el tren de Las Arenas a cazar chimbos por la vega de Las Arenas...” (Revista Bilbao de marzo del 2013).
De mientras, aquí en casa, uno de los vicios que más tumbas ha llenado, salía a la prensa: “...La Compañía arrendataria de tabacos ha nombrado para para servir la expendeduria de Guecho a D. Santiago Landa. Dicha Compañía había ingresado por la venta de tabacos durante el mes de septiembre, en la provincia, la cantidad de 268.383,60 pesetas...” (El Noticiero Bilbaíno del 12 de octubre de 1896).
Por otro lado, la noticias referidas a los transportes en nuestro municipio, anunciaban las obras, a punto de terminarse, que se estaban realizando en la línea del tranvía Eléctrico en el barrio de Algorta : “...La Compañía del Tranvía Eléctrico pone en conocimiento del público que desde el lunes 12 de octubre, en que comenzara el servicio de sus coches en Algorta por la nueva vía, hasta que terminen las obras de desmonte entre Chomichu y San Ignacio, no se considerará como termino de la línea el Casino, desde cuyo punto partirán los coches de Algorta para Bilbao...” (El Noticiero Bilbaíno del 12 de octubre de 1896).
En la anterior entrada de esta serie comentaba que la prensa bilbaína anunciaba que el graznido de las aves marinas, a su paso sobre nuestros cielos presagiaban la llegada de nuevos temporales. Y no iban desencaminados: “...No se han equivocado las aves marinas. Ayer se desencadenó un viento huracanado que causó algunas averías en los miradores, chimeneas y arbolado. La temperatura descendió considerablemente. Ayer cayó abundante agua primero; espantosos truenos y relámpagos después; enormes granizadas más tarde y nieve al poco rato. Con la lluvia y el granizo que cayeron la ría vio incrementar su caudal. Los barcos surtos en ella doblaron las amarras. Nevó en Amboto, Pagasarri y Oiz...” Mientras nuestros arrantzales preparaban ya la costera del besugo. (El Noticiero Bilbaíno y El Nervión del 13 de octubre de 1896).
Y es muy probable que debido a los embates con los que el mar golpeaba las laderas de Satistegi, a lo largo de los años una importante obra se iba a llevar a cabo en el camino del mar. Decía la prensa de la Villa: “...En una reunión celebrada anteayer en la Casa consistorial de Guecho, bajo la presidencia del Alcalde señor Diliz, se trató un asunto que trata de evitar, por medio de un murallón, el inminente peligro que ofrece la ladera de correrse hacia el mar los promontorios próximos a Algorta. Como medido de precaución, en el ínterin se ha aprobado el proyectó de la Junta de Obras del Puerto, el cual invertirá en el murallón la suma de veinte mil pesetas. También se acordó nombrar una comisión para que conferencie con el Ingeniero señor Churruca a fin de saber cuanto debe invertir el municipio en las obras del murallón, que partiendo de la escollera del Puerto Exterior, termine en el puerto de Algorta...” (El Noticiero Bilbaíno del 14 de octubre de 1896).
El día 15 de octubre de 1896, según contaba la prensa, salía de Algorta rumbo a México, un ilustre miembro de nuestro Pueblo: “...Hoy a las ocho de la mañana saldrá de Algorta para Santander, donde el día 22 embarcara para Méjico el banquero D. Antonio Basagoiti...” (El Noticiero Bilbaíno del 15 de octubre de 1896).
En el pleno municipal del Ayuntamiento de Getxo del 15 de octubre de 1896 se daba cuenta de un petición del ilustre académico de Las Arenas D. Paulino Mendivil: “...Se dio cuenta y quedó enterado este Ayuntamiento de una instancia de D. Paulino Mendivil, maestro de la Escuela de Niños del barrio de Las Arenas, subvencionada por el Ayuntamiento, manifestando que desea ausentarse por unos días del barrio, dejando al frente de la enseñanza al maestro D. Ángel Arechavala...” El maestro D. Paulino Mendivil, nació en Gatika en el año 1858, se casó con Dña. Dolores Ituarte natural de Markina, vivieron en el nº 6 la calle Amistad de dicho barrio. Ejerció como maestro durante 34 años, falleciendo el 3 de enero de 1918.
En ese mismo pleno del Ayuntamiento de Getxo se trataba sobre un oficio recibido del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos: “...Se da cuenta de un oficio recibido del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, de la división de los Ferrocarriles del Norte, línea de Las Arenas a Plencia, manifestando en la misma que puede concederse permiso a D. Juan Learra para construir un muro en terreno próximo al citado ferrocarril de Las Arenas a Plencia, en el sitio conocido como “Pinares”. El Ayuntamiento acordaba conceder permiso para la construcción de dicha pared...”
En la próxima entrada de esta serie veremos como la Compañía del Tranvía Eléctrico solicitaba colocar tres bancos cubiertos en la zona de espera de Algorta.
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