En la anterior entrada veíamos cómo la descripción de las fiestas de Santa Ana del día 26 de julio de 1891 que hacía el diario “El Nervión” merecía ser contada.
En la corrida de toros celebrada en la Plaza de Algorta el día 31 de julio la entrada, según decía la prensa, fue: “...De lleno completo, con toros de D. Galo Quintana...” La de la repetición de los San Ignacios, que se celebró el día 9 de agosto, tuvo las siguientes características: “...Con motivo de la repetición de Ia romería que se celebró en Algorta el día de San Ignacio, la empresa de la Plaza de Toros había anunciado una corrida en la que se iban lidiar cuatro toros navarros de la ganadería de D. Galo Quintana, para aquellos pobres animales anunciaban que iban a ser dos capeados y banderilleados y los otros dos muertos a estoque por la cuadrilla de Madrid que dirigía el matador Telesforo González (a) “El Americano”. La corrida comenzó a las cuatro de la tarde…”
El sábado 1 de agosto se celebraba un baile de niños en el Casino de Las Arenas. El casino tenía una curiosa norma: “...Los señores propietarios de terrenos o casas en Las Arenas, no son admitidos, si no en concepto de socios propietarios. Para ellos había algunas ventajas: tenían entrada gratuita a los bailes de niños y las esposas e hijas se les facilitaban entradas gratuitas para toda la temporada...”
En el pleno del 6 de agosto de 1891 se daba cuenta de un oficio de la Diputación en el que aprobaba el expediente instruido por el Ayuntamiento de Getxo para colocar aceras desde Mantequena (Iturrieta, la casa de los Aldecoa, junto a San Nicolás) hasta el Hospital-Hospicio.
Se abonaban a Dña. Norberta Ganeca 104,11 pesetas por los seis trajes de verano hechos para los alguaciles y vigilantes de las playas y de aguas.
El 8 de agosto de 1891 el diario “El Nervión” ofrecía un cuadro comparativo de la Compañía del ferrocarril de Bilbao a Las Arenas, referido a los movimientos de viajeros, mercancías y ganancias del mes de julio, en los años 1890-1891: “...Durante el mes de julio de 1890 el movimiento de viajeros había sido de 95.805 personas, el de mercancías de 314.943 kilogramos, habiendo obtenido 22.595,38 pesetas de beneficio. En el mismo mes en 1891 el movimiento de viajeros había sido de 103.806 personas, el de mercancías de 533.879 kilogramos, habiendo obtenido 30.158,19 pesetas de beneficio...”
El 13 de agosto de 1891 se trabajaba en la reforma de algunas calles de Algorta: “...Se dio cuenta en el pleno municipal de un oficio de la Diputación de la Provincia , fechado el 7 de actual, ordenando que hallándose proyectada la modificación de la rasante para la reforma del camino o calle del punto de “Torrena” en Algorta, cuyas obras se están ejecutando mediante el desmonte necesario frente a la casa de Dña. Timotea Larrauri, se tramite el oportuno expediente de información pública...” En esas fechas se procedió también a realizar el alcantarillado de esa calle hasta la denominada entones calle de la Carretera (Actual Algortako Etorbidea).
En ese mismo pleno se designaba a los Vocales Asociados, informando que con el Ayuntamiento iban a componer la Junta Municipal durante el corriente año económico los siguientes vecinos:
Por la sección Primera (5 asociados): D. José Ramón Sánchez, D. Juan Bautista Eguia, D. Tomás Ayo, D. Matías Soria y D. Antonio Larrabeiti.
Por la sección Segunda (4 asociados): D. José María Mota, D. Juan Antonio Garay, D. José María Baez y D. José Basagoiti.
Por la sección Tercera (2 asociados): D. Manuel Arana y D. Ramón Videa.
El 14 de agosto en la prensa bilbaína se anunciaba la venta del Establecimiento de Baños de Mar Bilbaínos”: “...El día 10 de septiembre de 1891, tendrá lugar en la notaría de D. Blás Onzoño, en Bilbao, la subasta extrajudicial de esta hermosa propiedad en la cantidad de 350.000 pesetas...” Se describía las características de la propiedad: “…La finca sobre la que se halla este establecimiento ha costado 160.000 duros, mide un área de 102.589 pies cuadrados, de los cuales 19.392 están cubiertos por esta sólida edificación, queda un amplio terreno edificable en sus preciosos jardines. Tiene el Hotel grandes salones y comedores, 138 dormitorios con 257 camas...” Lo que nos daba una ligera idea de aquel magnifico edificio y sus alrededores. Continuaba el anuncio diciendo que: “...Los interesados podrán dirigirse a su propietario D. Eduardo Aguirre en Las Arenas antes del día 10 de septiembre en que tendrá lugar la subasta...”
Una apuesta tuvo la culpa, lo anunciaba el diario “El Nervión” el 14 de agosto de 1891, de que aquel día se recorriera en un velocípedo cuatro veces el trayecto entre Las Arenas y la Salve (Bilbao) en dos horas, eran los tiempos en que durante las fiestas de la Villa de Bilbao había actividades con carreras de caballos, exposiciones de ganado, tiro de pichón, carreras de velocípedos, se introducían los juegos ingleses de cricket y lawn tennis, tanto para la diversión de la colonia inglesa como para los locales. Así que aquel acontecimiento deportivo debió de formar parte de aquellos actos festivos.
Las ayudas de lactancia para familias en extrema pobreza eran habituales en el Getxo de 1891. Uno de esos casos aconteció un 20 de agosto de ese año: “...Se trataba de un matrimonio con un niño de corta edad, cuya esposa acababa de fallecer repentinamente, encontrándose el esposo sin recursos para poder criar a aquel retoño, solicitó ayuda al Ayuntamiento. El consistorio acordó facilitar la ayuda de costumbre que era de 15 pesetas al mes, y solo por un año. También en este caso llevaba la concesión la coletilla de “pero si el niño antes de un año falleciera ese día cesará la ayuda concedida”...”
Mientras que otras ayudas no parecía tan claro que tuvieran que ser financiadas, ya que existían causas de mayor necesidad entre los más desfavorecidos del municipio, a pesar de los cuales algunos reglamento balnearios recogían la obligatoriedad de dar esa ayuda. Fue el caso de un apellido sonoro en Algorta, perteneciente a la señora “Basagoiti”, quien aducía para pedir la ayuda municipal: “...Viuda de esta vecindad, solicita socorro para atender a los gastos de baños de mar que me han sido recomendados por el médico D. Martín Valdés, y por carecer de recursos para sufragarlos a causa de mi pobreza...” El Ayuntamiento acordó que: “...Siendo obligación de los dueños de los Balnearios suministrar gratis los baños a los pobres con arreglo al Reglamento del ramo, se oficie al dueño del balneario del punto de Ereaga, encargándole suministre baños gratis a la exponente, ya que le han sido recomendados por el facultativo que la asiste...” D. Antonio de Arechavala, propietario del balneario “La Perla”, enviaba un oficio al Ayuntamiento: “...Admitiendo en clase de pobre, para tomar baños de mar gratis, a la Sra. Basagoiti...”
La colocación de casetas de baño era muy demandada en esas fechas. Uno de los puntos reclamados por los bañeros era la playa de Arrigunaga, en la que el día 20 de agosto de 1891: “...D. Pedro Beascoechea, vecino de Guecho, solicita permiso para colocar dos o más casetas de baño en la playa de Areachu del punto de Arrigunaga con destino a baños de mar...”
En la próxima entrada de esta serie veremos cómo la empresa del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia continuaba el trazado por terrenos comunales del municipio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario