En
la anterior entrada veíamos cómo se celebraban corridas de toros en
la Plaza de Algorta.
El
día 15 de agosto el ferrocarril de Las Arenas transportaba a 5.767
viajeros, al día siguiente eran 5.230 los viajeros transportados,
mientras que el ferrocarril de Portugalete llevaba en sus unidades
durante los dos días a 34.000 viajeros.
Contaba
el diario “El Nervión” del 16 de agosto de 1891 que se había
producido un incidente a bordo del vapor inglés “Merannie”:
“...Lo
que provocó que el práctico lemán de Algorta D. Joaquín Ardanza
se viera precisado a pedir auxilio a voces. Otro vapor fondeado en el
Abra, el “Colón” envió un bote tripulado en socorro del
práctico, transbordándole de uno al otro vapor. Ambos vapores
habían entrado en la marea de esa mañana...”
Casi
a mediados de agosto, el día 18, empezaba la prensa a referirse a
las carreras de caballos que se iban a realizar en el Hipódromo de
Lamiaco: “...En
ellas participarán diversos caballos pertenecientes a gentes de la
nobleza, entre ellos estaban el marques de Villagodio y Adolfo de
Urquijo e Ibarra, también D. Agustin Levison. Una de las condiciones
para participar en dichas carreras era que los caballos fueran
propiedad de personas residentes en Asturias, Santander y Provincias
Vascas...”
El
23 de agosto de 1891 la Compañía del Ferrocarril de Las Arenas a
Plencia continuaba el trazado por terrenos comunales del municipio.
En un oficio dirigido al Ayuntamiento de Getxo: “...Solicitaba
permiso para continuar las obras de la línea en los terrenos
comunales del municipio a su paso por la Anteiglesia. Solicitud que
quedaba aprobada en las condiciones que ambas entidades habían
pactado con anterioridad...”
El
27 de agosto de 1891 D. Antonio Uribe, preocupado por las obras que
se iban a realizar en la calle Torrena, que modificaban la altura de
la rasante de la carretera planteaba que: “...Tras
haber visto un anuncio en el que se publica el proyecto de rebajar la
rasante frente a la casa de Dña. Timotea Larrauri, y siendo el
exponente propietario de una casa en la parte opuesta a dichas obras,
que afectan a la seguridad de mi propiedad, se garantice el perjuicio
que se pudiera resultar a la mencionada casa titulada “Careagagüena
nueva”...”
Al ser este proyecto obra de la Diputación de la Provincia el
Ayuntamiento acordaba remitir dicha solicitud al ente provincial.
El
Ayuntamiento, preocupado por las condiciones de trabajo de los
serenos-vigilantes de la localidad, encargaba al Síndico D. Sabino
Laca: “...Para
los nueve serenos veladores nocturnos de la localidad les suministre
impermeables y gorras, para evitar mojaduras y poder conservar secas
las ropas que llevan a cuestas, los mismos deberán ser sin
mangas...”
Cómo
ya el verano avanzaba hacia su finalización, para garantizarse el
Ayuntamiento el cobro de los impuestos por las casetas de baño de
las playa del municipio, acordaba: “...Que
un concejal acompañado del alguacil tome la razón del número de
casetas colocadas en las playas por diferentes bañeros, haciendo
firmar a sus dueños la conformidad del número de casetas colocadas
por cada uno para evitar reclamaciones ulteriores...”
Quedaron comisionados para tal fin los siguientes concejales: Para
Las Arenas D. Braulio Ajuria y para Ereaga y Puerto D. Sabino Laca.
Cuando
se trasladaban a otro puesto los carabineros de la localidad, el
responsable de llevar los equipajes de estos era el alguacil Sr.
Miragaray.
La
Fabrica “La Algorteña”, de la que era propietario D. Miguel
Uria, dedicada a la fabricación de cementos y baldosas, solicitaba
el 27 de agosto de 1891 permiso para realizar ensayos en piedras que
extraía en diferentes puntos del municipio a fin de localizar una
cantera en la que existieran piedras adecuadas para sus productos.
Las
carreras de caballos en el “Hipódromo de Las Arenas” (Campa de
Lamiako) llamaban ya a la puerta el día 29 de agosto de 1891. Las
mismas se iban a celebrar el domingo 30 de agosto a las tres y media
de la tarde. Se trataba de una competición de carreras lisas y de
saltos. Dicha celebración iba a ser amenizada por al banda de Santa
Cecilia: “...El domingo, el hipódromo aparecía con lo más
florido de la sociedad
bilbaína, amaneció con un día agradable y soleado, en las tribunas
se podía ver distinguidas damas de esa sociedad, a las Martinez
Rivas, O`Shea, Aznar, Elorriaga, Barandiaran, Real de Asua, Zubiria,
Gortazar, Arellano, Allende, Mac Mahon, Isamendi y otros apellidos de
la alta burguesía. En la primera carrera de 1750 metros resultó
ganador el caballo “Mario-II” propiedad de P. Garvey...”
Ya
en septiembre de 1891, el día 2, se estaba procediendo a las pruebas
de dragado por una nueva draga en la benedicta.
Decía el diario “El Nervión”: “...Ayer
tarde se efectuaron en el banco de arena del muelle de la Benedicta
las pruebas oficiales del buque-draga, aspiradora y portadora de
vapor, “Bilbao”, que ha adquirido la Junta de Obras de este
puerto...”
El buque-draga medía 45 metros de eslora, 8,60 de manga y 3,75 de
puntal bajo cubierta. Al acto asistieron el ingeniero jefe Sr.
Lequerica, D. Eduardo Coste y Vildosola, D. Pedro J. De Errazquin y
D. Evaristo de Churruca. Se estimaba que la nueva draga podía
extraer diariamente del lecho de la ría y puerto 1.000 metros
cúbicos: “...Después
con la arena extraída y sus tanque llenos, se dirigió la draga
hacia la Galea poniendo rumbo a Plencia, haciendo el trayecto de ida
y vuelta en dos horas y media…”
La
fabrica de chocolates “La Lealtad” de Astorga, que había
obtenido medallas de oro en las exposiciones de Madrid y Bruselas,
vendía sus productos en dos establecimiento de Getxo: “...En
Las Arenas en el regentado por D. Ángel Lorente y en Algorta en el
de D. Tomás Goicoechea...”
El
día 3 de septiembre de 1891 El Ayuntamiento de Getxo, ante el
deterioro que se estaba produciendo en los plátanos de la Plaza del
Mercado (San Nicolás) decidía: “...Que
teniendo presente el daño que hacen con su sombra los chopos de la
plaza del mercado a los árboles plátanos que existen en el
intermedio de aquellos sin que puedan estos prosperar, acordamos se
arranquen los chopos en la parte que perjudican a los plátanos…”
En
esas fechas, según el libro de actas municipal, el muro del Puerto
Viejo se hallaba en mal estado: “…Hallándose
en mediano estado parte del muro de contención del punto de Asuarca
o Ereachu en la proximidad del Puerto de Algorta y pudiendo resultar
que de continuar así las olas podrían causar males mayores, acuerda
este Ayuntamiento se proceda a la reparación de dicho muro...”
En
ese mismo pleno se trataba sobre el establecimiento de un puesto de
la Guardia Civil en el barrio de Las Arenas: “...Se
hace presente que para establecer el puesto de la Guardia Civil
existente en el barrio de Las Arenas, se había adquirido por cuenta
del Municipio habitaciones pertenecientes a D. Santiago Lecumberri,
en la casa donde vive, cuyo arriendo corre desde el día 5 de julio
último a razón de 750 pesetas anuales. A la vez acordó el
Ayuntamiento que con arreglo a las disposiciones vigentes y gozando
de libertad los artículos de consumo que introducen los individuos
de los puestos de la Guardia Civil para si y sus familia, así como
de la asistencia facultativa gratuita en sus enfermedades, sean
comprendidos en dichas libertades los Guardia Civiles y sus familias
del puesto de Las Arenas, y se comunique esta resolución al cabo de
la citada fuerza, con encargo de que lleven nota circunstanciada de
los géneros que devengan derechos municipales cada vez que
introduzcan exclusivamente para su consumo y de su familia, y otra
nota igual el rematante de arbitrios, a fin de que pague
oportunamente el Ayuntamiento el importe de aquellos géneros. Se
participe también de este acuerdo al médico titular de Las
Arenas...”
La
actividad del Casino de Las Arenas aumentaba y un nuevo atractivo
llegaba a sus locales, el sábado día 5 de septiembre de 1891, de un
espectáculo de un grupo de Teatro de Guiñol, que al parecer se
pretendía que funcionara estable en esa agrupación.
Tras
más de un mes anunciando la subasta del establecimiento de “Baños
de Mar Bilbaínos” de Las Arenas, ocupando las paginas de los
diarios locales el anuncio que establecía dicho acto para el día 10
de septiembre de 1891, finalmente por falta de licitadores quedaba
desierta la subasta.
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo el Gobernador Civil
enviaba un oficio en el que declaraba la necesidad de expropiar las
fincas de los vecinos y propietarios para la construcción del
Ferrocarril de Las Arenas a Plencia.
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