miércoles, 11 de marzo de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -149-


En la anterior entrada veíamos cómo se había producido un incidente a bordo del vapor ingles “Merannie”.

En el pleno municipal del día 10 de septiembre de 1891 se trataba sobre: “...Un oficio del Gobernador Civil en el que declaraba la necesidad de que se expropien varias fincas de propietarios particulares y del municipio para la construcción del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia, ordenado se notifique a los interesados para que puedan presentar la reclamaciones en tiempo oportuno...” El consistorio decidió dar cumplimiento a lo ordenado por el Gobernador.

En ese mismo pleno algunos vecinos se quejaban: “...Haciendo presente el mal estado del río que se dirige desde los puentes de Villabotas a Lamiaco, cuyas aguas se ven retenidas por las ramas y hierbajos, y solicitan se obligue a los propietarios colindantes a su limpieza...”

El agua potable era en esas fechas otra de las preocupaciones de nuestros primero ediles, puesto que las traídas en el año 1.886 no llegaban para abastecer al vecindario, por ello el Alcalde y Primer Teniente de Alcalde y Síndico presentaban la siguiente moción: “...Advertimos de la conveniencia y necesidad imprescindible de acometer sin demora las obras necesarias para traer aguas potables a esta localidad, debido a que las traídas en 1.886 no llenan las necesidades del vecindario...” Se habían traído aguas desde los manantiales de “Basarte”, “Atxabale” y “Jaunkoerreka”, situados todos ellos en los montes del vecino municipio de Berango. Seguía la propuesta del los capitulares: “...Menos podrá aún llegar el suministro para llenar las necesidades del vecindario con el progresivo aumento del consumo que se observa de un tiempo a esta parte…” Pero no solo era ese el asunto que proponían en el pleno: “...Hay otras necesidades que cubrir como son las del un matadero y nuevas Escuelas Públicas...” Atendiendo a la propuesta el pleno decidía: “...Por unanimidad y en primer lugar se forme el correspondiente proyecto, con planos y presupuesto para traer a esta población, Algorta, las aguas de los manantiales denominados “Seierre”, “Acharbide” y “Sustacha”, encargando de ello a ingeniero D. Laureano Gómez de Santa María...”

Entre tanto en esos días según contaba la prensa local algunas actividades como el Practicaje estaban viendo limitaciones, decía el diario “El Nervión” del 16 de septiembre de 1891: “...Parece que se pretende cohibir el libre ejercicio del practicaje que está decretado rija en este puerto. Varias son las quejas que se reciben últimamente y son varios los navieros y comerciantes de esta localidad que están dispuestos a acudir a la Cámara de Comercio para que se ocupe del asunto y ver el modo de que cese tal oposición al practicaje, formado una comisión que en caso necesario vaya a Madrid para que sean respetados los reglamentos, y se protejan los interese del comercio y navegación...” Para la práctica de dicho servicio se había publicado una R.O. el día 11 de mayo de 1886 con las bases del servicio con: “...La reglamentación del practicaje en todos los puertos españoles excepto en el de Bilbao, en donde continuará rigiendo la libre competencia, hasta que este sistema pueda implantarse en los demás puertos, por reconocerlo ventajoso...”


En el pleno del 17 de septiembre de 1891 se daba cuenta de una instancia de D. José Ángel Aurrecoechea rematante de los arbitrios de vinos, aguardientes y abacería de Getxo: “...Suplicando se me conceda la caseta del Municipio que se halla cerca de la estación del ferrocarril de Las Arenas, con el fin de instalar en ella los encargos de la recaudación para la inspección y cobro de los géneros que se introducen por dicho ferrocarril para no obligar a los conductores a que los lleven al fielato a causa de su larga distancia y molestias que causa...” El Ayuntamiento de Getxo decidía: “...Que teniendo presente que dicha caseta es utilizada por los serenos y vigilantes nocturnos, y sin que supusiera un perjuicio, el rematante podrá utilizar para los servicios que indica la caseta, sin perjuicio del que podrán hacer los serenos y vigilantes, haciendo una segunda llave por su cuenta que deberá entregar en el Ayuntamiento el día que cese como rematante…”

En ese mismo pleno y teniendo en cuenta que la fiesta de “Las Mercedes” en Las Arenas ya estaba cerca, el consistorio acordaba: “...Que con motivo de ser el próximo día 24 Ntra. Señora de Las Mercedes patrona de la iglesia de Las Arenas aneja de la parroquia de Algorta, acordamos que según costumbre de años anteriores se proporcione un sacerdote para predicar en aquella iglesia en la misa de dicho día, acordando también que una comisión del Ayuntamiento asista a presidir aquella celebración religiosa...”

Las mareas eran la noticia el 18 de septiembre de 1891 ya que según decía el mismo diario: “...Será la mayor que veremos en este año y probablemente en otros muchos, pues alcanzarán las aguas un nivel excepcional. Ya la marea de ayer alcanzó gran marca, estando a punto de rebasar los muelles en algunos puntos de la ría. Con el fin de presenciar el soberbio espectáculo que presentará esta tarde a las tres la mar, son muchas las personas que piensan trasladarse a los muelles de Las Arenas y Portugalete. Los ferrocarriles han conducido esta tarde a Portugalete y Las Arenas mucha gente que iba a presenciar la gran marea y a disfrutar del apacible tiempo...” La pleamar equinoccial anunciada era de 4,31 centímetros sobre la bajamar.

El 23 de septiembre en el pleno municipal se informaba de una real Orden insertada en el Boletín Oficial del día 19 de septiembre: “...Para abrir una suscripción nacional destinada a atender al posible remedio de los estragos causados por los últimos temporales e inundaciones en la provincias de Almería, Toledo y Valencia y a cualquier otra a la que se extiendan los efectos de aquellas desgracias; en virtud de lo cual previene el Gobernador Civil: 1º)- Que los Ayuntamientos acuerden el donativo con que han de contribuir a la suscripción. 2º)- Que dicho donativo sea entregado en el Banco de España o sus sucursales dando cuenta a dicha autoridad del día en que se ha entregado. 3º)- Que al propio tiempo se abra una suscripción popular en el vecindario encabezada por los Alcalde y Concejales. Todos los empleados municipales contribuirán con un día de haber a no ser que se presten a hacerlo con cantidad mayor…” Del resultado de aquella suscripción debían remitir al Gobernador una lista nominal de todos los suscriptores para insertarla en el Boletín Oficial de la Provincia. El Ayuntamiento acordó contribuir con 300 pesetas de los fondos municipales; los concejales contribuyeron con cantidades que iban desde 15 a 5 pesetas. Incluso un viejo habitante de uno de nuestros barrios, D. Matías Romo colaboraba en la suscripción abierta con 20 pesetas.

Por aquellos días D. Antonio Trabada tenía en la calle La Carretera un comercio de venta de carnes frescas. Solicitó permiso para instalar una tejavana que daba a dicha calle y al callejón pegante a la casa de Doña Concepción Aguirre.

Ese mismo día 23 de septiembre un político miembro del Partido Liberal-progresista estaba pasando unos día en Las Arenas, en la casa del Diputado D. Eduardo Aguirre, aprovechando para visitar la fábrica de la “Delta”. Había llegado la víspera, procedente de Santander, en el yate del Sr. Chavarri. Al día siguiente salía hacia Logroño.


El domingo día 27 de septiembre, relataba “El Noticiero Bilbaíno”, a media mañana, cuando entraba a puerto el vapor Inglés “Monmonthsire” con un cargamento de carbón: “...Procedente de Newport, cuando iba a enfilar la embocadura de la ría dio una guiñada y se fue sobre el N.O., hacia la playa de Las Arenas, cerca del punto donde poco tiempo ante había embarrancado el vapor “Rivas”, quedando en una situación bastante comprometida, sobre todo debido al mal estado de la mar. Por la noche, a la hora de la marea pensaban rescatarlo aunque se temía lo peor...” El día 28 de septiembre, en la marea del medio día, ayudado por los remolcadores “El Siglo”, “Cantabria” y “Bilbao” finalmente pudo ser rescatado y conducido al Desierto.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se estaban realizando obras de saneamiento desde Amesti hasta Calvetena.

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