En la anterior entrada veíamos cómo se había producido un incidente a bordo del vapor ingles “Merannie”.
En
el pleno municipal del día 10 de septiembre de 1891 se trataba
sobre: “...Un
oficio del Gobernador Civil en el que declaraba la necesidad de que
se expropien varias fincas de propietarios particulares y del
municipio para la construcción del Ferrocarril de Las Arenas a
Plencia, ordenado se notifique a los interesados para que puedan
presentar la reclamaciones en tiempo oportuno...”
El consistorio decidió dar cumplimiento a lo ordenado por el
Gobernador.
En
ese mismo pleno algunos vecinos se quejaban: “...Haciendo
presente el mal estado del río que se dirige desde los puentes de
Villabotas a Lamiaco, cuyas aguas se ven retenidas por las ramas y
hierbajos, y solicitan se obligue a los propietarios colindantes a su
limpieza...”
El
agua potable era en esas fechas otra de las preocupaciones de
nuestros primero ediles, puesto que las traídas en el año 1.886 no
llegaban para abastecer al vecindario, por ello el Alcalde y Primer
Teniente de Alcalde y Síndico presentaban la siguiente moción:
“...Advertimos
de la conveniencia y necesidad imprescindible de acometer sin demora
las obras necesarias para traer aguas potables a esta localidad,
debido a que las traídas en 1.886 no llenan las necesidades del
vecindario...”
Se habían traído aguas desde los manantiales de “Basarte”,
“Atxabale”
y “Jaunkoerreka”,
situados todos ellos en los montes del vecino municipio de Berango.
Seguía la propuesta del los capitulares: “...Menos
podrá aún llegar el suministro para llenar las necesidades del
vecindario con el progresivo aumento del consumo que se observa de un
tiempo a esta parte…”
Pero no solo era ese el asunto que proponían en el pleno: “...Hay
otras necesidades que cubrir como son las del un matadero y nuevas
Escuelas Públicas...”
Atendiendo a la propuesta el pleno decidía: “...Por
unanimidad y en primer lugar se forme el correspondiente proyecto,
con planos y presupuesto para traer a esta población, Algorta, las
aguas de los manantiales denominados “Seierre”, “Acharbide” y
“Sustacha”, encargando de ello a ingeniero D. Laureano Gómez de
Santa María...”
Entre
tanto en esos días según contaba la prensa local algunas
actividades como el Practicaje estaban viendo limitaciones, decía el
diario “El Nervión” del 16 de septiembre de 1891: “...Parece
que se pretende cohibir el libre ejercicio del practicaje que está
decretado rija en este puerto. Varias son las quejas que se reciben
últimamente y son varios los navieros y comerciantes de esta
localidad que están dispuestos a acudir a la Cámara de Comercio
para que se ocupe del asunto y ver el modo de que cese tal oposición
al practicaje, formado una comisión que en caso necesario vaya a
Madrid para que sean respetados los reglamentos, y se protejan los
interese del comercio y navegación...”
Para la práctica de dicho servicio se había publicado una R.O. el
día 11 de mayo de 1886 con las bases del servicio con: “...La
reglamentación
del practicaje en todos los puertos españoles excepto en el de
Bilbao, en donde continuará rigiendo la libre competencia, hasta que
este sistema pueda implantarse en los demás puertos, por reconocerlo
ventajoso...”
En
el pleno del 17 de septiembre de 1891 se daba cuenta de una instancia
de D. José Ángel Aurrecoechea rematante de los arbitrios de vinos,
aguardientes y abacería de Getxo: “...Suplicando
se me conceda la caseta del Municipio que se halla cerca de la
estación del ferrocarril de Las Arenas, con el fin de instalar en
ella los encargos de la recaudación para la inspección y cobro de
los géneros que se introducen por dicho ferrocarril para no obligar
a los conductores a que los lleven al fielato a causa de su larga
distancia y molestias que causa...”
El Ayuntamiento de Getxo decidía: “...Que
teniendo presente que dicha caseta es utilizada por los serenos y
vigilantes nocturnos, y sin que supusiera un perjuicio, el rematante
podrá utilizar para los servicios que indica la caseta, sin
perjuicio del que podrán hacer los serenos y vigilantes, haciendo
una segunda llave por su cuenta que deberá entregar en el
Ayuntamiento el día que cese como rematante…”
En
ese mismo pleno y teniendo en cuenta que la fiesta de “Las
Mercedes” en Las Arenas ya estaba cerca, el consistorio acordaba:
“...Que
con motivo de ser el próximo día 24 Ntra. Señora de Las Mercedes
patrona de la iglesia de Las Arenas aneja de la parroquia de Algorta,
acordamos que según costumbre de años anteriores se proporcione un
sacerdote para predicar en aquella iglesia en la misa de dicho día,
acordando también que una comisión del Ayuntamiento asista a
presidir aquella celebración religiosa...”
Las
mareas eran la noticia el 18 de septiembre de 1891 ya que según
decía el mismo diario: “...Será
la mayor que veremos en este año y probablemente en otros muchos,
pues alcanzarán las aguas un nivel excepcional. Ya la marea de ayer
alcanzó gran marca, estando a punto de rebasar los muelles en
algunos puntos de la ría. Con el fin de presenciar el soberbio
espectáculo que presentará esta tarde a las tres la mar, son muchas
las personas que piensan trasladarse a los muelles de Las Arenas y
Portugalete. Los ferrocarriles han conducido esta tarde a Portugalete
y Las Arenas mucha gente que iba a presenciar la gran marea y a
disfrutar del apacible tiempo...”
La pleamar equinoccial anunciada era de 4,31 centímetros sobre la
bajamar.
El
23 de septiembre en el pleno municipal se informaba de una real Orden
insertada en el Boletín Oficial del día 19 de septiembre: “...Para
abrir una suscripción nacional destinada a atender al posible
remedio de los estragos causados por los últimos temporales e
inundaciones en la provincias de Almería, Toledo y Valencia y a
cualquier otra a la que se extiendan los efectos de aquellas
desgracias; en virtud de lo cual previene el Gobernador Civil: 1º)-
Que los Ayuntamientos acuerden el donativo con que han de contribuir
a la suscripción. 2º)- Que dicho donativo sea entregado en el Banco
de España o sus sucursales dando cuenta a dicha autoridad del día
en que se ha entregado. 3º)- Que al propio tiempo se abra una
suscripción popular en el vecindario encabezada por los Alcalde y
Concejales. Todos los empleados municipales contribuirán con un día
de haber a no ser que se presten a hacerlo con cantidad mayor…”
Del resultado de aquella suscripción debían remitir al Gobernador
una lista nominal de todos los suscriptores para insertarla en el
Boletín Oficial de la Provincia. El Ayuntamiento acordó contribuir
con 300 pesetas de los fondos municipales; los concejales
contribuyeron con cantidades que iban desde 15 a 5 pesetas. Incluso
un viejo habitante de uno de nuestros barrios, D. Matías Romo
colaboraba en la suscripción abierta con 20 pesetas.
Por
aquellos días D. Antonio Trabada tenía en la calle La Carretera un
comercio de venta de carnes frescas. Solicitó permiso para instalar
una tejavana que daba a dicha calle y al callejón pegante a la casa
de Doña Concepción Aguirre.
Ese
mismo día 23 de septiembre un político miembro del Partido
Liberal-progresista estaba pasando unos día en Las Arenas, en la
casa del Diputado D. Eduardo Aguirre, aprovechando para visitar la
fábrica de la “Delta”. Había llegado la víspera, procedente de
Santander, en el yate del Sr. Chavarri.
Al día siguiente salía hacia Logroño.
El
domingo día 27 de septiembre, relataba “El Noticiero Bilbaíno”,
a media mañana, cuando entraba a puerto el vapor Inglés
“Monmonthsire” con un cargamento de carbón: “...Procedente
de Newport, cuando iba a enfilar la embocadura de la ría dio una
guiñada y se fue sobre el N.O., hacia la playa de Las Arenas, cerca
del punto donde poco tiempo ante había embarrancado el vapor
“Rivas”, quedando en una situación bastante comprometida, sobre
todo debido al mal estado de la mar. Por la noche, a la hora de la
marea pensaban rescatarlo aunque se temía lo peor...”
El día 28 de septiembre, en la marea del medio día, ayudado por
los remolcadores “El Siglo”, “Cantabria” y “Bilbao”
finalmente pudo ser rescatado y conducido al Desierto.
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo se estaban realizando
obras de saneamiento desde Amesti hasta Calvetena.
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