En
la anterior entrada veíamos cómo la ría bilbaína ya por entonces
dejaba mucho que desear en cuanto a salubridad y malos olores lo que
pronto iba a dar lugar(1894) al proyecto del saneamiento de Bilbao, y
a la aparición en nuestro Pueblo de los llamados “Malakate”.
El
19 de noviembre de 1891, en el pleno municipal de Getxo, se daba
cuenta de un oficio remitido por el Gobernador Civil de la Provincia,
como presidente de la Junta de Instrucción Pública de esta
Provincia de Vizcaya, con fecha del 13 del corriente, el cual copiado
literalmente decía: “...Del
informe emitido por el Señor Inspector de Instrucción Pública, que
teniendo en presente la conveniencia e imprescindible necesidad de
que se construya en breve en la población de Algorta de esta
Anteiglesia un edificio con destino a escuela de niños y niñas, así
como habitaciones por carecer de ellas el Ayuntamiento…”
El consistorio, al carecer de medios económicos y terrenos donde
realizar dicha escuela, decidía realizar los tramites necesarios
ante el estado recabando alguna subvención pata ayuda de la compra
de un terreno y pago de las obras.
Por
otro lado el Director General de Comunicaciones indicaba al
Ayuntamiento de Getxo: “...Si
estaba dispuesto a ceder sin coste la Estación Telegráfica
Municipal, indicando que en caso de no hacerlo el estado montaría
otra en esta población...”
El Ayuntamiento decidió que por la transcendencia del tema someterlo
a consulta de vecinos y propietarios.
En
ese mismo pleno se daba lectura a la solicitud de caridad pública
del Alcalde de Abanto y Ciervana para hacer llegar algún recurso a
las familias de los náufragos de aquella localidad: “...Ahogados
en Arminza en la noche del nueve del corriente...”
De aquel naufragio acontecido en medio de un furiosos temporal a la
entrada del puerto de Arminza daba cuenta “El Nervión” del 12 de
noviembre de 1891: “...Cuando
la lancha de prácticos de dicha localidad, compuesta por 11
tripulantes todos ellos naturales de la población Galipa, llegaban
de arribada a puerto un golpe de mar volcó la embarcación, cayendo
al agua todos los tripulantes, de ella solamente se salvaron tres
marineros. Cuando los vecinos del puerto de Arminza llegaron en su
ayuda, solamente pudieron constatar que había tres supervivientes
(Marcelino Tajado y los hermanos Eduardo y Zacarías Mendióla),
apareciendo en la playa los cadáveres de Manuel Balparda y Ambrosio
Larrea. El resto de la tripulación había desaparecido en las
embravecidas aguas, los infortunados náufragos fueron: Estanislao
Tajado, Pablo Sanz, José Antonio Tajado, José Sarachaga, Hilario
Setién, Agustín Berchite...”
El Ayuntamiento de Getxo, aduciendo falta de fondos, se limitaba a
decir que la ayuda posible era la recogida en la función del Casino
Algorteño.
Durante
esos días de noviembre (19) se empezaron a estudiar las ordenanzas
de construcción en Getxo, las cuales verían la luz en 1894 en un
libro llamado “Ordenanzas de Edificación y Policía de Guecho”,
que recogía no solo este aspecto si no también otros aspectos de la
vida de los vecinos de Getxo. como: alarmas, rondas y ruidos
nocturnos, animales dañinos, abrevaderos, aguas, baños de mar,
cafés y bares, carruajes y caballerías, fondas y casas de
huéspedes, fiestas, inhumaciones, mendicidad y una larga lista de
las actividades de nuestros barrios (de su contenido hablaré más
adelante). El estudio y redacción del citado manual fue encomendado
al ingeniero D. Laureano Gómez Santa María junto a una Comisión de
munícipes y vecinos, entre los primeros estaban el Síndico D.
Sabino Laca y el regidor D. Saturnino Azcorra; entre los vecinos se
encontraban D. Manuel Zalduondo, D. Robustiano Larrondo, D. Pedro
Amezaga, D. José Ramón Aqueche y D. Martín Berreteaga Arana.
Otra
de las actividades que se multiplicaba era la de extracción de
arenas en canteras y playas, probablemente debido a la
intensificación de la construcción de nuevos edificios tanto en
Algorta como en Las Arenas.
El
25 de noviembre de 1891 aparecía en la prensa “El Noticiero
Bilbaíno” la noticia de que: “...Un
bilbaíno, D. Carlos de Beraza y Castresana, pretende sanear una
parte de la playa de Ereaga, sita al Norte del llamado Castillo de la
Begoña, en la costa este del Abra, dentro del termino jurisdiccional
del barrio de Algorta, de la Anteiglesia de Guecho, con destino a la
edificación de un establecimiento permanente de baños de mar, que
contribuya a aumentar la colonia veraniega. El espacio solicitado es
de una hectárea, siete áreas y 16 centiáreas, esta limitado al
Norte por el mar, al Sur por el castillo de la Begoña, al Este por
el resto de la playa de Ereaga y al Oeste por la restinga de las
peñas que avanza el mar la peña de la punta Begoña, de donde
arranca el contra muelle del puerto exterior en curso del Abra…”
El Ayuntamiento de Getxo encomendaba al Primer Teniente de Alcalde D.
Braulio Ajuria para que acompañara al Arquitecto Municipal para
obtener datos de aquellas instalaciones.
En
ese final de noviembre de 1891 eran los tiempos en que según
relataba la prensa “El Noticiero Bilbaíno” (29 noviembre):
“...Por
real orden expedida por el nuevo ministro de Ultramar se ha otorgaba
a Sociedad protectora del trabajo español en las posesiones de
Ultramar el auxilio necesario para conducir a Cuba mil braceros
peninsulares...”
El
26 de noviembre de 1891, a pesar de que para enfermos y pobres se
decía que no había fondos municipales, las obras religiosas si
veían aumentar sus subvenciones, tal fue el caso de la Iglesia de
San Ignacio de Algorta: “...Se
ha presentado una instancia de la Comisión constructora de las obras
de la Iglesia de San Ignacio en el barrio de Algorta, solicitando se
eleve a 7.500 la subvención de las 4.250 acordadas. El consistorio
acordaba aprobar aquella solicitud...”
D.
Juan Eguia era el responsable del arrastre de basuras del barrio de
Las Arenas, tarea que realizaba dos días por semana, por al que
percibía 175 pesetas.
Comenzaba
diciembre de 1890, el día 3, con una invitación del párroco de San
Nicolás de Bari de Algorta al Ayuntamiento de Getxo para: “...Acudir
a los actos que se van a celebrar en esta parroquia los días 5 y 7
del corriente a las cinco de la tarde, y el día 6 a las tres de la
tarde, triduo en el que predicará el trinitario Rdo. Padre Hidalgo,
y a la misa que se iba a celebrar el día de la “Inmaculada” 8 de
diciembre...”
El consistorio acordaba: “...Concurrir
a las expresadas prácticas todos los individuos del Ayuntamiento que
puedan...”
La
colocación de losas y baldosas en las calles de Algorta hacían
moda. Algunos vecinos solicitaban su colocación. Tal era el caso de
D. Andrés Isasi que lo solicitaba para colocarlas frente a su casa
llamada “Botica” situada en la calle Mayor de Algorta y de D.
Juan Bautista Aguirre que deseaba colocarlas en la encrucijada de la
casa llamada “Menchaquena”. También se habían colocado piedra
de losa desde la casa llamada “Mantequena” (que estaba junto a la
llamada Iturrieta, cerca de San Nicolás y de la bajada de Aretxondo)
hasta el punto denominado la casa “Cadena” de ese mismo barrio.
La
utilización de las vías del tranvía al parecer eran apetecidas por
los carruajes y carreteros de la localidad. Por ello el 10 de
diciembre de 1891, ante las quejas del Director de la Compañía del
Tranvía de Bilbao a Algorta por: “...El
abuso que comenten algunas personas paseándose con sus caballerías
y algún carretero de Las Arenas con su carro, por la vía exclusiva
del tranvía construida en Las Arenas este último año...”
Acordaba el pleno municipal: “...Colocar
los correspondientes cartelones prohibiendo bajo multa el transito de
caballerías y carros por la nueva vía del tranvía, quedando
autorizados los empleados de la Compañía para denunciar a los
infractores...”
Las cartas que la Compañía del tranvía dirigía al Ayuntamiento de
Getxo nos permitían conocer la frondosidad arbórea del trazado, ya
que dicha Compañía al solicitar que el Ayuntamiento le autorizara
la poda de las especies, que a lo largo de la misma se habían
plantado, detallaban la misma: “...Tratando
esta Compañía de terminar las obras de los terraplenes de la nueva
vía en Las Arenas y proceder a la plantación de tamarices, plátanos
y chopos en sus bordes. Solicita se le autorice a podar los tamarices
que limitan por el Sur con zona pública de 30 metros, de los
plátanos de la Plazuela de Las Arenas y de algunos chopos que cubren
el barranco situado próximo a la Avanzada...”
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo se estaban realizando
reparaciones y obras en diferentes puntos de Municipio.
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