En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, un artículo de prensa, escrito por un Presbítero de Algorta, nos dejaba el runrún de la cancioncilla, de Puente de Portugalete.
En el pleno municipal de Getxo del 27 de agosto de 1896, entre otros temas, se trataba sobre el remate de camas para el Hospital Hospicio y de la solicitud de deslinde de la casa “Ibarra” de la calle San Martín de Algorta: “...En este pleno fueron leídas y aprobadas por el Sr. Alcalde las condiciones para sacar a subasta pública 48 camas de hierro, con sus correspondientes jergones metálicos, así como 48 colchones de lana y 72 almohadas, también de lana, para el Hospital Hospicio de Algorta.
Se da cuenta de un informe emitido por la Comisión de Fomento y Policía Urbana a cerca de una instancia de D. Juan Ibarra, solicitando el deslinde de la casa y pertenecidos de la propiedad denominada “Ibarra”, en el punto de San Martín de Algorta de esta Anteiglesia, perteneciente al citado al citado D. Juan Ibarra y a su hermana Dña. Ramona...” Precisamente al día siguiente se publicaba un anuncio de la subasta de las camas de hierro y los colchones en el diario bilbaíno “El Nervión”, anuncio que venía firmado por el Alcalde de Getxo D. Santiago Diliz.
El Ayuntamiento de Getxo, en aquel pleno, también trataba sobre la colocación de placas con los nombres de calles en el municipio: “...Acuerda este Ayuntamiento que el Sr. Alcalde se dirija a D. Paulino Elejalde en Bilbao, con el fin de que remita el presupuesto que han de tener, colocadas en sus correspondientes lugares, las placas de calles y Casa Consistorial, cuyo número según nota tomada es de cuarenta y tres...”
En ese mismo pleno municipal del 27 de agosto de 1896, el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “...Sea otorgada la correspondiente escritura con D. José Bilbao Lopategui, en concepto de administrador del Marques de Torrecilla por las aguas correspondientes al “Molino de Itze”, aprovechadas para este municipio por importe de 2.332,12 pesetas...”
En la prensa bilbaína, el último día de agosto, lunes, se anunciaba la llegada al Abra de los expedicionarios del Instituto del Hierro y el Acero: “...En el magnífico vapor «Ormuz» llegaron esta mañana al Abra, a las diez y media, los expedicionarios del Instituto del Hierro y el Acero. El viaje lo hicieron cómodamente, empleando desde Londres 40 horas. Todas las embarcaciones de ambas márgenes de la ría estaban engalanadas, y en el centro del puente Vizcaya los escudos de Inglaterra y España aparecían rodeados de follaje y banderas. A la una de la tarde se dirigieron al «Ormuz» los remolcadores «Cantabria», «Bilbao», «Siglo» y «Elcano», yendo a bordo el ingeniero constructor de las obras del Puerto, Sr. Churruca. Previamente la falúa de sanidad visitó el buque. Una gran multitud llenaba los muelles de Portugalete y Las Arenas. A las cuatro de la tarde encalló el remolcador «Bilbao», donde venían parte de los expedicionarios, en la dársena de Aspe, y a la media hora fue puesto a flote, trasladándose a Portugalete, donde se estaba sirviendo un te para 400 personas...” (El Nervión del 31 de agosto de 1896). Otra de las atracciones, para contemplar la llegada de los expedicionarios, marítima: “...Esta tarde a las dos de la tarde saldrá del muelle del Arenal el vapor “Rodas”, con objeto de dar un paseo por el Abra y presenciar la llegada de la expedición inglesa. El precio del pasaje era: En puente y popa 2 pesetas; proa 1 peseta...” Aquel mismo día, por la tarde, la Banda de Garellano amenizaba el barrio de Las Arenas. (El Noticiero Bilbaíno del 31 de agosto de 1896).
Recordaban al día siguiente, en el mismo diario, algunas de vicisitudes de aquella llegada: “...A las doce salió del muelle de Portugalete al Abra el remolcador «Siglo» con el médico de Sanidad del puerto, con objeto de reconocer el buque. Los comisionados de Bilbao llegaron a Portugalete a las doce y media, e inmediatamente, a bordo de los remolcadores «Cantabria» y «Bilbao», el yate de la Junta de Obras del Puerto, y otras embarcaciones partieron a recibir a los expedicionarios. Entre los comisionados iban el presidente de la Diputación Provincial Sr. Arteche, los diputados señores Garrayola y Olascoaga el ingeniero director de las Obras del Puerto Sr. Churruca, el diputado a Cortes Sr. Aznar, los concejales del Ayuntamiento de Bilbao señores Leguina e Isasi, gran número de individuos del círculo minero y otras personas. La banda de música de Baracaldo, que iba en los remolcadores, ejecutó alegres y variadas piezas.
En el centro del tramo superior del puente se ha colocado una inscripción que dice así: «Bien venidos».
Los comisionados pasaron al «Ormuz», y en el salón de recepciones, donde les esperaba el Presidente del Instituto, el Sr. Arteche, en nombre de Vizcaya, les dio la bienvenida. Posteriormente, a bordo de los remolcadores, visitaron las obras del rompeolas de Santurce, y las del contramuelle de Algorta. Después entraron en el Puerto y desembarcaron frente a las canteras de Aspe. Donde visitaron las instalaciones en las que se estaban construyendo los bloques y la forma de embarcarlos. Posteriormente volvieron a Portugalete, donde en homenaje a los expedicionarios, se había organizado una regata de traineras en la que participaron las siguientes embarcaciones: Joven Juanita, de Algorta; Paz, Aurora y Daniel Onofre, de Santurce y la Santa Teresa. El recorrido de la regata fue desde la confrontación de la Sociedad la Unión hasta fuera de la barra y vuelta. El primer premio fue para la trainera Paz de Santurce, que izo el recorrido en 14 minutos y 37 segundos. El cuarto puesto fue para la trainera Joven Juanita, de Algorta, que invirtió 14 minutos y 50 segundos. El jurado concedió un premio extraordinario a esta última tripulación. Al finalizar, los expedicionarios, fueron agasajados en el Balneario de la playa del Salto con un té servido el café Mendez Nuñez. Los expedicionarios, en número de 37y, además de 35 señoras, elogiaron a Bilbao, a quien compararon con las mejores poblaciones de Europa. El viaje desde Tilbury a Bilbao lo hicieron en «Ormuz» que quedó fondeado en el Abra...” Aquel recibimiento, entre los actos celebrados, contó con un partido de pelota en el frontón Euskalduna, acompañado de dantzas, rigodón y gigantes y cabezudos. El vapor «Ormuz» en el que llegaron los visitantes ingleses era un hermoso buque perteneciente a la «Orient Line of Steam Ships», destinado exclusivamente a esta clase de excursiones; tenían entre otras cosas, dormitorios, salones de lectura, de conciertos, cafés y biblioteca. (El Noticiero Bilbaíno del 1 de septiembre de 1896).
Iniciaba el mes aquel diario, con una rica recetas de legumbres, en su apartado “Formulas Culinarias”: “...LENTEJAS A LA CASERA: Con harina dorada en manteca, hacer una salsa rubia, a la que se le añadirá hiervas finas picadas, después se fríe la mezcla, agregando mas tarde caldo o agua. Cuando todo este bien desleido se echan la lentejas previamente cocidas, con sal y pimienta en grano. Al separarlas de la lumbre deben de servirse...” (El Noticiero Bilbaíno del 1 de septiembre de 1896).
La víspera de aquella celebración, según contaba otro diario bilbaíno, estuvo a punto e suceder una tragedia en la playa de Las Arenas: “...Ayer estuvo a punto de ocurrir una catástrofe en la playa de Las Arenas. Un individuo que se hallaba bañándose se alejó demasiado de la orilla y se encontró de pronto arrastrado por la corriente, comenzó a dar voces de auxilio. Acudieron tres barqueros y el hombre se aferró a dos de ellos de tal forma que mal lo hubieran pasado todos si no llega a todo remo la lancha «Joven Eulalia», tripulada por 11 hombres y patroneada por D. Pedro Urquizu, que salvó al bañista y a los que acudieron primeramente en su auxilio. También acudió un bote de la draga de absorción...” (El Nervión del 1 de septiembre de 1896).
En la próxima entrada de esta serie veremos como, continuaba la visita del Instituto del Hierro y el Acero.
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