jueves, 7 de septiembre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -341-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, la playa de Las Arenas era el lugar que la medicina bilbaína aconsejaba para prevenir algunas enfermedades infantiles.

El teatro, sobre todo para las clases adineradas, también para ciertos sectores más ilustrados de la sociedad de Getxo, durante los veranos y en las fiestas de Bilbao, era una una forma de alardear sus vestimentas de etiqueta, codeándose con los más granado de la Villa, a la vez que una forma de diversión, cuando todavía el cinematógrafo no era más que una ilusión lejana en nuestros barrios. La primera proyección cinematográfica en el País Vasco tuvo lugar en San Sebastián en julio de 1896. En los meses siguientes llegaría a las otras capitales. El cine llegó en mayo y agosto de 1902 a Durango y Erandio, en agosto de 1903 a San Salvador del Valle, en marzo y agosto de 1904 a Baracaldo y Guecho, en julio de 1905 a Sestao, en 1906 a Portugalete y en 1907 a Santurce. Así que aquellas interpretaciones teatrales, en el Arriaga, llevaban a algunos vecinos de Getxo a la Villa bilbaína, para lo cual, tanto el ferrocarril como el tranvía alteraban sus horarios: “...Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas -Los días 23, 24, 25, 29 y 30 del corriente circularan por esta línea trenes especiales que saldrán de Las Arenas para Bilbao, siguiendo sin transbordo hasta Algorta. Un cuarto de hora después de terminada la función del Nuevo Teatro, pero nunca antes de las doce de la noche. Para esos trenes especiales se aplicaran precios especiales...” (El Noticiero Bilbaíno del 22 de agosto de 1896). Y como decía al principio, también el tranvía establecía horarios especiales: “...La Compañía del Tranvía Eléctrico anuncia los horarios que regirán desde el día 23 al 30 del corriente: En la linea de Las Arenas las últimas salidas hasta Algorta, serán a las 8, 9 y 10 de la noche y después del Teatro: a las 8:30 de la noche habría una salida especial al Desierto y durante todo el día el servicio a Algorta será cada media hora sin interrupción. En las líneas de Las Arenas y Santurce se suprime durante toda la semana, el servicio de mercancías de la tarde...” (El Nervión del 22 de agosto de 1896). También los ferrocarriles de Portugalete y el de Lutxana a Mungía modificaba sus horarios. Eran días en los que los amigos de lo ajeno trabajaban con intensidad, decía la prensa: “...Ha caído en poder de la Policía un famoso carterista madrileño que había venido a Bilbao con objeto de dedicarse aquí a su industria, el individuo ha sido expulsado de Bilbao...” (El Noticiero Bilbaíno del 22 de agosto de 1896).

Aprovechando un artículo de prensa, que curiosamente era escrito por un Presbítero de Algorta, y habiendo oído desde bien pequeño el runrún de la cancioncilla, que algunos asignaban al de Portugalete.

«Puente de Portugalete,

Tú eres el más elegantemente,

Puente de Portugalete,

El mejor Puente Colgante»

Traigo, para situar el origen del puente colgante, que no es el de “Bizkaia”, que existe desde 1893 entre Las Arenas y Portugalete, o Portugalete y Las Arenas, para que no se enfaden mis amigos del otro lado de la ría. Pues bien, en ese artículo del que hablaba, decía su autor, D. Juan José de Lecanda (Presbítero del Oratoria de Algorta), refiriéndose al mismo que se trataba del Puente de San Francisco de Bilbao: “...Reseña Histórica de los Puentes de Bilbao.- El Puente de San Francisco, que toma su nombre del famoso e imperial convento de la orden seráfica, se erguía majestuoso en los solares que hoy ocupa el cuartel, y tiene una historia bien accidentada. El primitivo comenzó a construirse en 1732 y se terminó en 1735. Fue, pocos años después, arrastrado por una gran riada, “aguaducho” en dialecto bilbaíno, no fue sustituido por otro hasta 50 años después. Una empresa particular, apoyada por los frailes franciscanos, comenzó en 1790 la construcción de un soberbio puente de madera, que estuvo terminado tres años después. Se inauguro el Domingo de Ramos de 1793. Su arboladura era tal, que los buques de alta arboladura podían pasar bajo el. Pasaron aquel día por el 8.884 personas, pagando dos maravedís de portazgo cada una, que fue lo que se autorizó a a poder cobrar por persona a los constructores. Los franceses, despechados de que el Puente de san francisco hubiera servido para prepararles una atrevida sorpresa lo incendiaron el año 1813. En 1819, el municipio bilbaíno, echó un puente de barcas en el mismo sitio; puente que también fue destruido en 1826. Pasando los años, D. Antonio de Goicoechea, que había construido en Burceña el primer puente colgante que hubo en España, fue encargado de construir otro del mismo sistema en San Francisco. En un principio estuvo suspendido de gruesas cadenas, más el mismo Goicoechea las reemplazó por cables de alambres...” Seguía diciendo Lecanda: “...Este puente por su graciosa ligereza y gentil traza, fue el que inspiró aquella popularísima canción. En la última guerra civil lo destruyo la artillería de los sitiadores, después de la pacificación fue reemplazado por el actual de hierro, debido al ingenio de D. Pablo Alzola...” (El Nervión del 23 de agosto de 1896).

El Instituto del Hierro y del Acero, en 1896, curso una visita a nuestros pueblos, el secretario de la Comisión de recepción a dicho Instituto fue D. Alberto Palacio. En el pleno municipal de Getxo del 27 de agosto de 1896 se recibía un escrito firmado por el Sr. Palacio: “...Se da cuenta de un escrito de D. Alberto Palacio, en concepto de secretario de la Comisión de Recepción del Instituto del Hierro y del Acero, que llegará al Puerto el día 31 de agosto, suplicando el apoyo de esta Corporación Municipal para preparar algunos objetos para recibir a los miembros de dicho Instituto, en el Puente del barrio de Las Arenas...” Esta célebre e importante asociación internacional se creó a petición de los fabricantes de Hierro Cleveland en Newcastle, en el año 1868. Los miembros de dicho Instituto partieron para Bilbao: “...El día 20 de agosto de 1896 desde la Estación de St. Paneras para Tilbury (Localidad situada en la autoridad unitaria de Thurrock, en el condado de Essex, Inglaterra) embarcando en el “Vapor Ormuz” aquella misma tarde. Dentro del de su visita estaba: Llegada del Ormuz al puerto en la desembocadura del río Nervión, a la vista de las playas de baños de Algorta al E., Santurce al O., Portugalete al S. y Las Arenas al SE. El Comité de Recepción, a bordo de los vapores Siglo y Cantabria, así como la Junta de Obras del Puerto a bordo del vapor Elcano, saldrán al encuentro del Ormuz y la Excma. Diputación provincial de Vizcaya dará la bienvenida a los Asociados. Entrada en el río Nervión por debajo del magnífico puente transbordador que pone en comunicación a Portugalete y Las Arenas. Llegada a la Dársena de Axpe, donde los Asociados inspeccionarán las canteras que suministran la piedra que se emplea en las Obras del Puerto Exterior...” El solicitante Sr. Palacio, no era otro que el arquitecto e ingeniero vasco, que diseño al Puente de Bizkaia, nacido en Sara (Lapurdi) el 24 de enero de 1856 y falleció en Las Arenas en 1939.

En la próxima entrada de esta serie veremos como, se pedía presupuesto para la colocación de placas con el nombre de las calles. 

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