Entramos
en una época en la que viejas tradiciones se agrupan en un escaso
margen de los días de principios de febrero, La Candelaria, San Blas
y Santa Águeda, celebraciones antaño de gran relevancia dentro de
las tradiciones invernales del País Vasco.
La
primera relacionada con el culto al fuego como energía purificadora,
fertilizadora y sanadora “Kandelairu
Festa”
(2 de febrero). El antecedente de esta festividad fueron las llamadas
“Lupercales”, fiesta Romana de exaltación de la fertilidad, que
marcaba el final del invierno y la proximidad de la primavera, de
fuerte contenido sexual. Por ello, según algunos escritores, el Papa
Gelasio-I-, para hacer olvidar esa connotación, estableció la
fiesta de la Candelaria; parece ser que los gentiles llevaban hachas
encendidas a sus templos, eso debió motivar que los cristianos
llevaran candelas o velas a los suyos. Sobre esta fiesta llamada la
“Llorona o Plorona” existía un viejo dicho en 1928:
“Kandelerioz
euria,
laster
da udabarria”
“Por
Candelaria lluvia,
pronto
es la primavera “
Le
sigue la festividad de San Blás “San
Blas Zinta”,
que aboga por los enfermos de garganta; también recordada como
representación del ciclo de la regeneración de la naturaleza en su
despertar tras el periodo invernal (3 de febrero).
Y
finalmente la de Santa Águeda “Agate
Deuna”
(5 de febrero), festividad relacionada con las gestantes, los
incendios y las cosechas abundantes. La tradición es que los coros
salgan a cantar a la santa la víspera por la noche.
Tras
ellas llegará el ruidoso Carnaval. Cada una de estas fiestas tiene
sus tradicionales canciones, así en Lekeitio era costumbre por la
Candelaria
cantar las siguientes estrofas:
“Kandelerio
lerio
atxari ura dario,
makatzari madari:
eutsi, Peru, ankeari.”
atxari ura dario,
makatzari madari:
eutsi, Peru, ankeari.”
“Candelaria
laria
a
la peña le mana agua,
al
peruétano pera: agárrale,
Pedro,
a la pierna”
Mientras
que por San
Blas
en otros lugares de Bizkaia era tradicional oir:
“San
Blas aldera
nen niñoiala
maquilla batenganian
Arantza belz bat
sartu citzaiden
ospela nuen oñian...”
nen niñoiala
maquilla batenganian
Arantza belz bat
sartu citzaiden
ospela nuen oñian...”
“Yendo
hacia San Blas
sobre
un bastón
se
me metió
una
negra espina
en
el pié
donde
tenía un sabañón”
La
víspera de Santa
Águeda
en Romo era costumbre entonar el:
“Aintzaldu
daigun Agate deuna,
bihar
da, ba, Deun-Agate;
etxe
onetan zorijon utza
betiko
euko al dabe...”.
“Alabemos
a Santa Águeda.
Mañana
es el día de Santa Águeda;
deseamos
a todos los de esta familia
pura
felicidad para siempre...”.
En
esta última celebración era usanza entre la gente de nuestro
Pueblo, entonar por las puerta de las casas y caseríos, la víspera
del día de la Santa, por la noche, ese precioso canto de nuestra
música popular, vulgarmente conocido por Santa Agueda o Agate Deuna.
Desde antaño en esa noche los coros de jóvenes salían por las
calles del Pueblo, “despertando a la tierra” con el golpeteo de
sus makillas, mientras que solicitaban una limosna, alguna de ellas
decía:
“Bedeinkatua
izan dedila etxeontako
jentea,
pobre ta umil dabiltzanentzat
badute
borondatea libertatea
es
katzen diot etxeko printzipalari
Santa
Agedaren alabantzak kantatutzera noa ni”
“Sea
bendita la gente de esta casa,
tiene
voluntad para los que andan pobres y humildes.
Pido
licencia al amo de casa.
Voy
yo a cantar las alabanzas de Santa Agueda”
Como
otros años, la noche del martes 4 de febrero volverán a recorrer
las calles los mayores y jóvenes del Pueblo alegrándonos con los
bertsos de Agate Deuna. Los escolares recorrerán por la mañana los
barrios de Getxo. Mientras que jóvenes y no tan jóvenes lo harán
también por la noche, primero callejeando por los barrios para
terminar unos, los de Andra Mari-Algorta en la plaza de la estación
de Algorta y los de Romo-Las Arenas en la plaza del “Ajedrez de Las
Arenas”.
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