!Ya
están de nuevo entre nosotros los Inauteriak!: Fiestas de bullicio,
máscaras, disfraces y alegría. Pero no siempre los carnavales
acontecieron en un entorno calmado entre bulliciosas muestras de
alegría y desenfado, aunque sus características nunca se perdieron.
Esas
fiestas, antaño llamadas de “Piñata”, que en febrero de 1875,
mientras cerca de nosotros tronaban los cañones (estábamos en medio
de la tercera Guerra entre Carlistas y Liberales). Desde el Fuerte
Artagan disparaban los cañones. En Getxo, las fuerzas Carlistas
apoyadas por gentes del pueblo, en la oscuridad de la noche, se
adentraban en el interior de la población de Algorta esquivando las
fortificaciones. En nuestras calles con un tiempo gélido, que dejaba
intuir que en los montes había caído una copiosa nevada, se dejaban
oír algunas estudiantinas acompañadas de la banda de música. En
Bilbao los bailes de piñata y las máscaras dejaban adivinar el gran
baile que se iba a realizar el martes de carnaval en el Salón la
Amistad.
En
un contexto más tranquilo, al finalizar el Siglo XIX, a algunos tan
solo bastaba una sábana y una escoba para dar rienda suelta a las
fantasías carnavalescas. En Algorta, reinaba entre la juventud la
alegría con la llegada del carnaval, que se anunciaba con un baile
de disfraces en el “Círculo Algorteño”, se anunciaban
serpentinas y confetis en “Casa Centeno”, para la guerra que con
esos papelillos de colores se iba a realizar en plazas y paseos, de
ello daba cuenta “La Voz de Guecho”.
Los
carnavales, también entre los visitantes de otras latitudes,
buscaban sitios de lujo refinado y con buenas vistas. Algorta fue en
1931 el lugar elegido por la Colonia Inglesa de Bilbao, y en concreto
el “Hotel Eguia”, para celebrar la fiesta de carnaval. De ello
dejó huella el diario “El Liberal” un 18 de febrero. En la
fotografía superior podemos ver a aquella trupe británica con sus
mascaras en el salón principal del hotel.
Otras
fechas negras para el Carnaval fueron las de 1937 que como decía una
voz autorizada: “...No
está la época para fiestas y menos del carácter que suelen tener
las de Carnestolendas...”
En la que las mascaras estuvieron prohibidas en los salones públicos,
en los que se pudieron celebrar los carnavales, “Quizá por aquello
de los espías”.
La
prohibición del carnaval con el franquismo comenzó ya en plena
Guerra y se mantuvo al terminar la contienda hasta el final de la
dictadura: “...El
gobernador general de la Junta Técnica de Estado dictó el 3 de
febrero de 1937 desde Valladolid, justo en época de carnavales, con
una orden circular para todos los gobernadores civiles en la que se
ordenaba la suspensión de dichas fiestas...”
Y
de nuevo, con aquel hecho, la vieja negra cuaresma, la del triste
bacalao y espinacas, la del potaje sin aderezos y el ayuno, de un
puntapié venía a terminar con la vida bulliciosa, alegre y
divertida del carnaval.
Tras
esos negros nubarrones, el sentido común y la cordura volvieron a
traer entre caretas y tostadas el bullicioso Carnaval a nuestras
calles: La alegría volvía en 1980 de la mano de la cuadrilla “Gu
Gara” que en el órgano de difusión de Carnales Algorteños “The
Jaiak PosT” decía: “...Nacimos
de mama clandestina en los difíciles 72 y aquí estamos...”
En aquellos segundos carnavales de Algorta celebraron el
correspondiente “Concurso de Tostadas”, además de realizar un
vistoso desfile de cuadrillas, el domingo 24 de febrero, que fue
desde el Casino a la Plaza de San Nicolás.
El
Carnaval a lo largo de este último decenio pasado nos ha dejado
algunas imágenes inolvidables, de ellas dejaré una pequeña
sucesión de imágenes:
En
el 2013
pudimos ver a la fanfarria “Txopolis” con el incombustible
“Petiso” trombón en mano desfilar por las calles de Santa María
de Getxo, acompañado a los de “Itxas Argia”, que recorrieron con
su bulliciosa “Trup” desde Malakate a Bidezabal.
En
el 2014
disfrutamos, entre otras cosas de esos alegres “mormones” de las
Jai Batzordeak”, que desde su tribuna nos observaban libreta en
mano en la Plaza de San Nicolás, desde la que realizaron el
tradicional desfile de máscaras recorriendo la Avenida para entrar
por Telletxe, con la fanfarria Areatxu encabezada por un viejo
conocido de fiestas, con su disfraz de preso, trombón en mano.
También
a esos coloridos payasos del 2015,
que pasaron junto a la Plaza de Satistegi, en uno de los cortejos del
Carnaval de txikis más lucidos que recuerdo. Kalejira de Ikastolas y
Colegios que recorrió Sarrikobaso hasta llegar, tras dar la vuelta a
Algorta, a la Plaza de la Estación de Telletxe en medio de un
pentagrama de sonrisas.
El
de 2016
lo hacía nuevamente esa alegre “Trup” de “Itxas Argia” en la
Venta de Getxo. Y en Algorta con ese jurado de la Jai Batzordea, que
rodeados de sus mazos y birras, observaban atentos las evoluciones de
las Pin-Up del Photocall.
O
a esos peliculeros de cómic del 2017
en la plaza de “La Mona” de Romo que junto a los moteros del
Photocall de San Nikolás a quienes acompañó una divertida
cuadrilla de Harry Potter hicieron las delicias de los asistentes.
Los
del 2018
volvieron a romper todas las expectativas, contemplar a esos
admiradores de Steve Urkel en la Plaza de Satistegi, o a esas lindas
mariposas del Satistegi superaba lo imaginable.
En
fin 2019
siguió con la misma tónica de desmadre carnavalero, desde la última
cena en Satistegi, a la visión de esos “Locos Romanos”, cómo
les llama Asterix, de la plaza del Amaya de Romo; a las aguerridas
milicianas, todo fue una explosión de color. !Las mascaras van a más
en este Pueblo!.
Así
que tras un año de espera ya están llamando a las puertas los
Inauteriak del 2020. Se celebraran el día 22 en Romo y Areeta-Las
Arenas y el día 29 de febrero en Algorta. !Seguro
que nos sorprenderán!.
!!!GORA
INAUTERIAK!!!
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