lunes, 30 de septiembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -116-


En la anterior entrada, de esta serie, veíamos cómo en virtud de una autorización concedida por real Orden a la Junta de Obras del Puerto, salía a concurso la adquisición de una embarcación de vapor para la vigilancia de las obras del Puerto.

Los injertos en los caños municipales de aguas fecales estaban a la orden del día, muchas familias solicitaban la conexión de sus viviendas con la red municipal. Entre aquellos vecinos estaba Dña Juana Ajuria y D. Antonio Ugarte. Así que no resultaba raro que la misma, en algún punto, quedara acolmatada o formara un tapón. Eso fue lo que sucedió el 31 de octubre de 1889 al paso de las aguas en la calle Mayor de Algorta (Actual Avenida Basagoiti) frente al casino algorteño, provocando fuertes olores por la acumulación en forma de charco de las aguas sucias. Por lo que la Comisión de Obras Municipal tuvo que tomar las medidas urgentes para acometer la obra sin más dilación. El encargado de la reparación fue el cantero D. León Landeta.

En el barrio de Las Arenas el verano había pasado, los visitantes habían vuelto a sus hogares de Bilbao y otras zonas del Estado, por lo que la recogida de barreduras y desperdicios, así cómo la conducción de los mismos a los vertederos no requería de la frecuencia del estío. Por ello el Ayuntamiento decidió que en lugar de efectuar la recogida diaria, como habían acordado hacer durante el verano, pasase a realizarse dos veces a la semana a partir del primero de noviembre hasta el 30 de junio del siguiente año. A D. Esteban Asansa, que era el contratista de dichos servicios, pasara a cobrar por los mismos 175 pesetas.

Algunas calles de Algorta veían su deterioro debido al paso de los carros de bueyes cargados con materiales para las nuevas obras de edificación que se estaban realizando en el barrio. Unas de las más transitadas en esos días eran la calle San Nicolás y la carretera que iba desde Mantequena, junto a Iturrieta (Las casas “Iturrieta” y “Mantequena” estaban tan solo separadas por el huerto de Eustasio Zalduondo, que más tarde sería expropiado para dar paso a la bajada de Aretxondo), hasta San Martín. Por lo que el consistorio decidió: “...Rellenar con piedra machacada a fin de que con las aguas del invierno y el transito de carros no queden inutilizadas...”

A finales de octubre de 1889, el día 31, se trataba también sobre los residentes en Getxo, que según el censo de 1888 eran 3.682. Por ese número de habitantes, de acuerdo con la R. D. del 27 de junio de 1888, al municipio le correspondían 11 concejales en lugar de los 10 que ya tenía hasta entonces, por lo que decidieron: “...Que en las próximas elecciones que tendrán lugar el 1 de diciembre de este año, se nombren 6 concejales para que con los 5 actuales, que no cambian, quede completo el Ayuntamiento...” De aquel acuerdo de dio cuenta al Gobernador Civil y a la Diputación Provincial, además de publicarlo para conocimiento del vecindario.


El 7 de noviembre de 1889 uno de los médicos titulares de la Anteiglesia de Getxo, D. Antonio Barrera, renunciaba a su cargo debido a su avanzada edad e informaba que permanecería en el mismo hasta el día 1 de diciembre: “...Deseo causar baja en mi puesto debido a lo avanzado de mi edad y a los achaques inherentes a la misma para retirarme a la Villa de Bilbao para pasar el resto de mis días...” El consistorio expresaba su pesar, pero entendía su solicitud, manifestando a su vez: “...Que admitimos su renuncia al cargo, expresando nuestra gran satisfacción y gratitud por los servicios prestados y la puntualidad con el que desempeñó su cargo...”

La estación Telegráfica de Algorta, durante el mes de octubre de 1889, arrojaba un saldo a favor del municipio de 19,83 pesetas.

La cantera de Aiboa era uno de los puntos del municipio en los que se extraía arena blanca para la construcción, algunos de los solicitantes de dicha explotación fueron D. Juan Bautista Elortegui y D. Dionisio Zubiaga.

El alumbrado público siempre escaso en alguno de los barrios era una de las demandas de la población. En el pleno de ese comienzo de noviembre se acordaba estudiar, en función de la población que ya tenía el barrio de Algorta, por la Comisión de Fomento y Policía Urbana un proyecto de alumbrado. Todavía el mismo se hacía mediante faroles de petróleo, faltaba aún mucho para que llegara la innovación de la luz eléctrica a nuestras calles, que no lo haría hasta 1895.

El 17 de noviembre de 1889 el Alcalde de Getxo D. Pedro Amezaga firmaba un edicto convocando las elecciones municipales para el día 1º de diciembre de aquel año.

El 23 de noviembre de 1889, al encontrarse vacante la plaza de medico en el barrio de Las Arenas, se nombraba médico titular de ese barrio a D. Guillermo Lanchares: “...Acordamos nombrar y se nombra a D. Guillermo Lanchares como médico titular para la asistencia de familias pobres, de este barrio, con la dotación anual de 125 pesetas, a quien se facilitará la lista de esas familias pobres, evacuando gratuitamente las obligaciones que le impongan las disposiciones vigentes, como las autopsias de oficio…” A continuación acordaron: “...Nombrar una Comisión para que proponga un proyecto para la asistencia de familias pobres de Algorta y Santa María por los dos médicos titulares de la localidad...” En esa misma fecha la ayuda para familias pobres para lactancia era de 15 pesetas al mes, y en el caso de que dicha ayuda fuera para gemelos, con la condición de que: “...Si uno de los dos gemelos falleciera antes de los 15 meses, ese mismo día quedará suprimido el socorro...”


En el pleno del 23 de noviembre de 1889 el consistorio sobre una polémica suscitada tras pretender este la apertura de nuevas calles en Algorta. Aquella protesta fue encabezada por D. Tomás Uria y otros vecinos: “...Protestamos contra el acuerdo tomado por este Ayuntamiento sobre la apertura de unas calles nuevas en Algorta...” Incluso comenzaron una recogida de firmas, que más tarde fue respondida por algunos firmantes alegando que: “...Fueron sorprendidos haciéndoles entender lo contrario, al firmar la instancia presentada al Ayuntamiento oponiéndose al proyecto formado por el Ayuntamiento para la apertura de esas calles nuevas en Algorta, y pedimos retirar nuestras firmas estampadas en dicha protesta...” El consistorio después de haber tratado el tema en el pleno informaba de que: “...Teniendo en cuenta de que el proyecto del Ayuntamiento relativo a las calles de que se trata, si bien tiende a proporcionar solaz y comodidades a los bañistas y forasteros que concurren al barrio de Algorta, no se encamina tan solo y exclusivamente a ese fin, si no que se dirige con preferencia a proporcionar es solaz y comodidades al vecindario, por lo que carecen de razón las oposiciones que se formulan en contra del proyecto. Teniendo en cuenta que el escrito tan solo cuanta con 42 firmas, a pesar del gran empeño puesto por sus autores, esto demuestra la inexactitud de sus aserto de que la mayoría del vecindario es opuesto al proyecto. Teniendo en cuenta que el paseo de la Avanzada que en la exposición se invoca está situado en un extremo del barrio de Algorta, y de que es necesario un punto céntrico de reunión y de recreo tanto para bañistas como para el vecindario, desestimamos la oposición formulada por el Sr. Uria...”

En la próxima entrada veremos cómo aparecía una Real Orden en el Boletín Oficial de la Provincia disponiendo que: “...La Provincia de Vizcaya deberá proceder al nombramiento de un Senador...”

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