En
la anterior entrada veíamos cómo el organista de San Nicolás de
Bari de Algorta D. Pablo Mujica pasaba dificultades para subsistir
por el poco dinero que se recaudaba entre los vecinos del barrio.
Era
el 9 de mayo de 1889, la Alcaldía de Getxo estaba dirigida por el
entonces primer edil D. Pedro Amezaga. Comenzaba mayo con una R.O.
insertada en el Boletín Oficial de la Provincia, convocando a la
renovación de las corporaciones municipales: “...La
renovación bienal de los ayuntamientos, que deberá verificarse se
celebrarán el mes de diciembre...”
Para ello los Ayuntamiento debían de proceder a formar durante el
mes de mayo el padrón municipal, el censo de vecinos y las listas
electorales. Los concejales elegidos tomarían posesión el día
primero de de enero de 1890 y permanecerían en sus cargos hasta el
30 de junio de 1893. El consistorio de Getxo acordó se cumpliera
todo cuanto aparecía publicado en la R.O.
Las
celebraciones religiosas tomaban protagonismo en nuestro municipio.
Esta vez era la de San José. Para celebrar la festividad, el
mayordomo de San Nicolás de Bari de Algorta enviaba una invitación
al consistorio para que participara en la función religiosa que se
iba a celebrar el días 12 de mayo.
La
colonia francesa del Las Arenas celebraba en el Casino de la
localidad el centenario de la revolución de 1789.
El
14 de mayo de 1889 el Administrador de Aduanas de Bilbao informaba
que: “...Queda
habilitado el muelle de Las Arenas para carga y descarga de
mercancías...”
noticia que era recogida por “El Noticiero Bilbaíno” del 15 de
mayo: “...Por
R.O. orden queda habilitando el muelle de Las Arenas para la carga y
descarga de carbones, leñas, piedras, tierras, cales, hierros, tejas
y ladrillos para la construcción urbana y artículos de mucho
volumen y poco derecho arancelario, todo con intervención del
delegado de aduanas de Portugalete...”
Para lograr que ese muelle fuera una realidad fue necesario la
intercesión del Senador por Bizkaia D. Martín Zavala, a quien el
consistorio Getxotarra agradecía su parte activa en el hecho.
Las
calles seguían iluminándose con petróleo. Aún faltaban seis años
para que las primeras luces eléctricas vieran aluzar la fachada del
Casino Algorteño. En los manifiestos de aduanas de Bilbao podían
comprobarse las llegadas de las embarcaciones con crudo desde
América: la barca: “Bride”, procedente de New York, llegaba con
19.825 cajas de petróleo crudo y la “Fluorine”, procedente de
Filadelfia, desembarcaba 16.902 cajas.
La
afición a la caza de palomas tenía muchos seguidores. No estaba
exenta de picaresca. La Diputación tuvo que consultar con el
Gobernador Provincial si: “...Se
podían cazar las palomas a menos de 1.000 metros de distancia del
palomar...”
Se ve que algunos avispados acosadores conseguían algunas piezas
rondando los caseríos cercanos.
El
16 de mayo de 1889 volvía el matadero a las actas municipales, ya
que el viejo matadero, ya en desuso, se halla emplazado algo distante
de la parte poblada de Algorta, contiguo a un arroyo donde nacía una
fuente de agua constante en un terreno de la “Estrata-mosu” cerca
de la fuente “Iturribarri” (entre Alango y Villamonte). En el
pleno de ese día se daba cuenta de: “...La
autorización a esta corporación municipal, por parte del Gobernador
Civil para llevar a cabo la enajenación en pública subasta de la
casa matadero...”
Sin embargo, el terreno adyacente que el consistorio deseaba juntar
con el matadero para subastar, no recibía la autorización pues lo
consideraba la autoridad provincial como un buen terreno para
edificación o tierra de labor. El Ayuntamiento decidió unirlo al
expediente. Consideraba que solo el edificio carecía de valor por
hallarse alejado de la población.
En
ese mismo pleno se hablaba de unas consultas realizas por el
consistorio sobre la continuación de la línea del ferrocarril de
Las Arenas a Algorta. Y como se acercaba el verano conminaron al
contratista D. José Leandro Uribe para acelerar las obras de la
calle Mayor (actual Avenida Basagoiti). En esas fechas continuaba al
frente de la corporación el Alcalde D. Pedro Amezaga.
En
el pleno del 26 de mayo de 1889 se trataba sobre una circular de la
Diputación Provincial sobre la mendicidad: “...Circular
que ha dirigido la Diputación a los Alcaldes presidentes de los
Ayuntamientos de esta provincia dictando reglas para extirpar la
mendicidad en Vizcaya...”
El Ayuntamiento de Getxo decidía: “...Proveer
de placas identificativas a los pobres que pueden implorar limosna en
esta Anteiglesia...”
En
esa fecha “El Noticiero Bilbaíno” abría sus paginas con la
siguiente declaración: “...Suponer
que el País Vascongado ha de relegar al olvido la reivindicación de
sus derechos, inicuamente arrebatados a raíz de la última guerra
civil, es suponer un absurdo que está en abierta contradicción con
lo noble y lo grande de la causa foral...”
Ya
cerca del verano, algunos anuncios relativos a nuestro pueblo
aparecían en los diarios bilbaínos. Uno de ellos lo hacía en “El
Noticiero Bilbaíno”. Se refería al “Casino de Las Arenas”:
“...Este
establecimiento inaugurará su temporada el 1º de de junio,
permaneciendo abierto todo el año...”
Sobre las actividades, decían: “...Se
ofrecerán Bailes semanales, Conciertos, Bailes para niños, un
restaurante que permanecerá abierto a todas horas y un teléfono
para los señores socios...”
Las cuotas de suscripción, por costumbres de época, daban derecho
de entrada a las señoras de los socios, por lo que es fácil deducir
que solo eran socios los varones. Sus precios eran: “...Suscripción
por 15 días 7 pesetas. Por un mes 10 pesetas. Y por un año, hasta
el siguiente ejercicio, 20 pesetas...”
El
1º de junio de 1889 comenzaba a funcionar el Reglamento de la
Corporación de los Prácticos de la Barra y Ría. Para la
inauguración de dichas ordenanzas salieron desde el muelle del
Arenal algunas personalidades a bordo de los remolcadores Algorta y
Somorrostro. Al frente de la comitiva iba el presidente de la
corporación D. Juan Bautista Belerrinaga. El servicio del practicaje
se realizaba mediante lanchas de vapor. El reglamento prescribía
que: “...Los
servicios de los buques se realizarán sujetándose a un orden o
turno riguroso y por medio de lanchas de vapor que irían tripuladas
por un patrón, los prácticos designados, un maquinista, dos
fogoneros y un marinero...”
Las
obras próximas del inicio del puerto volvían a traer a los plenos,
escritos de advertencia sobre los problemas que podrían causar en
nuestra costa. Una de ellas la encabezaba Dionisio de Zubiaga:
“...Sobre
los daños y perjuicios que podrán causar las obras del puerto en el
Abra, puerto de Algorta y propiedades particulares...”
Por ello el Ayuntamiento de Getxo decidió crear una comisión que
obteniendo datos y antecedentes se acerque en primer lugar a la
Junta de Obras del Puerto del Abra para recabar datos. Al frente de
aquella comisión se pusieron los siguientes ediles: El Alcalde D.
Pedro Amezaga, el Síndico D. Irineo Ramón Diliz y el Regidor D.
Eladio Sustacha.
En
la próxima entrada veremos cómo algunos vecinos de Algorta
solicitaban colocar aceras desde Mantequena hasta la Cadena.
Muy interesante. Mue gustaría saber más sobre la familia de Antonio de Arrarte Uriarte y su descendencia ya que tuvieron una bodega aquí, en Tomelloso, Ciudad Real, y estoy haciendo un trabajo de investigación. Soy catedrático retirado de La Universidad de la Ciudad de Nueva York y ahora vivo en La Mancha. Un saludo y mis coordenadas por si se quiere poner en contacto conmigo: Dionisio Cañas 629 011 524 dionisiocanas@telefonica.net
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