En
la anterior entrada veíamos cómo el Ayuntamiento concedía un
terreno en la Galea al Teniente Coronel Director del Parque de
Artillería de Bilbao para construir un edificio que albergara los
útiles necesarios para que la escuela de artillería hiciera
prácticas de tiro.
Dicen
que hubo músicos que se pasaron la vida llorando un poco de dinero y
el ruido de sus tripas les impidió escuchar los sonidos en su
cabeza. Algo de eso parece que le pasaba al organista de San Nicolás
de Bari de Algorta D. Pablo Mujica
a
mediados de abril de 1889. Parece que la dificultad que ofrecía el
recaudar un poco de dinero entre los vecinos del barrio, aunque
fuera para satisfacerle sus actuaciones en diferentes funciones
cívico-religiosas, provocó que nuestros ediles tuvieran que tomar
cartas en el asunto: “...Se
le siga pagando como profesor de la escuela de Música el sueldo de
998 pesetas, y además por honorarios de dichas funciones otras 250
pesetas al año. Acordando consignar en los presupuestos una partida
para “Funciones y Festejos”...”
Eso sí: haciéndole saber “...Que
su jefe o superior inmediato respecto de todos los servicios que debe
evacuar en la iglesia será el cura párroco a quien deberá
respetar...”
En
esos días también se decidió construir una escalera para poder
bajar a la playa de Ereaga desde Algorta. El responsable del proyecto
fue el ingeniero D. Laureano Gómez Santa María.
Cómo
decía en mi entrada N.º 102, las gestiones con Dña. Basilisa
Aresti para la adquisición de sus terrenos para la construcción de
un Hospital-Hospicio, en Alango. El 17 de abril de 1889, nuestros
ediles, finalmente consiguieron un acuerdo: “...Se
han practicado todas las diligencias posibles para conseguir esa
heredad en la menor cantidad que fuera posible, tiene la misma una
superficie de 13 peonadas y 12 estados cuadrados de a 49 pies, o sea
3.560, 86 metros. El Ayuntamiento acuerda adquirir estos terrenos en
4.750 pesetas...”
En
ese mismo pleno del 17 de abril se decidía: “...Ratificarse
en el acuerdo del pleno del 15 de noviembre de 1888, por la necesidad
perentoria de la instalación de un edificio para albergar a
desvalidos y enfermos de esta localidad, se instrumente el oportuno
expediente para la construcción de un Hospital-Hospicio. Y teniendo
conocimiento que la Diputación Provincial había adoptado la
resolución de ayudar con alguna cantidad a los pueblos que
intentaran construir edificios destinados a Hospitales, se practiquen
la diligencias conducentes a conseguir la subvención...”
Aquel
mismo día se habría un nuevo libro de actas. Recogería los
acuerdos y temas tratados desde el 25 de abril de 1889 al 5 de
febrero de 1891. En su primer punto hacían referencia a que el
maestro de solfeo y organista de la parroquia de San Nicolás de Bari
de Algorta, D. Pablo Mujica aceptaba el sueldo y derechos aceptados
que el consistorio le había otorgado.
Por
otro lado era aceptada la petición solicitada por D. Julian
Aguiriano, quien deseaba hacer un añadido a su casa llamada
“Ramosena”, que estaba situada en la calle Aretxondo del Puerto
Viejo de Algorta.
También
en dicho pleno se hablaba de la Sra.Viuda de Basagoiti, Dña. Manuela
Arteta, quien vivía en el Nº 58 de la calle Mayor de Algorta
(Actual Avenida Basagoiti), la cual tenía otra contigua llamada “la
pequeña”, propiedades que incluían cochera y un huerto. El motivo
de la cita era un corrimiento de tierras, según dicha señora
producido por la construcción de una vivienda próxima, mientras que
el consistorio afirmaba que el mismo se debía a la fuerza del mar.
En
el barrio de Las Arenas se había alquilado a D. Nicasio Urquiza una
alcoba con destino a cuarto de retención o deposito municipal, del
24 de julio al 26 de noviembre de 1888, por él se pagaron 63
pesetas.
La
religión y el condumio era cosa importante por esos días, así que
el 19 de abril de 1889 (Viernes Santo), la Compañía del Tranvía
disponía ampliar sus servicios para que a la salida de la procesión
de los Santos Juanes pudieran retornar las personas que desearan
acudir a la misma entre Bilbao y Las Arenas. Y como era tiempo de
recogimiento, las Hermanas de la Caridad de Zabalburu montaban un
monumento para que los devotos pudieran visitarlo. Pero no era cosa
de parar a pesar de fechas tan señaladas y tratándose de los
alimentos, establecía que el Sábado 20, se pusieran vagones en
Algorta y Las Arenas para el transporte de los tocinos a Bilbao. Y no
era de extrañar ya que en el mercado del Arenal de Bilbao se
cotizaban los derivados de este principesco animal: La libra de
tocino a 0,75 pesetas, la de jamón a 0,95 y 1 peseta, la de manteca
a 0,75 pesetas y los apetitosos chorizos entre 7 y 10 reales la
docena.
El
21 de abril de 1889 se abría con el nombre de “Restaurant del
Puerto”, en el pabellón Portugalete del balneario de Las Arenas,
un establecimiento sucursal de la “Fonda Nueva” de aquel barrio,
donde se iban a servir comidas.
El
día 2 de mayo de 1889 se presentaba al Gobernador Civil, de acuerdo
con lo establecido en el Boletín Oficial de la Provincia del 27 de
abril de la Junta de Sanidad propuesta por el Ayuntamiento de Getxo.
La terna que se proponía para el próximo bienio era:
Facultativos:
D. Manuel Hormaeche y D. Antonio Barrena; Farmaceútico: D. Miguel
García-Salazar; Veterinario: D. Juan Cruz Mezo. Y tres ternas de
vecinos:
La
primera compuesta por: D. Sebastían Sainz, D. Juan José Unzaga y D.
Manuel Inchaurtieta.
La
segunda estaba compuesta por: D. Asensio Inchaurtieta, D. Pedro Icaza
y D. Eulalio Madariaga.
La
tercera compuesta por: D. Isidro Inchaurtieta, D. José Gonzalez y D.
Braulio Ajuria.
En
aquella fecha las existencias en la caja municipal eran de 15.432,98
pesetas.
Los
concejales Sarria y Arrola quedaban encomendados para acercarse a la
Banda de Música, conocer cuántos miembros tenía, el estado de sus
instrumentos y la disponibilidad para realizar un nuevo contrato, ya
que el anterior estaba próximo a caducar.
Dña.
Rosaura Amechazurra y Diliz recibía una certificación municipal
autorizándole a tomar posesión de la casa llamada “Calvetena
Nueva”, que estaba en la calle Mayor, cerca de la “Fotería de
Julian” (Bar Gurugú).
El
telégrafo de Algorta ingresaba en las arcas municipales la cantidad
de 15,40 pesetas correspondientes al mes de abril de 1889.
En
la próxima entrada veremos cómo el consistorio decidía preparar un
proyecto de condiciones para la Banda de Música.
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