La
primera piedra del puerto exterior del Abra, el inicio de los
contramuelles, se produjo un viernes 21 de septiembre de 1888 a las
tres de la tarde. La noticia fue seguida, entre otros, por dos medios
gráficos: El madrileño “La Ilustración Española y Americana”
revista quincenal fundada en 1869 y “El Noticiero Bilbaíno”,
diario matutino fundado en 1875.
Por
aquellos días se había iniciado una suscripción para constituir
una sociedad que tomara parte en las subastas de las obras del puerto
exterior. Dicha recolecta al día 22 de septiembre de 1888 alcanzaba
la cifra de 3.297.500 pesetas.
Para
aquella inauguración habían llegado procedentes de Madrid en el
tren expreso de la mañana el Ministro de Fomento y el de Marina. A
las tres de la tarde zarparon en el vapor “Auxiliar de la Compañía
de Remolcadores Bilbaínos” las autoridades antes citadas junto a
las de la Provincia y algunos invitados. La comitiva que navegaba por
la ría iba secundada por otros siete vapores.
Ambas
orillas de la ría aparecían repletas de expectantes vecinos, desde
las mismas se lanzaron volanderas: “...Sobre
todo desde las fabricas de “Altos Hornos” “San Francisco” “La
Vizcaya” y “Astilleros del Nervión”. Surcaban las aguas de la
ría numerosas embarcaciones llegadas de Motrico, Lequeitio, Ondarroa
y Bermeo...”
Al llegar a la barra observaron el trabado de los rompeolas del
futuro puerto y escucharon la descripción del mismo hecha por su
autor, D. Evaristo de Churruca: “...Desde
Punta Begoña se hallaban colocadas de 50 en 50 metros 17 lanchas,
marcando el rompeolas menor; el otro rompeolas, partía desde la
Santurce y lo marcaban 30 lanchas para fijar clara y precisamente la
entrada del futuro puerto, donde se hallaban dos gánguiles de la
Junta de Obras. El punto en el que se iba a depositar aquella primera
piedra aparecía señalado por lanchas, que estaban alrededor del
mismo...”
El
encargado de bendecir la primera piedra fue el párroco de la
Basílica de Santiago D. Ramón Prada. Dicha piedra de mármol blanco
llevaba la inscripción “Inauguración de las obras en el Abra”,
en un lado y la fecha “21 de septiembre de 1888” en el otro. A
las cuatro y veinte minutos se abrió paso entre las olas la primera
piedra del puerto exterior; una gabarra se hallaba dispuesta allí
mismo repleta de piedra, inmediatamente hizo el alijo en medio de
atronadores aplausos, la piedra fue depositada en el lado de la
punta del que iba a ser rompeolas de Santurce. Precisamente el
gravado que encabeza esta entrada se refiere al ese momento y
pertenece a la revista “La Ilustración Española y Americana”
del 8 de octubre de 1888, el cual representa el momento en que el
Ministro de Fomento, tirando del cordón, dejó caer la primera
piedra.
Acto
seguido la fiesta continuó con una regata que se celebró entre
Portugalete y Las Arenas. Compitieron dos embarcaciones una de Bermeo
y otra de Ondarroa, quedando triunfadora la primera. Después de la
regata la comitiva se dirigió al muelle de Las Arenas donde
desembarcaron, allí les esperaba el Alcalde de Getxo D. Pedro
Amezaga, para seguir hasta el Casino del barrio arenero y tomar un
refrigerio.
De
allí se dirigieron a la estación de ferrocarril de la calle Mayor
de Las Arenas, donde estaba preparado un tren especial que les
conduciría a Bilbao. Y aquí terminaron los actos para nuestro
Pueblo, pero no quiero dejar de referirme, por lo opulento y
ampuloso, al banquete que se celebró aquella noche en Bilbao, en el
que participaron representantes de la Diputación, Ayuntamiento,
Gobernador Civil, Junta de Obras, Cámara de Comercio, Ejercito,
Prensa, Industria Naval, así cómo algún ilustre vecino de Getxo
cómo D. José Mártinez Rivas. El menú consistió en:
Conzommé
Cumberland
Sautier
da Tonkin Cobden Jambon
Foie-gras
d`ole á L`archebeque
Punch
glacé du Principe Albert (Agua de limón helada)
Poulardes
du Mans gastronome
Petits
poids Saboyards
Croutes
a la Marie Christine
Parfait
a L`ambassadricce
No
me digan que no eran ampulosas las referencias del menú, ya que por
ejemplo el “Punch glacé du Principe Albert”, no era si no un
agua de limón helada. La cena fue regada por diversos caldos:
Jerez, Sauterne, Medoc, Saints Julien, Campagne y Oporto.
Aquellos
selectos gastrónomos que no escatimaban ocasión de hacer alarde de
su agrado por los grandes ágapes, siempre que la ocasión fuese
propicia y fuera el erario público el que corriera con los gastos,
ateniéndonos a lo que costaba dos años más tarde, un banquete en
homenaje a un político republicano, de inferior entidad la comida,
el cual venía a costar a cinco pesetas el cubierto, un auténtico
dispendio cuando el jornal medio de trabajador era de 3,5 pesetas
diarias, seguro que el de la primera piedra tuvo que costar un riñón
a los contribuyentes. Y a pesar de ello, en aquella ocasión, tan
exquisitos comensales dijeron: “ ...La
comida así como el servicio han dejado algo que desear...”
Cosas
de otra época que nos recuerdan acontecimientos sociales de unas
élites, tan lejanas y tan cercanas, que parecen actuales.
Digno de tenerse en cuenta dada la magnitud del evento a festejar; o sea la inauguración de lo que hoy es el Abra bilbaíno. De todas formas, yo como getxotarra estoy orgulloso del mismo.
ResponderEliminarAlcalde de Getxo D. Pedro Amezaga,años despues su hijo menor Dr Vicente Amezaga Aresti, fue un Destacado patriota, humanista y manate del Euskera, aun siendo euskaldunberri, llego a ser Miembro dela Academia Lengua vasca, con 74 traducciones desde 6 idiomas,91 conferencias, 120 artculos prensa, y autor de 8 libros, Toda su Obra recopilada, editada y publicada por la Editorial Xamezaga Catalogo obras (849), por su hijo menor Xabier Iñaki Amezaga Iribarren
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