jueves, 9 de mayo de 2019

LA PRIMERA PIEDRA DEL PUERTO EXTERIOR



La primera piedra del puerto exterior del Abra, el inicio de los contramuelles, se produjo un viernes 21 de septiembre de 1888 a las tres de la tarde. La noticia fue seguida, entre otros, por dos medios gráficos: El madrileño “La Ilustración Española y Americana” revista quincenal fundada en 1869 y “El Noticiero Bilbaíno”, diario matutino fundado en 1875.

Por aquellos días se había iniciado una suscripción para constituir una sociedad que tomara parte en las subastas de las obras del puerto exterior. Dicha recolecta al día 22 de septiembre de 1888 alcanzaba la cifra de 3.297.500 pesetas.

Para aquella inauguración habían llegado procedentes de Madrid en el tren expreso de la mañana el Ministro de Fomento y el de Marina. A las tres de la tarde zarparon en el vapor “Auxiliar de la Compañía de Remolcadores Bilbaínos” las autoridades antes citadas junto a las de la Provincia y algunos invitados. La comitiva que navegaba por la ría iba secundada por otros siete vapores.

Ambas orillas de la ría aparecían repletas de expectantes vecinos, desde las mismas se lanzaron volanderas: “...Sobre todo desde las fabricas de “Altos Hornos” “San Francisco” “La Vizcaya” y “Astilleros del Nervión”. Surcaban las aguas de la ría numerosas embarcaciones llegadas de Motrico, Lequeitio, Ondarroa y Bermeo...” Al llegar a la barra observaron el trabado de los rompeolas del futuro puerto y escucharon la descripción del mismo hecha por su autor, D. Evaristo de Churruca: “...Desde Punta Begoña se hallaban colocadas de 50 en 50 metros 17 lanchas, marcando el rompeolas menor; el otro rompeolas, partía desde la Santurce y lo marcaban 30 lanchas para fijar clara y precisamente la entrada del futuro puerto, donde se hallaban dos gánguiles de la Junta de Obras. El punto en el que se iba a depositar aquella primera piedra aparecía señalado por lanchas, que estaban alrededor del mismo...”

El encargado de bendecir la primera piedra fue el párroco de la Basílica de Santiago D. Ramón Prada. Dicha piedra de mármol blanco llevaba la inscripción “Inauguración de las obras en el Abra”, en un lado y la fecha “21 de septiembre de 1888” en el otro. A las cuatro y veinte minutos se abrió paso entre las olas la primera piedra del puerto exterior; una gabarra se hallaba dispuesta allí mismo repleta de piedra, inmediatamente hizo el alijo en medio de atronadores aplausos, la piedra fue depositada en el lado de la punta del que iba a ser rompeolas de Santurce. Precisamente el gravado que encabeza esta entrada se refiere al ese momento y pertenece a la revista “La Ilustración Española y Americana” del 8 de octubre de 1888, el cual representa el momento en que el Ministro de Fomento, tirando del cordón, dejó caer la primera piedra.

Acto seguido la fiesta continuó con una regata que se celebró entre Portugalete y Las Arenas. Compitieron dos embarcaciones una de Bermeo y otra de Ondarroa, quedando triunfadora la primera. Después de la regata la comitiva se dirigió al muelle de Las Arenas donde desembarcaron, allí les esperaba el Alcalde de Getxo D. Pedro Amezaga, para seguir hasta el Casino del barrio arenero y tomar un refrigerio.


De allí se dirigieron a la estación de ferrocarril de la calle Mayor de Las Arenas, donde estaba preparado un tren especial que les conduciría a Bilbao. Y aquí terminaron los actos para nuestro Pueblo, pero no quiero dejar de referirme, por lo opulento y ampuloso, al banquete que se celebró aquella noche en Bilbao, en el que participaron representantes de la Diputación, Ayuntamiento, Gobernador Civil, Junta de Obras, Cámara de Comercio, Ejercito, Prensa, Industria Naval, así cómo algún ilustre vecino de Getxo cómo D. José Mártinez Rivas. El menú consistió en:

Conzommé Cumberland
Sautier da Tonkin Cobden Jambon
Foie-gras d`ole á L`archebeque
Punch glacé du Principe Albert (Agua de limón helada)
Poulardes du Mans gastronome
Petits poids Saboyards
Croutes a la Marie Christine
Parfait a L`ambassadricce

No me digan que no eran ampulosas las referencias del menú, ya que por ejemplo el “Punch glacé du Principe Albert”, no era si no un agua de limón helada. La cena fue regada por diversos caldos: Jerez, Sauterne, Medoc, Saints Julien, Campagne y Oporto.

Aquellos selectos gastrónomos que no escatimaban ocasión de hacer alarde de su agrado por los grandes ágapes, siempre que la ocasión fuese propicia y fuera el erario público el que corriera con los gastos, ateniéndonos a lo que costaba dos años más tarde, un banquete en homenaje a un político republicano, de inferior entidad la comida, el cual venía a costar a cinco pesetas el cubierto, un auténtico dispendio cuando el jornal medio de trabajador era de 3,5 pesetas diarias, seguro que el de la primera piedra tuvo que costar un riñón a los contribuyentes. Y a pesar de ello, en aquella ocasión, tan exquisitos comensales dijeron: “ ...La comida así como el servicio han dejado algo que desear...”

Cosas de otra época que nos recuerdan acontecimientos sociales de unas élites, tan lejanas y tan cercanas, que parecen actuales.

2 comentarios:

  1. Digno de tenerse en cuenta dada la magnitud del evento a festejar; o sea la inauguración de lo que hoy es el Abra bilbaíno. De todas formas, yo como getxotarra estoy orgulloso del mismo.

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  2. Alcalde de Getxo D. Pedro Amezaga,años despues su hijo menor Dr Vicente Amezaga Aresti, fue un Destacado patriota, humanista y manate del Euskera, aun siendo euskaldunberri, llego a ser Miembro dela Academia Lengua vasca, con 74 traducciones desde 6 idiomas,91 conferencias, 120 artculos prensa, y autor de 8 libros, Toda su Obra recopilada, editada y publicada por la Editorial Xamezaga Catalogo obras (849), por su hijo menor Xabier Iñaki Amezaga Iribarren

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