domingo, 5 de mayo de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -95-



En la anterior entrada veíamos cómo la caseta del Fielato de la Plazuela de Las Arenas (Actual Bizkaiko Zubia) no reunía las condiciones para la colocación de la báscula para pesaje de los arbitrios de vinos y licores de dicho barrio.

En los libros de actas del 11 de octubre de 1888 la banda municipal de Getxo tenía su pequeño espacio. El director de la banda D. Pablo Arzuaga y el músico de la misma D. Saturnino Azcorra recibían autorización de la banda para entenderse con el Ayuntamiento respecto de los pagos que la entidad municipal tuviera que realizar a sus componentes. Pero una de sus reclamaciones referidas a su actuación en la festividad del Ángel de la Guarda, en la que habían participado el pasado 1 de octubre, en Santa María de Getxo, fue desechada por el consistorio.


El día 15 de octubre de 1888, a petición de D. Luciano Alday, quedaba nombrada como maestra auxiliar de la Escuela de Niñas Pobres de la Fundación de D. Andrés Cortina Alday, Dña. Carmen Ugarte, con la dotación de 750 pesetas anuales.

A pesar de que para la construcción del convento que se iba a realizar cerca de la casa llamada “Miragaray”, en el punto de “San Martin-Ondo” y que la cantera de la que se pretendía extraer estaba en el punto denominado “Bajo el Castillo”, el consistorio acordaba no pertinente dicha extracción por hallarse prohibida dicha actividad en esa zona.


La actividad urbanística en el barrio de Romo, entonces perteneciente a Las Arenas, comenzaba a dar sus primeros pasos. El día 18 de octubre de 1888 el vecino de Bilbao D. Juan Domingo Echevarria solicitaba al consistorio permiso para tirar raíles en la calle pública que iba desde el ferrocarril de Las Arenas al río Gobela: “...Para poder conducir materiales para las calles que estaba ejecutando en la propiedad de D. José Niceto Urquizu...” El consistorio accedía a condición de que quedaran expeditas al transito público. Este propietario de la Vega de Santa Eugenia, D. José Niceto Urquizu, que llegó a ser diputado entre 1852 y 1864, nacido en Elorrio, tomó partido ora por el bando gamboíno, ora por el oñazino, fue en varias ocasiones diputado general (primero, segundo y tercero), este último cargo por el bando gamboíno (1868-1870). Dicen que desarrolló con poca fortuna algunos intentos de parcelación en Las Arenas y en la Vega de Santa Eugenia. Sus terrenos en esta Vega estaban próximos al Gobela y la Avanzada, terrenos comunales que en enero de 1868 habían salido a subasta y se componía de dos lotes: El primero: “...Este lote confina por N. con la colina de Algorta llamada de la Avanzada por S. con arenales de D. Eduardo Aguirre, con la zona marítima de seis metros contados desde la cresta…, con la zona de tres metros para el servicio de la carretera de Algorta...” El segundo: “...Confinaba por el N. con las colinas de Algorta, y con el camino vecinal que se dirige a Lejona, por el S. con los arenales de D. Jose Niceto de Urquizu...”

En noviembre de 1888 la prensa madrileña hablaba sobre el ferrocarril de vía estrecha que unía Bilbao con Las Arenas y el tranvía. El diario “El Día” decía refiriéndose a este medio de comunicación: “...El ferrocarril de Bilbao a Las Arenas, con escaso movimiento durante el invierno, pues su trazado por las laderas de la montaña no es fácilmente accesible para la población del litoral. Sin embargo, en competencia con esta vía hemos visto a menudo circular por ella dos coches del tranvía a la vez, arrastrados por cuatro caballerías. En esta última población, Las Arenas, cautiva la pintoresca y desordenada de los hoteles, chalets y viviendas de todo linaje, que a su derecha dibuja la estación balnearia, envuelta en la espesura de un frondoso pinar, detrás de cuyas copas se distingue en la lontananza, diseminado en las alturas del arrecife que hacia el mar avanza, el pueblo de Algorta...”


El 8 de noviembre de 1888 el Director de Telégrafos de la Sección de Bilbao comunicaba al consistorio de Getxo la colocación en Algorta del hilo telegráfico: “...En cinco postes destinados comunicar con el Semáforo de la Galea...”

Como novedad comunicativa decir que para el 14 de noviembre de 1888 Bilbao contaba con cuatro locutorios de telefonía desde los cuales se podía comunicar con todos los abonados de Las Arenas y Algorta. Por parte del Ayuntamiento de Getxo el encargado de recorrer la linea telegráfica para informar sobre su estado fue D. Juan Lledo.

En esas fechas, la arena, ese abundante material en las zonas bajas de nuestro pueblo desde Algorta a Las Arenas, era demandada para la construcción. En las canteras de Aiboa era extraído por D. Esteban Elorriaga, pagando a razón de 37,5 pesetas el metro cúbico.


A finales de noviembre de 1888 el Ayuntamiento de Getxo sacaba a subasta 140 títulos del empréstito acordado emitir para el pago de la ejecución de obras y mejoras en el barrio de Las Arenas.

El 15 de noviembre de 1888 el muro del cementerio de Algorta (Campa del Muerto), que pertenecía a la feligresía de San Nicolás, presentaba un estado ruinoso, por lo que los vecinos se dirigieron al Ayuntamiento solicitando: “...Se ejecuten por cuenta de los fondos municipales las obras necesarias para reparar las ruinas que amenaza el muro que se halla a la parte Norte del citado cementerio hacia el Este de la Capilla...” El Ayuntamiento decidía: “...Que ya que todo el terreno del centro de dicho lugar sagrado, al día de hoy, pertenece Municipio, y a pesar que no existe en el presupuesto consignación para cementerios, es urgente e imprescindible ejecutar las obras de la pared del muro para evitar que se derrumbe con las próximas aguas del invierno, evitando que en caso de producirse resulte un espectáculo lamentable triste y doloroso ver los cadáveres desparramados que hoy yacen en los nichos contiguos...” Por otro lado la capacidad del cementerio había llegado a la saturación por lo que el Consistorio acordaba: “...Que no siendo suficiente el cementerio de la Parroquia de San Nicolás de Bari para el enterramiento de los cadáveres que en el día de hoy ocurren en dicha parroquia, se practiquen las diligencias conducentes con el fin de formar un proyecto para la ampliación de dicho cementerio...”


En la próxima entrada veremos cómo se fueron solucionado los problemas de beneficencia en nuestro Pueblo.

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