En
la anterior entrada veíamos cómo la Diputación de Bizkaia
manifestaba que la corporación municipal de Getxo tenía
atribuciones para emitir el empréstito de 70.000 pesetas proyectado
con destino a las obras de mejora de Las Arenas.
El
consumo de alcohol y los rematantes de arbitrios municipales de la
provincia mantenían un conflicto por el exceso en los cobros de
dichos arbitrios, por ello acudieron a una reunión en Madrid el día
28 de noviembre, donde fueron aprobadas sus gestiones, acordando dar
un voto de gracias al Comité Ejecutivo del Circulo Mercantil de
Madrid por la ayuda que prestó a dichos representantes, que tanto ha
contribuido al feliz resultado de lo que pretendían. En la misma
reunión expusieron algunos individuos la extralimitación que se
está cometiendo con algunos pueblos de esta provincia en el cobro de
los derechos municipales sobre aguardientes y licores, y acordó
hacer público en la prensa el día 4 de diciembre lo siguiente :
“...Según
la circular de la Excma. Diputación Provincial, de fecha 1.° de
agosto, no tienen los ayuntamientos ni los rematantes atribuciones
para cobrar más que 30 pesetas por 100 litros de alcohol puro, por
consiguiente, el gremio de alcoholes aconseja a todos los tratantes y
particulares que se nieguen rotundamente a pagar el aumento que se
les exija de más sobre la citada cantidad...”
El
6 de diciembre, fiesta del patrón de la iglesia de San Nicolás de
Bari de Algorta. El consistorio, fiel a sus creencias, decidía
aplazar el pleno para acudir a las funciones religiosas que en dicha
parroquia se celebraban por la mañana y tarde. Seguro que en aquella
decisión, a pesar de lo devotos que debían ser, algo tuvo que ver
la invitación del párroco de dicha feligresía que el día 5 de
noviembre enviaba la siguiente circular: “...El
párroco de San Nicolás de Bari invita a ese Ayuntamiento a las
funciones que tendrán lugar en esta parroquia los días 6 y 8 de
noviembre...”
Una
de las enfermedades más temida por la población, la Viruela,
llevaba más de una año atacando a los habitantes de Bizkaia, sobre
todo a los de las zonas mineras y fabriles. Criticaban que los
gobiernos no le prestaran suficiente atención a esta enfermedad, y
ponían como ejemplo los medios dedicados a la epidemia de cólera,
que incluso en el Siglo XVIII contó con un lazareto en la zona de
Punta Begoña para internar a los viajeros que llegaban por tierra o
mar a nuestros pueblos. La viruela también atacaba a algunos vecinos
de Algorta. El Ayuntamiento daba lo que llamaban “limosna de una
sola vez” para auxiliar a una familia atacada por la misma. La
cantidad entregada era de 25 pesetas; además para ayudar a atajar el
brote epidémico acordaban: “...Proporcionar
la cantidad que se creyera conveniente de ácido fénico a las casas
donde concurran casos de enfermedades epidémicas y contagiosas...”
El Ácido Fénico era utilizado en el Siglo XIX como desinfectante
junto al sulfato de cobre, la lechada de cal y la lejía.
Para
principios de diciembre de 1888 la estación telegráfica de Algorta
aportaba a las arcas municipales 27,35 pesetas, producto de la
recaudación del mes de noviembre.
El
Ayuntamiento, necesitado de fondos para sus obras, reclamaba a la
Diputación de Bizkaia el pago de la carretera que se había
construido desde Mantequena (Algorta) hasta Las Arenas.
El
13 de diciembre de 1888 el techo del pórtico de la iglesia de San
Nicolás de Bari de Algorta presentaba un estado ruinoso. D. José
Ramón de Ansoleaga y varios vecinos solicitaron al Ayuntamiento su
reparación. Se encargó al maestro de obras D. Francisco Ciriaco de
Menchaca la realización de un informe sobre el estado de dicho
pórtico. Como consecuencia del mismo se decidía apuntalar el
pórtico para evitar males mayores, y teniendo conocimiento de que
existía una suscripción voluntaria entre los vecinos para su
arreglo, comunicaban al párroco: “...El
estado deplorable en que se halla el citado techo, recomendando que
por todos los medios a su alcance active la ejecución de las obras,
con el fin de evitar cualquier desgracia que pudiera ocurrir...”
Y
como ya estaban cercanas las fiestas de navidad, el consistorio
acordó, según era costumbre, expedir los libramientos para efectuar
pagos a los empleados municipales, pobres de la localidad, lactancias
y maestros del municipio.
La
Diputación de Bizkaia envió una carta el día 18 de diciembre de
1888 interesándose por al posibilidad de apertura de una casa para 6
ó 10 “alienados pobres”, que no era si no una forma sutil de
esquivar la expresión comunmente utilizada de “locos”. A lo que
el Ayuntamiento de Getxo contestó: “...Que
no hay posibilidad de establecer en esta localidad ninguna casa para
que esos enfermos puedan sufrir el periodo de observación...”
El
20 de diciembre de 1888 contestaba el Diputado D. Eduardo Aguirre al
requerimiento del consistorio de Getxo acerca de la retirada de la
proposición de segregación de Las Arenas diciendo: ...Que
el procedimiento para que queden sin efecto los proyectos de ley
pendientes en un legislatura, es no reproducirlos en la siguiente,
que es lo que he hecho con el tema de la segregación de Las
Arenas...”
El
27 de diciembre de 1888 la Diputación de Bizkaia declaraba de
interés general para la provincia el ferrocarril de Las Arenas a
Plencia, pero antes de abonarle la subvención establecida en la ley,
exigieron que debían demostrar que se había constituido la compañía
en forma competente.
El
29 de diciembre se nombraba como maestro de Santa María de Getxo, en
las escuelas de Sarri, con plaza en propiedad, a D. Valentín
Cuartango Ortega, con un salario de 825 pesetas anuales, disponiendo
de vivienda en dicho barrio. El matrimonio formado por D. José María
Laucirica y Dña. Carmen Acha solicitaba inscribir varias porciones
de casas y pequeños terrenos en el barrio de pescadores del Puerto
Viejo de Algorta.
En
esa misma, fecha a indicación de varios concejales, acordaba el
Ayuntamiento de Getxo estudiar la posibilidad de establecer en
Algorta un servicio de serenos o guardia nocturna armada.
La
fuerza pública que durante las fiestas pasadas del barrio de Las
Arenas habían vigilado sus calles, junto a los músicos que habían
ambientado dicha celebración, fueron alimentados durante aquellos
días por cuenta del municipio, por lo que D. Benigno Zarranz pasaba
una minuta de 126 pesetas.
Finalizaba
diciembre de 1888. No sabemos lo que opinarían los pequeños
respecto de algunas fórmulas para combatir el raquitismo, que al
decir de la época: “...Se
modificaba el raquitismo de los niños endebles estimulando el
apetito y tomando fuerzas con el “Vino de quina lodado de Orive”,
el cual decían era superior al aceite de hígado de bacalao…”
El
último día del año 1888 se anunciaba en la prensa bilbaína la
salida de un coche diario desde Algorta a Plencia, con salida desde
la Villa de Plencia a las 6:30 y a las 16:00 horas desde Algorta,
aquel servicio solo funcionaba los días de labor.
La
prensa bilbaína cerraba el año con un consejo para las
celebraciones festivas: “...Siendo
las próximas fiestas semillero de enfermedades por virtud de las
extralimitaciones en que incurren la generalidad de las gentes,
aconsejamos a todos moderación en el cenar, y sobro todo en el
beber, que no se opone la higiene a echar una cana al aire, siempre
que no se rebasen los limites de lo prudente...”
Cena que en algunas mesas era escasa, mientras en otras no faltaba la
coliflor, el besugo, bacalao, chirlas y compota de postre.
Así
terminaba el año 1888. En la próxima entrada veremos cómo se iba a
desarrollar la vida de nuestros antepasados en el municipio de Getxo.
Somos más chulos que la pana y los mejores. Y ahí está nuestro Getxo actual para envidia de muchos. De lo mejorcito de Euskadi. Gente sana, con ideas y ganas de mejorar para el bien de todos. Yo hablo mucho por aquí de mi pueblo, y encima con las fotos que manejo de allí, se les cae la baba.
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