En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se hablaba del acto inaugural del Hospital Hospicio (Asilo) de Algorta.
Alguna prensa bilbaína, en 1897, publicaba en su primera plana un editorial mostrándose satisfecha del giro dado al asunto de las comunicaciones en la Provincia mediante ferrocarril: “...Creemos tener motivos suficientes para estar satisfechos del giro qué últimamente han tomado los asuntos que se relacionan con la terminación de líneas férreas que proporcionarán grandes beneficios a las provincias del Norte, en general. y a nuestra querida Vizcaya en particular. Es cosa acordada que la línea de Santander a Bilbao, que hoy arranca de Zorroza y que, en plazo relativamente corto, llegará directamente a nuestra villa, quedando emplazada la estación definitiva en los terrenos de la Concordia, empalmará cerca de Ollargan con el ferrocarril de Durango, estableciéndose así, por de pronto, más rápida comunicación entre la capital y pueblos de la Montaña y las provincias de Guipúzcoa y Navarra. Pero las mayores facilidades y ventajas para el comercio y para el público en general las proporcionará, primero la terminación de las obras del trozo de Deva a Zarauz, que serán emprendidas en el próximo mes de Abril y durarán próximamente un año; y después la realización del pensamiento de prolongar hasta Irún el ferrocarril de Elgoibar...” (El Nervión del 22 de enero de 1897).
Muchas de las costumbres, algunas se mantienen, de finales de enero de 1897, eran de tradición religiosa, en ellas se incluía el cepillo de los pobres, los Te Deun, San Blas, la Candelaria, Santa Agueda, las Santas Misiones, todas ellas preludio del cercano Carnaval. Algunas de esas tradiciones en nuestro Pueblo, sobre todo en Bizkaia, hablan de que por San Blas, en las ferias populares, era habitual acudieran: “...Con motivo de la proximidad de la fiesta de San Blas, han empezado la construcción de barracas para los paragüeros, quincalleros, etcétera; ya las tabernas comienzan a emperejilarse y ponerse de fiesta, señal inequívoca de que esperan hacer su Agosto, a pesar de que el frío nos dice bien elocuentemente que estamos en Enero; y por último también, en algunas poblaciones, han empezado hacer los apartados para el ganado que ha de concursar en ellas...” (Fuente: “El Nervión” enero 1897).
También la caza era otro de los hábitos de aquellos primeros días de enero y febrero, tal es así, que en muchos casos aparecían noticias relacionadas con intervenciones de escopetas a cazadores locales y otros llegados desde la Villa de Don Diego. Nuestros campos, los de Getxo, eran muy demandados por los aficionados a la cinegética, pero también los muelles de Las Arenas y Portugalete. Por ese motivo el Gobernador de la Provincia tuvo que intervenir: “...El gobernador civil de acuerdo con el señor Comandante de Marina, ha prohibido que se continué disparando armas de fuego desde los muelles de Las Arenas y Portugalete, por considerar que hay peligro para los navegantes...” Entre tanto algunas Compañías Navieras estrenaban vapores: “...Dentro de unos días entrará en puerto el nuevo vapor «Portugalete», de la propiedad de los señores Aznar y Sota...” (“El Nervión” del 27 de enero de 1897).
Por fin las noticias sobre la salud en Getxo, en el pleno municipal del 28 de enero de 1897 dejaban un respiro, tras permanecer cerrada, desde el 15 de diciembre de 1896, la escuela pública de niñas de Santa María por una enfermedad infecciosa, volvían a reanudarse las clases: “...Se da lectura a un oficio de la Maestra de la Escuela de niñas de Santa María, manifestando que el día 25 de enero proseguirá la enseñanza en aquella escuela, que había permanecido cerrada por el sarampión...”
Nuevas donaciones llegaban para el mantenimiento del Hospital Hospicio de Algorta, esta vez de ella mano de: “...El día 25 de enero de 1897 entregó al Alcalde, D. Pedro Amezaga por encargo de su finada tía Dña. María Manuela Amezaga, en concepto de donativo la cantidad de 500 pesetas para el Hospital Hospicio; así como otras 1.000 pesetas donadas por D. Antonio Uribe Lezamiz, con igual destino...”
En ese mismo pleno se informaba sobre la constitución de la primera Junta de Caridad del Hospital Hospicio de Algorta: “...Se hace constar haber tomado posesión y quedar constituida, el día 25 del corriente, la Junta de Caridad del Hospital Hospicio de Algorta, hasta el día 1 de julio próximo venidero, con la siguiente composición: Presidente D. Santiago Diliz (Alcalde), como vocales los concejales D. Juan Libano y D. Manuel Inchaurtieta, además de los vecinos D. Pedro Amezaga y D. Juan Antonio Aldecoa...”
También el ese mismo pleno se trataban asuntos relacionados con la actividad de los serenos y de sus atuendos: “...Según ha manifestado el cabo de los serenos, que durante las últimas noches, quedaron sin encender algunas luces sin encender, entre ellas: Una en la calle de la Caridad, otra en la parte superior de la cuesta de San Ignacio y la tercera detrás de la casa de D. Asensio Inchaurtieta. Acuerda el Ayuntamiento se prevenga al Director Gerente de la “Eléctrica de Guecho” para que sin tardanza se remide dicho mal...” Por otro lado era el calzado de dichos serenos asunto a tomar en cuenta por el pleno: “...Acuerda este Ayuntamiento tomar en cuenta la propuesta de D. Daniel Arechavala, y encargarle haga ocho pares de borceguies (calzado que cubría la pierna hasta la altura de la rodilla), iguales a la muestra presentada, para los serenos o veladores nocturnos de esta localidad...” Los serenos o veladores fue un cuerpo que se creó en 1.892 en Getxo.
En la próxima entrada de esta serie veremos como, el propietario de la Fonda San Ignacio presentaba una queja por el mal estado de la carretera de la bajada a Ereaga, donde se encontraba dicha fonda.
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