domingo, 11 de febrero de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -366-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se trataba sobre de las aguas sucias del barrio de la Cadena de Algorta, las cuales anegaban la carretera provincial.

El día 15 de enero de 1897 llegaba el tranvía eléctrico a Algorta, dicen que en medio de una gran algarabía con profusión de volanderas, lo que en la prensa bilbaína daba lugar a una escueta noticia que anticipaba novedades: “...Ayer a las once de la mañana, y cuando menos se esperaba llegó por primera vez el tranvía eléctrico, en medio de una multitud de cohetes que algunos expedicionarios lanzaron al aire.

En el tranvía venían el Ingeniero de la empresa, el director Sr. Amann, una comisión del Ayuntamiento compuesta por el Alcalde D. Santiago Diliz y el teniente de Alcalde D. Juan Líbano y otras personas.

A los pocos minutos volvió el tranvía a Las Arenas, la comitiva se quedó en Algorta en la Fonda de D. Justo Ugarte (Hotel Ugarte), donde les fue ofrecida una suntuosa comida.

En breve se inaugurará el magnifico edificio destinado a Hospital Asilo, siendo según se dice, muy pocas las personas que han solicitado su ingreso.

Varios jóvenes de esta localidad proyectan dar por carnaval, una velada que se espera sea del agrado del público...” (El Nervión del 16 de enero de 1897).

Cerca de nosotros, en la capital de la Provincia, un informe de la Sanidad local venía a dar luz al motivo de la excesiva mortalidad infantil, y de algunos hábitos de consumo poco adecuados en la Villa de D. Diego: “...En 1892, la Junta de Sanidad emitió un informe en el que pedía que con urgencia se declarase que el agua del rio, aún después de filtrada en los depósitos de Miradores, no reunía condiciones de potabilidad, siendo por tanto su uso perjudicial a la salud.

En vista de esto el Ayuntamiento de aquella fecha acordó publicar un bando haciendo saber al vecindario la información elaborada por la Junta de Sanidad, respecto a las aguas del río.

A principios del año 1893, con motivo de la excesiva mortalidad de niños, a consecuencia de enfermedades contagiosas, hubo de formarse un expediente que pudiera aclarar las principales causas de esto, al mismo tiempo que proponer medios para evitarlas en lo sucesivo. La Junta de Sanidad celebró varias reuniones, y con los antecedentes, no vaciló en insistir en que una de las causas que podrían influir en la mortalidad de los niños pudiera ser el agua del río, que hoy se viene usando.

Se prodigaron reuniones y entre otras disposiciones se acordó el aprovechamiento del agua de los manantiales, y prohibir terminantemente el uso del agua de río, exceptuando su uso para fines industriales y para inodoros...” (El Nervión del 16 de enero de 1897). En aquel año de 1897, Getxo contaba con una población de 5.211 habitantes y a lo largo del Siglo y al finalizar el mismo, en 1900, iba a pasar a los 5.442 (Fuente: “La inmigración en Bilbao 1860-1910”).

Los trabajos para la puesta en marcha del Hospital Hospicio avanzaban, y daban sus últimos pasos, antes de que llegara la fecha de la inauguración del mismo. En el pleno del 21 de enero de 1897 se informaba: “...Se da lectura a un oficio del Director de la “Eléctrica de Guecho” para la instalación de la luz eléctrica en el Hospital Hospicio de Algorta. Además dicho Director solicitaba al Ayuntamiento, se fije el sitio donde se desea se traslade el transformador eléctrico, que la Compañía tiene cerca de la casa llamada “Hospital” en San Ignacio...”

En aquel mismo pleno se hablaba sobre el caminero del barrio de Las Arenas, quien solicitaba le fuera aumentado el sueldo: “...Se da cuenta de una instancia de D. Jacobo Veiga, peón caminero del barrio de Las Arenas, suplicando se le haga algún aumento en el sueldo que viene disfrutando en la actualidad. El Ayuntamiento, tras una meditada y razonada discusión acuerda: Que teniendo presente la puntual asistencia y buenos servicios del exponente, aumentarle el sueldo desde el día 1 de abril de las 820 pesetas que en la actualidad disfruta a 912 pesetas anuales...”

También se trataba en ese mismo pleno municipal sobre los primeros vecinos que por su nivel de pobreza iban a ser alojados en el Hospital Hospicio de Algorta: “...Se da cuenta de la instancia de una vecina del barrio de Santa María y su hijo, Dña. María y D. Juan Bautista, quienes solicitan, debido a su extrema situación de pobreza, se les admita en el Hospital Hospicio del Sagrado Corazón de Algorta. El Ayuntamiento, tras una meditada y razonada discusión acuerda: Que considerando que ambos se hallan comprendidos en el Reglamento del citado Edificio, acceder a su pretensión y ser recibidos en aquel Asilo cuando de inaugure...”

Y por fin ya se hablaba, de forma oficial, del acto inaugural del Hospital Hospicio (Asilo) de Algorta, situado en el barrio de Alango: “...Hallándose terminadas y recibidas provisionalmente las obras del Hospital Hospicio Municipal, y colocados los muebles correspondientes, y encargadas de su gobierno las Hijas de la Caridad, acuerda este Ayuntamiento que es necesario proceder, lo antes posible, a la bendición e inauguración oficial de dicho edificio, sin que se pueda señalar fecha de momento; pero que para practicar las operaciones conducentes al efecto, y que el acto revista las solemnidades requeridas y así como disponer se prepare una decente comida, se hace necesario nombrar una Comisión especial con bastante antelación, para llevar a efecto dicho acto inaugural y fijar día. Quedando encargados de dichos trabajos los siguientes señores: El Alcalde Presidente D. Santiago Diliz, el primer teniente de Alcalde D. Juan Libano y el regidor D. Manuel Inchaurtieta...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la prensa bilbaína elogiaba las obras de los transportes colectivos que se habían acometido en la provincia.

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