domingo, 21 de enero de 2024

HOTEL UGARTE (UN ESTABLECIMIENTO HOSTELERO DE ALGORTA).

 

A lo largo de los Siglos, desde que comenzara el desarrollo de nuestra Anteiglesia, tras la desamortización de Mendizabal y la venta de bienes comunales en 1855, va a ver el surgimiento de diversos establecimientos hoteleros a lo largo de nuestro territorio.

De ellos ya he hablado en anteriores entradas: En Las Arenas estaban el Hotel Antolín (1880), el establecimiento de “Baños de Mar Bilbaínos” (1870), “Hotel Aramberria” (1889), Hotel Ventura (1888); en Algorta la “Fonda de San Ignacio”, los Hoteles Eguia (1907), Igeretxe (1913), Ereaga (1948) y Tamarises (1956) y otros muchos. Uno de esos hoteles de Algorta fue el “Hotel Ugarte”, que estuvo situado en la calle de la Carretera (actual Algortako Etorbidea 60).

El Hotel Ugarte fue construido en 1878, (según figura en una inscripción que se mantiene todavía en la parte superior de la entrada principal del edificio que le sustituyó, bajo una imagen del Sagrado Corazón), por el constructor Justo Ugarte Urresti, nacido en Maruri el 29 de mayo de 1834; sus padres fueron José Ugarte Menchacatorre y Petronila Urresti Alzaga. Justo falleció en Algorta el día 9 de marzo de 1896. Una fotografía, que quien me la paso me dijo nombrarla como “ensoñación”, y que encabeza este artículo, por que le generaba dudas de su autenticidad, pero que en esta entrada bien bien como alegoría del Hotel.

Justo Ugarte Urresti se caso con María Prudencia Uribe Soparda, natural de Getxo, en la Parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, el día 4 de diciembre de 1858, (tuvieron diez hijos tres varones y siete mujeres). Sus hijos varones fueron José Genaro (1861), Juan José (1865) y Jorge (1875); sus hijas fueron Florencia (1859), Dolores (1863), Fulgencia Eulalia (1868), Ysabel (1867), Justa (1878) y María Presentación (1880).

En la fotografía superior, podemos ver a sus siete hijas, en ella, vemos a María Ugarte Uribe (1880) y Justa Ugarte Uribe (1878). María Ugarte es, de las personas sentadas y de izquierda a derecha, la primera y Justa Ugarte la tercera. La fotografía podría haber sido tomada entorno a 1915.

El edificio del Hotel Ugarte que tenía aproximadamente 350 m² de planta, fue construido con piedra de arenisca de las canteras próximas, constaba de planta baja y de tres pisos, el tercero con terminación de mansarda y tejado de pizarra. Me contaba un miembro de la familia: “...A la entrada al hotel había un amplio hall, y en la parte izquierda del mismo un entorno a modo de lugar de recepción, estaba el sitio de espera con varias butacas convenientemente distribuidas.

En la mano derecha de la planta baja, se situaban dos comedores de muy diferentes dimensiones y un office a la antigua usanza con Frigider (refrigerador) y despensas y a los que se accedía por un pasillo desde el hall de entrada y dos servicios. El comedor más pequeño de unos 50-60 m², en el que había un piano, que tocaban algunos miembros de la familia, era el comedor llamado de invierno en consecuencia con su uso en esa estación por los clientes en mucho menor numero que en las estaciones de primavera y verano, que también era utilizado para desayunos. El comedor más grande tendría unas dimensiones aproximadas de unos 90 – 100 m² y disponía de una especie de mirador en su lado sur, el mismo se utilizaba fundamentalmente en verano y con motivo de algunas celebraciones especiales.

La mano izquierda de la primera planta estaba destinada al uso familiar, disponía de una salita, un cuarto, una despensa amplia, un dormitorio un servicio y un aseo y también de dos comedores: uno de uso diario y otro destinado a las celebraciones de la familia (Aniversarios Navidad y otros).

En la zona central de la planta baja y en su parte posterior, se encontraba una amplia cocina de carbón con dos chapas, armarios, así como dos calderas grandes, también de carbón: una de ellas para la calefacción y otra para el agua caliente ambas dando servicio a todas las habitaciones del hotel. Todo este servicio estuvo gobernado, en algunos tiempos por una extraordinaria cocinera y persona Teresa Larrauri.

En la planta primera, en la mano izquierda estaba alojada la familia y en la mano derecha correspondía a habitaciones del hotel. Los siguientes pisos estaban destinados a habitaciones del hotel que se iban abriendo según necesidades por la asistencia de huéspedes excepto la mano derecha de la tercera planta que estaba destinado al personal que trabajaba en el Hotel...”

A lo largo de su historia, hasta su desaparición en 1957, sufrió importantes cambios en su estructura. En 1906 se produjo la primera de ellas, en un expediente del Archivo Municipal de Getxo aparece recogida una solicitud de una de sus propietarias, hija de Justo Ugarte, Florencia Ugarte: “...Solicita permiso para reformar la casa sita en la calle de la Carretera. Que deseando elevar un piso habitable sobre la cornisa del edificio destinado a fonda según los planos adjuntos, se le conceda dicho permiso...” (Archivo Municipal de Getxo Expediente Signatura 2333010). Firmaba como director de obras, D. Fidel Iturria, quien fuera arquitecto municipal de Getxo. Permiso que era concedido por el Consistorio getxotarra el día 20 de febrero de 1906, firmaba la diligencia D. Florentino Larrondo. Aquella reforma que abarcaba toda la planta superior, dotaba al edificio de 17 habitáculos, un lago pasillo dividía aquellas habitaciones, de las que 8 estaban en el lado de la escalera (parte zaguera) y 9 en el lado de la carretera (parte frontal). La obra concluyó el día 26 de agosto de 1907.

En 1913, a petición de Florencia Ugarte, se realizaron pequeñas reformas en el espacio que ocupaba la cocina y otras zonas del tejado: “...Solicitamos permiso para lleva a acabo obras de reforma interiores consistentes en la demolición de tabiques para ampliar la cocina y reconstruir el tejado de la tejavana del Norte del edificio...” (Archivo Municipal de Getxo Expediente Signatura 2085008).

En 1928 eran tres de las hijas de Justo Ugarte quienes pedían permiso al Ayuntamiento de Getxo para realizar algunas reformas. Aquel expediente, en el que se indicaba iban a realizar pequeñas reformas, lo solicitaron Dña. Justa, Florencia y María Ugarte Uribe. Gracias al mismo y a los planos que acompañaba podemos conocer en esa época (1928) como era el interior de la planta baja, tenía un comedor general y otro de restaurante, la cocina, dos offices, una biblioteca y la administración (obra nueva), además de una galería anexa a la cocina (obra nueva). (Archivo Municipal de Getxo Expediente Signatura 2304033).

En 1929 , una de las propietarias de entonces denominado “Gran Hotel Ugarte”, Dña. Florencia Ugarte, solicitó permiso para la construcción de dos miradores, uno en la fachada Norte y otro en la Sur. El Ayuntamiento de Getxo solamente autorizó realizar el mirador de la fachada Sur. (Archivo Municipal de Getxo Expediente Signatura 3341011).

1935 fue el año en que la familía Ugarte decidió acometer la reforma integra del Hotel Ugarte, el 25 de abril de 1935, Dña. Justa Ugarte Uribe, presentaba en nombre propio y de sus hermanas Dña. Florencia y María una solicitud al Ayuntamiento de Getxo, como propietarias del “Gran Hotel Ugarte” de Algorta: “...Que proyectando realizar unos trabajos de ampliación y reforma del Gran Hotel Ugarte cuya enumeración es la siguiente: Elevación de un cuerpo de edificio y una torre sobre sobre los extremos Norte y Sur; supresión de la mansarda y construcción de un alero en la cubierta; instalación de dos cuartos de baño en el piso tercero; ejecución de varios miradores en la fachadas principal y lateral y reparación de las demás fachas. Solicitamos permiso para la realización de dicho proyecto de acuerdo con los planos presentados...” Firmaba la solicitud el Director de obras D. Ricardo Garamendi. (Archivo Municipal de Getxo Expediente Signatura 3988012). Sin embargo aquel proyecto fue rechazado por el Arquitecto Municipal y la Comisión de Fomento argumentando lo siguiente: “...El Ayuntamiento de esta Anteiglesia acuerda denegar el permiso solicitado para efectuar las reformas del Hotel Ugarte, por no reunir los planos las condiciones reglamentarias...” 

Un recuerdo de las vajillas del Hotel Ugarte aún es conservado por la familia, se trata de unas piezas de porcelana blanca de la década de 1940 de Limoges Francia. Se trata de unas tazas y platos de la firma “Guérin Pouyat Elite Ltda”, empresa cuya historia remonta hasta 1768, cuentan que: “...La señora Darnet, esposa del médico local, descubrió un yacimiento de arcilla de caolín cerca de Limoges en el pueblo de Saint Yrieix. Pronto una importante industria porcelana comenzó en los alrededores de Limoges. Guerin abrió su fábrica de porcelana allí en 1872. Guérin se hizo cargo del taller de porcelana de Lebron & Cie. Luego, en 1877 compró la fábrica de porcelana. En 1920-1921 Bawo y Dotter Ltd., también propietario del nombre de Elite, compra Guérin & Cie y la convierte en Guérin Pouyat Elite, con Carl Bawo como director técnico de 1923...” La marca que aparece en el culo de una de las pizas así lo acredita (Ver fotografía inferior), por lo que es posible que esta vajilla pertenezca a la primera época del Hotel Ugarte, y que fuera adquirida entre 1928-1931, la empresa fue demolida en 1933.

En torno al edificio del hotel había una serie de huertas gallineros y jardines, según la siguiente descripción realizada ese miembro de la familia: “...En la parte sur del edificio había un jardín con seis plataneros y con suelo acementado haciendo frente a un edifico propiedad de la familia del Hotel, pero sin relación alguna con el mismo, al que llamábamos Casita Pequeña (de pequeña no tenia nada, simplemente se identificaba así por comparación con las medidas del Hotel). En ese edificio estuvo ubicada la consulta de un Doctor en Medicina familiar descendiente directo de los propietarios del Hotel. Hoy en día esa casa se está rehabilitando convirtiéndola en un edifico con tres viviendas (numero 58 de la Avda. de Algorta en Getxo).

En la parte norte había un garaje, retranqueado respecto a la calle, con capacidad para un coche y a su lado, mas al norte, y peraltado sobre la calle, había un jardín con una pérgola y una rosaleda. Hoy en día es una zona hormigonada entre los números 60 y 62 de la Avda. de Algorta.

Mas al norte había un edificio que servía de carbonera y otros para mercancías para el Hotel, que hoy en día corresponde al edificio numerado 62 en la misma Avenida de Algorta.

En la parte posterior había una huerta con plantaciones (patatas, pimientos, fresas etc.) y con algunos frutales como: perales, manzanos limonero y hasta un naranjo. Asimismo había un gallinero, y todos los años se criaba un cerdo hasta San Martín. Todavía tengo para olvidar los chillidos del animal cuando, por la mañana, aun de madrugada, recién levantados de la cama, y antes de ir al colegio, venia el matarife para cumplir con su oficio. Posteriormente en la cocina del Hotel, se organizaba un amplísimo equipo para preparar las partes comestibles (todas) del animal que después se distribuían en parte entre los participantes y el resto se almacenaba y guardaba en forma y sitios apropiados...”

A aquel Hotel acudían clientes de diversas nacionalidades: “...Mi recuerdo sobre los clientes es muy disperso y confuso, salvo en el tema deportivo. Recuerdo oír hablar diversos en idiomas, para mi desconocidos, que mas tarde me fui dando cuenta de que podrían ser francés e ingles y muy posiblemente alemán. Creo recordar que eso dependía mucho de la estación en la que estuviéramos. Es muy posible que el desarrollo industrial de la zona en aquella época condicionara esos supuestos. Entre los que acudían a aquel hotel, algunos estaba relacionados con practicas deportivas. Recuerdo perfectamente de dos actividades deportivas que, en aquella época, eran muy muy minoritarias: Una la hípica y otra el tennis (que así se escribía). En el deporte de la Hípica recuerdo con especial vehemencia la limpieza de las botas de los jinetes que, después de participar en los concursos de hípica, que se celebraban anualmente en Fadura, se hacía en el Hotel hasta dejarlas impolutas, asunto especialmente delicado y exigente por parte de los jinetes (lo recuerdo perfectamente por algunas vivencias), en cuya limpieza, alguna vez, en bromas me dejaron participar. Así como las posteriores reuniones y comentarios en el Hall del Hotel a cerca de la competición. Todos los años se hospedaban en el Hotel todo un numeroso grupo de “caballistas” para participar en el Concurso Internacional de Saltos del Ayuntamiento de Getxo que y se celebraba en Fadura (creo recordar que duraba mas o menos una semana y que solía coincidir con las fiestas de Bilbao).

El tennis, era el otro deporte, minoritario, del que se celebraban periódicamente torneos masculinos, femeninos, individuales, dobles y mixtos en Jolaseta. Dispongo de una carta de una tenista de renombre que estuvo hospedada en el Hotel que manda una carta a sus familiares desde el Hotel, con sobre y con membrete del hotel, que habla “maravillas” de la zona y que cuenta que después de jugar y venir al hotel estaba esperando a un caballero que le venía a buscar para llevarla a bailar al Marítimo...”

Una de las visitantes que participo en alguno de los campeonatos de tennis de 1944 era una joven de Barcelona. Dejó, seguramente sin saberlo, olvidada una carta en el Hotel Ugarte. Carta informal, dirigida a unos familiares del Masnou, que decía: “...Queridas gordas: Como ya podéis sospechar estoy en Bilbao, aunque ya sabéis que no estaba segura de ir hasta que me vi en el tren. Por ahora estupendo, todos los del tennis estamos en el mismo hotel. No estamos en el centro de Bilbao si no un poco más lejos. Solo son torres fantásticas y hoteles. Mi habitación es verde (duermo con Bety Mainer), desde ella se ve el mar y toda la Bahía. Mañana empiezan los partidos. Solo falta deciros que juego con Luis Carles, ya esta dicho todo. Os abraza, Elena...” (Hotel Ugarte, 7 de agosto de 1944).

Aquella competición, los “XXXI Campeonatos de Tennis de España”, que se celebraron en Jolaseta (Neguri), y su primera edición se jugó el día 7 de agosto de 1944. En la publicidad, de uno de los diarios bilbaínos, referida a esos campeonatos se decía: “...Real Club Jolaseta. Neguri.- Hoy, grandes partidos de tennis del Campeonato de España. A continuación, gran Orquesta Gurruchaga y sus Estrellas Azules...” (La Gaceta del Norte del 9 de agosto de 1944).

La propietaria de la misiva mencionada anteriormente, probablemente se tratara de Elena Ferrando, quien el día 8 de agosto de 1944 jugó, en el campeonato de parejas mixtas, junto a Luis Carles frente M. Allende y E. Mayer, ganando los primeros ese partido. (La Gaceta del Norte del 9 de agosto de 1944). En la final de parejas mixtas aquel XXXI Campeonato de Tennis, que se jugó el día 13 de agosto de 1944, quedaron clasificados: “...Final.- M. I. Maier y F. Olózaga contra E. Ferrando y L. Carles, 6-3 y 6-0...” (Diario Hierro del 13 de agosto de 1944).

Mientras, en nuestra Anteiglesia, se celebraban en Algorta otra competición (Tirada de Pichón a beneficio del Hospital Hospicio) y las fiestas de San Lorenzo y San Nicolás de Bari, en ellas desde primera hora de la mañana el pasacalles corrió a cargo de la Banda de Tamborileros y los Cabezudos. Fiesta en la que, el miércoles día 13 de agosto, se celebró una novillada en la que participo, un viejo conocido de los areneros, Remigio Tellez (Alias el Pirao). (La Gaceta del Norte del 9 de agosto de 1944). Era Alcalde de Getxo por aquellos tiempo D. Joaquín Ibarguengoitia Cortazar.

Entre los recuerdos del miembro de la familia, que me ha facilitado los datos del hotel Ugarte de Algorta, estaban los relacionados con la gerencia del Hotel: “...En mis tiempos de residente, como familiar, en el Hotel, desde 1945 hasta que se cerró, en torno a 1956-1960, la gestión del Hotel fue desarrollada por dos de las hermanas, hijas de Justo y María Prudencia: Justa y María Ugarte Uribe. Principalmente la primera, Justa, que aparece en varias ocasiones en anotaciones del Ayuntamiento. Da la casualidad (o no) que María se caso con un Medico de Ceanuri que vivieron en Getxo quince años de matrimonio (1915-1930) y que el fue Medico del Ayuntamiento, el cual participo como médico en un grupo de personas que se organizaron en este Ayuntamiento para atender naufragios...”

Y esto enlaza con alguno de aquellos naufragios, que a lo largo de los años, sobre todo a comienzos del Siglo XX, acontecieron en nutras playas. En el Hotel Ugarte se alojaron, durante el naufragio del “Guipuzcoa” del vapor en 1910, que embarranco frente a la playa de Ereaga de Algorta, algunos de sus tripulantes fueron alojados según relataba la prensa madrileña: “...En el Hotel Ugarte, además del contramaestre Manzanedo y su familia, están asistidos Félix García, Galo Busturias, David y Alberto Cuervo, Emeterio Menéndez, Andrés Coso, José González y José Menendez...” (El Globo del 28 de enero de 1910).

La aparición de noticias relacionada con el Hotel Ugarte, era bastante frecuente, muchas veces relacionadas con temporales o naufragios. Por su exposición a los vientos “gallegos”, en más de una ocasión tuvo que sufrir sus iras de sus temporales en septiembre de 1913: “...Una enorme granizada, asoló ayer los pueblos de Algorta, Portugalete y Santurce, casi todas las casas se quedaron sin claraboyas. Los arboles frutales quedaron destrozados. En el Hotel Ugarte de Algorta se rompieron más de 800 cristales...” (La Correspondencia de España del 19 de septiembre de 1913).

La prensa madrileña señalaba, en algunos anuarios de los años 1929 al 1931, a este hotel, como uno de los destacados de la época. Entre esos anuarios estaban: El Anuario del Comercio de 1929, Anuario del comercio y tributación del País Vasco de 1930 y el Anuario industrial y artístico de España 1931.

Las dos fotografías, de este reportaje con los carruajes tirados por caballos con vistas del Hotel, pertenecen a la boda de María Ugarte Uribe y Ernesto Alcibar Gortazar.

El Hotel Ugarte, a lo largo de su vida, tuvo varias reformas, entre ellas en 1909 se realizó una reforma de la casa (Archivo Municipal de Getxo: Signatura 2085008); en 1913 re realizó la ampliación de al cocina (Archivo Municipal de Getxo: Signatura 2333010); en 1928 se hizo otra reforma en el hotel en la que se ensancharon los huecos de la fachada (Archivo Municipal de Getxo: Signatura 2394033); en 1929 en otra de las reformas se construyo un mirador en la planta baja (Archivo Municipal de Getxo: Signatura 3341011); en 1935 se realizó una reforma integra del hotel (Archivo Municipal de Getxo: Signatura 3988012) y finalmente en 1957 el hotel desaparecería convirtiéndose en un edificio de viviendas (Archivo Municipal de Getxo: Signatura 3317010).

El Hotel fue reconvertido en siete viviendas, en 1957 (la obra duró algo más de un año). La transformación fue proyectada y dirigida por el Arquitecto José María Chapa Galíndez. En el proceso se mantuvo la gran mayoría de la estructura existente, más concretamente todos los muros exteriores el hueco de escalera y la algunos de los muros de las habitaciones. Se adecuaron los miradores de la cara oeste y se eliminaron miradores en la cara sur del edificio, se reconvirtió la fachada del último piso quitando la mansarda y el tejado, eliminando la pizarra, por excesivo peso, y sustituyéndola por un material mas ligero; se reconvirtieron todas las acometidas de agua calefacción y electricidad individualizándolas por cada vivienda. El edificio en la actualidad tiene 145 años. La fotografía superior es de la casa en la actualidad y tiene la inscripción del año en que fue construida.

Para finalizar deseo mostrar mi gratitud a la familia de Justo Ugarte, y en concreto a Ramón García Alcibar, que me ha facilitado algunos datos y fotografías, las cuales han permitido que pueda desarrollar con posterioridad, la historia de uno de los hoteles más antiguos de Algorta, el Hotel Ugarte.

1 comentario:

  1. Arrastion Karla. Primero gracias por toda tu labor continuada de investigación. Es todo un lujo tener a personas con una dedicación tan generosa. Eskerrik asko.
    En relación al hotel Ugarte quiero añadir un par de cosas.
    El Sagrado Corazón de la entrada es diseño de Luis y Sabino Arana. Lo cuenta Gorka Perez de la Peña en el libro "Luis de Arana y Goiri - Un arquitecto desconocido". Pag 23.
    La última fotografía del artículo, del hotel Ugarte con el tranvía y los coches de caballos es del fotógrafo de Zeanuri Felipe Manterola, del cual hace casi cuarenta años el Museo de Bellas Artes de Bilbao le dedicó una exposición y recientemente sus descendientes han donado al Museo sus fotografías, archivos, etc.

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