En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, los barquilleros aparecían por nuestras playas.
En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 22 de octubre de 1896, se trataba sobre algunos cambios, propuestos por el Juez de Getxo, que debieran realizarse en los locales del Juzgado Municipal de San Nicolás: “...Se da lectura a un oficio del Juez municipal, indicando que se coloquen en el salón de Juzgado los objetos siguientes: Un retrato de S. M. la reina Regente; dos sillones para el Fiscal y Secretario, y suministrar las carpetas necesarias, retirar los bancos que fueron de la Escuela de Frances y Comercio. El Ayuntamiento acordaba colocar en dicho salón lo más indispensable para su decoro y servicio...”
En ese mismo pleno se acordaba librara los abonos acordados a la Banda de Música “...En vista de una instancia del Director de la Banda de Música, se libre a favor del tesorero de la misma D. Pedro Moraza, con arreglo a contrato la cantidad de 2.200 pesetas...” También se acordaba abonar: “...Al atabalero y tamborilero D. Benito Albeniz, la cantidad de 90 pesetas por sus actuaciones en las romerías del barrio de Las Arenas, durante las pasadas fiestas...”
Respecto de las noticias de prensa, en uno de los diarios bilbaínos, vespertino, aparecía un carta de uno de sus corresponsales en Algorta, referida a la adquisición de una maquinaria para el suministro de fluido por parte de la Sociedad “Eléctrica de Guecho”: “...La Sociedad “Eléctrica de Guecho” en vista de las demanda que se le hacen de nuevas instalaciones, ha adquirido una nueva maquinaria para el suministro del fluido, que fue inaugurada ayer. Al acto asistieron varios invitados, y entre ellos un señor sacerdote que bendijo la máquina, continuando el festejo con una modesta comida servida por el «Casino Algorteño»...” (El Porvenir Vasco del 24 de octubre de 1896).
La Compañía del tranvía Eléctrico, en el momento en que comenzará a funcionar la línea con tracción eléctrica, había decidido crear unos billetes especiales para los trabajadores: “...Se va a establecer billetes de ida y vuelta para obreros, así que se abra la línea de Las Arenas a tracción eléctrica. Estos billetes se expenderán en las dos primeras salidas de Bilbao (5:10 y 5:30 de la mañana), con la particularidad de que los dos coches para la línea de Santurce nacerán en las cocheras de Deusto, y los de la línea de Las Arenas en las de la Casilla, pudiendo los viajeros montar en ellos, sin sobreprecio, desde el punto de nacimiento del coche; de modo que un obrero que habite en Vista Alegre o Hurtado de Amezaga podrá montar en estos puntos para ir a Las Arenas; y los que vivan en el Campo de Volantín, la Salve, etc, podrán montar al pie de su casa para ir a Portugalete. Para el regreso podrán hacerlo, dentro del mismo día, en los coches de línea que no lleven los tarjetones de “lleno” o “reservado”...” (El Noticiero Bilbaíno del 25 de octubre de 1896).
El saneamiento de la ría de Bilbao afectaba también a nuestra Anteiglesia, decía la prensa bilbaína: “...El diario oficial inserta en su número de hoy una relación de las fincas que es precisó ocupar temporalmente para la ejecución de saneamiento de la ría de Bilbao, en el término municipal de Guecho...” (El Nervión del 27 de octubre de 1896).
En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 29 de octubre de 1896, se trataba sobre el camino de Atxekolandeta que al parecer estaba bastante deteriorado, por lo que algunos vecinos solicitaban su reparación: “...Pasa a informe del Ayuntamiento, a la Comisión de Obras, una instancia presentada por D. Eustasio Zalduondo y otros varios vecinos, solicitando se arregle el camino que se dirige al Castillo llamado Begoña en el punto de Achecolandetas...” Aquel camino que finalmente se arreglo, como peatíl tenía tres pies de ancho y su relleno se hizo mediante piedra extraída de la playa de Ereaga.
Por otra parte, en el mismo pleno, trataba sobre una instancia de un vecino de Algorta referente al Puerto exterior: “...Se da cuenta de una instancia de D. Dionisio Zubiaga referente al Puerto exterior en el Abra y contramuelle ambos en construcción, en la que opina que este Municipio, conforme al Real Decreto del 23 de marzo de 1888 cuya copia simple une a la instancia, debía tener representación en la Junta de Obras del citado Puerto exterior, y que la extracción de arena debiera prohibirse en las playas...”
Otro punto que requería la atención municipal era el camino desde Bastintxuena a Salsidu, lo que hacía que se tratara en aquel pleno: “...Se da cuenta de una instancia de D. Ezequiel Anitua, D. Miguel García Salazar y otros varios vecinos de esta Anteiglesia en el barrio de Algorta, en la que hacen presente el mal estado, a consecuencia de las lluvias que desde hace bastantes días se suceden, hacen intransitable el camino que desde la carretera de Plencia, cerca de Bastinchuena, se dirige por Villabotas a Salsidu. Por lo que solicitamos que con la mayor brevedad se proceda a la reparación del citado camino...”
En el apartado de pagos de aquel pleno se abordaban algunas obras en el barrio de Las Arenas, entre ellas: “...A D. Rafael Elcoro por las obras en el matadero de dicho barrio, además por los trabajos realizados para asilar una casa para evitar el contagio de la viruela. A D. Marcos Zamacona por dar hospedaje a Guardia Civiles durante las fiestas de Las Arenas...” Otras obras a abonar eran las que se habían realizado en el barrio de Algorta: “...Se abonen a D. Luis Castillo 350 tablas de Francia suministradas para contener el camino en la playa de Ereaga mediante estacas y arena. A Dña. Leona Larrazabal por las cenas suministradas a dos camineros y dos jornaleros durante las romerías de las fiestas de San Ignacio y domingo siguiente. Y a D. Juan Apodaca de Bilbao por el suministro de seis sillas nuevas para la oficina de telégrafos de Algorta...” Algún pago era para beneficencia: “...Teniendo presente el triste estado de D. Antonio Basterrechea, de esta vecindad, sin que tenga ninguna mano para su servicio, y habiendo llegado a oídos de este Ayuntamiento que un ortopédico se compromete a colocar una mano ortopédica por valor de 250 pesetas, se ayude a dicho vecino mediante los fondos municipales con 100 pesetas...”
Al finalizar el pleno del 29 de octubre de 1896, se daba cuenta de las donaciones que se habían recibido para el Hospital Hospicio de Algorta: “...Acuerda este Ayuntamiento se haga constar las donaciones recibidas para el Hospital Hospicio de Algorta:
Por parte de Dña. Francisca Dominzain una consola y un aparador en buen estado.
De Dña. Leona Zalduondo para habilitar la Capilla de dicho edificio, 1000 pesetas.
Y por parte de Dña. Fidela Aldecoa 500 pesetas...”
En la próxima entrada de esta serie veremos como el Ayuntamiento de Getxo decidía acometer las obras del camino que se dirigía al Castillo llamado Begoña en el punto de Atxekolandeta.
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