En la anterior entrada, de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos cómo comenzaban las carreras de caballos de Lamiako.
A finales de agosto de 1894, el día 30, se trataban diversos asuntos en el pleno municipal. Uno referido a la extracción de arenas, en un punto situado entre Romo y Leioa, los pinos, que era utilizada para la construcción del Puerto Exterior: “...El Alcalde de Lejona suplica al de Guecho se manifieste en que forma se ha concedido, por esa Corporación, permiso al gerente de la Junta de Obras del Puerto exterior, para la extraer arenas de los terrenos comunales de este municipio...” A lo que el de Getxo contestaba: “...Que esta Corporación Municipal no ha concedido ninguna autorización, ni la puede conceder mientras no recaiga autorización superior...”
Una nueva casa iba a ser edificada en Santa María (Getxo), cuando un cantero, vecino del barrio, lo solicitó al Ayuntamiento: “... Se da cuenta de una instancia presentada por D. Francisco Ugarte, de esta vecindad, de oficio cantero, solicitando permiso para construir una casa destinada a vivienda, con cuadra, en el punto rural llamado Martiturri, de la parroquia de Santa María...”
Algunos vecinos, de los llamados pudientes, habían prestado dinero para atender a los enfermos coléricos de la localidad, durante la epidemia que atacó al Pueblo el año anterior: “...Se abona del presupuesto corriente, el préstamo realizado por varios vecinos, para atender a los gastos ocurridos, con motivo de la enfermedad colérica que reinó en esta Anteiglesia en el año último...”
También, en el mismo pleno, se seguían dando pasos para la construcción del nuevo Hospital Hospicio de Alango: “...Se da cuenta de la aprobación por parte de la Exma. Comisión Provincial, el día 27 de julio último, del expediente instruido por este Ayuntamiento pata la ejecución de las obras de un Hospital Hospicio, para enfermedades comunes no infecciosas ni contagiosas, en esta Anteiglesia, en el barrio de Algorta, habiéndose señalado para su emplazamiento una heredad perteneciente a la casa llamada “Alango”, muy próxima a la misma de la propiedad de D. Ceferino Manuel Azcorra Retureta y de D. Pascual Azcorra Urtiaga. Y verificada la subasta para la ejecución de las obras de dicho edificio, el día 30 de agosto último, era preciso otorgar con los propietarios la correspondiente escritura de compra del terreno a favor del Municipio, de conformidad al convenio concertado, siendo este de comprar para el emplazamiento del mencionado edificio y sus servicios, en la citada heredad de la casa Alango, quince peonadas de tierras de a 72 estados, de 49 pies cuadrados cada uno, oseá 4.108,50 metros cuadrados, al precio de del 1.000 pesetas la peonada. El Ayuntamiento acuerda, por unanimidad autorizar y autorizó, a los Señores D.Santiago Diliz (Alcalde y Presidente) y D. Juan Libano (Regidor y Sindico), para que en nombre de este Municipio otorguen con los citados propietarios la correspondiente escritura de compra...” Y sobre la adjudicación de estas obras, dos días más tarde, el 1 de septiembre de 1894, en “El Noticiero Bilbaíno”, se anunciaba: “...La subasta de las obras del Hospital Hospicio de Algorta le han sido adjudicadas, como mejor postor, a D. Manuel Bengoechea...” Precisamente para ayudar a sufragar los gastos de esa casa hospital: “...D. Martín Berretega Campañeta, hacía una donación de 261,46 pesetas, las cuales fueron depositadas en el arca de tres llaves...”
Y con las elecciones a Diputados Provinciales ya próximas el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “...Que la mesa del Primer Distrito, para las próximas elecciones de Diputados Provinciales, se coloque en la Casa Consistorial (entonces situada en la Plaza de San Nicolás), y la del Segundo Distrito en la Casa llamada Hospital (en la zona de San Ignacio)...”
En el diario “El Nervión” del 31 de agosto de 1894 anunciaban: “...Esta noche se harán en Las Arenas,por primera vez, las pruebas de la luz eléctrica...”
Y para que digan que los ríos y arroyos no son peligrosos, en una población hermana, Berango, se ahogaba en el curso de uno de los ríos que alimentaba a sus molinos, un vecino de dicha población, la noticia la ofrecía “El Noticiero Bilbaíno” del 1 de septiembre de 1894: “...Al bañarse anteayer en Berango, un joven llamado Anselmo Lugaresaresti, pereció ahogado a consecuencia de haberse metido en el cauce del molino de Itze...”
El día 2 de septiembre de 1894, en el diario “El Nervión” en su primara página, al hablar sobre el viaje a Plencia, con motivo de sus fiestas patronales, decían sobre el aspecto que ofrecía nuestro barrio, con motivo de las obras del ferrocarril, y el medio de transporte: “...El ferrocarril de Las Arenas a Plencia permite hacer el viaje desde Bilbao con mucha comodidad, y hay que convenir que los carruajes que la empresa pone a disposición del público son verdaderamente lujosos y cómodos. El paisaje desde Las Arenas es delicioso, en los trozos que permiten verlo, son las obras de ferrocarril de más trincheras que yo conozco, pero por eso cuando la orografía del terreno que se recorre, permite al viajero admirar el paisaje a sus anchas, queda este, agradablemente impresionado...”
Continuando con lo relativo a la llegada de la luz eléctrica a nuestro Municipio, el día 3 de septiembre de 1894. en el diario “El Nervión” decían: “...Según noticias que tenemos, la inauguración de la luz eléctrica, en Algorta y Las Arenas ha dado un resultado satisfactorio. En algunas casas particulares de Algorta , lució anoche por primera vez la luz eléctrica...” Sin embargo, a esta última localidad, no parece que le tocaba aún ver la llegada de la luz, ya que en el mismo diario, el día 5 de septiembre, decían: “...Al dar la noticia de haberse hecho la prueba de la luz eléctrica en Las Arenas, con resultado satisfactorio, la hicimos extensiva a Algorta, siendo así que por ahora al menos la nueva luz sólo lucirá en Las Arenas...”
Según contaba otro de los diarios de la Villa, “El Noticiero Bilbaíno”, de esa misma fecha, en esos día se preparaba una curiosa excursión a un monte costero cercano: “...Para este mes, según dicen, preparan una excursión al Serantes, varios vecinos de Algorta, Las Arenas, Lejona y otros pueblo cercanos. Todos los expedicionarios, unos sesenta, irán montados en burros, celebran una comida en el alto, regresando por la tarde a sus hogares...” ¿Quizá de aquella fiesta pudiera haber derivado el comienzo de San Cornites?.
En la próxima entrada, de esta serie, veremos cómo ya estaban próximas las elecciones a Diputados Provinciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario