domingo, 10 de octubre de 2021

LA DEVOLUCIÓN DE LA BATERÍA SAN IGNACIO

 


La Batería San Ignacio, que en sus tiempos estuvo situada en la zona del Castillo, en Usategi (Algorta), fue, junto al resto de la campa contigua, de propiedad municipal.

Alguien me preguntaba en el 2014, en relación a un artículo que publique en mi Blog, que titulé “1793 Reconocimiento de Fuertes”, en el que incluía los existentes en toda Bizkaia, ¿Si no estaba entre ellos la Batería de Usategi?”. Y lo que escribo a continuación es la explicación de porque no se encontraba en aquel inventario la misma. Sin embargo, en aquella relación del Siglo XVIII, si se encontraban el Castillo de la Galea y el Fuerte de la Begoña.

Getxo tuvo varios puntos de defensa en su costa. El de la Punta San Ignacio se construyo en un promontorio estratégico, desde el cual se podía avistar la llegada de barcos enemigos. Fue una base de artilleros militares. Estaba situado entre el Puerto Viejo y la cala de Kantarepe, en Usategui. A lo largo de su historia fue conocida con varios nombres, “Fuerte de Usategi”, “Batería San Ignacio”, y también como “Plaza de las Banderas”.

Aquellos terrenos de la “Campa del Castillo”, que en su día tuvieron un uso festivos, fueron incautados años más tarde, con motivo de la Guerra “Hispano-Americana” de 1898, por el Estado para establecer en los mismos un punto de defensa.


Esa ocupación de un terreno, hasta entonces de uso público se produjo, de acuerdo con lo transcrito en un expediente municipal: “...Con objeto de dar principio a los trabajos de artillería de la costa dispuesto en la R.O. de 23 de abril de 1898, he de merecer de V.S. se sirva notificar al Alcalde de Algorta, que ponga a disposición del Ramo de Guerra la Punta de San Ignacio en que ha de situarse una de las baterías...” El Ayuntamiento de Getxo acordaba en la sesión municipal del 5 de mayo de 1898: “...Cumplir la orden suplicando al Ramo de Guerra, que con el menor daño posible sitúe dicha batería, por ser esta campa el punto donde desde hace muchos años viene celebrándose las romerías públicas, por la festividad del patrón San Nicolás...”

La guerra hispano-Americana fue un conflicto bélico que enfrentó a España con los Estados Unidos en 1898, cómo resultado de la intervención estadounidense en la guerra de Independencia cubana. El diario “El Noticiero Bilbaíno” del 25 de abril de 1898 decía en su primera página: “...Los Yankees nos han declarado la guerra...”

Tal eran los temores, que el 27 de abril de 1898, publicaba “El Noticiero Bilbaíno” el siguiente suelto: “...Dicen de Algorta que en las actuales circunstancias, y a fin de poner a cubierto el Puerto de Bilbao de cualquier atentado Yankee, sería conveniente poner en la Punta Galea una batería de cañones modernos...”

El 3 de julio de 1898, los temores volvían a la prensa local, el diario “El Noticiero Bilbaíno” decía en su primera plana: “...Constantemente, y desde hace más de un mes, hemos venido llamando la atención acerca de la conveniencia de poner el Puerto de Bilbao en buenas condiciones de defensa, al abrigo de cualquier ataque por parte de la escuadra Yankee. La Junta de Defensa constituida en Bilbao viene trabajando con laudable celo, pero sus esfuerzos se estrellan contra la pasividad del Gobierno. Todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido por iniciativa de esa Junta, pero resulta que los cañones emplazados en las baterías ya construidas no son suficientes, y aunque están destinados a la segunda línea de fuego, serían necesarios más cañones y obuses de largo alcance. Los gastos hasta ahora hechos, y los que se harán en la nueva batería en construcción en Punta Lucero, cuya construcción comenzará pasado mañana martes, han sido costeados por Vizcaya...”


Aquella batería, de 1898, solo sirvió para hacer salvas de ordenanzas, las cuales causaron gran revuelo entre el vecindario. Al igual que lo acontecido con anterioridad, en noviembre de 1883, ya que en las actas municipales se hacía constar lo siguiente: “...Con motivo del ejercicio de tiro al blanco desde la Campa del Castillo al mar, reventaron en el aire varias bombas esparciendo sus cascotes entre la población, lo cual motivo gran desasosiego, por cuanto alguno de los restos que pesaba más de 12 libras, cayo sobre alguna casa cercana a la iglesia de San Nicolás...”

Desde el año 1907 sirvió para realizar prácticas de tiro al blanco: “...Por lo que el Ayuntamiento solicitó, en ese año y hasta 1910, al Gobierno Militar su traslado, y en 1912 que fuera devuelta a nuestra Anteiglesia...”

Pero como las cosas de palacio siempre van despacio, no fue hasta el 3 de marzo de 1914 que se iniciaría el expediente de expropiación para el Ramo de Guerra: “...Así todo, los mismos chocaron con el Ministerio, ya que alegaba que no estaba acreditada la pertenencia de los terrenos a favor del Ayuntamiento...”

Todavía seguirían largos años de negociaciones hasta lograr su devolución: “...El 14 de enero de 1928 se solicito la devolución a Rentas Públicas de Vizcaya. El 17 de octubre de ese año el Alcalde de Guecho expone ante el Ministro de la Guerra todos los antecedentes. El expediente dormirá, nuevamente, en los cajones hasta que el 25 de agosto de 1931 se vuelve a solicitar al Estado que levante la batería...”


El 26 de septiembre de 1914, D. Florentino Larrondo, secretario del Ayuntamiento de Getxo, expedía una certificación acreditando la pertenencia de los terrenos de la Batería al Ayuntamiento de Getxo: “...Según el inventario de bienes que constituyen el patrimonio de este Municipio, formado en 1877, existe como de pertenencia un terreno denominado “Plaza de Banderas”, cuyos limites son: Por el Este con las paredes de la huerta de D. Juan Bautista Cortina y Ugarte y terreno lindante del común de este Pueblo; por el Norte con las paredes de Dña. Josefa Ramona de Sarria y D. Juan Antonio de Arechavaleta; por el Sur y Oeste con terrenos declinates de este Municipio. El terreno mide una extensión de 335 estados, equivalente a 1.273 metros. Estando el Pueblo enn psosión del mismo desde fecha inmemorial, y destinado a plaza pública...”

El 26 de agosto de 1931 el diario “El Noticiero Bilbaíno” decía en su portada: “...Han sido suprimidas las baterías de Algorta y Punta Lucero. Razón: que se quiere renovar su material. Entretanto, las dependencias de ambas han sido ocupadas por fuerzas de Infantería del batallón de Montaña número 4. El cupo total de ambas baterías estaba integrado por muchachos de Santurce, Portugalete, Ortuella, Abanto y Ciérvana, Guecho, Sopelana, Plencía, Urdúliz y otras localidades próximas...”


El 19 de septiembre de 1931, en el mismo diario, en su sección “De Bilbao al Abra” se decía: “...Se han recibido satisfactorias noticias relacionadas con la visita que hizo al ministro de la Guerra la comisión mixta del Ayuntamiento y la Cámara de la Propiedad de Guecho, que fue a tratar de la reversión al municipio de los terrenos que fueron municipales, en los que estuvo emplazada la batería de San Ignacio, suprimida en virtud de las últimas reformas de Guerra. Componen la comisión, los señores Ituarte, teniente alcalde, presidente y secretario de la Cámara, señores Ferrer y Artolozaga, vocal asesor, Sr. Areilza y el secretario municipal, señor Bracho...”

Y como todo no iban a ser malas noticias, aunque estas fueran esperanzadoras, para los vecinos de Getxo, a continuación cito una relacionada con los adelantos modernos de la cinematografía, que se habría paso en nuestros barrios, dejándonos la fecha en la que el sonido llegó a nuestros cines: “...Mañana se inaugurará en Algorta el “cine sonoro” que tanta aceptación ha tenido en todas partes, y que aquí alcanzará seguramente el mismo éxito, sobre todo en las veladas invernales, que tan agradablemente se pasan en los salones de espectáculos...”

Todavía en 1932 aquellas instalaciones seguían ocupadas por la milicia. El 14 de febrero de ese año, el diario “El Noticiero Bilbaíno” recogía en una columna: “...Los Carabineros a la Batería de Algorta: Mañana día 15, se efectuará la entrega de la batería de Algorta a la Comandancia de Carabineros de esta provincia. Acto seguido se incorporará a su puesto el destacamento del Batallón de Montaña nº 4, que presta su servicio en los citados locales...”

Desde 1935 hasta 1945, D. Juan Bautista Merino realizó diversas gestiones a fin de conseguir la devolución de las instalaciones militares, consiguiendo en este último año que las mismas fueran cedidas al Ayuntamiento en precario: “...El 30 de junio de 1947 se obtuvo la autorización para adecentar los locales...”


El 28 de julio de 1956 el Ayuntamiento de Getxo, enviaba una valoración a los propietarios de algunos terrenos colindantes, para expropiar los mismos y unirlos al parque de Usategi: “...Terrenos Situados en la zona libre o espacio verde de la cuesta de Usategui y costa de Algorta, que están rodeados por terrenos de propiedad municipal y forman parte del parque de Usategui, desde la plaza del mismo nombre, la cuesta de Usategui y la plazoleta del Lavadero Municipal de la parte alta del Puerto Viejo de Algorta...”

A lo largo de su historia muchos vecinos de Getxo estuvieron destinados en dicha batería, sirva como muestra la relación, que la Caja de Reclutamiento, comunicaba a nuestra Alcaldía, la cual aparecía publicada en “El Noticiero Bilbaíno” del día 15 de enero de 1931: “...Destinados a la batería de Algorta. La Caja de Reclutamiento ha comunicado a la Alcaldía la relación de los individuos que por disposición del capitán general han sido dados de baja en los Cuerpos a que fueron destinados y causan alta definitiva en el regimiento de Artillería de a pie, número 6, de guarnición en San Sebastián. He aquí la relación: Antonio Uribe Uriarte, José Egusquiza Echave, Simón Bringas Leicea, Juan Vidaurrázaga Sarria, Jesús Calasa Alonso, Eleuterio Igual Uníbaso, Federico Ortiz Llopis, José Ardanza Uría, Basilio Pérez Guajardo, José Ugarte Aguirregabiria, Leandro Azcorra Egusquiza, Marcelo Goiri González, Juan Allende Latorre, Antonio Elorduy Andicoechea, José Lázaro Eguía, Francisco Garay Llona, Antonio Alegría Sanz, Ramón Mota Zubizarreta, Cándido Arzubiaga Aguirre, Ovidio Ubera Sáenz, Fulgencio López Sánchez, Ángel Crespo Pastor, Luis Imaz San Cristóbal, Jesús ódriozola Sarria, Manuel Zabala Aqueche, Domingo Pérez Arana, Alberto Sarria Urrechaga, Fernando Castillo Castillo y Francisco Amézaga Larrazabal...”

El resto es historia moderna, y todos hemos podido disfrutar de ese privilegiado mirador desde el que se pueden ver los más bellos atardeceres, mientras los pesqueros faenan en las aguas del Abra.

1 comentario:

  1. Fenomenal artículo sobre Usategui, jugaba allí cuando era pequeño antes de hacerse el parque, en lo que llamábamos, con razón, 'La Batería'

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