domingo, 21 de febrero de 2021

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -205-

 


En la entrada anterior veíamos cómo tras diez días de continuadas lluvias algunas zonas de Las Arenas aparecían anegadas.

 

El 15 de octubre de 1893 el diario madrileño “La Correspondencia de España” (diario vespertino de tendencia conservadora) decía: “…Esta mañana ocurrió un triste accidente marítimo. Los vapores ingleses Billow y Fortunato chocaron frente Algorta. El primero se hacía a la mar en tanto que el segundo entraba en el puerto. Ambos conducían carga. El choque lo recibió el Billow en la línea de flotación, donde se abrió una ancha vía de agua, inundándose todo el buque, el cual se fue a pique en menos de cinco minutos. La tripulación pudo salvarse, siendo recogida por el Fortunato. Sólo un tripulante desapareció arrastrado por un fuerte golpe de mar. Ha resultado gravemente herido el práctico del puerto que venía a bordo del Billow. De este se ven los palos. Hoy declararan los capitanes de los dos vapores. Se dice que el siniestro se debe a una fallo en la maniobra del buque náufrago, cuyo capitán no quiso obedecer las órdenes del práctico El Fortunato resultó con grandes averías. Una lancha de Algorta recogió doce náufragos…”

 

Precisamente sobre aquel naufragio contaba el diario bilbaíno “El Nervión”, con el titular “Abordaje en el Abra”: “…Esta mañana ha ocurrido un terrible accidente marítimo. Aproximadamente a las 6:30, el vapor inglés “Billow, cuando se disponía a remontar la boya luminosa, fue envestido por el vapor de la misma nacionalidad “Fortunatus”, que procedente de Newport entraba en nuestro puerto, con una carga de carbón. La embestida fue terrible y en la línea de flotación, al vapor Billow,  se le abrió un enorme boquete por el que entraba el agua a raudales. En pocos momentos, el buque abordado se fue a pique, sin dar tiempo más que la marinería saltara al agua para salvar sus vidas. La tripulación del Fortunatus, rápidamente arrojo los botes salvavidas al agua para socorrer a aquellos náufragos. No obstante no pudieron evitar que un golpe de mar arrastrara a uno de los tripulantes desapareciendo en las aguas. El Billow iba cargado se carbón hasta la cubierta, lo que favoreció que se hundiera rápidamente. A flor de agua se podían ver los palos del vapor naufragado…” El diario “El Noticiero Bilbaíno” del 16 de octubre venía a complementar la información sobre lo acaecido en las aguas de Abra: “…El hecho acaeció a tres cables al N.O. de la boya luminosa. El vapor “Fortunatus” chocó con el costado de estribor del “Billow”, en el centro. Hecho que se produjo a pesar de haber pitado y dado marcha a tras el “Fortunatus”. En cuanto ocurrió el abordaje, los tripulantes del “Fortunatus” arrojó los botes salvavidas al agua y la lancha de lemanaje trasladó a los tripulantes al buque, entre ellos el cadáver del despensero…” Aunque el otro diario afirmaba que el fallecido Apareció al día siguiente con el chaleco salvavidas puesto.

           


                            

Los naufragios en aquellos días se producían con bastante frecuencia ya que el diario “La Época” del 20 del 11 de 1893 volvía a describir uno de ellos en sus páginas: “…Esta mañana embarrancó en la playa de Algorta el pailebot Joven Juanita, de matrícula de Palma de Mallorca. El vecindario de Algorta, con el alcalde al frente, prestaron auxilios a los náufragos, logrando salvar a toda la tripulación, excepción de uno, ya que antes del naufragio un golpe de mar arrebató de cubierta a un muchacho apellidado Cámara, ignorándose su paradero…”

 

A mediados de octubre de 1893, según parece por las órdenes que emanaban de la Hacienda Provincial, la atención por parte de los Ayuntamiento a los impuestos relativos a los sueldos de los maestros no eran atendidos con la prontitud requerida. En el pleno municipal del 19 de octubre se daba cuenta de dicha orden: “…Se da cuenta de una Circular publicada por el Sr. Administrador Especial de la Hacienda de la Provincia en el Boletín Oficial del día 18 del corriente, ordenando a todos los Ayuntamientos entreguen en aquellas dependencias, antes de finalizar el presente mes, el impuesto establecido por el artículo 39, párrafo 6, de la presente Ley vigente de Presupuestos, sobre los sueldos de sus empleados, que son hasta la cantidad de 1.000 pesetas del 5%, y que de no hacerlo, enviaran contra los Ayuntamientos morosos, Comisiones de Apremio…” El Ayuntamiento de Getxo aducía en su defensa que: “…En el presupuesto municipal presente solo existe consignación para el pago del descuento del 10% de los sueldos del Secretario y Contador Municipal, únicos que pasan de las 1.000 pesetas. Y considerando que los sueldos y asignaciones de los demás empleados son harto cortos para que los que los disfrutan puedan hacer frente al impuesto, viéndose, en caso de satisfacerlo, en precaria situación dado el elevado precio de los artículos de consumo. Por lo que, mientras no se decida otra cosa,  acuerda este Ayuntamiento se pague dicho impuesto de los fondos municipales…”

 


En cumplimiento de las ordenanzas municipales sobre injerto a los caños de propiedad municipal, debido a la epidemia de cólera, que establecía la realización del mismo en el plazo de un mes, algunos propietarios de Las Arenas, acudieron prontos a solicitar la ejecución: “…Para la construcción de un caño de 161 metros de longitud en el barrio de Las Arenas, que pretenden realizar S, Pascual Manzarraga, D. Santos Larrazabal, Dña. Felipa Bustingorri, D. Nicolás Astiazaran y Dña. Ramona Gorostiaga, para injertar las aguas sucias de sus respectivas casas en la alcantarilla construida por el municipio, en la llamada calle “C”…” El Ayuntamiento acordaba autorizar las obras por: “…Considerar las ventajas que ha de redundar dicha obra a la higiene y a los propietarios solicitantes, así como a otros que se acojan a dicho injerto…”

 

Y como ya llegaba la época de la poda de los árboles del municipio, el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “…Aprovechando la labor de dicha poda se proceda a la plantación de arbolado en sitios públicos, por lo que se autoriza a la Comisión de Fomento y Policía Urbana para que proceda a dichas operaciones, comprando unas 300 plantas de plátano incluyendo en dicho número alguna de otras especies, para ser colocadas en ciertos puntos donde, a su juicio, puedan adaptarse mejor al terreno…”



A la vez que con la marcha y el regreso de los veraneantes a sus lugares de origen, sobre todo los procedentes de Bilbao, en la prensa local parecía desaparecer el interés por nuestros barrios, ya que las noticias relacionadas con ellos casi desaparecían de sus páginas.

 

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo      se producía la compra de vacunas para la población de Getxo.

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