miércoles, 7 de octubre de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -178-


En la anterior entrada veíamos cómo la epidemia de viruela, que había venido afectando al municipio, se dejaba sentir en los costes del municipio.


En el pleno municipal del 1 de febrero de 1893 se trataba sobre: “...Una instancia presentada por el Maestro de Obras D. Ciriaco de Menchaca referida a las expropiaciones y perjuicios que ocurren en la casa de Dña. Carolina Mandaluniz, viuda de Zavala, sita en la calle San Nicolás de Algorta. El pleno decidía pasar el tema al arquitecto municipal D. Eladio Iturria...”

 

En ese mismo pleno se trataba sobre la conferencia que había mantenido el Alcalde de Getxo, D. Santiago Diliz, con el Jefe de Ingenieros Militares: “...De la Provincia de Vizcaya, quien le indicaba al Alcalde el proyecto que tenía el Capitán General de las Provincias Vascongadas, de establecer en esta localidad, en el barrio de Algorta, una guarnición de tropa compuesta de cuatro compañías de infantería, siempre que el municipio se prestara a dar locales…” El consistorio de Getxo decidía que: “...Considerando ventajoso y de grande utilidad para los recursos municipales dicho proyecto, se aceptaba la proposición, nombrando una comisión especial en su seno, con el fin de practicar las diligencias para poner en marcha dicho proyecto, quedando designados para tal fin: El Alcalde presidente Sr. Diliz, el primer teniente de Alcalde D. Asensio Inchaurtieta y el Síndico D. Sabino Laca...”

 

Algunas obras que se estaban realizando en el barrio de Las Arenas estaban causando molestias a los vecinos por lo que en ese pleno se informaba de que: “...D. Santos Larrazabal, vecino de esta, solicita que se ordene al contratista de la casa que se está construyendo en la plaza de Las Arenas, que rellene los grandes hoyos abiertos. El consistorio decidía ordenar al contratista de dichas obras D. Gregorio Arzubiaga rellene debidamente dichos hoyos...”

 

El contratista de la obras del nuevo matadero de Algorta depositaba una fianza para la realización del nuevo edificio: “...Acuerda este Ayuntamiento unir al expediente el recibo presentado por D. Domingo Zubizarreta, contratista de las obras del nuevo matadero, donde consta haber depositado en la tesorería del municipio la cantidad de 1.520 pesetas, como fianza de las obras hasta el otorgamiento de las escrituras...” Y se decía a continuación: “...El contratista antes citado rematante de las obras del matadero, en un terreno de la casa llamada “Santiena” perteneciente a Dña. Juana Arecheta, en las inmediaciones del depósito de aguas, subastadas el día 2 del actual, y adjudicadas al mismo Sr. Zubizarreta,  solicita se proceda al otorgamiento de la presente escritura, para lo caul pone como fiadores a los hermanos D. Justo y D. Antonio María Ugarte y Urresti...” El Ayuntamiento acordaba admitir a los fiadores y otorgar la escritura del Matadero del barrio de Alango en Algorta.


 

Por esas fechas, tocaba medir y tallar a los mozos del reemplazo del actual año de 1893, por lo que se decidía: “...Nombrar al sargento retirado de carabineros D. Desiderio Mendez para realizar dichas operaciones a las nuevas quintas...”

 

Llegada la fiesta de San Blas, onomástica que se celebraba entre otras localidades en Barrika, desde nuestros barrios se acostumbraba a acudir a la misma, así lo refería el diario “El Nervión” en su edición del 4 de febrero de 1893: “...En la Anteiglesia de Barrica se celebró ayer la festividad de su santo patrón San Blas. En la fiesta religiosa en la que se acostumbra bendecir cintas, acudió numerosa concurrencia, especialmente de Plencia y Algorta, celebrándose por la tarde la tradicional romería...” En esta celebración era costumbre: “...Ver a los niños luciendo en sus manos variados productos de cererías, adornados con rizados papeles de colores. Se bendecía el pan y las clásicas “San Blas-cintas”, junto a las frutas y semillas que luego habían de plantarse en el campo. Tras esta festividad llegaba el ansiado carnaval, periodo álgido reinado por la alegría, mezcla de locura y despendole. Que daría paso a los rezos, las vigilias y los ayunos del misticismo cuaresmal...”

 

Y como los carnavales estaban próximos a llegar, el 9 de febrero de 1893, el Ayuntamiento de Getxo autorizaba al industrial de Las Arenas D. José María Aramberria a su solicitud de: “...Poder tener abierto su Café-Restaurant en Las Arenas, durante los tres días de los próximos carnavales hasta las doce de la noche, con objeto de dar bailes familiares, teniendo en cuenta que en los mismos reinara la mayor armonía. Quedando autorizado el segundo teniente de Alcalde D. Braulio Ajuria para la vigilancia del orden en las reuniones de que se trata...”



En aquel pleno municipal se daba cuenta de “...La renuncia el día 31 de enero de 1893 del maestro D. Juan Antonio Munío, de la escuela pública de niños de Algorta y haber sido nombrado para ella, por traslado, el de la escuela de Santa María D. Valentín Cuartango, con la aprobación de la Junta de Instrucción Pública, por lo que quedaba vacante la plaza de la escuela de Santa María. Y no estando determinadas las casas habitaciones para los profesores, aunque si los sueldos, acuerda este Ayuntamiento: Que las 250 pesetas anuales que viene pagando directamente al dueño por alquiler de la casa habitación que ocupa el maestro Sr. Cuartango lo siga haciendo el municipio. Que la escuela pública de niños de Santa María sea anunciada vacante con el sueldo de 1.100 pesetas anuales más 275 pesetas en concepto de retribución, otra igual cantidad de 275 pesetas en concepto de material y casa habitación...”

 

El día 12 de febrero de 1893 la prensa bilbaína, “El Nervión”, elucubraba sobre cómo iban discurrir los carnavales de aquel año. Y pensaban que seguramente no iban a mejorar los del año precedente, y al hacerlo nos ofrecía una visión de cómo eran los participantes en aquellos desfiles carnavalescos en la Villa de Bilbao: “...Catorce han sido las solicitudes presentadas por músicos y danzates que no ofrecen novedad alguna. Recorrerán la población, la estudiantina “La Bilbaína” compuesta de instrumentos de viento,  la de Garellano, una de Galdacano formada por 22 jóvenes, otra de 6 o 8 jóvenes llevando como orquesta un piano de manubrio, la de los inútiles, la vocal de marineros del Desierto, dos comparsas de danzantes, una de ellas formada por niños de 14 y 16 años, un crecido número de ciegos que ven y tullidos que corren perfectamente...” Y ya se exponían al público los bailes que se iban a celebrar en los Campos Elíseos de Bilbao. Mientras que frente a nosotros el carnaval sonaban ruidoso: “...En la plaza de toros de Portugalete, aquel domingo se celebraron dos bailes, amenizados por la banda de música de la Villa Jarrillera acompañados por un nutrido grupo de tamborileros del País, para aquel baile que comenzó a las dos la entrada costaba un real para los caballeros y era gratis para las señoras...” Ya el miércoles de ceniza, día 15 de febrero, podía leerse en el mismo diario: “...El carnaval de 1893 ha dado término. Y la cuaresma, la escuálida cuaresma, sacude su rancia polilla, y se presenta hoy con sus brazos abiertos, para aprisionarnos en ellos...”

 

El día 19 de febrero de 1893 fallecía en Madrid el ex-diputado a Cortes por Bilbao D. Eduardo Aguirre. Al día siguiente el diario bilbaíno “El Nervión” ensalzaba su figura recordando que: “...En la barriada de Las Arenas, gracias a sus esfuerzos y a los de su difunto hermano D. Ezequiel, se ha creado una colonia que poco a poco va adquiriendo todos los caracteres de una linda ciudad de baños. El tranvía de Bilbao a Las Arenas primero y más tarde el ferrocarril debido especialmente a la iniciativa de la familia Aguirre, así como su establecimiento de baños dieron a aquella barriada mucha vida...” Al día siguiente fue enterrado en el cementerio de Mallona, en Bilbao.

 

Con las elecciones en ciernes, ese mismo día, un nutrido grupo de candidatos republicanos visitaban Algorta, donde al parecer no fueron bien recibidos, en el bastión de los poderes fácticos el barrio, en el Casino Algorteño, el diario de cabecera de las derechas bilbaínas, “El Nervión” decía en su edición del día 20 de febrero de 1893: “...Ayer estuvieron en Algorta con ánimo, sin duda, de conquistar a los electores de aquel pueblo, Solaegui y los señores Echevarrieta, Chavarri y Leguina (D. Gaspar), después de lo que allí vieron y oyeron, fácil es que no les haya quedado ganas de volver. Fueron al Casino y comenzaron a hablar, diciendo que esperaban de los electores de Algorta votaran su candidato en las próximas elecciones. Los algorteños se excusaron con mucha cortesía, diciendo que en aquella localidad hallarían mucha oposición, por ser Solaegui y Chavarri unos de los firmantes de la solicitud en que se pide la separación de Las Arenas y Algorta. El señor Chavarri que esto oyó, juró y perjuró que Algorta de le sometería o haría que dependiese de la villa de Portugalete. Al oír tales disparates y viéndose molestados con aquellos gritos y palabrotas, los de Algorta fueron desfilando dejando solos en el Casino a aquellos cuatro representantes de toda suerte do ideas generosas. Y al abandonar aquella casa contrariados y cabizbajos dicen que Solaegui exclamó: «Ya me están... fastidiando con estas cosas y con la religión»...” Obviamente era la opinión de un diario vespertino de ideología conservadora, beligerante con los republicanos, que desde hacía ya tiempo venía fustigando a aquellos candidatos. Curiosamente, al día siguiente, el mismo diario se justificaba sobre la procedencia de la noticia en cuestión: “...«Si fuese cierto que la noticia referente al viaje que hicieron a Algorta Solaegui y los señores Echevarrieta, Chavarri y Leguina, procedía de nuestro corresponsal de Algorta y que este es carlista jubilado y músico del batallón de Munguia, dudaríamos de su veracidad en vista de que “La Republica” lo desmiente; pero se la oímos a personas muy formales que presenciaron el hecho y no podemos menos de creer en su certeza»…”



Parece que todas las aguas bajaban revueltas en esos días y también la mar se cobraba su tributo. El domingo día 19 de febrero de 1893 el quechemarín (barco de vela de dos palos) “San José”, de matrícula de Lekeitio, salía de Puerto rumbo a Gijón, contaba el diario “El Noticiero Bilbaíno”: “...Con un temporal horroroso y fuerte viento tuvo que fondear cerca de Santoña. Allí rompió amarras perdiendo el ancla, el viento y las olas hicieron que su forzada travesía fuera aterradora, conduciendo la embarcación hasta las peñas de Portugalete, donde fue a estrellarse junto a la torre de señales del piloto…” Afortunadamente la tripulación pudo ser rescatada por el Salvamento Marítimo.

 

En la próxima entrada veremos cómo ya estaban próximas las elecciones a Diputados a Cortes.

 

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