En
la anterior entrada veíamos cómo la recaudación por casetas de
baño aumentaba, y cómo el tránsito de ganados y carros por el
camino peatil desde el jardín de Telletxe hasta el pórtico de la
iglesia de Santa María de Getxo deterioraba la calzada.
Comenzaba
el año 1885.
Los pobres del municipio requerían ayudas, tal era su depauperada
situación. Y a pesar de que las ayudas, a fecha de hoy, pudieran
parecer escasas venían a aliviar las situaciones desgraciadas que
algunas familias pasaban en algunos casos por perdidas de la
matriarca de la familia. La cantidad asignada de carácter mensual
ascendía a 18,65 pesetas.
Las
noticias referidas al transporte eran primera plana de los diarios
bilbaínos. El “Noticiero Bilbaíno” del 1 de enero de 1885
recogía el “...«Concurso
para la ejecución de las obras del ferro-carril económico de Bilbao
a Las Arenas. Los planos, presupuestos, condiciones facultativas y
económicas, se hallan en las oficinas de la compañía (Campo de
Volantín Nº 1. en Bilbao)»...”
Mientras, el medio de transporte más generalizado era el tranvía.
La venta de los billetes se anunciaban en este mismo medio:
“...«Tranvía
de Bilbao a Las Arenas y Algorta. Esta compañía expende en
Portugalete, al precio de una peseta, billetes para venir a Bilbao y
regresar a Las Arenas en el mismo día. EI despacho se halla
establecido en casa de D. José Bilbao, en el muelle Viejo N.º 1 de
Portugalete»...”
Getxo
era una población solidaria con las desgracias de más allá de sus
límites geográficos. El 29 de enero de 1885 entregaba en la
sucursal el Banco de España de Bilbao la suscripción realizada en
el municipio para ayudar a los damnificados por los terremotos
ocurridos en Granada y Málaga, que el Noticiero Bilbaíno anunciara
en sus paginas del 29 de diciembre de 1884: “...Granada
26. El alcalde de Talarraya participa que, a consecuencia del
terremoto de anoche, se hundieron multitud de casas...”
Entre las gentes que contribuyeron a aliviar aquella desgracia se
encontraban algunas sociedades de nuestros barrios, como el Casino y
una estudiantina, que al parecer existía por esas fechas en Algorta:
“...Que
recorrió sus calles, recolectando la cantidad de 1.847 pesetas, de
las que una vez deducidos gastos se hizo entrega al Sr. Cura Párroco
de Algorta (San Nicolas) la cantidad de 1.266 pesetas para que a
través del Prelado (Obispo), se remita a las provincias de Granada y
Málaga, para alivio de las victimas de los terremotos»...”
El
nuevo puerto que se pensaba construir en Algorta, en la forma que se
estaba tramitando el proyecto del nuevo puerto. En una carta enviada
a los Diputados a Cortes D. Rafael Mazarredo y D. Ángel Allende
Salazar, el Consistorio de Getxo expresaba su disconformidad. EL 5 de
febrero de 1885 el Ayuntamiento de Getxo planteaba: “...«No
estaba en el deseo de la corporación municipal, que el nuevo puerto
que se proyecta construir en el barrio de Algorta, se clasificase de
interés general de segundo orden, por cuanto realizándolo de esa
forma, después de haber contribuido el Municipio con cantidad de
alguna consideración, creemos no podrá establecer tarifas de carga,
descarga y calado de embarcaciones, cómo podría haber hecho si su
hubiera declarado puerto de interés local, sin prejuicio de que
luego hubiera sido declarado de interés general. Que de acuerdo con
estos deseos se practicaron los estudios, y se entregó el proyecto
al digno Diputado Sr. Mazarredo. En consecuencia se ruega
encarecidamente a los mencionados señores Diputados interpongan su
valiosa influencia para hacer realidad el deseo de esta corporación
municipal»...”
Volviendo
al anterior tema relacionado con el Ferrocarril Económico de Bilbao
a Las Arenas, el 25 de febrero de 1885 saltaba a la paginas de la
prensa bilbaína el posible trazado y los beneficios que dicho medio
de transporte iba a reportar, no solo a la Compañía, si no a los
que iban a participar en dichas obras: “...«Obras
que se han subastado estos últimos días. El ferro carril de Bilbao
a Las Arenas podrá ser más ó menos útil a sus accionistas en el
concepto económico, pero no cabe duda de que ha de reportar mucho
bien a la comarca donde radique. Ha de proporcionar trabajo por
largo tiempo a gran número de braceros, contribuirá por tiempo
indefinido a beneficiar la industria y la vida en la comarca que
recorra»...”
A continuación venía una descripción del recorrido del mismo, que
a su vez describía la zona por la que iba a transcurrir: “...«La
nueva vía férrea arrancará en Bilbao de la colina que se alza
sobre el que fue solar del convento de San Agustín, en la margen
derecha de la ría.
Apenas
partida de la estación de San Agustín, atravesará los pequeños
declives que dominan inmediatamente las huertas de la villa, llanura
o vega que se va poblando de elefantes casas y establecimientos
industriales y es continuación del paseo titulado Campo Volantín.
Inmediatamente encuentra el arroyo de Artaza-Mina, primera de las
cañadas que descienden de la cordillera de Archanda.
Seguirá
por las pendientes estrivaciones de la montaña, quedando entre la
ria y la vía los hoteles de la Cava, propios de la familia de los
Sres. Ibarra y la magnífica Universidad que poco más allá se
levanta; y recorriendo la poblada anteiglesia de Deusto por centro,
ósea por las cercanías de la iglesia parroquial atravesará el alto
collado de Luchana, de forma prismática, por lo que en lo antiguo se
le daba el nombre de “Sepultero”; salvará por un puente el río
que desciende de los valles de Sondica y Erandio, atravesará otro
collado de menos elevación que domina la casa de Ardanaz, y que
desemboca en una hermosa vega frente al Desierto, donde tiene su casa
de campo el Sr. Agustín M.ª de Obieta.
Las
famosas canteras de Axpe que hoy surten de piedra de mampostería y
sillería a la mayor parte de las obras que se ejecutan, tanto en la
ría como en Bilbao y municipios circunvecinos, serán atravesadas
por la nueva vía, y ésta al fin penetrará en las llanuras de
Lamiaco, teniendo a corto trecho que salvar, en Udondo, por medio de
un puente, no de gran importancia, el río que forma poco más arriba
la unión de los ríos que descienden de Lejona y Berango.
Por
último recorriendo la vía las huertas, jardines y pinares que
esconden la Capilla de Santa Ana y la multitud de casas de campo, que
preceden al núcleo principal de población de Las Arenas, terminará
en estas, cerca del gran Balneario y en el paso del camino de
Algorta.
El
ferrocarril de Bilbao a Las Arenas, casi constantemente ira dominando
la ría y las poblaciones que se agolpan casi sin interrupción en
ambas riberas»...”
La
nueva carretera de Las Arenas a Plencia parece que daba problemas de
seguridad por la saturación de visitantes. Los numerosos robos que
hasta fechas cercanas se venían circunscribiendo a zonas de
Encartaciones, se empezaban a producir con mayor intensidad en las
inmediaciones de Bilbao y sobre todo por la margen derecha de la ría
y Las Arenas en particular. El 12 de febrero de 1885, el consistorio
de Getxo acordaba solicitar al Gobernador de la Provincia: “...«Para
conservar el debido orden y la vigilancia como protección de las
personas y propiedades, debido a los numerosos forasteros de otras
provincias que se vienen aglomerando en este Pueblo, haga el Sr.
Gobernador establecer un puesto de Guardia Civil en esta población,
y caso de no conseguir esto gestionar ante la Diputación Provincial
poner un puesto de Miñones»...”
Ya
para febrero de 1885 se abría una nueva calle que conducía desde la
ermita de Santa Ana a la ría. El encargado de aquella obra fue D.
José María de Aramberria vecino de Erandio, quien licitó la misma
por 1.750 pesetas. El Ayuntamiento accedió a realizar la obra con la
condición de que se echaran en dicha calle 25 centímetros de piedra
machacada y 5 de recebo de grueso.
En
la próxima entrada veremos cómo las obras del nuevo puerto seguían
dando quebraderos de cabeza a nuestros munícipes. Así como las
ordenes del gobierno de la provincia sobre enterramientos y
cementerios que debían de ser cumplimentadas.
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