Aprovechando
una fotografía del diario bilbaíno “El Liberal” de 1928, traigo
a estas paginas un hecho acontecido en aquellas fechas, que atrajo la
atención de cientos de vecinos de Algorta y barrios limítrofes. Es
una entrada corta cuyo objetivo, es simplemente recrear un hecho
ocurrido en una de nuestras playas.
Pero
antes recordar que los espectáculos, las evoluciones aéreas y sus
accidentes fueron una constante durante la primera mitad del Siglo
XIX, en todo nuestro litoral. Algunos de aquellos acontecimientos ya
he ido recogiendo en las entradas de mi Blog.
En
“Alas
rotas -II-”
del viernes 19 de septiembre del 2014, donde recogía el accidente a
aviación acontecido un 3 de Julio de 1951 al piloto Manuel del Rio y
Periko Madariaga, a quienes un fuerte golpe de viento hizo que la
avioneta en la que viajaban, diera con sus ruedas sobre el tejado de
una de las casas del Puerto Viejo, de la calle Aretxondo, el edificio
denominado “Juanena”. En la entrada “Aeroplanos
bajo el Puente Bizkaia”,
del viernes 5 de diciembre del mismo año, en la que describía como
Jean Louis Conneau, conocido bajo el seudónimo de André Beaumont,
en septiembre de 1912 realizó una exhibición con su
“aerohidroplano” partiendo desde la playa de Las Arenas y
sobrevolando todo el Abra y la ría, finalizando con el paso por
debajo del Puente Bizkaia.
Este
capotaje sobre la playa de Ereaga, aconteció el 13 junio de 1928.
Hacía tiempo, al decir de la prensa, que algunos adinerados vecinos,
habían adquirido una avioneta (un biplano pequeño de un solo motor)
para su divertimento. El día de la entrega de dicha aeronave, un
piloto militar amigo de uno de ellos se ofreció a acompañar a uno
de sus jóvenes propietarios. Ese día una avioneta “avro”
pilotada por D. Luis Pardo, quien viajaba desde Madrid en Compañía
del joven Marques de Zuya, despegaba desde el aeropuerto de Getafe
(Madrid) con destino a Getxo.
Tras
un descanso para almorzar y cargar combustible en el campo de Gamonal
(Burgos), salieron destino a Erega. Horas antes numeroso público
poblaba la playa de Erega, esperando la llegada del pequeño biplano.
Desde los tiempos de Poire no se había contemplado un acontecimiento
similar en Bizkaia, protagonizado por un aeroplano. En el centro de
la playa se había colocado una bandera blanca para avisar al piloto
de la dirección del viento. El aparato apareció por encima de la
casa de D. Horacio Echevarrieta.
Al
llegar al Abra, eran las seis de la tarde, en el momento en que hacía
su presencia la avioneta, una galerna desato toda su furia. El
aeroplano aterrizó en medio de grandes bandazos en la playa. Cuando
ya había tomado contacto con la arena y la aeronave se deslizaba con
menor marcha, una fuerte racha de viento la hizo capotar, quedando
los pasajeros boca abajo dentro de la carlinga. El biplano quedó
destrozado por completo; la hélice y el ala inferior izquierda,
fueron las que más sufrieron con el impacto. En esta ocasión los
pasajeros resultaron ilesos. En la fotografía inferior se puede ver al piloto de la avioneta.
Rápidamente
los vecinos de Algorta llegaron raudos para observar el aparatoso
percance. Algunos de sus amigos que les esperaban en el Club Marítimo
del Abra, acudieron a la playa, entre ellos estaban el Alcalde de
Portugalete, D. Jesús Chapa, hermano de uno de los condueños de la
avioneta. Otro de los que acudieron fue el Teniente de Alcalde de
Getxo Sr. Artolozaga.
En
cualquiera de los casos la multitud congregada sobre la arena de la
playa, casi no dejaba ver la avioneta. Tras ella podía apreciarse el
Balneario de Igeretxe. La maltrecha avioneta fue llevada al garaje
Eguia de La Arenas, para ser preparada para llevar a reparar a
Madrid.
Por muy valientes que fuesen me sorprende que con lo que costaba un aparato de esos, arriesgasen a aterrizarlo en una galerna
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