En
esta entrada veremos cómo con la llegada de la Semana Santa el
Ayuntamiento se preparaba para organizar el desfile de la procesión.
Cómo naufragaba en la Galea la lancha del práctico de la Cofradía
de Algorta D. Eustaquio Encera. Y cómo los veraneantes acudían en
tropel a nuestras afamadas playas.
Y
ya estábamos en la puertas de la Semana Santa, el Ayuntamiento
previsor organizaba el desfile de la procesión: “...«para
darle toda solemnidad a la procesión que tendrá lugar en la
parroquia de San Nicolás los días 25 y 26 de marzo de 1880, acuerda
se oficie al director de la banda de música tenga a bien asistir con
ella, como compensación se ofrecerá un refresco, tanto a estos como
a los portadores de la imagen de Nuestro Señor Jesucristo. Se oficie
asimismo al sargento de carabineros a quien se ruega tenga la bondad
de asistir con su fuerza, a la procesión a fin de establecer el
orden»...”
El
6 de abril de 1880 naufragaba en la Galea la lancha del práctico de
la Cofradía de Algorta D. Eustaquio Encera. Su tripulación salvó
la vida según decían: “...milagrosamente, ordenando el
Ayuntamiento se le paguen 200 reales a fin de mitigar su
desgracia...” El Noticiero Bilbaíno también recogía la noticia
el día 7 de ese mes: “...«Ayer
tarde había naufragado una lancha tripulada por 15 nombres a la
vista de Algorta»...”
Al día siguiente aparecía en el mismo diario: “...«sobre
la suerte que cupo anteayer a los tripulantes de dos lanchas de
práctico de Santurce y Algorta, afortunadamente no ha habido que
lamentar ninguna desgracia; la lancha de Algorta llevaba a bordo 10
hombres, el vapor Ingles que la remolcaba salvó a todos los
tripulantes»...”
Los
veraneantes acudían en tropel a nuestras afamadas playas, y el
consistorio a mediados de abril ya pensaba en facilitarles la
localización de las mismas, sobre todo la de más incipiente acceso,
la de Ereaga en Algorta: “...«para
que sepan los forasteros cuando lleguen al pueblo los caminos que
conducen a la playa de mar de Ereaga, sería conveniente colocar dos
rótulos, en los dos extremos del nuevo camino, uno en la Plazuela de
Carnicería y otro en el callejón junto a la casa llamada de
Lazurtegui, en Las Arenas»...”
La propia prensa ya anunciaba: “…«!Para
los que gusten veranear y tomar baños en Algorta! En dicho pueblo
encontrarán este verano los forasteros que asistan todas las
comodidades que son de desear, porque con las muchas obras de mejoras
ejecutadas se ha completado todo lo que le faltaba a su hermosa playa
de mar, la mejor sin rival del mar Cantábrico. Dicho pueblo es muy
pintoresco, elevado y limpio, cuyas casas muchas de ellas nuevas, con
jardines y huertos, están blanqueadas y pintadas con todo esmero,
para recibir huéspedes, cuentan con fondas, un casino nuevo con
café y billares, han sido construidos dos caminos espaciosos, y
cómodos para bajar a la playa»...”
El
26 de abril de 1880 se recibía un oficio del Jefe de Estadística de
la Diputación General, en el se solicitaba al Ayuntamiento de Getxo:
“...«La
remisión de la relación de medidas agrarias y cuadras, con sus
equivalencias en medidas métricas, más utilizadas en la
población»…”
Esta medida venía a complementar la del 21 de julio de 1860
elaborada por dicha Diputación, que venía a declarar obligatorio el
uso del sistema métrico decimal.
En
esas mismas fechas, abril de 1880, se expropiaban terrenos para la
colocación de las vías del Tranvía, desde un punto al que llamaban
“La Carnicería”, que debía estar en la casa Benguria, y que
correspondía al numero 57 de la calle Mayor (Actual Avd. Basagoiti),
hasta la zona de Amesti.
Los
ingresos municipales seguían siendo más bien escasos, salían de la
recaudación de arbitrios, consistían básicamente en vinos y
licores, abacería (aceite, vinagre, bacalao), carnes y materiales de
construcción (piedra de las canteras municipales).
En
mayo de 1880 la Compañía del Tranvía solicitaba y obtenía el
permiso, par la instalación de un aljibe con una fuente en la
Plazuela de Las Arenas (actual Bizkaiko Zubia) para el servicio
público y poder regar las vías del tranvía, además de dicha
plaza.
Una
de las tradiciones que en Algorta se repetía en 1880, era la
procesión del Corpus Christi, que ese año se iba a celebrar el 27
de mayo. Recordar el recorrido que realizaba en esas fechas. Tenía
la salida desde la Parroquia de San Nikolas, iba por Altamira hasta
la Plazuela de Jardingana, bajando por la calle San Nikolás hasta el
Etxetxu, allí la cofradía de Mareantes instalaba un pequeño altar,
donde celebraban el acto religioso; desde allí subía nuevamente por
Aretxondo hasta la Parroquia. Los actos religiosos y la procesión
iban encabezados por la banda de música dirigida por D. Idelfonso
Arrola y la fuerza de carabineros al mando de su sargento, que iba
con el uniforme de gala. Previamente el consistorio instaba a encalar
todas las viviendas del recorrido: “...«El
Ayuntamiento recomienda a los vecinos del trayecto que ha de recorrer
la procesión, blanquear y decorar de la mejor manera posible todos
los frontis de las casas y balcones»...”
Durante la procesión se dispararon cohetes, cuyo valor fue de 108
reales.
Y
como el verano y los veraneantes se hallaban próximos, a comienzos
de junio el consistorio en junio de 1880 decidía: “...«Publicar
en el diario de Madrid “La Correspondencia de España”, las obras
y mejoras hechas por este Ayuntamiento en la población, a fin de que
sea un estimulo a las muchas personas que traten de asistir a los
baños de mar»...”
En aquel verano insertaron 10 veces dicho anuncio. Y para amenizar
las tardes de festivos acordaron: “...«Hacer
un convenio con la Banda que dirige D. Idelfonso Arrola para las
funciones religiosas y festejos, para que sirva de atractivo a la
gente forastera que acude en verano. En julio y agosto, para que
toquen desde las cinco de la tarde hasta el anochecer, y en
septiembre desde la cuatro. También tendrán que tocar en los bailes
de noche que disponga el Ayuntamiento en la romerías de Algorta y
Guecho, desde la nueve hasta las doce de la noche; y en las dos
romerías de Las Arenas por la tarde. La banda también asistirá a
las funciones religiosas de Viernes Santo, Corpus Cristi, así como a
las funciones de San Nicolás y Nuestra Señora de Agosto. La banda
que asista a los actos contará al menos con 20 miembros»...”
También acordaron tocar en el paseo de la Avanzada el día 24 de
junio. Para reforzar el instrumental de dicha banda acordaron
adquirir un bajo. Los músicos percibían al año 5 reales por sus
actuaciones. En la Plazuela de Las Arenas, a petición de la compañía
del Tranvía, se colocaron faroles para el alumbrado y urinarios.
Las
romerías de Algorta que se habían venido celebrando en la campa del
Castillo, un espacio a decir de las actas algo reducido, veían
impedida su celebración en aquel espacio, por las trincheras y
zanjas que el ejército había realizado para prácticas de tiro con
cañón, por lo que el consistorio solicitó a la autoridad militar:
“...«demoler
aquellas trincheras o parapetos»…”
Un
pequeño conflicto se desató el Algorta a principio de julio de
1880, el causante del mismo: “...«las
prendas y joyas de Nuestra Señora de la Concepción»...”
El cura párroco de San Nicolás de Bari y el Obispo reclamaban la
entrega de las mismas, que algún vecino, al parecer, tenía en su
casa. Objetos que fueron reclamados por el consistorio ya que el
vecino tenedor se negaba a entregarlas.
En
la próxima entrada veremos cómo la lactancia para niños de pecho
era una de las ayudas municipales; y cómo ya cercanas las fiestas de
San Nicolás, el Ayuntamiento las preparaba con diligencia.
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