jueves, 15 de febrero de 2018

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO19 EN GETXO -19-



En la anterior entrada veíamos algunas tradiciones festivas de Getxo y cómo el verano nuestras las playas atraían al los forasteros. En ésta veremos cómo también a nuestro Pueblo le llegaba la hora de las clases de educación para adultos; así como el paso de carruajes deterioraba la plazuela de Ereaga.

La educación para adultos empezaba a tomar cuerpo en octubre de 1879. La responsable de tomar la decisión fue la Junta Local de Primera enseñanza. La petición al consistorio la encabezaron Dña. Antonia Triana, Dña. Carmen de Cortina y Dña. María de Berreteaga. El 1 de octubre de 1879 el Ayuntamiento acordaba: “...Conceder el local de la escuela de niñas de Algorta para que puedan establecer en ella clases dominicales de enseñanza para jóvenes adultas...”

El día 5 de octubre era señalado para recibir en el Ayuntamiento a una junta de vecinos de Las Arenas. Partía la misma de una petición realizada el 23 de septiembre por D. Ezequiel de Aguirre.

Y seguíamos a primeros de octubre de 1879, cuando el párroco de San Nicolás de Bari de Algorta recordaba al consistorio su deseo de que el Ayuntamiento cumpliera con: “...«lo acordado en la sesión del 26 de junio de aquel año, relativo a la colocación de tres vidrieras de Santos en las ventanas de la nave de esta iglesia»...” El consistorio parece que deseaba abaratar el coste por lo que solicitó al párroco: “...«que valore cuanto podría costar colocar tres vidrieras separadas con Santos o colocar tres con flores de diferentes colores»...”

El paso de carros por la plazuela recientemente construida de Ereaga era otro de los asuntos que preocupaba a nuestros ediles. Su deterioro era debido a que los carros transitaban indiscriminadamente a lo largo de toda la vía, provocando socavones, que poco a poco hacían intransitable dicho camino: “...«se observa que los carros destrozan completamente la plazuela construida últimamente en la playa de Ereaga, a causa de no hallarse el camino expresamente señalado para el paso de carros»...” Así tomaron la decisión de: “...«que en línea con el antiguo camino de carros, se fije con mojones un camino suficiente para que puedan pasar por él, en el trayecto de la plazuela, todos los carros que bajan a la playa»...” Para poder acometer las reparaciones, de los socavones, que las llantas de los carros ocasionaban en el camino, establecieron una multa de 10 reales para los que no siguieran el camino indicado. No era ese el único tramo que se veía dañado por los carros, por lo que decidieron prohibir el paso de dichos carruajes por los paseos de todos los caminos o carreteras, que al parecer también eran invadidos por los conductores de los carros, penalizando a estos con multa de 2 pesetas.

Algunos propietarios de la calle San Nicolás de Algorta vertían las aguas sucias de sus viviendas a la vía pública, haciendo caso omiso a lo ordenado por el Ayuntamiento para que se injertaran al caño maestro municipal, previo pago de 734 reales. El consistorio acordó darles 48 horas para ejecutar dicha acometida, en caso contrario les sería impuesta una multa de diez pesetas a cada uno. Algunas de aquellas aguas provenían de la casa llamada “Peruchena”.


Los costes de las actuaciones de bandas musicales en el municipio, en las fiestas del verano de 1879, hacían recapacitar al consistorio sobre la necesidad de la creación de una banda municipal, compuesta por músicos locales. Para ello se pensó en la persona de D. Idelfonso Arrola, consiguiéndose el siguiente acuerdo “...D. Idelfonso Arrola se compromete y obliga a que en el Pueblo funcione una banda de música tomando a su cargo la enseñanza, para la próxima primavera. En número de 20 individuos cuando menos y preservar dicho número de músicos para el futuro, al precio que se estipule…” La compra de los instrumentos corría a cargo del consistorio, y las faltas por mal uso a cargo de Arrola. La primera compra del instrumental se realizó en un comercio de Bilbao de propiedad de D. José Pablo Calvo, en ella se incluían seis instrumentos Alemanes y los restantes de fabricación Francesa. Para el sostenimiento y enseñanza de la banda se gratificó al organizador con 1.000 reales al año.

Después de años apartados del resto de los mortales, los fallecidos no católicos iban a tener un tratamiento post mortem junto a sus vecinos en octubre de 1879. En las actas del 23 de octubre de ese año se recogía un oficio del párroco de San Nicolás solicitando: “...«la construcción de un local para enterrorio de las personas que no pertenezcan a la religión católica»...” Algunas normas del Código de Derecho Canónico señalaban como dejados de sepultura eclesiástica a quienes no hubieran dado alguna señal de arrepentimiento, a Apóstatas, integrantes de sectas heréticas o cismáticas, masones y similares. Excomulgados. Suicidas. Duelistas. Los que hicieran quemar su cadáver o los pecadores públicos. Casi al final de su vida efectiva, en junio de 1884, intervenía nuevamente sobre la necesidad de su construcción el primer edil de Getxo D. Eladio de Sustatxa quien hizo ver que: “...según las leyes vigentes, se debía destinar también “un lugar independiente y digno para enterramiento de los no católicos...” El cementerio de San Nicolás fue clausurado en 1907, si bien, ya desde 1885 se prohibió el acceso a los familiares, debido al deterioro del mismo.

En octubre de 1879 los vecinos de Las Arenas solicitaban al consistorio que se nombrara un medico para atender al barrio y se nombraba la Junta de Sanidad Municipal para el periodo de 1879 a 1881.

La Escuela de Náutica de Algorta que nació al albur del Decreto del 8 de julio de 1787, su fecha de creación no se puede fijar hasta el 28 de abril de 1868, fecha en la que el Ayuntamiento de Getxo abrió un expediente para la transformación de la Ermita de San Nicolás de Bari de Algorta en Escuela de Náutica. El 6 noviembre de 1879 daba un nuevo paso para garantizar los derechos de la Cofradía de Mareantes y del propio Ayuntamiento: “...con asistencia del Ayuntamientos y apoderados de la Cofradía D. Mariano de Arana y D. José Julián de Mandaluniz, se establece una condición en la escritura que se va a otorgar ante el Notario D. Ricardo de Vildosola, vecino de Portugalete. Si desapareciese la Escuela de Náutica por fuerza mayor, o mediante los preceptos que establezca una Ley, sin culpa y contra la voluntad del Ayuntamiento, este quedará obligado a establecer en seguida una escuela superior o de segunda enseñanza para comercio. Si por cualquier concepto imprevisto fuera indispensable esta escuela contra la voluntad del Municipio, queda obligado este sin pretexto alguno a pagar a la Cofradía 10.000 reales al año, en consideración a los derechos que tiene adquiridos en virtud de la escritura de 1842; quedando esta anulada y sin valor alguno...” Se establecía en aquellas condiciones que el dinero anual, debía de ser invertido en mejoras del puerto o en cualquiera que la Cofradía estimase.

El camino de la Plazuela de Las Arenas a Algorta aparecía reflejado en un plano del 10 de edificación aprobado por Real Orden del 10 de diciembre de 1864.


En ese mes y año, el Tamborilero seguía siendo un personaje importante en el Pueblo, y era nombrado de forma oficial por el consistorio. El día 16 de noviembre de 1879 tomaba posesión de su cargo D. José María de Garaizabal.

El 27 de noviembre se daba autorización a D. Juan Ramón de Menchaca para construir un calero, para fabricar cal, al Nordeste de la cantera de Arnabar (era una zona situada en el límite de Berango, en la zona de Askorri).

Por aquellos días las aportaciones municipales para “Culto y Clero”, que se hacían a la iglesia local, según decían los curas y beneficiarios de la Anteiglesia de Getxo: “...Se venían utilizando para la redención de los mozos...”


En la próxima entrada veremos algunos aconteceres de la “Escuela de Niñas Pobres” de San Martín y cómo algunos filántropos como D. Francisca de Abaroa, abrían a sus expensas un hospital frente al actual Ayuntamiento.

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