En
la anterior entrada veíamos algunas tradiciones festivas de Getxo y
cómo el verano nuestras las playas atraían al los forasteros. En
ésta veremos cómo también a nuestro Pueblo le llegaba la hora de
las clases de educación para adultos; así como el paso de carruajes
deterioraba la plazuela de Ereaga.
La
educación para adultos empezaba a tomar cuerpo en octubre de 1879.
La responsable de tomar la decisión fue la Junta Local de Primera
enseñanza. La petición al consistorio la encabezaron Dña. Antonia
Triana, Dña. Carmen de Cortina y Dña. María de Berreteaga. El 1 de
octubre de 1879 el Ayuntamiento acordaba: “...Conceder
el local de la escuela de niñas de Algorta para que puedan
establecer en ella clases dominicales de enseñanza para jóvenes
adultas...”
El
día 5 de octubre era señalado para recibir en el Ayuntamiento a una
junta de vecinos de Las Arenas. Partía la misma de una petición
realizada el 23 de septiembre por D. Ezequiel de Aguirre.
Y
seguíamos a primeros de octubre de 1879, cuando el párroco de San
Nicolás de Bari de Algorta recordaba al consistorio su deseo de que
el Ayuntamiento cumpliera con: “...«lo
acordado en la sesión del 26 de junio de aquel año, relativo a la
colocación de tres vidrieras de Santos en las ventanas de la nave de
esta iglesia»...”
El consistorio parece que deseaba abaratar el coste por lo que
solicitó al párroco: “...«que
valore cuanto podría costar colocar tres vidrieras separadas con
Santos o colocar tres con flores de diferentes colores»...”
El
paso de carros por la plazuela recientemente construida de Ereaga era
otro de los asuntos que preocupaba a nuestros ediles. Su deterioro
era debido a que los carros transitaban indiscriminadamente a lo
largo de toda la vía, provocando socavones, que poco a poco hacían
intransitable dicho camino: “...«se
observa que los carros destrozan completamente la plazuela construida
últimamente en la playa de Ereaga, a causa de no hallarse el camino
expresamente señalado para el paso de carros»...”
Así
tomaron la decisión de: “...«que
en línea con el antiguo camino de carros, se fije con mojones un
camino suficiente para que puedan pasar por él, en el trayecto de la
plazuela, todos los carros que bajan a la playa»...”
Para poder acometer las reparaciones, de los socavones, que las
llantas de los carros ocasionaban en el camino, establecieron una
multa de 10 reales para los que no siguieran el camino indicado. No
era ese el único tramo que se veía dañado por los carros, por lo
que decidieron prohibir el paso de dichos carruajes por los paseos de
todos los caminos o carreteras, que al parecer también eran
invadidos por los conductores de los carros, penalizando a estos con
multa de 2 pesetas.
Algunos
propietarios de la calle San Nicolás de Algorta vertían las aguas
sucias de sus viviendas a la vía pública, haciendo caso omiso a lo
ordenado por el Ayuntamiento para que se injertaran al caño maestro
municipal, previo pago de 734 reales. El consistorio acordó darles
48 horas para ejecutar dicha acometida, en caso contrario les sería
impuesta una multa de diez pesetas a cada uno. Algunas de aquellas
aguas provenían de la casa llamada “Peruchena”.
Los
costes de las actuaciones de bandas musicales en el municipio, en las
fiestas del verano de 1879, hacían recapacitar al consistorio sobre
la necesidad de la creación de una banda municipal, compuesta por
músicos locales. Para ello se pensó en la persona de D. Idelfonso
Arrola, consiguiéndose el siguiente acuerdo “...D.
Idelfonso Arrola se compromete y obliga a que en el Pueblo funcione
una banda de música tomando a su cargo la enseñanza, para la
próxima primavera. En número de 20 individuos cuando menos y
preservar dicho número de músicos para el futuro, al precio que se
estipule…”
La compra de los instrumentos corría a cargo del consistorio, y las
faltas por mal uso a cargo de Arrola. La primera compra del
instrumental se realizó en un comercio de Bilbao de propiedad de D.
José Pablo Calvo, en ella se incluían seis instrumentos Alemanes y
los restantes de fabricación Francesa. Para el sostenimiento y
enseñanza de la banda se gratificó al organizador con 1.000 reales
al año.
Después
de años apartados del resto de los mortales, los fallecidos no
católicos iban a tener un tratamiento post mortem junto a sus
vecinos en octubre de 1879. En las actas del 23 de octubre de ese año
se recogía un oficio del párroco de San Nicolás solicitando:
“...«la
construcción de un local para enterrorio de las personas que no
pertenezcan a la religión católica»...”
Algunas normas del Código de Derecho Canónico señalaban como
dejados de sepultura eclesiástica a quienes no hubieran dado alguna
señal de arrepentimiento, a Apóstatas, integrantes de sectas
heréticas o cismáticas, masones y similares. Excomulgados.
Suicidas. Duelistas. Los que hicieran quemar su cadáver o los
pecadores públicos. Casi al final de su vida efectiva, en junio de
1884, intervenía nuevamente sobre la necesidad de su construcción
el primer edil de Getxo D. Eladio de Sustatxa quien hizo ver que:
“...según
las leyes vigentes, se debía destinar también “un lugar
independiente y digno para enterramiento de los no católicos...”
El cementerio de San Nicolás fue clausurado en 1907, si bien, ya
desde 1885 se prohibió el acceso a los familiares, debido al
deterioro del mismo.
En
octubre de 1879 los vecinos de Las Arenas solicitaban al consistorio
que se nombrara un medico para atender al barrio y se nombraba la
Junta de Sanidad Municipal para el periodo de 1879 a 1881.
La
Escuela de Náutica de Algorta que nació al albur del Decreto del 8
de julio de 1787, su fecha de creación no se puede fijar hasta el 28
de abril de 1868, fecha en la que el Ayuntamiento de Getxo abrió un
expediente para la transformación de la Ermita de San Nicolás de
Bari de Algorta en Escuela de Náutica. El 6 noviembre de 1879 daba
un nuevo paso para garantizar los derechos de la Cofradía de
Mareantes y del propio Ayuntamiento: “...con
asistencia del Ayuntamientos y apoderados de la Cofradía D. Mariano
de Arana y D. José Julián de Mandaluniz, se establece una condición
en la escritura que se va a otorgar ante el Notario D. Ricardo de
Vildosola, vecino de Portugalete. Si desapareciese la Escuela de
Náutica por fuerza mayor, o mediante los preceptos que establezca
una Ley, sin culpa y contra la voluntad del Ayuntamiento, este
quedará obligado a establecer en seguida una escuela superior o de
segunda enseñanza para comercio. Si por cualquier concepto
imprevisto fuera indispensable esta escuela contra la voluntad del
Municipio, queda obligado este sin pretexto alguno a pagar a la
Cofradía 10.000 reales al año, en consideración a los derechos que
tiene adquiridos en virtud de la escritura de 1842; quedando esta
anulada y sin valor alguno...”
Se establecía en aquellas condiciones que el dinero anual, debía de
ser invertido en mejoras del puerto o en cualquiera que la Cofradía
estimase.
El
camino de la Plazuela de Las Arenas a Algorta aparecía reflejado en
un plano del 10 de edificación aprobado por Real Orden del 10 de
diciembre de 1864.
En
ese mes y año, el Tamborilero seguía siendo un personaje importante
en el Pueblo, y era nombrado de forma oficial por el consistorio. El
día 16 de noviembre de 1879 tomaba posesión de su cargo D. José
María de Garaizabal.
El
27 de noviembre se daba autorización a D. Juan Ramón de Menchaca
para construir un calero, para fabricar cal, al Nordeste de la
cantera de Arnabar (era una zona situada en el límite de Berango, en
la zona de Askorri).
Por
aquellos días las aportaciones municipales para “Culto y Clero”,
que se hacían a la iglesia local, según decían los curas y
beneficiarios de la Anteiglesia de Getxo: “...Se
venían utilizando para la redención de los mozos...”
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