En
la anterior entrada veíamos cómo a nuestro Pueblo le llegaba la
hora de las clases de educación para adultos. Cómo el paso de
carruajes deterioraba la plazuela de Ereaga. Y cómo en los
carnavales, la banda municipal se preparaba para salir de
estudiantina por el pueblo, para obtener algunos recursos que
sirvieran para aliviar sus gastos. En esta veremos como se premiaba a
los niños de las escuelas municipales y como algunos filántropos de
Algorta creaban un hospital cerca de San Ignacio.
Y
los premios para los niños y niñas de las escuelas municipales
aparecían en nuestro municipio de la mano de nuestros ediles:
“...«se
compraron diversos objetos por un valor de 129 pesetas, a fin de que
sean premiados los niños de ambos sexos, de las cuatro escuelas
públicas que sostiene este Ayuntamiento»...”
También era premiadas las niñas pobres de la Fundación Andrés
Cortina y Piñaga, aunque no parece que las 50 pesetas que se
dedicaron a dicha fundación agradaron a los responsables de la
misma, ya que protestaron ante el Ayuntamiento !Probablemente por
considerar que de alguna forma, al separar los premios del resto de
las escuelas se les estaba discriminando!.
El
estado de los caminos de nueva construcción preocupaba a nuestros
ediles en diciembre de 1879. Por ello procedieron a prohibir el
tránsito por el camino peatonal de Ereaga de: “...«todo
ganado vacuno, caballar, asnal y de cerda»...”Pero
no era la única sujeta a prohibición, ya que también se prohibía:
“…«el
paso de todos los carros y carretillas , aunque fueran de mano, por
las aceras de la calle San Nicolás»...”
En
diciembre de 1879 D. Francisco Ciriaco de Menchaca, profesor de
arquitectura, firmaba un escrito referido a la Escuela de Náutica
del Puerto Viejo de Algorta, en el que se decía: “...«Habiendo
acordado la Ilustre Corporación Municipal de la Anteiglesia de
Guecho, el habilitar y poner el Edificio de la Escuela de Náutica de
su jurisdicción de modo que pueda, con la decencia necesaria hacer
los estudios de Pilotaje para la dirección de buques en la mar»...”
En ella se guardaba, en un lugar prominente, en un armario, los
instrumentos de Pilotaje.
El
18 de diciembre de ese año, los mozos del municipio que habían
servido en las milicias Liberales, se veían compensados: “...«el
Ayuntamiento quedó enterado de las disposiciones superiores, que
aparecen insertadas en el Boletín Oficial del día 13, sobre la
exención que rige sobre mozos quintos y marinos, de los hijos de los
que con las armas defendieron, en la última guerra civil, los
intereses del Rey legitimo de la Nación»…”
Terminaba
el año 1879 con noticias sobre la beneficencia, la cual ayudaba a
los más pobres, a través de algunos de esos filántropos como D.
Francisca de Abaroa, que abrió a sus expensas un hospital frente al
actual Ayuntamiento, cuyas llaves entregaron sus testamentarios D.
Mariano de Arana y D. Luciano de Alday al Consistorio el 24 de
diciembre de 1878. Cuando nuestro pueblo contaba con los siguientes
habitantes por barrio:
Getxo
(Andra Mari) contaba con 780 habitantes.
Algorta
contaba con 1564 habitantes.
Las
Arenas tan solo tenía 157 habitantes.
Empezaba
1880
con noticias de prohibiciones, ahora eran las tabernas y sus horarios
de cierre las llamadas a penalización: “...«Teniendo
en cuenta algunas quejas obtenidas a consecuencia de la deshora en
que cierran por la noche las tabernas y casas de bebidas de esta
Anteiglesia, y considerando los males y disgustos que pueden
producir…,
este
Ayuntamiento acuerda se publiquen y coloquen en sitios acostumbrados
los bandos ordenando queden desiertas de toda gente extraña a la
familia que ocupan todas las tabernas y casas de bebidas de esta
jurisdicción a las nueve de la noche»...”
Las penalizaciones más fuertes recaían sobre los dueños de las
casas de bebidas, que eran multados con 5 pesetas, a los usuarios se
les multaba con 1 peseta.
En
Algorta algunas obras finalizaban su construcción: La rampa y
paredón del Puerto de Algorta el 19 de enero de 1880, habían sido
realizadas por D. Gregorio de Bengoa. Así como las de la calle de
San Nicolás y su caño, que ejecutó D. Teodoro Uztueta; obras que
se realizaron frente a la casa Bartoloena, frente a Jardingana, que
habían consistido entre otras cosas en la colocación de unas verjas
para protección del caño. También finalizaban las obras de
construcción de la fuente de la campa de Santa María, cuyo artífice
fue D. Ignacio Echeandía; obra por al que hubo que indemnizar con 8
pesetas de maíz al inquilino de la heredad D. José Antonio de
Cortina. Y finalmente las de la fuente de Sarri, cuya obra fue
realizada por D. Sebastián de Aguirremota.
Las
obras del tranvía ya empezaban a avanzar hacia Algorta desde el
lugar desierto que entonces era la Avanzada (el triángulo). El
Ayuntamiento aprobaba el trazado del tranvía hasta la Plaza de
Santucu (Alango), el 19 de enero de 1880. Los trazados fueron
presentados por el ingeniero D. Laureano Gómez Santa María.
La
venta de carnes frescas, que al parecer en verano incomodaban a los
vecinos de Algorta, fue uno de los temas que tuvo que abordar el
consistorio, ya que un vecino D. Ángel Barcena, solicitaba la venta
de las mismas en una caseta de madera que iba a colocar en Mantequena
(una tejavana situada en la entonces calle Carreras al Castillo,
actual Erementariena). Era a finales de enero de 1880, y el
Ayuntamiento acordaba: “...«conceder
permiso solo hasta el 31 de mayo próximo, debiendo desaparecer y
dejar aquel lugar como estaba al principio, para evitar que se
convierta en un foco de insectos que incomoden y molesten a los
vecinos»...”
El
5 de febrero de 1880 el consistorio trataba sobre la solicitud de la
Compañía del Tranvía, para llevar la vía del tranvía hasta
Amesti, dejando el tema sobre la mesa para tratar ese asunto en una
Junta Municipal, que se iba a celebrar el día 7, y a la que iban a
asistir la Asamblea de Vocales Asociados. En marzo de 1880 ya se
preveía la llegada del tranvía a Algorta.
Y
como ya estaban próximos los carnavales, D. Idelfonso Arrola músico
mayor de la banda solicitaba: “...«que
la banda salga de estudiantina por carnavales para obtener algunos
recursos que sirvan para aliviar los gastos sufridos en establecer
dicha banda»...”
Sin embargo, le era denegado realizar un baile que habían solicitado
por carecer de local propio.
De
cara al próximo verano el consistorio veía la necesidad, por la
afluencia de veraneantes, realizar un muelle que permitiera pasar
desde Ereaga hasta el Puerto de Algorta, por lo que encargó un
estudio económico al maestro de obras D. Francisco Ciriaco de
Menchaca.
El
4 de marzo de 1880 el Ayuntamiento acordaba que se guardara en la
Secretaría Municipal un cuaderno o libro titulado “Colección
de los informes y documentos más interesantes que constan en las
actas del Ayuntamiento Invicta Villa de Bilbao”.
En el se recogía el periodo administrativo comprendido entre abril
de 1877 y el 30 de junio de 1879 (Bilbao 1877-Librería de la viuda
de Delmas, correo 4).
El
18 de marzo de ese mismo año por algunas quejas de vecinos y por
otra presentada por los cortadores de Bilbao sobre los inconvenientes
que provocaba la celebración de las ferias de ganado de Las Arenas,
que se venían celebrando el segundo y cuarto domingo de mes: “...«la
celebración a horas impropias de las ferias de ganado, se celebre a
horas más propias para poder verificar las compras y ventas...”
Por lo que el consistorio decidía: “...teniendo
presente las quejas presentadas por algunos vecinos, que desde el
próximo abril en adelante, se celebren las ferias de ganado
solamente el segundo y cuarto jueves de mes, desde la una de la tarde
en adelante»...”
Publicaron aquel acuerdo en el Noticiero Bilbaino.
En
la próxima entrada veremos cómo con la llegada de la Semana Santa,
el Ayuntamiento se preparaba para organizar el desfile de la
procesión. Cómo naufragaba en la Galea la lancha del practico de
la Cofradía de Algorta D. Eustaquio Encera. Y cómo los veraneantes
acudían en tropel a nuestras afamadas playas.
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