domingo, 5 de mayo de 2024

GETXO, UN BARRIO RURAL

Getxo, un barrio que fue rural, y que aun celebra su fiesta de labradores, los San Isidros. Este relato, no trata si no de responder a la historia de un núcleo de población, que con el paso del tiempo ha ido cambiando hasta perder algunas de sus señas de identidad.

Así que previamente realizaré un pequeño recorrido histórico sobre nuestro Getxo originario:

La Anteiglesia de Getxo, tiene cinco barrios reconocidos oficialmente como tales (Getxo, Algorta, Areeta-Las Arenas, Neguri y Romo). Los dos últimos adquirieron esa condición de barrios en el acuerdo plenario del el 28/09/1960, en el que se decidió incluirlos como “Entidades Singulares de Población”.

Getxo, tuvo origen en un área alrededor de la cual los descendientes de la casa solariega de los Getxo, fueron construyendo caseríos, hasta constituir un grupo humano, la Anteiglesia.

Su núcleo originario, Getxo, fue una población eminentemente de origen rural, que se formó en torno al Monasterio de Andra Mari, levantado en el siglo XII con el patronazgo de la casa de Jauregi (señores de Getxo), en el pórtico de su iglesia se reunía, previo tañer de las campanas, el Congreso de la República Getxotarra.

Su asentamiento, tardío, es de 1.515, se formó entorno a aquel monasterio, junto al que se construyó la Torre del linaje de los Getxo, torre que para 1.692 ya había sido destruida. Con algunos de sus restos se construiría más tarde el Caserío Jauregi. Este caserío se llamo “Guecho” en 1746 y “Jauregui” a partir de 1795.

En su zona alta, quedan hoy los restos de la actividad agraria y ganadera, de carácter familiar, que un día alimento al municipio, con agricultura a pequeña escala basada en el maíz y el trigo, también con la ganadería de carácter minifundista, hoy está en proceso de desaparición.

A mediados del Siglo XIX Getxo contaba con una amplia producción ganadera. Tenía unos terrenos comunales que daban argomas y pastos. La plantación hortícola era de Trigo y maíz. La actividad hortícola se realizaba fundamentalmente en el caserío, en el que se producían cultivos para el autoconsumo, siendo el sobrante destinando al mercado de Algorta. En la actividad frutícola destacaban los cerezos, ciruelos, manzanos y perales.

Hasta 1863, en que se implanto la llamada “Desamortización de Mendizaval” (Ley que se promulgó el 1 de mayo de 1855), los baserritarras recogían en los terrenos de propiedad del Municipal (Galea, Baserri y Aiboa), las argomas para hacer compost para sus huertos y para camas del ganado.

Parte de la historia de nuestros barrios transcurrió, en el último cuarto del Siglo XIX, influida por un acontecimiento bélico, la “Tercera Guerra Carlista” (1872-1876), que para nuestro municipio terminaba el 29 de febrero de 1876, con la lectura de un Boletín enviado por el Gobernador de la Provincia al Ayuntamiento de Getxo.

Aquellos acontecimientos bélicos originaron serios enfrentamiento entre Getxo y el resto del Consistorio (Algorta). Diferencias debidas a posiciones respecto de las simpatías políticas de los bandos contendientes en la guerra y muy probablemente a personalismos.

Los enfrentamientos los protagonizaron los regidores de Santa María y Algorta, Juan Bautista de Aguirre y Robustiano de Larrondo. El primero al parecer se negaba a obedecer las ordenes emanadas de la Diputación Provincial y las autoridades militares.

Enfrentamientos que yo me atrevería a decir fueron parte del origen de la “perdida de capitalidad” por parte de Getxo.

En el Siglo XX, el abandono del campo debido a las políticas económicas impuestas por el franquismo, unido a la especulación del suelo, que era adquirido por promotores urbanísticos, pronto harían desaparecer esas viejas actividades. Buena prueba de ello es la desaparición de las Cooperativas Agrarias: La “Nekazari Etxea”, la Casa del Sindicato Agrícola Católico de 1916 y posteriormente la Cooperativa Agrícola y Ganadera de 1946.

Pero entretanto algunos acontecimientos daban crédito de su pasado agrario:

De su pasado festivo decía un diario bilbaíno allá por agosto de 1898: “...Con motivo de la festividad de la Virgen, se celebró una solemne función religiosa en la parroquia de Santa María de Guecho. El altar, adornado e iluminado con sumo gusto, dejaba ver la mano maestra de una respetable dama que en esta época del año habita en su chalet de Guecho. La capilla, dirigida por el organista de la parroquia D. Cesáreo Ocariz, cantó la brillante misa de “Craozi”, en el ofertorio el afamado bajo D. Emilio Icaza cantando el «Ave María” de Olivares. El sermón, en vascuence, corrió a cargo del R. P. Lorenzo de la Concepción. Asistió a esta celebración religiosa el Ayuntamiento y numerosa concurrencia de fieles. Por la tarde hubo romería en la campa contigua a la iglesia. Ayer, como último día, tanto forasteros como los del pueblo quisieron dejar bien puesto el pabellón. Treinta y tantos jóvenes se reunieron a la una de la tarde en el arbolado del caserío “Cortiñe”, se dirigieron todos ellos a la campa de Guecho, llevando a la cabeza al concejal del barrio y tocando los tamborileros alegres pasacalles. En la campa bailaron un aurresku....” (El Noticiero Bilbaíno del 19 de agosto de 1898).

De sus tiempos de esplendor agrícola y ganadero, y de sus penurias, daban fe otras publicaciones bilbaínas, años más tarde, en una carta dirigida a la Diputación Provincial: “...Los labradores de Guecho han elevado a la Excma. Diputación Provincial el siguiente escrito, exponiendo sus aspiraciones y reparos en orden a la parte que les afecta en los presupuestos provinciales ultimados para el presente ejercicio: Tenemos que reconocer, porque es justo, que la misión que han tenido que acometer en la cuestión económica encomendada a la Excma. Diputación, tiene bastante de ingrata y es pesada, ya que, necesariamente el aumento de los cupos impuestos por el Estado, tienen que repercutir en los contribuyentes vizcaínos ante la necesidad de reunir los recursos necesarios para poder cubrir las obligaciones contraídas.

Pero ya que no había otro remedio que reformar nuestro régimen de Hacienda, singularmente en lo que afecta a los ingresos para reforzarlos, entienden los labradores de Guecho que se pudieron buscar nuevos filones de riqueza imponible, para que la onerosa carga de los impuestos no fuera tan dañosa, principalmente para nuestra clase, sumamente modesta, que sólo vive del trabajo rudo y tenaz, y en el que se tienen gran constancia muchas veces las inclemencias del tiempo.

Los impuestos tan elevados establecidos sobre el ganado vacuno, vienen a herir principalmente a las familias que no disponemos de sueldo alguno, ni tenemos, como otros obreros, retiros para la vejez, como tampoco de accidentes de trabajo, ni ayuda en caso de enfermedades, aparte que nosotros tenemos que soportar todo, como también las epidemias que se desarrollan sobre el ganado, con grave riesgo para nuestros humildes intereses.

Estas son, de momento, las observaciones que nos permitimos elevar a V. E., no dudando que la Excma. Diputación reconocerá el derecho que nos asiste y estudiará un nuevo plan económico en el que cada vizcaíno contribuya con arreglo al capital que posea...” Firmaban aquel escrito: “...Setenta Socios de las Hermandades Ganaderas de Guecho, entre los que estaban: El Presidente, Juan José Basarte, por 68 socios; el Presidente. Enrique Vidaurrazaga, por 53 socios y el Presidente. Mariano Yurrebaso...” (El Pueblo Vasco y la Gaceta del Norte del 29 de enero de 1927).

Aunque aquel mismo año, quizá para animar a los visitantes fuente importante de ingresos para las arcas municipales, un diario bilbaíno ofrecía una pequeña estadística de nuestra Anteiglesia en su apartado “De Bilbao al Abra”: “...Según datos extraídos del Registro Civil de esta Anteiglesia, durante el verano último contando desde mayo a septiembre, ambos meses inclusive, se registró en Guecho el siguiente movimiento estadístico: Natalidad, 27,028 por mil anual; mortalidad, 8,623 por mil anual. Aumento de la población, 18,405 por mil...” (El Noticiero Bilbaíno y Euzkadi del 30 de enero de 1927).

Hoy, pasados ya aquellos años de esplendor y zozobra, nuevamente llegan las fiestas por antonomasia de labradores, los San Isidros. Como en años anteriores, y gracias al trabajo desinteresado de la Comisión de Fiestas podremos disfrutar del siguiente programa:

El prolegómeno de Fiestas comenzó el sábado día 4 de mayo con una kalejira, que partiendo a las 17:00 desde Malakate subirá hasta el probadero de Andra Mari y continuará con un dantzaldi a las 17:30 ofrecido por Itxas Argia, el cual contará con la participación de los siguientes grupos invitados: Agurra (Algorta), Aratz (Gorliz), Beti Jai Alai (Basurtu), Itxartu (Algorta) y Txikiak (Lamiako).

El txupinazo y pregón, que se lanzará el viernes 9 de mayo a las 17:00, al igual que estos años pasados, estará a cargo de la Comisión de fiestas y de los Alumnos de la "Ikastola Geroa" de Getxo.

Las calles del barrio se verán animadas, durante esos días, por fanfarrias, y como siempre por los chicos y chicas de “Itxas Argia”.

El resto del programa se puede consultar en el cartel que acompaña a esta entrada.


GORA SAN ISIDRO JAIAK!

ONDO PASA!


EZ BETI DA EZ!!


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