En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como una vieja demanda relacionada con los terrenos Comunales del Municipio, volvía a a los tribunales.
Comenzaban los primeros días de mayo con noticias amargas para los arrantzales, un nuevo naufragio con perdidas humanas, aunque afortunadamente algunos tripulantes pudieron ser rescatados, aparecía en las páginas de los diarios bilbaínos: “...Un naufragio ha ocurrido esta mañana frente a la playa de Algorta. La lancha de aquella inscripción «Elora», que regresaba a puerto con objeto de vender la pesca, volcó a causa de un fuerte golpe de aire, ahogándose los dos tripulantes que la guiaban. Estos desgraciados se llamaban Clemente Enchia y José Mendieta. Sus cadáveres no han parecido hasta ahora. Los tripulantes que componían la dotación de la lancha «Elora» que naufragó ayer a la vista del puerto de Algorta que consiguieron ser salvados de, una muerte cierta, se llamaban Vicente Aresti, Juan B. Echandía, Gregorio Aldecoa, Juan M. y Antonio Goicoechea...” (El Nervión y La libertad de Vitoria del 4 y 5 de mayo de 1897).
Entre tanto la solidaridad con los arrantzales aparecía publicada en la prensa: “...En el último número de la revista Euskaltzale que se publica en esta villa, se ha abierto una suscripción para socorrer a las familias de los pescadores que perecieron en los últimos naufragios ocurridos en Elanchobe, Bermeo, Ondarroa y Algorta...” (El Nervión del 6 de mayo de 1897).
En nuestro entorno, en Bilbao, aparecían publicadas noticias relacionadas con nuevas fuentes de iluminación: “...La comisión de Industria adquirió recientemente un pequeño aparato, a fin de estudiar en él los adelantos hechos en el alumbrado del gas por medió del nuevo invento conocido con el nombre de gas acetileno, ha realizado su propósito verificando un ensayo de los efectos e intensidad de la luz que este fluido produce, en una de las farolas del Arenal...” (El Nervión del 6 de mayo de 1897).
El pleno del Ayuntamiento de Getxo del 11 de mayo de 1897, era un pleno de corto duración, en el se aclaraba lo relativo a la nueva calle que se proyectaba construir frente a la Parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta: “...Se da cuenta del proyecto formulado por el Arquitecto del Municipio D. Fidel Itrurria con objeto de construir una calle de siete metros, desde frente a la Parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, que partiendo desde la calle Avenida Basagoiti ira hasta la propiedad de D. Francisco Libano, con dos transversales, también de siete metros de ancho, que partiendo de la misma vayan a parar a la calle de San Nicolás...” En dicho pleno también se hablaba sobre otras obras que el consistorio tenía previsto realizar: “...Se ve la conveniencia de la reforma y construcción del camino que desde la casa de D. Juan José Unzaga se dirige al Fuerte las Canteras de Algorta, que en sus instancia del 24 de marzo de 1896 hacían referencia D. José Ramón Ansolega y D. Antonio Arrigunaga y otros varios vecinos...”
En aquel pleno se trataba sobre dos casas de la calle San Nicolás de Algorta. Sobre la primera se decía: “...Se da cuenta en un informe de la Comisión de Fomento, de la alineación practicada por el Arquitecto Municipal, para edificar donde estuvo la casa llamada “Dominguena”, en la calle de San Nicolás, que fue propiedad de Dña. Carolina Mandaluniz...” Sobre la segunda se decía: “...Se da cuenta de una instancia presentada por D. Juan Cruz Mezo y otros siete vecinos, denunciando la ruinosa situación en la que se halla la casa llamada “San Martín”, en la calle San Nicolás, que fue del finado D. Gabriel Ibarra...”
Continuaba el pleno y en el se trataba sobre una Circular del Gobernador de la Provincia, que atañía a la Junta de Sanidad Municipal: “...Se da cuenta de una circular insertada en el Boletín Oficial del día 10 de mayo, en la que el Gobernador de la Provincia ordena al Sr. Alcalde la remisión de la propuesta para componer la Junta Municipal de Sanidad durante el bienio que comienza el próximo venidero día 1 de julio...”
Algunas compras realizadas por aquella corporación municipal, de una cuantía entonces importante (ya que equivalía a la mitad del sueldo de un maestro), que no pare beneficiara mucho a los vecinos de la Anteiglesia Getxo: “...Acuerda el Ayuntamiento el pago de 30 pesetas a D. Eleuterio Villar, por treinta cuadernos de la “Historia de España” de Canovas del Castillo...” Se traba 5 tomos de una edición de 1891 que iba desde la invasión de los pueblos germánicos hasta la ruina de la monarquía visigoda y el reinado de Carlos IV.
Por otro lado, según relataban en el acta municipal, parece que alguien trataba de delimitar un espacio en al zona de Ereaga: “...Se ha tenido noticia de haber sido colocadas varias estacas, como indicando un deslinde, en la plazuela del punto de Ereaga, perteneciente en posesión y dominio en todo tiempo a este Municipio, sin que se le haya solicitado autorización a esta Corporación para ejecutar dicha operación. Por lo que acuerda este Ayuntamiento, por unanimidad, se arranquen aquellas estacas...”
Finalizaba aquel pleno con una solicitud de ayuda dirigida a la Diputación provincial, apara las familias de los fallecidos en el naufragio de la lancha «Elora», que como relataba anteriormente había volcado frente al Puerto de Algorta: “...Se propone al Alcalde y presidente de esta Corporación Municipal acordar en nombre y representación de esta Ayuntamiento para dirigirse a la Excelentísima Diputación Provincial en súplica de que conceda algún socorro o limosna para las familias y esposas de los dos ahogados José Mendiola y Clemente Anchia, en la lancha que naufragó entre el puerto y Erega, en la mañana del día 4 de mayo pasado...” No parece que aquellos arrantzales tuvieran la categoría del “Don”, titulo que sin embargo se daba a otras personalidades, al parecer de mayor relevancia social, ya que en el acta se les despojaba de dicho tratamiento.
En la próxima entrada de esta serie veremos como la empresa constructora de las obras del puerto exterior, emprendía los trabajos de la actual temporada, pero antes de dar comienzo a los mismos, iba a examinar cuidadosamente las obras del nuevo contramuelle construido por si habían; sufrido algún percance, en los temporales del pasado invierno.
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