En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como llegaban malas noticias de la “Administración Especial de Hacienda de Vizcaya”, relativa a los bienes comunales de la Anteiglesia.
Y en relación a los terrenos desamortizados, decía un diario bilbaíno: “...Publicaba en el “Boletín Oficial de la Provincia, de ayer, de la Administración Especial de Hacienda, una relación de las solicitudes de legitimación de terrenos desamortizables que han sido presentados en aquella durante el mes de agosto…”
Como decía en mi entrada anterior, un acontecimiento industrial, en pleno auge en la ría bilbaína, como era la construcción de buques, era anunciado por la prensa bilbaína y aparecía en las páginas del libro de actas municipales de Getxo. Se trataba de un acorazado que había sido realizado en “Astilleros del Nervión” el “Infanta María Teresa”. Escribían en el libro de actas de Getxo del 12 de septiembre de 1895: “...Con el fin de conmemorar con algunas demostraciones practicas a la vuelta a los Astilleros del Nervión, donde se construyó el acorazado “Infanta María Teresa”, desde el Ferrol, cuya entrada por la barra se espera tendrá lugar hacia el día 20 del actual, que una comisión municipal disponga lo que crea más conveniente…” Y mientras tanto, la prensa bilbaína decía: “...El práctico mayor del puerto, ha dispuesto que en cuanto tenga agua suficiente la barra para que pueda pasar el acorazado, lo comunicará al Astilleros del Nervión, desde su actual fondeadero, a fin de que entre a puerto para reparar sus averías. Se puede asegurar que entrará en la ría para el próximo martes...” (“El Nervión” del 14 de septiembre de 1895). Recordaba otro de los medios bilbaínos: “...Que si el acorazado hubiera entrado en Bilbao en las mareas vivas del mes de Agosto último, cuando lo hizo el Almirante Oquendo, seguramente se hubiera conseguido reparar las averías para el mes de Noviembre próximo. El acorazado Infanta María Tersa saldrá de Santander el martes por la mañana, para llegar al Abra de Bilbao a eso de las tres de la tarde, e inmediatamente entrará en la ría. Gran parte del vecindario de Bilbao se propone acudir ese día a Portugalete, Santurce y Las Arenas para presenciar la entrada. El Ayuntamiento de Portugalete , se propone dar al acto la mayor brillantez, colocando gallardetes en el muelle, y un gran arco con una inscripción que diga: ¡Viva la Industria Vizcaina!, lanzando buen número de cohetes y disponiendo que la banda de música toque en la plaza hasta el anochecer…” Pero no todo eran alegrías: “...Algunos obreros habían sido despedidos del Astillero...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 14 de septiembre de 1895).
Otros acontecimientos hacían que aguas más arriba, la Villa de D. Diego estuviera agitada. Por aquellos días, según recogían los diarios bilbaínos: “...Cumpliendo órdenes gubernativas, la policía detuvo ayer tarde a seis socios del “Euskeldun Batzokija”, que forman parte de la Junta Directiva de la misma. Los señores detenidos son: D. Ciríaco Llodio, vicepresidente; D. Juan Aramburu Zavala, vocal; D. Ramón Menchaca. id.; D. Elías Lecue, contador y D. Toribio Rezóla, vice-edil. Una vez detenidos los señores citados fueron conducidos a la cárcel de Larrinaga, donde se personó el juez de instrucción quien les tomó declaración. Cumplido este requisito, quedaron todos los detenidos incomunicados. Los señores D. Luis Arana, edil y don Fabián de Ispizua, vicesecretario, que se hallaban ausentes, en cuanto tuvieron conocimiento de lo que ocurría, se pusieron en camino para Bilbao, presentándose hoy a las autoridades y quedando presos e incomunicados. Otro señor de la Junta Directiva, que faltaba por presentarse, se halla veraneando en un pueblo de la costa…” (“El Nervión” y “El Noticiero Bilbaíno” del 14 de septiembre de 1895).
Además otras prohibiciones eran recordadas en la prensa: “...El señor gobernador ha dirigido una circular a los Alcaldes de la Provincia recordándoles que están prohibidas las exequias de cuerpo presente y la inhumaciones en los templos…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 14 de septiembre de 1895).
También y en relación de la llegada del acorazado, para los bilbaínos más pudientes, se ofrecían viajes de recreo por el Abra: “...Mañana 17 del actual harán una excursión al Abra los vapores “Yaf” y “Fay”, con objeto de presenciar la llegada del acorazado “Infanta María Teresa”. Salida del Arenal a las doce y media de la tarde. Los precios en proa y popa serán indistintamente de 2 pesetas…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 15 de septiembre de 1895).
Y por fin llegó para algunos el ansiado día, no todos los días se podía ver un espectáculo marítimo semejante, un gigante de los mares surcando la ría. La prensa recogía el evento: “...Gran parte del pueblo de Bilbao se dirigió ayer a las lindas playas de la embocadura de la ría, cerrándose las oficinas públicas y buen número de escritorios y tiendas. Los ferrocarriles y los tranvías de las dos orillas Los carruajes de los ferrocarriles y tranvías de ambas orillas de la ría, eran cogidos poco menos que a viva fuerza, por las gentes temerosas de llegar tarde a la recepción. Desde Sestao y Erandio hasta Santurce y Las Arenas lucieron en las casas colgaduras. A la una y diez llegó el acorazado, escoltado por un destructor, siendo recibidos con cohetes y chupines, disparados desde Santurce, también desde los remolcadores y gánguiles, además de vapores, yatch, balandros y embarcaciones menores, entre los que se encontraban el “Laurac bat” y el “Elcano” de la Junta de Obras del Puerto. El inmenso gentío que llenaba los muelles de Portugalete y Las Arenas y las alturas de Santurce y Algorta presenció impaciente la salida de ocho vapores, y poco después vio como el acorado se ponía en movimiento precedido por el remolcador “Cantabria” y con el “Auxiliar” por al popa. Poco después de las dos y cuatro minutos enfiló la barra, después de que el Piloto Mayor D. Celestino García izara la bandera roja, había 21 pies ingleses de calado, la maniobra hábilmente dirigida por el práctico Sr. San José atravesó la barra, llegando frente a Portugalete. Cohetes y chupines eran lanzados desde lo alto del “Puente Vizcaya”. La banda municipal de Bilbao desde Portugalete, emplazada junto al Mareómetro, y la de Algorta desde Las Arenas, ejecutaron el “Gernikako Arbola”, mientras las campanas de la Iglesia de Portugalete redoblaban en lo alto de la Iglesia de Santa María. Poco después los cohetes de Portugalete y Las Arenas fueron sustituidos por los de Sestao…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 18 de septiembre de 1895).
Parece que la playa de Arrigunaga era lugar apetecido por un colegio bilbaíno para que tomaran baños de sol sus alumnas. Al menos así lo indicaba, una solicitud que la directora de dicho colegio, presentó en el pleno Municipal del 20 de septiembre de 1895: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Trinidad Azcaray, directora representante del Colegio de los Ángeles Custodios establecido en Bilbao, establecida en la temporada de verano en esta localidad, solicitando, que habiendo colocado una caseta de dos compartimentos en la playa de Arrigunaga de esta Anteiglesia, para tomar baños de mar cierto numero de acogidas de aquel colegio, se le exima del derecho impuesto a las casetas de baños, porque la institución esta atendida por al caridad….” Tomando en cuenta lo indicado en la solicitud acordaba el Ayuntamiento en pleno: “...Acuerda el Ayuntamiento por unanimidad acceder con gusto a ducha pretensión, eximiendo del pago del impuesto a la directora del citado colegio…”
En el mismo pleno se acordaba asegurar el Hospital Hospicio de Algorta: “...Acuerda este Ayuntamiento, que el nuevo edifico Hospital Hospicio, aún en construcción, se asegure por diez años en la compañía “La Unión y el Fénix Español”, en la cantidad de 75.000 pesetas, y que lo que devengue hasta que el Ayuntamiento reciba las obras, sea por cuenta del rematante de dichas obras D. Manuel Bengoechea por ser así el deseo de este…”
Acto seguido el pleno municipal decidía: “...Que a reserva de resolver lo que mejor convenga, sobre la cantidad que ha de satisfacer para que en el Colegio San Bernardo sea gratuita la enseñanza de Náutica en el próximo curso, acordó este Ayuntamiento: Se den las papeletas correspondientes a los jóvenes que las reclamen para poder matricularse…”
Por último en aquel pleno del 20 de septiembre de 1895 el Ayuntamiento de Getxo acordaba, por aquellos de que “Con pan y vino se hace el camino”: “...Se proceda enseguida, según uso y costumbre, a la reposición de los caminos rurales por los interesados por prestación vecinal, suministrando también según costumbre de años anteriores las raciones de pan y vino a los asistentes a los trabajos…”
En la próxima entrada de esta serie veremos como habiendo sido acogidos en el Colegio de Sordo-mudos y Ciegos de Deusto, algunos alumnos de nuestra Anteiglesia, el colegio solicitaba alguna ayuda económica de nuestro consistorio.
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