En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como un curioso sistema para predecir la llegada de la lluvia era publicado en uno de los diarios locales.
A finales de septiembre de 1895, según publicaba la prensa bilbaína, el director del “Puente Vizcaya” era: “...El director del Puente Vizcaya es D. Mateo Retuerto, quien reside en Portugalete…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 27 de septiembre de 1895).
Aquel año, en las fiestas de Las Mercedes, en Las Arenas, según relataba un diario bilbaíno, parece que a la Banda de Música de Algorta, le cayeron chuzos de punta. Y es que, algunos jovenzuelos, deseosos de que continuara la fiesta, a quien el diario definía como “cafres y energúmenos”, les abuchearon: “...Nos dicen de Algorta, que la banda de música de aquella localidad, se ve de continuo expuesta a serios conflictos, porque algunos cafres andan en libertad sin merito para ello. El día de Nuestra Señora de las Mercedes, la banda municipal estuvo tocando en Las Arenas desde las cuatro de la tarde hasta las doce de la noche, sin más descanso que el empleado para cenar. Pues bien, en señal de agradecimiento, algunos zulúes silbaron e insultaron a los músicos cuando se retiraban a descansar, no llegando una desgracias gracias a la intervención de los serenos y alguaciles…” Exhortaba aquel diario a nuestras primeras autoridades: “...Aconsejamos al señor Alcalde de Guecho meter en cintura a esos mozalbetes…” La repetición de la festividad del barrio se celebraba el día 29 de septiembre. (“El Nervión” y “El Noticiero Bilbaíno” del 28 y 29 de septiembre de 1895).
Y entretanto, en el Puerto de Algorta, ya se empezaban a hacer los preparativos para la costera del besugo: “...Desde hace algunos días nuestros marinos se ocupan en salar pesca menuda para carnada, y en preparar los aparejos necesarios...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 28 de septiembre de 1895).
Y una noticia, que aunque no tenía relación con nuestra Anteiglesia, no dejaba de ser notoria, saltaba a las paginas de un diario bilbaíno: “...En el Gobierno Civil de la Provincia ha presentado, D. José Echevarria y Rotaeche, una instancia solicitando aprovechar, para construir un pantano en el barrio del Regato de Baracaldo, las aguas de los arroyos denominados Castaños y Oyola, afluentes al del Regato, que a su vez desagua en el barrio de Ugarte, en la ría del Galindo…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 29 de septiembre de 1895).
Es curioso, pero el viejo dicho de que “antes llovía con más intensidad” se repite en distintas generaciones. Y es que a finales del Siglo XIX, la prensa bilbaína repetía la cantinela: “...Los bilbaínos han despertado esta mañana asombrados y aún creemos no han despertado de su asombro. Llueve, y llueve como antes lo hacía, es decir, hace ya mucho tiempo, tanto que de ello ya hemos perdido la cuenta…” Tal era el mal tiempo reinante que la prensa anunciaba: “...En las playa de Las Arenas, Portugalete, Santurce y Algorta, se han retirado las casetas de baño…” (“El Nervión” del 2 de octubre de 1895).
En el pleno del 3 de octubre de 1895, el arquitecto director de las obras que se estaban realizando en Amesti, le llegaba la solicitud de recepción de las mismas: “...Se dio cuenta y acordó el Ayuntamiento pasar a la Comisión de Obras y al Arquitecto director de las mismas, la instancia de D. Domingo Zubizarreta, solicitando la recepción de los trabajos ejecutados para la colocación de una fuente en el punto de Amesti…”
En aquellos días de comienzos de octubre de 1895 se empezaban a apisonar algunas calles del barrio de Las Arenas: “...Se dio lectura y acordó el Ayuntamiento aprobar la cuenta de D. Valentín Cajigas, de los jornales por apisonar dos calles reformadas hace poco tiempo en el barrio de Las Arenas…”
En el plano Municipal del 3 de octubre de 1895, el coste de algunas obras realizadas por el Ayuntamiento de Getxo para entidades privadas, les era reclamado por el consistorio: “...Acordó el Ayuntamiento se reclame al Sr. Presidente de la Junta nombrada para la administración del Casino Algorteño, encargándole entregue a la Depositaría del Municipio, la cantidad que según convenio, debe satisfacer por al ejecución de la cañería para despacho de las aguas sucias del referido Casino a la rivera del mar por Satistegui…”
En es mismo pleno municipal se acordaba también: “...Colocar el barandillado o pasamanos, destrozado, en el puente de paso al cementerio de San Nicolás de Algorta…” Así mismo acordaban respecto al mobiliario urbano: “…Autorizar a la Comisión de Fomento y Policía Urbana, para que retire a los puntos convenientes, para que no se deterioren en el invierno, los bancos colocados que fueron colocados en sitios públicos durante el verano pasado…”
Continuaba el pleno municipal, y ahora tocaba acordar algunos pagos por obras realizadas para el Ayuntamiento, en este caso se trataba de: “...Se aprueba una cuenta de D. Juan José Sarria, carpintero, por las obras ejecutadas en trasladar el lugar de la Presidencia, de este salón de actos, a la parte opuesta del mismo y realizar un armario para la bandera…”
Finalmente acordaban, en relación a las obras del “Hospital Hospicio” en construcción, en cuyo edificio se iba a proceder a la colocación de la teja: “...Para el convite del dicho hospital, previo los datos obtenidos, acordó el Ayuntamiento que el número de individuos que han de concurrir al convite de la colocación de la teja del nuevo Hospital Hospicio será de 100, dos o tres más o menos, y que el suministro de dicho convite y todos los servicios inherentes al mismo, que deberá de tener lugar en dicho edificio el día 5 de octubre de 1895 a las 5 de la tarde, se encargue a la fondista Dña. Josefa Uribe, por al cantidad de 300 pesetas por todo…” Se trataba de la administradora de la Fonda San Ignacio de Algorta, que estaba situada en la bajada de Ereaga (Cuesta de Suárez).
La prensa local anunciaba el 4 de octubre de 1895, que tras una estancia en Hamburgo, regresaba a Bilbao el Director del Tranvía Eléctrico: “…El señor Ámann, director gerente de los tranvías eléctricos próximos a inaugurarse, entre Bilbao y Santurce y Las Arenas, ha vuelto de Hamburgo, donde ha permanecido una temporada estudiando las líneas que se explotan con ese motor…” (“El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión” del 4 de octubre de 1895).
Y como escaseaban las noticias referidas a nuestro Pueblo, un pequeño hallazgo en una de nuestras playas, era motivo suficiente para para que apareciera en las páginas de los diarios bilbaínos: “...En la playa de Arrigunaga ha sido hallado por los carabineros de servicio en Algorta, un bote sin folio ni marca alguna. Los que se crean con derecho a él deberán hacer sus reclamaciones en el término de 30 días...” (“El Nervión” del 5 de octubre de 1895).
Tras una sequía informativa respecto del movimiento del ferrocarril de la margen derecha de la ría, llegaban los datos referidos al periodo del mes de septiembre de 1895: “...El Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas, durante el mes de septiembre de 1895, ha transportado a: 81.748 viajeros y 2.291.411 kilos de mercancías…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 5 de octubre de 1895).
Algunas veces, a la playa de Arrigunaga, llegaban bebidas espiritosas, probablemente desprendidas de algún vapor, las cuales eran recogidas por algún vecino de Getxo. La prensa notificaba su aparición para que sus posibles propietarios pudieran reclamarlas: “...Los dueños de dos bocoyes recogidos en la playa de Arrigunaga de Guecho, por D. Juan Bautista Echeandia y D. Domingo Arancibia, deberán reclamarlos en la capitanía general del Ferrol...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 8 de octubre de 1895).
En la próxima entrada de esta serie veremos como la Compañía del Tranvía trataba de colocar postes, para el tendido de su catenaria, dentro de la población de Algorta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario