La festividad de Santa Ana, se celebraba habitualmente entre las plazas del mismo nombre, en el barrio conocido con el nombre de la Santa, y en la llamada “Plazuela”, que en 1929 había cambiado su nombre a “Plaza de Sabino Arana” y que estaba situada en el centro neurálgico de Areeta-Las Arenas.
Plaza que a lo largo de su dilatada vida ha visto varios cambios de nombres: (1897) “Plazuela”; (1925) “Plaza de Las Arenas”; (1927) “Plaza de Alfonso XIII”; (1929) “Plaza de Sabino Arana y Goiri”; (1930) “Plaza de Alfonso XIII” y en (1937) otro de negro recuerdo; en la actualidad recibe el nombre de “Bizkaiko Zubia Enparantza”.
Las Fiestas de Santa Ana llegaban en un ambiente acalorado laboralmente en las minas, la prensa bilbaína decía “Desde primera hora de ayer estaba Bilbao como si se hubiera declarado en estado de sitio”.
Y entre tanto en el barrio de Las Arenas, el ambiente era bien contrario, la tranquilidad y las ganas de fiesta reinaban. Esas Fiestas de Santa Ana de 1932, ya desde vísperas veían anunciar su afamada romería, un diario bilbaíno lo decía: “...Día 26 de julio, festividad de Santa Ana en el barrio de Las Arenas se celebrará con grandes festejos. A las nueve de la mañana, diana por la Banda Municipal; a las once, gran exhibición de ezpatadantzaris e hilanderas. A las doce, concierto por la Banda Municipal. De cinco a nueve de la tarde bailables por las Bandas de música y tamborileros. De diez a doce y media de la noche, gran romería nocturna, amenizada por las Bandas Municipales de Gernika y Guecho y tamborileros...” (“Euzkadi” del 24 de julio de 1932).
En el programa festivo de 1932 del Ayuntamiento de Getxo, bajo el titular “Grandes Fiestas”, figuraban los siguientes actos: “...Día 26 de julio: A la mañana , diana por al Banda municipal. A las 12 concierto ofrecido por dicha Banda. De cuatro a ocho de la tarde y de diez a doce y media de la noche, bailables por la banda Municipal y la del Ayuntamiento de Sestao, en la plaza de Sabino de Arana y Goiri, que lucirá una magnifica iluminación...” El día 2 de agosto se celebró la repetición de las Fiestas de Santa Ana, con el siguiente programa: “...A las 11 de la mañana, gran concurso de Ezpatadantzaris e Hilanderas, en la Plaza de Sabino de Arana, concediéndose varios premios. A las 12 concierto por la Banda Municipal de Haro. De cuatro a ocho de la tarde y de diez a doce y media de la noche, bailables por las de Haro y Municipal y chistularis, en la citada plaza de Sabino de Arana y Goiri...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente Código 2874 Signatura 4088-6).
La prensa bilbaína relataba sobre estas fiestas de 1932: “...A mediodía hubo un concierto por la Banda municipal, y por la tarde, después de la celebración de diversos festejos populares, comenzó la tradicional romería, amenizada este año por las bandas de música local y de Guernica, así como por los corrillos de acordeones, pianos de manubrio...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 27 de julio de 1932).
Aquel mismo día otro diario de tirada bilbaína facilitaba la composición de la nueva directiva del “Arenas Club”:
“...Presidente, José María García Ogara.
Vicepresidente, Ignacio Líbano.
Secretario, Joaquín Rica.
Vicesecretario, Francisco Larrazabal.
Tesorero, Rafael Castellanos.
Vocales: Federico Landa, Jesús Echebarría, Javier de Urresti, José María Jauregui, José Eguidazu y Francisco Crooke...” Dicho diario a su vez decía, refiriéndose a las fiestas: “...Han dado comienzo las fiestas con motivo de conmemorar la Iglesia el día de Santa Ana. Por la mañana la Banda Municipal recorrió las calles ejecutando dianas. A las once tuvo lugar una exhibición de espatadantza e hilanderas y poco después la Banda Municipal ejecutó un bonito concierto. De diez a doce se celebró una animada romería, que amenizó la Banda municipal y demás elementos. El kiosko y sus alrededores ostentaban adecuada iluminación...” (“El Pueblo Vasco” del 27 de julio de 1932).
Una idea de como se podía ver la campa Santa Ana de Las Arenas unos pocos años antes, nos la da la fotografía que encabeza esta entrada, la misma es del diario “El Noticiero Bilbaíno” del 27 de julio de 1927. Entre esa fotografía y el resto de las que ilustran este artículo han transcurrido 92 años.
La Romería de Santa Ana, 26 de julio, iniciaba los festejos veraniegos de nuestra anteiglesia. Y aunque parece que fue ayer, en los 50 del pasado Siglo XX la calle Santa Ana, desde Gobela hasta la propia ermita, de repente cambiaba su fisonomía, dejaba de ser una calle oscura y solitaria, para llenarse a ambos lados de la misma, de tómbolas, casetas de tiro, tenderetes de venta de cocos y confituras, maquinas magnéticas para conseguir dinero (pesetas), puestos de tiro al bote y otras atracciones.
Al llegar a la Plaza de la Santa, se puede decir que la misma estaba dividida en cuatro gajos, los que formaban la propia calle Santa Ana con el cruce de Máximo Aguirre, a la derecha de la ermita, en la primera campa, solían instalar la chozna de bebidas y comidas, en la siguiente nada más pasar la calle Máximo Aguirre se hallaba el quiosco de la música donde se celebraba la verbena; en el lado opuesto, en la campa próxima al colegio San Agustín solían colocar el carrusel y los autos de choque; en el otro gajo, el que daba a la clínica Goyoaga, instalaban los tiovivos de las barquitas y sillas de cadenas voladoras.
Este año, tras dos de obligada sequía, nuevamente la Comisión de Fiestas de Santa Ana de Areeta-Las Arenas, nos trae un programa de tres días de duración. Las Fiestas comenzarán el viernes 22 de julio finalizando el domingo día 24.
Las mismas darán comienzo, el viernes 22, a las 19:00 con el txupinazo y cabezudos. A lo largo de los tres días habrá programación para txikis y mayores, con hinchables y diversos juegos, además de competiciones gastronómicas y romerías. Como se puede ver en el programa festivo que proponen en su cartel. Y teniendo en cuenta la persistente canícula, la “guerra del agua” del domingo seguro que animará a participar a txikis y algún que otro adulto agobiado.
NOS
VEMOS EN SANTA ANA
ONDO PASA!
Que razón tienes Karla que la calle Santa Ana era un calle oscura y solitaria. Recuerdo que siendo niño, años 60 siglo XX, los domingos a la tarde ibamos con mi familia a Portugalete y pasar por la ermita sin ninguna iluminación, unicamente la colada de Altos Hornos en el cielo reflejandose en los charcos. me daba un poco de yuyu y pensaba en el contraste del ambiente de las fiestas, luces, musica, ruido, gente, el olor de las churrerias, en fin nostalgia de un tiempo pasado.
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