miércoles, 25 de mayo de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -276

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como algunos vecinos de Algorta colaboraban desde hacía años con el Ayuntamiento de Getxo prestando a dicha corporación cantidades importantes de dinero.

En la víspera de San Juan, 23 de junio de 1895, la prensa bilbaína loaba las bondades de esa fecha: “...En víspera de San Juan, cuando la naturaleza engalanada con su mejor ropaje, ofrece por todas partes cuadros ricos de luz y de color, por uno de esos fenómenos puramente psíquicos, desaparece la tristeza de las almas, y la alegría penetra en los corazones a raudales, y parecen menos malos los hombres, menos tristes las inevitables cohortes de miserias sociales que por todas partes nos acompañan. Es el solsticio de verano la antítesis del solsticio de invierno, no sólo por lo que a la naturaleza se refiere, sino también por la influencia moral que alcanza a la humanidad. Los trenes y tranvías han salido hoy atestados de viajeros en demanda de santuarios donde rendir tributo a San Juan, y en busca de campas donde se pueda bailar basta hartarse, y aunque pasan los años y dicen que las romerías de hoy ya no son lo que eran antaño, es lo cierto que no pueda pedirse más...” Lo cierto es que algunos de los lugares más demandados por las romerías de San Juan eran Ea, Eibar, Sondika, Ugarte, Somorrostro y nuestra Anteiglesia, donde el año anterior se la había citado por la animación festiva: “...Las verbenas y las romerías celebrábanse en otro tiempo con extraordinaria animación, en medio del mayor jolgorio. La verbena de San Juan era esperada con verdadera ansia, pues ella significaba para nosotros la entrada del verano. Desdé las plazas y paseos del pueblo, distinguíanse, en el día de hoy las llamas de las hogueras, que apenas cerra da la noche, iluminaban las alturas vecinas...” También se celebraban con gran boato en Bilbao, donde una procesión recorría las calles del casco Viejo: “...A las once y media de la mañana de hoy ha salido de la iglesia de los Santos Juanes, la procesión que en este día tiene por costumbre celebrar el clero de esta parroquia en honor de la festividad de su santo patrono. Acompañado por buen número de fieles con cirios encendidos, la efigie de San Juan recorrió procesionalmente las calles Somera y Artecalle, hallándose estas lujosamente engalanadas con banderas y vistosas colgaduras en los balcones...”

Y como el verano traía consigo tiempos de celebraciones y esparcimiento, unos visitantes celebres, de la capital del Sena, anunciaban su vista a nuestros entornos: “...Por noticias que tenemos de Burdeos, sabemos que la Asociación francesa para el adelanto de las ciencias, se propone visitar Bilbao en el próximo mes de agosto. Los miembros del Congreso de Burdeos de la Asociación francesa para el adelanto de las ciencias, llegarán a Bilbao en un número, de 120 o 130, el 13 de Agosto en tren especial procedente de Zumárraga. El programa de la visita salvo variaciones, es el siguiente: Salida para Portugalete para ver el Puente de Vizcaya. Visita del puerto bajo la dirección del señor Churruca. Por la noche, banquete en una fonda de Bilbao. Y al día siguiente, 14 de agosto, visita a las minas, con almuerzo en Portugalete o Las Arenas...” (El Noticiero Bilbaíno” del 24 de junio de 1895).

Mientras, y debido a la bonanza del tiempo, nuestras playas eran visitadas por numerosos bilbaínos: “...El magnífico tiempo que disfrutamos ayer y hoy, llevó gran contingente a las playas de Las Arenas y Portugalete, en donde vimos se bañaron muchas personas...”(“El Nervión” del 24 de junio de 1895).

Y en nuestro pueblo cercano, Berango, se producían cambios en la venta de tabaco: “...Ha sido declarada cesante la estanquera de Berango, Dña. María Bautista Udondo. Para reemplazarla ha sido nombrada, Dña. Segunda Echevarría...” (El Noticiero Bilbaíno” del 25 de junio de 1895).

Con la temporada de baños llamando a las puertas, la prensa bilbaína se prodigaba en las noticias referidas a nuestra Anteiglesia, que durante el resto del invierno parece que habían sido olvidadas. En Las Arenas se anunciaba: “...Baños de Mar Bilbaínos: El antiguo y acreditado establecimiento de Las Arenas se abrirá al publico el 7 de Julio, su servicio de restaurante, a todas horas y con mesa redonda. Con la apertura de nuevas líneas férreas se han facilitado agradables excursiones. Se arriendan cuatro preciosos Chalets en el punto más céntrico de la playa Las Arenas, con jardín y arbolado. Dirigirse a D. Andrés Larrazabal...” (El Nervión” del 26 de junio de 1895).

Y no era para menos, aquel bondadoso verano llamaba a acudir, también, a los balnearios cercanos: “...El excelente tiempo que gozamos estos días, propio de la estación estival, comienza a animar a las familias, que preparan sus vacaciones veraniegas a acudir a los Balnearios cercanos, en la mayoría de los cuales han han ejecutado reformas y mejoras para atraerse a los bañistas. En Zaldivar, Urberuaga de Ubilla, Elorrio (baños viejos y nuevos), Villaro, Castillo y Elejabeitia, Cortezubi, Echano, Larrauri, La Muera y Carranza. En las playas también hay animación, en Portugalete han dispuesto un variado programa de festejos. Algorta a su vez prepara otro programa de entretenimiento. En Las Arenal han sido ya alquiladas bastantes habitaciones, para las cuales comienza ya a llegar el mobiliario; y en el establecimiento de los señores Aguirre y Coste se han ejecutado importantísimas obras; por otro lado con objeto de ofrecer a las familias chalets independientes que reúnan la condición de encontrase a pie del mar por su frente y por otro tener un pequeño jardín con arbolitos que les presten excelente sombra. Uno de los dos pabellones del establecimiento, el llamado Portugalete, ha sido convertido en cuatro espaciosos chalets, que serán alquilados con muebles o sin ellos, según lo soliciten los bañistas...” 

Y es que Las Arenas era demandada por su variedad de baños: “...No solo la moda ha contribuido a generalizar el uso de baños de mar calientes; su tratamiento se recomienda como muy eficaz para las afecciones reumáticas. Los Baños de Las Delicias, en Las Arenas, ofrecen al público todas la comodidades que se pueden desear, en la aplicación de este método de moderna hidroterapia; su servicio es esmerado y completo en la especialidad de las duchas de agua de mar, que se toman calientes, templadas o frías, graduándose a voluntad. Estos excelentes baños se hallan situados entre la Iglesia y la plaza de Las Arenas, cerca del ferrocarril y el Puente de Vizcaya y al píe del tranvía. Se hallan abiertos desde las seis de la mañana hasta el anochecer...” (El Noticiero Bilbaíno” del 26 de junio de 1895).

En la próxima entrada de esta serie veremos como finalmente, tras varios años de solicitud, a los carreteros que colaboraron durante la última guerra a transportar materiales para las fortificaciones de Bilbao, se les iban a pagar los dineros reclamados por sus servicios.


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