En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX veíamos la riqueza pecuaria que la Anteiglesia de Getxo tenía.
Entre tanto nuevas aportaciones de materiales para la formación del Puerto iban a llegar procedentes de la Sociedad Altos Hornos: “...En la dársena de del Desierto ha quedado fondeado un gánguil, adquirido por la Sociedad Altos Hornos, para dedicarlo al transporte de los residuos de los hornos a la escollera del rompeolas...” (El Noticiero Bilbaíno del 6 de junio de 1895).
El día 6 de junio de 1895, en el pleno del Ayuntamiento de Getxo, se daba lectura a una invitación del Convento de los Trinitarios de Algorta: “...Se da cuenta de un oficio del Superior del Convento de los Trinitarios, sito en Algorta, invitando al Ayuntamiento a la solemne función al Augusto Misterio de la Santísima Trinidad que va a tener lugar en esta iglesia el día 9 de junio a las diez de la mañana...”
En ese mismo pleno municipal de tomaba una decisión respecto de la construcción de casas rusticas: “...Se acuerda que los individuos que edifiquen en zonas no urbanizadas, queden exentos del pago de derechos de edificación al Municipio, pero quedaran obligados sin escusa de ninguna clase a participar al Sr. Arquitecto del Ayuntamiento los honorarios que devengare en evacuar informes y reconocimientos que fueran necesarios para la construcción de tales casas...”
Tras el fallecimiento en mayo de 1895 de D. Juan Dourte y Azcarate, quien había sido Director del Colegio San Bernardo y de la Escuela de Náutica de Algorta, su esposa Dña. Francisca Zalduondo, trató de continuar la actividad de dicho colegio, valiéndose de la ayuda de un maestro titulado. Por ese motivo en el pleno municipal del 6 de junio se trataba sobre un escrito remitido por su viuda: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Francisca Zalduondo solicitando se le abonen 750 pesetas, porque habiéndose empleado en la adquisición de material científico para el Colegio de 2ª Enseñanza y escuela de Náutica, creado por el finado en su casa, me veo precisada a continuar dichas enseñanzas, valiéndose de un maestro de 1ª Enseñanza y catedráticos aptos por su saber y titulación con la cual ganará este Pueblo...” Tras someter la solicitud a debate en el seno del consistorio, acordaba el Ayuntamiento de Getxo por unanimidad: “...Se haga presente a dicha señora viuda que las 500 pesetas que esta Corporación prometió a su marido bajo diferentes condiciones, se le podrán satisfacer tan pronto como se celebren los exámenes oficiales de los alumnos matriculados en el presente curso y den dichos ejercicios resultados satisfactorios, condición establecida en el acuerdo del 2 de abril; y que las otras 250 pesetas se le podrán también satisfacer, en clase de subvención o gratificación, durante el próximo curso escolar siempre que el Ayuntamiento observe haber méritos para ello, por el número de alumnos matriculados para Náutica y altura de sus instrucciones o conocimientos...”
En es mismo pleno se trataba sobre la inscripción en el registro de la propiedad de un inmueble: “...Acuerda esta Corporación Municipal se expida una certificación a nombre de D. Manuel Gómez, para poder inscribir en el registro de la Propiedad la mitad de la casa llamada “Mesapedrorena” y pertenecidos radicantes en esta Anteiglesia...” La casa así denominada estaba situada la zona de Usategi conocida como “El Castillo” de Algorta.
En ese mismo pleno el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “...Nombrar vigilante empleado municipal, de las playas de Ereaga, el Puerto y Arrigunaga, a D. Guillermo Uriarte, durante el próximo verano, con la retribución diaria de 2,40 pesetas...”
En aquellos días alguna diferencia de pareceres, parece que existía entre la corporación municipal y el capellán de San Nicolás de Bari de Algorta, ya que el Consistorio autorizaba al Alcalde: “...A elevar una respetuosa instancia al Sr. Obispo de la Diócesis, referente a la falta de celebración de misa en la Iglesia de San Nicolás de Bari por el capellán D. José E. Gorrondona...”
Por otro lado se informaba de la terminación y coste de las obras del puente del punto llamado Lejarreta: “...Se da cuenta del pago a D. Santiago Landa, como rematante de puente en el punto de Lejarreta, cuyas obras quedan provisionalmente recibidas, la cantidad de 1.326 pesetas...”
Y el Ayuntamiento de Getxo remitía una carta solicitando ayuda para una de las grandes obras del municipio: “...Se autoriza al Sr. Alcalde a que remita circulares a hijos naturales de esta localidad residentes en Ultramar y Repúblicas Americanas, solicitando auxilio para el Hospital Hospicio en construcción en esta localidad...”
Mientras, en nuestro municipio hermano Berango, algo había fallado en las pasadas elecciones, pues según contaba la prensa bilbaína, estas habían de repetirse. (El Nervión del 8 de junio de 1895).
Y con la proximidad del verano, algunos políticos radicados en Madrid volvían a sus casas de Las Arenas, aunque también tuviera otras justificaciones familiares: “...Dentro de breves días regresará a Las Arenas el Senador con su familia el Senador vitalicio D. Martín Zabala. Su regreso parece que tiene que ver con el enlace matrimonial de su hija Encarnación con el Diputado Provincial D. Luis Aznar...” (El Noticiero Bilbaíno del 8 de junio de 1895).
Por aquellos días los conflictos entre vecinos usuarios de las pocas carreteras, que como tal eran dignas de tal nombre, eran resueltos por la Diputación Provincial, cosa que desde Bilbao era criticado por un periódico local, el cual decía: “...Cuando no existen reglas para regular las leyes y doctrinas, se incurre con frecuencia en errores siempre odiosos. Así acontece que en Vizcaya, donde no obedece a un criterio fijo la construcción y conservación de algunos trozos de carreteras, surjan de continuo rozamientos y litigios entre los vecinos de un termino municipal, siendo la Diputación quien dirime las contiendas. No bien se anexionaron Bilbao, en 1870, una parte de la Anteiglesia de Abando y otra de Begoña, el Ayuntamiento de la Villa considero indispensable haberse dueño de los trozos de carretera comprendidos dentro de los limites de la nueva jurisdicción. Señalada parecía quedar desde esa época la norma que en casos similares había de seguirse, pero las sucesivas Villas, acostumbradas a que fueran por cuenta de la Provincia, solicitaban subvenciones para reformar y conservar calles de travesía. Mientras en Bilbao, cuyas calles son todas de travesía, la Diputación no las sufraga. Las Villas y algunas Anteiglesias deben de seguir el ejemplo dado por Bilbao en 1870. Y ellas con la creación de un subsidio sobre carruajes, o con otros impuestos, atender a la apertura de nuevas calles y caminos, y a su conservación, sin mendigar auxilios de nadie...” (El Noticiero Bilbaíno del 10 de junio de 1895).
A partir del día 11 de junio de 1895se desato una tormenta con lluvias que a decir de la prensa bilbaína fue torrencial: “...En la caseta de la Comandancia de marina se colocó la bandera azul de aviso y se ordenó a las embarcaciones surtas en la ría que redoblaran las amarras para protegerse contra la corriente. Las aguas que bajaban con gran violencia inundaron la estación de Portugalete, en esa localidad se inundaron algunos locales. En varios puntos se había suspendido el pasaje en botes, per temor a la corriente la cual arrastró también varios animales. En la vega que hay entre Algorta y Berango las aguas alcanzaron una altura considerable. En Algorta, Berango, Plencia, Portugalete y Las Arenas sufrieron importantes daños las heredades. Algunos vapores tuvieron que regresar de arribada debido al fuerte temporal de olas, algunas alcanzaban los dos metros...”(El Noticiero Bilbaíno y El Nervión del 11 y 12 de junio de 1895).
En la próxima entrada de esta serie veremos como el maestro auxiliar de la escuela publica de niños de Algorta renunciaba a su cargo.
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