En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos cómo en el pleno Municipal de Getxo se trataba sobre la traída de agua potable a Las Arenas y Algorta.
En el pleno del 9 de mayo de 1895, entre otros asuntos, se trataba sobre una petición de un vecino de Leioa: “...Se da cuenta de una instancia de D. Evaristo Martínez Talledo, vecino de Bilbao, solicitando se le conceda, para la playa de mar de Las Arenas la colocación de casetas de baño, en el lote que en la misma ha venido ocupando con sus casetas el finado D. Esteban Pazos...” El Ayuntamiento de Getxo acordaba conceder aquella plaza a quien fuera en ese momento propietario de dichas casetas de baño.
Como decía en mi anterior entrada, sobre el último cuarto del Siglo XIX, la plaza de escribiente del Ayuntamiento de Getxo había quedado vacante, y la misma era solicitada por un vecino de esta Anteiglesia: “...Se da cuenta de una instancia de D. Luciano Sarria, solicitando se le nombre para ocupar la plaza de escribiente de la Oficinas Municipales. Acuerda este Ayuntamiento nombrar al exponente Sarria como escribiente temporal, y remunerar sus servicios con 725 pesetas al año...”
En ese mismo pleno del 9 de mayo, un propietario del barrio de Las Arenas, D. Ramón Coste, solicitaba permiso para injertar en el caño municipal, la tubería de sus escusados: “...Solicita permiso para injertar en la alcantarilla municipal dos retretes o escusados, de la casa de su propiedad ocupada actualmente por el Senador D. Martín Zavala...”
También se veía en dicho pleno la solicitud de un comerciante local para instalar un toldo en la parte superior de su casa: “...Se da cuenta del expediente emitido por la Comisión de Fomento y Policía Urbana, acerca de una instancia presentada por D. Manuel Seco, para la colocación de un toldo en la casa de su propiedad en Las Arenas. De conformidad con el citado informe acuerda este Ayuntamiento: Conceder al exponente Sr. Seco, la autorización para colocar un toldo en la parte superior y exterior de la puerta de entrada de su casa titulada de “Ultramarinos Seco”...”
Por aquellos días se estaban realizando obras de mejoramiento en la bajada de Mugaburu, en el Puerto de Algorta: “...Se dio lectura a las propuestas presentadas para el arreglo de la bajada de Mugaburu para el Puerto, en la calle de la Rivera, acordando conceder la realización de dichas obras a D. Ecequiel Landa...”
También era asunto del pleno lo referido a los arbitrios municipales de petróleo para el alumbrado público: “...Tras reunirse la Comisión nombrada con el rematante de los arbitrios municipales, D. Severino Picaza, para tratar sobre la pretensión invocada por este solicitando se le indemnicen los perjuicios que le ha causado en sus suministros de petróleo, al haber adoptado el municipio el alumbrado público, tanto público como particular, mediante luz eléctrica. El Ayuntamiento acordó por unanimidad aprobar la concesión, a dicho Sr. Picaza, de la indemnización de 1025 pesetas...”
Y ante la convocatoria de elecciones municipales, que se iban a celebrar el domingo día 12 de mayo, el Ayuntamiento acordaba: “...Que según costumbre se manden comidas para las mesa que han de constituirse en esta Casa Consistorial y en la llamada Hospital, y que el servicio de la primera corra a cargo de D. Manuel Eguia y el de la segunda se encargue a la fondista Dña. Josefa Uribe...” decía la prensa local sobre aquellas elecciones: “...Allá van a la lucha liberales, integristas, para rechazar todo desembarco, carlistas, republicanos, posibilistas y Socialistas, amen de algún que otro candidato independiente. Los carlistas, que son los que desde hace tiempo vienen preparándose para la lucha, están desplegando en esta campaña un vigor inusitado...” (“El Nervión” del 9 de mayo de 1895). Aquel diario dejaba ver su ideología política ya que en sus paginas decía: “...Nosotros deseamos que el carlismo sea derrotado...” En nuestra Anteiglesia también se producían pronunciamientos a favor de alguna candidatura. En una carta al Director de otro de los diarios bilbaínos, un asiduo del mismo decía: “...Parece que alguien pretende formar el nuevo Ayuntamiento con personas que, si bien son muy dignas, no pueden atender debidamente a los intereses procomunales, porque sus ocupaciones les impedirían cumplir con tan sagrado deber, amen de las enemistades que acarrearía la lucha contra aquellos que les proporcionan el trabajo, y por consiguiente el bienestar de sus familias. Varias son las candidaturas que se proyectan. Como en esta renovación deben entrar cinco concejales, parece que la candidatura más simpática y con más posibilidades de triunfo es la encabezada por los Señores Anselmo Inchaurtieta, Higinio Cereceda, Joaquín Ardanza, Evencio Cortina y otro que designen los del barrio de Las Arenas...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 9 de mayo de 1895).
En la mañana del día 9 de mayo de 1895 la niebla se adueñaba del Abra, así lo relataba el diario “El Nervión” del 10 de mayo: “...Esta mañana era tan espesa la niebla en el Abra, que con bastante dificultad han entrado y han salido los buques en este puerto...”
Aquel mismo día y en “El Noticiero Bilbaíno” aparecía en la sección de anuncios publicada unas obras en Algorta: “...Se admiten propuestas de mampostería, albañilería, carpintería, cristalería, pintura etc.., para la construcción de una gran galería, en una de las casas de D. Vicente Suárez en Algorta...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 10 de mayo de 1895).
Parece que cuando faltaba tan solo un día para las elecciones municipales de Getxo, el ambiente estaba tenso, y las candidaturas nerviosas. A prensa local llegaba un carta de última hora en la que se cuestionaba la veracidad de la candidatura que días antes aparecía proclamada en “El Noticiero Bilbaíno”: “...En su diario del 9 de mayo ha aparecido una carta firmada por H.R., que no sabemos si querrá decir “Hombre Revoltoso”, en la cual hablando de las próximas elecciones de concejales se dice que que se presentan como candidatos los Señores Anselmo Inchaurtieta, Higinio Cereceda, Joaquín Ardanza, Evencio Cortina y otro que designen los del barrio de Las Arenas. No teníamos conocimiento de esa candidatura y en verdad que cuando la hemos visto lanzada a los vientos de la publicidad, nos ha extrañado sobre manera, y con tanto más razón, cuanto la candidatura proclamada el pasado domingo día 28 de abril fue la siguiente: Se proclamó a los siguientes señores Manuel Inchaurtieta, Robustiano Larrondo, Santiago Diliz, Asensio Inchaurtieta, Juan José Bilbao, candidatura que fue aceptada por unanimidad, y que sepamos, no ha sido modificada...” Seguía aquella carta enviada por “Varios Suscriptores” con otro asunto referido al saneamiento de al playa de baños de Ereaga: “...Según una carta del Alcalde, que hoy ha sido presentada a los mayores contribuyentes, o mejor dicho a los que se considera como tales, el sábado próximo tendrá lugar un reunión de estos en la sala de sesiones de la Casa Consistorial, para tratar sobre el saneamiento de la playa de baños de Ereaga, pedida por el vecino de esta D. Eduardo Sarria...”
Y tal como decía en la publicidad ese diario, el día 11 de mayo de 1895, sobre el Ferrocarril de Las Arenas a Plencia: “...Para el día 11 de mayo de 1895 se convocaba a la Junta General. El domicilio social de la compañía estaba situado en la misma Estación de Las Arenas, siendo el Presidente del Consejo de Administración D. José Luis Villabaso...”
En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se enviaba al Gobernador Civil la relación de médicos componentes de la Junta de Sanidad Municipal.
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