La “Caja Tonta”, esa ventana
cuadrada que nos miraba fija, hizo que desaparecieran dos cosas muy importantes
en nuestras vidas, los diálogos familiares de la sobremesa y los cines de
barrio. A muchos niños, y no tan niños de hoy en día, se les hace raro oír que
hace cuatro días no existían, casi, ni la radio y mucho menos la televisión.
Es obvio que la nostalgia
forma parte de una felicidad pasada. Y tendemos a recordar con deleite los
recuerdos lejanos. Rememorar esos ecos del pasado, esas historias lejanas, nos
hace valorar algunos momentos familiares que vivimos, y que ya nunca volverán a
ser como los conocimos. Y es eso lo que pretendo hacer, al relatar cómo
aconteció la llegada de aquella caja tonta a nuestros hogares.
Ya desde julio de 1960 se
empezaba a trabajar en los tejados de las viviendas preparando la llegada de
las primeras imágenes de la televisión a Bizkaia. En la prensa local se
informaba por parte de la Cámara Oficial
de la Propiedad Urbana: “…Antenas de Televisión: Con el fin de
solventar las dudas que viene suscitando la colocación de antenas en la
cubierta de los edificios, antes de adoptar alguna decisión al respecto
consulten su caso en estas oficinas…” Lo anunciaban “La gaceta
del Norte” y “La Hoja del Lunes”.
Hasta entonces la única señal
que llegaba a nuestros hogares era la de las emisoras de radio locales “Radio
Bilbao”, “Radio Nacional” y “Radio Juventud” y algunas emisoras, a las que
llamaban piratas, y que a hurtadillas, de noche, procurando que no se oyera
desde fuera, esperábamos para oír algo que no fuera las radios del régimen, se
trataba de “Radio Euzkadi” y “Radio Pirenaica”.
El domingo 17 de julio de e1960
“La gaceta del Norte” anunciaba en su primera plana: “…La
antena de Tv de
El martes día 30 de agosto de
1960 TVE empezaba a emitir en periodo de pruebas desde Sollube. En algunos
locales que se apresuraron a exhibir aquellos primeros televisores de la marca
Telefunken, la gente pegaba sus narices
a la vitrina del comercio para admirar por vez primera una emisión. En Bilbao,
pero también en Las Arenas, en la calle Las Mercedes, cerca de la esquina de
Bidearte, había uno de aquellos comercios: “…Muchos adultos, y algunos
adolecentes de tan solo 12 años, esperábamos expectantes que la carta de ajuste,
que se hacía de rogar, diera paso a las primeras imágenes. A eso de las 16:30
de la tarde se produjo la conexión y como primera película ofrecieron una del
género policiaco. Le seguirían otras de Rin Tin Tin…” Ya
entonces decían que: “…Con esta especie de cine pequeño
revolución se hará la competencia a los de barrio y los bares y cafeterías se
harán la competencia entre ellos…”
Para acercarnos a aquel mundo
de hace 60 años: Recordar que comenzaron a verse por nuestras calles los
Isocarro, una especie de triciclo motorizado de tres ruedas, que en su parte
posterior tenía un habitáculo para el reparto, cuyo distribuidor fue “Hijos de
Lorenzo Sancho” que estaba en la calle Alameda Urquijo de Bilbao. Uno de los
primeros comercios en poner a la venta los televisores en Las Arenas fue
“Comercial Radio Reguera”, que tenía su tienda en la calle Paulino Medivil,
entre las calles Amistad y Barria, que curiosamente, en aquellos momentos
anunciaba una radio de la marca Philps por 2.592 pesetas, mientras que un
modelo de televisor de la misma marca costaba 17.898 pesetas. En Algorta lo
hizo “Radio Tangora”, que estaba en la Avenida Basagoiti. Otro de los modelos
de la época era un televisor que Radio Askar ofrecía, aquel cajón, un televisor
de
En aquel mundo de hace más de
medio Siglo sucedían algunas cosas que mencionaré a continuación: “…Fallecía
el llamado padre del cine cómico, Mack Sennet, quien en Hollywood fundara los
estudios Keistone. Fue uno de los mecenas de los grandes genios del
cine mudo Charlot, Buster Keaton, Roscoe
'Fatty' Arbuckle, Harold Lloyd y otros muchos que pasaron a la gloria de
dicho arte…” Los cines de Getxo estaban en su apogeo; se
proyectaban películas en el Gran Cinema y Gurea (Algorta); en el Gran Cinema,
Casa Social y Arenal (Las Arenas).
Mientras que la incipiente TVE, que iniciaba su sobremesa a las 14:30, ponía en
su programación la serie infantil “Furia” y las Aventuras de Rin Tin Tin, que
comenzaría a mediados de los 60 y la sesión de tarde que sábados y domingos
comenzaba a las 15:50. Y cómo no, uno de los iconos de los forofos del balón
pie, el partido que los vendedores de televisiones anunciaban el 6 de noviembre
de 1960, el encuentro, a las diez y media de la noche, entre el real Madrid y
el Athletic de Bilbao.
Y el 5 de diciembre de 1960 se
verificó la conexión del Sollube con la TVE mediante una conexión con una
unidad instalada en la feria de Muestras de Bilbao.
Legaba la navidad de 1960, y
mientras la ría bajaba en riada debido a las intensas lluvias y nevadas, algunas calles comenzaban a lucir sus luces de
colores; “La Gaceta del Norte” entrevistaba el día 25 de diciembre al que fue
en 1922 el segundo maquinista del “Aldecoa”, que contaba ya 80 años, se trataba
del vecino de Algorta Enrique Arechavala Laucirica: “…Salimos
en la mañana del día de San José rumbo al puerto de Galbestown (EEUU),
componían la tripulación Martín Aldecoa (Capitán), Francisco Blasco (Primer
Oficial), Julio Araluce (Oficial Segundo), Graciano Eguia (Primer Maquinista),
Juan Madariaga (Tercer Maquinista) y José Sánchez (Ayudante de Máquinas)…” Y
terminaba el año con anuncios para la navidad, entre ellos aquellas curiosas
neveras-frigorífico alimentadas a gas
butano; con las consabidas, desde entonces, televisadas campanadas de
fin de año y una viñeta-comic de traspaso de poderes al año nuevo.
Así transcurrieron aquellos
días del nacimiento de la “Caja Tonta” que, como decía al principio, vinieron a
terminar con las tertulias de la sobremesa y más tarde con los cines de barrio.
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