jueves, 17 de diciembre de 2020

CUANDO LA CAJA TONTA LLEGÓ PARA AISLARNOS DEL MUNDO

 



La “Caja Tonta”, esa ventana cuadrada que nos miraba fija, hizo que desaparecieran dos cosas muy importantes en nuestras vidas, los diálogos familiares de la sobremesa y los cines de barrio. A muchos niños, y no tan niños de hoy en día, se les hace raro oír que hace cuatro días no existían, casi, ni la radio y mucho menos la televisión.

 

Es obvio que la nostalgia forma parte de una felicidad pasada. Y tendemos a recordar con deleite los recuerdos lejanos. Rememorar esos ecos del pasado, esas historias lejanas, nos hace valorar algunos momentos familiares que vivimos, y que ya nunca volverán a ser como los conocimos. Y es eso lo que pretendo hacer, al relatar cómo aconteció la llegada de aquella caja tonta a nuestros hogares.

 


Ya desde julio de 1960 se empezaba a trabajar en los tejados de las viviendas preparando la llegada de las primeras imágenes de la televisión a Bizkaia. En la prensa local se informaba por parte de la Cámara  Oficial de la Propiedad Urbana: “…Antenas de Televisión: Con el fin de solventar las dudas que viene suscitando la colocación de antenas en la cubierta de los edificios, antes de adoptar alguna decisión al respecto consulten su caso en estas oficinas…” Lo anunciaban “La gaceta del Norte” y “La Hoja del Lunes”.

 

Hasta entonces la única señal que llegaba a nuestros hogares era la de las emisoras de radio locales “Radio Bilbao”, “Radio Nacional” y “Radio Juventud” y algunas emisoras, a las que llamaban piratas, y que a hurtadillas, de noche, procurando que no se oyera desde fuera, esperábamos para oír algo que no fuera las radios del régimen, se trataba de “Radio Euzkadi” y “Radio Pirenaica”.

 


El domingo 17 de julio de e1960 “La gaceta del Norte” anunciaba en su primera plana: “…La antena de Tv de 30 metros llegó al Sollube. Sus 30 metros elevados sobre los 36 de la torreta iban a alcanzar una altura de 66 metros, la misma tenía un peso de 6.500 kilogramos…”  Se había trasladado en cuatro tozos. En el edificio principal, además de los huecos necesarios para la instalación de la emisora, que había sido construida en Holanda, se había dejado un hueco para colocar un “telecine”: “…Era una maquina proyectora de películas, que tenía como fin suplir los cortes que se pudieran producir en la programación…” Por aquellos días había tenido lugar la “-II- Travesía del contramuelle de Arriluze, que fue ganada por Federico Teran del Club Deportivo de Bilbao. El primer clasificado de Getxo fue, en el puesto número 13, Felipe Artola.

 


El martes día 30 de agosto de 1960 TVE empezaba a emitir en periodo de pruebas desde Sollube. En algunos locales que se apresuraron a exhibir aquellos primeros televisores de la marca Telefunken,  la gente pegaba sus narices a la vitrina del comercio para admirar por vez primera una emisión. En Bilbao, pero también en Las Arenas, en la calle Las Mercedes, cerca de la esquina de Bidearte, había uno de aquellos comercios: “…Muchos adultos, y algunos adolecentes de tan solo 12 años, esperábamos expectantes que la carta de ajuste, que se hacía de rogar, diera paso a las primeras imágenes. A eso de las 16:30 de la tarde se produjo la conexión y como primera película ofrecieron una del género policiaco. Le seguirían otras de Rin Tin Tin…” Ya entonces decían que: “…Con esta especie de cine pequeño revolución se hará la competencia a los de barrio y los bares y cafeterías se harán la competencia entre ellos…”

 


Para acercarnos a aquel mundo de hace 60 años: Recordar que comenzaron a verse por nuestras calles los Isocarro, una especie de triciclo motorizado de tres ruedas, que en su parte posterior tenía un habitáculo para el reparto, cuyo distribuidor fue “Hijos de Lorenzo Sancho” que estaba en la calle Alameda Urquijo de Bilbao. Uno de los primeros comercios en poner a la venta los televisores en Las Arenas fue “Comercial Radio Reguera”, que tenía su tienda en la calle Paulino Medivil, entre las calles Amistad y Barria, que curiosamente, en aquellos momentos anunciaba una radio de la marca Philps por 2.592 pesetas, mientras que un modelo de televisor de la misma marca costaba 17.898 pesetas. En Algorta lo hizo “Radio Tangora”, que estaba en la Avenida Basagoiti. Otro de los modelos de la época era un televisor que Radio Askar ofrecía, aquel cajón, un televisor de 17” con 21 válvulas, tenía unas dimensiones de 470x400x400 milímetros que incluía mando a distancia. Y como no, las lavadoras “Bru” de carga superior, a las que se echaba el jabón de la marca “Chimbo” en escamas, que habían llegado para hacer más llevadero el trabajo a nuestras madres.

 


En aquel mundo de hace más de medio Siglo sucedían algunas cosas que mencionaré a continuación: “…Fallecía el llamado padre del cine cómico, Mack Sennet, quien en Hollywood fundara los estudios Keistone.  Fue uno de los mecenas de los grandes genios del cine mudo Charlot, Buster Keaton, Roscoe 'Fatty' Arbuckle, Harold Lloyd y otros muchos que pasaron a la gloria de dicho arte…” Los cines de Getxo estaban en su apogeo; se proyectaban películas en el Gran Cinema y Gurea (Algorta); en el Gran Cinema, Casa Social y Arenal  (Las Arenas). Mientras que la incipiente TVE, que iniciaba su sobremesa a las 14:30, ponía en su programación la serie infantil “Furia” y las Aventuras de Rin Tin Tin, que comenzaría a mediados de los 60 y la sesión de tarde que sábados y domingos comenzaba a las 15:50. Y cómo no, uno de los iconos de los forofos del balón pie, el partido que los vendedores de televisiones anunciaban el 6 de noviembre de 1960, el encuentro, a las diez y media de la noche, entre el real Madrid y el Athletic de Bilbao.

 


Y el 5 de diciembre de 1960 se verificó la conexión del Sollube con la TVE mediante una conexión con una unidad instalada en la feria de Muestras de Bilbao.

 


Legaba la navidad de 1960, y mientras la ría bajaba en riada debido a las intensas lluvias y nevadas,  algunas calles comenzaban a lucir sus luces de colores; “La Gaceta del Norte” entrevistaba el día 25 de diciembre al que fue en 1922 el segundo maquinista del “Aldecoa”, que contaba ya 80 años, se trataba del vecino de Algorta Enrique Arechavala Laucirica: “…Salimos en la mañana del día de San José rumbo al puerto de Galbestown (EEUU), componían la tripulación Martín Aldecoa (Capitán), Francisco Blasco (Primer Oficial), Julio Araluce (Oficial Segundo), Graciano Eguia (Primer Maquinista), Juan Madariaga (Tercer Maquinista) y José Sánchez (Ayudante de Máquinas)…” Y terminaba el año con anuncios para la navidad, entre ellos aquellas curiosas neveras-frigorífico alimentadas a gas  butano; con las consabidas, desde entonces, televisadas campanadas de fin de año y una viñeta-comic de traspaso de poderes al año nuevo.

 

Así transcurrieron aquellos días del nacimiento de la “Caja Tonta” que, como decía al principio, vinieron a terminar con las tertulias de la sobremesa y más tarde con los cines de barrio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario