En la entrada anterior veíamos
cómo la llegada del verano parecía que atraía a un número importante de
visitantes.
El día 23 de julio de 1893
arrancaban las pruebas de la línea de Las Arenas a Plencia: “…Ayer recorrió por primera vez un tren de prueba la línea entre Algorta y
Plencia. En dicho tren hicieron el viaje varias personas invitadas por la
empresa…”
El 24 de julio de 1893 se
anunciaban en el diario bilbaíno “El Nervión” las pruebas “privadas” del Puente
Colgante. Decía el rotativo: “…Las pruebas privadas del
puente de Las Arenas: Ayer tuvieron lugar las pruebas extraoficiales del nuevo
puente de Las Arenas. A las cinco y media de la mañana se hicieron las pruebas
estáticas y en vista de que no hubo el menor movimiento ni la menor alteración
después de haber cargado el trasbordador con cuarenta toneladas, se descargó el
vehículo y se empezaron las pruebas dinámicas a las dos y media de la tarde.
Pasó primero un operario para observar cl movimiento y como dijera que todo
estaba en regla, subieron al vehículo trasbordador el arquitecto D. Alberto
Palacio, autor y director del proyecto, y su señora Dña. Leonor Arana de
Palacio, siendo aclamado por la multitud a la llegada por primera vez a Portugalete.
Después fueron pasando en viajes sucesivos el Gobernador Civil de la Provincia,
la señora Viuda de Epalza, con su familia y amigos, las familias de los Sres.
Zubiaria, Gana, Ibarra, Arteche, Careaga, Jaquet, Gil, Jhon y otras muchas
personas conocidas de la localidad y de la colonia inglesa. Es probable que el
próximo jueves tengan lugar las pruebas oficiales…” Eran tal las expectativas que generaba el evento, que para la
inauguración, algún vecino de la Villa de Portugalete alquilaba incluso sus balcones;
esa noticia era recogida en “El Noticiero Bilbaíno” de esa fecha: “…En el muelle nuevo de Portugalete, en el piso 2º de la casa Nº 8, se
arriendan dos balcones para ver cómodamente la inauguración del puente
construido sobre la ría…”
Ese mismo día se daba la
noticia en el diario bilbaíno de la que fue oficialmente la inauguración de la
línea de ferrocarril de Bilbao a Plencia. El rotativo lo relataba así: “…El tren de las dos cuarenta de la tarde, de la línea de Bilbao a Las
Arenas, arrancó de la estación de San Agustín, el sábado último, rebosando
viajeros que se dirigían unos a la playa del último punto, y otros entre los
que se contaban el ingeniero de la nueva vía señor Hoffmemer, algunos
consejeros y varios amigos, a la estación de Algorta donde debíamos
trasladarnos al tren de la línea de Plencia que convenientemente dispuesto se
hallaba en una de las vías apartaderos de la estación citada…” Así que aquel viaje inaugural lo hacía estrenando la vía recientemente
construida entre Algorta y Plencia. Continuaba el relato describiendo la
máquina y sus vagones: “…Se componía de la máquina
“Plencia” de un carruaje de 1ª clase y otro de 2ª, ambos del modelo Truck y del
furgón de cola, dotados del freno automático del sistema Cleyton…” Lo cual nos dejaba un nuevo dato,
que el nombre de la máquina era el de la estación termini. Seguía con una breve descripción del
recorrido, y al pararse en Getxo el relato decía: “…En Guecho existe
solamente un apeadero con abrigo para viajeros…” Y contaba el tiempo transcurrido
desde la salida hasta llegar a Plencia: “…Por fin, a los 40
minutos de nuestra salida de Algorta, paraba el tren en el andén de Parestaño,
de Plencia…” Tras el viaje se celebró una comida en una fonda
de la localidad costera. Entre los datos que dejaba aquel evento estaba el de
la explotación al público de la línea comenzaría a mediados del mes de agosto.
El día 27 de julio de 1893. En el diario bilbaíno “El Nervión” se daba la
noticia de que se habían realizado Las Pruebas Oficiales del Puente de Las
Arenas: “…Esta mañana, a las ocho, se verificaron las pruebas oficiales del puente
entre Las Arenas y Portugalete. La primera de dichas pruebas fue de velocidad,
con el trasbordados vacío que tardó un minuto en recorrer el trayecto entre
ambas orillas de la ría. La segunda prueba fue de resistencia, cargándose el
trasbordador con cuarenta toneladas. A pesar de este enorme peso, no se ha
notado apenas mayor tensión en el alambre. En vista de este magnífico resultado
en las pruebas oficiales, mañana se abrirá al servicio público dicho puente. El
precio, del pasaje será: En primera clase 10 céntimos y en segunda 5 céntimos…”
Ese mismo día se anunciaban en el diario “El Noticiero Bilbaíno” los
últimos retoques en el Transbordador que se estaba a punto de inaugurar, que
uniría Las Arenas con Portugalete: “…Han sido
colocados en el puente de Las Arenas a Portugalete los topes y enganches
automáticos, y hoy lo serán las señales o miras para determinar la velocidad y
el movimiento…”
En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se
realizaron las pruebas oficiales del Puente de Las Arenas a Portugalete.
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