martes, 9 de junio de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -167-



En la anterior entrada veíamos cómo la red de alcantarillados de Las Arenas estaba en su punto más álgido y algunos propietarios solicitaban el enganche a la red que el Ayuntamiento estaba construyendo.

El 27 de agosto de 1892, en el pleno municipal, se trataba sobre la posibilidad de sacar a la venta el viejo matadero de la estrada de Mosu, en la zona de Iturribarria de Algorta: “...De acuerdo con el expediente instruido este Ayuntamiento esta autorizado para vender en pública subasta la casa matadero actual por sus malas condiciones, falta de ventilación y corta capacidad, así como sus tierras, conforme al plano obrante en dicho expediente, a fin de destinar a aliviar el coste de las obras de otro nuevo. Acuerda este Ayuntamiento que antes de proceder a la subasta se amojone la citada casa y sus tierras con la debida claridad a fin de evitar cuestiones desagradables en el futuro...” De cara a la edificación del nuevo matadero se nombró al Alcalde S. Diliz y al Sindico Sr. Laca para que hicieran gestiones con de los propietarios de las tierras colindantes para poder ampliar sus dimensiones.

En el pleno del 1 de septiembre de 1892 se trataba sobre la recepción de una oficio de de la Diputación de la Provincia, con las reglas que iban a ser repartidas entre los pueblos de los nuevos distritos en que se hallaba dividida la Provincia, con los importes de los nuevos servicios de bagajes.


En esa misma fecha en el despacho del Gobernador Civil se trataba, en una reunión con los miembros de la Junta de Sanidad, sobre la posible llegada de una epidemia de Cólera: “...Los acuerdos en pro de la higiene y salubridad pública en la provincia, acordándose también prevenirse para el desgraciado caso de que fuéramos invadidos por la epidemia colérica que tantos estragos causa hoy en Europa. Crear un hospital provisional de coléricos, donde serán conducidos los primeros atacados que pudiera haber, para de este modo aislarlos y poder aminorar en todo lo posible el contagio...” Sin embargo la prensa local, el diario bilbaíno “El Nervión”, se extrañaba del echo de que tras la llegada de un grupo de trabajadores Belgas a la vecina fabrica de vidrios de Lamiaco no se hubiera tomado ninguna medida, ya que uno de ellos había quedado retenido en la estación de Irún tras presentar síntomas de dicha enfermedad.

La luz eléctrica, novedosa forma de iluminar calles y hogares era materia sobre que la misma prensa trataba en esos días: “...No puede esta clase de luz obtener entre el público el desarrollo que era de esperar para su consumo, debido única y exclusivamente a la seria competencia de precios que la hace el alumbrado por gas. Somos los primeros en comprender la ventaja que existe entre uno y otro alumbrado, ventaja ya reconocida por las clases pudientes, las cuales se han apresurado a instalar en sus domicilios la eléctrica, por las comodidades, seguridad y limpieza. En varias importantes ciudades del extranjero en donde algunas empresas tratan de efectuar instalaciones bajo la base de un salto de aguas como fuerza motriz. Hemos podido observar y de ello nos hemos convencido al palpar las ventajas que en precios tienen algunos de los pueblos de esta provincia, como el de Durango, debido a la instalación aludida, pues puede proporcionar al público esta clase de luz por diez céntimos de peseta...” El servicio de alumbrado público, para los barrios de Algorta y Areeta-Las Arenas, mediante corriente eléctrica no llegaría hasta 1895.

Y como se acercaba la fecha en la que se iba a producir la elección de Diputados Provinciales, la cual se iba a celebrar el día 11 de septiembre del actual, el Ayuntamiento de Getxo acordaba designar los locales para dicho acto estableciendo que: “...Se designa para la elección de un Diputado Provincial por el distrito de Bilbao, que es el que corresponde a esta Anteiglesia, los locales para la votación para los dos distritos en que se halla divido este termino municipal: Para el Distrito 1º la casa Consistorial de San Nicolás de Algorta y para el Distrito 2º la Casa Hospital, también de este barrio. Sirviendo comidas, como viene siendo habitual, a los componentes de las dos mesas por un coste a lo más de 50 pesetas...”

Y alguien se preguntaba en esa fechas “...¿Que si merece la pena de vivir la vida? ¡Ya lo creo, se respondía!. El procedimiento o el medio curativo que puede iniciarse, es el de vivir en compañía de un buen amigo, que aleje con su espíritu alegre las sombras. Levantarse temprano, tempranito, ir en dirección a Las Arenas, Santurce o Algorta, respirar allí el aire saturado de oxigeno, qué viene cabalgando sobre las olas a las playas; oír allí la música que produce el oleaje qué va a chocar contra las rocas o que se extiende mansamente por el arenal; contemplar ese espectáculo, siempre nuevo, de las olas que vienen a humedecer las arenas y después de haber aspirado a plenos pulmones el aire que vivifica y comer en buena mesa con amable compañía y con gran apetito…” Formula válida para todos los tiempos, más en estos tiempos de claustro.

En el pleno del 11 de septiembre de 1892, entre otras cosas, se enumeraba una relación de pagos que el consistorio acordaba realizar: “...A D. Juan Anta, pirotécnico que disparó los fuegos de artificio en las fiestas del verano, 860 pesetas por el importe de los fuegos y voladores quemados en las noches de tres romerías de julio y agosto. A Dña. Florencia Elosua 58,15 pesetas por velas y comidas de algunos empleados municipales, facilitadas con motivo con motivo de la celebración de las romerías de Las Arenas, los días 26 de julio y 7 de agosto últimos. A la costurera Dña. Isabel Uriarte 65 pesetas por costuras de cortinones para la plaza cubierta, confección de algunos banderines y colocación de escudos a la bandera principal del municipio. Al cura párroco de Santa María 50 pesetas por el sermón y funeral celebrado el día 15 de agosto próximo pasado en esa iglesia...”

Finalizaba aquel pleno con un informe sobre las gestiones realizadas para la adquisición de un terreno para la ampliación del nuevo matadero: “...Enseguida, la comisión nombrada el pasado 7 de agosto último, encargada de hacer gestiones cerca de los propietarios de tierras colindantes a dicho proyecto de matadero para poder ampliar sus dimensiones, hemos realizado varias conferencias con D. Antonio María Ugarte propietario contiguo al punto donde se trata de emplazar el referido matadero, el cual tiene 150 metros cuadrados, dicho propietario dijo que su precio estimado es de unas 480 pesetas. Considerando este Ayuntamiento que agregando el terreno del que se trata al que en aquel punto posee el Municipio se podrá emplazar un matadero de las condiciones requeridas, con todas las dependencias y divisiones y que el precio solicitado no es excesivo, acordamos adquirir el citado terreno...” Firmaba aquel acuerdo el Alcalde D. Santiago Diliz.


La prensa local “El Nervión” del 5 de septiembre de 1892 hacía notar, probablemente debido a la amenaza del cólera morbo, que corría por Europa que: “...Los bacteriólogos de la Habana, los señores Acosta y Graude Rossi, han tenido la curiosidad de estudiar los microbios del billete de Banco y han publicado el resultado de sus investigaciones en la Crónica médico-quirúrgica de la Habana. Han notado que los billetes del Banco español de Cuba, aumentaban de peso a medida que circulaban como consecuencia de la adición de materias extrañas. Al cabo de cierto tiempo, el análisis bacteriológico demuestra que el aumento de una inmensa cantidad de microbios, que en dos casos ascendían a 19.000. Dichos señores han logrado reconocer ocho especies patógenas, entre las cuales están el bacilo de la tuberculosis, el de la difteria, la erisipela y otros…” A la vez que en Bilbao se estudiaban los anteproyectos de para el saneamiento de la ría.

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo se trataba sobre el embaldosado de la Calle Mayor de Algorta (Actual Avenida Basagoiti).

No hay comentarios:

Publicar un comentario